Después de una larga investigación llevada a cabo por el FBI, el Departamento de Justicia de Estados Unidos ha interpuesto una demanda civil con la que busca incautarse más de 1.000 millones de dólares en activos que supuestamente fueron adquiridos con parte de los 3.500 millones de dólares que una red de delincuentes robó en Malasia y utilizó para comprar edificios de lujo en Nueva York, hoteles, yates, un avión privado y hasta para financiar la producción de la película “El lobo de Wall Street”. Parece el guión para la secuela del famoso largometraje, pero no lo es.
Los 1.000 millones que ahora reclaman las autoridades de Estados Unidos son los que pasaron a través de su sistema bancario. Los hechos se originaron en Malasia cuando el fondo soberano de desarrollo económico 1Malaysia Development Berhad (1MDB) decidía invertir en proyectos internacionalmente. Lo que los agentes federales alegan es que miles de millones de dólares de ese fondo fueron extraídos y malversados.
El gobierno federal aún no puede presentar cargos criminales pero tiene claro que quiere embargar los activos a la mayor brevedad posible. “Trataron este fondo de inversión como si fuera su cuenta bancaria personal”, dijo Loretta Lynch, procuradora general de Estados Unidos, en la rueda de prensa que reporta CNN.
Al día siguiente de este anuncio, las autoridades de Singapur dijeron que se habían incautado del equivalente a 177 millones de dólares estadounidenses en activos, como consecuencia de una investigación llevada a cabo localmente sobre 1MDB. En sus declaraciones denunciaron que los grandes bancos internacionales –UBS, DBS y Standard Chartered– habían fallado en la detección y denuncia de operaciones sospechosas.
No son las únicas entidades salpicadas, pues según las autoridades estadounidenses 1MDB utilizó a Goldman Sachs para recaudar dinero para proyectos oficiales, ganando más de 192 millones de dólares en comisiones, y el dinero pasó por JPMorgan Chase, Wells Fargo y otras entidades estadounidenses, lo que dio jurisdicción a los agentes federales para investigar.