El libro La profesión económica, editado por el Consejo General de Economistas de España y elaborado por el economista José María Casado, catedrático de Economía Aplicada, catedrático Jean Monnet de la Unión Europea y miembro de la Comisión Permanente del citado Consejo, se ha presentado recientemente en Madrid.
La presentación se ha celebrado en el marco de una sesión de “Punto de Encuentro” –ciclo de conferencias que organiza periódicamente el CGE en la que participan personas relevantes del mundo económico que puedan aportar de primera mano su visión sobre temas de actualidad–, que en esta ocasión ha sido protagonizado por el catedrático de Economía Aplicada, Juan Ramón Cuadrado Roura, quien ha realizado una intervención con el título “Economía española: lo que no debe ocultar la pandemia”.
En el acto, además de Juan Ramón Cuadrado Roura y José María Casado, han participado Valentín Pich y Lorenzo Lara, presidente y vicepresidente 2º, respectivamente, del Consejo General de Economistas de España.
El libro pretende ser un homenaje a la unificación de Economistas y Titulares Mercantiles para conformar definitivamente la profesión económica, culminada por sus respectivos presidentes –Valentín Pich y Lorenzo Lara– hace una década tras la aprobación de la Ley 30/2011, de 4 de octubre, sobre la creación del Consejo General de Economistas (unificación de las organizaciones colegiales de economistas y de titulares mercantiles). La unificación de Economistas y Titulares mercantiles ha sido la primera unión –y, hasta la fecha, la única producida en Europa de forma voluntaria entre dos corporaciones profesionales del mismo ámbito.
En el ámbito económico y empresarial confluyó históricamente en España la actividad profesional de dos grandes corporaciones profesionales, la de los Economistas y la de los Titulares Mercantiles. Cada organización colegial llevó a cabo sus propias actividades lo que multiplicó esfuerzos y recursos en el mismo ámbito de actividad. Según el presidente del Consejo General de Economistas de España, Valentín Pich, “la supresión de los dos Consejos Generales y la creación de uno nuevo para agrupar los intereses de todos estos profesionales fue fruto de un largo proceso de acuerdo y se produjo bajo la premisa de una más idónea articulación de la representación y defensa de los intereses de sus miembros; y también en beneficio de la sociedad a la que nos debemos y a la que prestamos nuestros servicios”.
Según Pich, “con este nuevo Consejo General hemos alcanzado una mayor eficacia y eficiencia en la consecución de los objetivos que debemos cumplir como corporación de derecho público, no solamente por el ahorro de medios y recursos o la reducción de costes, sino también por las ventajas derivadas de la existencia de una única interlocución de las profesiones económicas ante las Administraciones Públicas, que ha supuesto un mejor servicio a los consumidores y usuarios, y ha sido de gran utilidad en cuanto a la ordenación y desarrollo de la economía en general, y de la empresa en particular”.
Por su parte, el vicepresidente 2º del Consejo General de Economistas, Lorenzo Lara, ha puesto en valor, durante su intervención, el hecho de que la unificación de Economistas y Titulares Mercantiles haya sido la primera de Europa –y la única hasta la fecha– que se ha hecho de manera voluntaria (aunque la primera se llevó a cabo en Italia con el Decreto Legislativo 139/2005, que constituyó la Ordine dei Dottori Commercialisti e degli Esperti Contabili como única corporación, esta se hizo por mandato gubernamental y no de manera voluntaria), lo que pone de manifiesto, según sus palabras “nuestra voluntad de evitar la dualidad de colectivos en el mercado de los servicios profesionales creando con ello un cuerpo profesional homogéneo al amparo de unos mismos estatutos profesionales”.
La ruta de la profesión
En cuanto al propósito del libro La profesión económica, su autor, José María Casado, ha apuntado que en el mismo “se ha tratado de encontrar la ruta que ha seguido la profesión económica en España, desde los primeros intentos para su formalización en la segunda mitad del siglo XVIII, y continuando con los estudios de Comercio y Mercantiles en 1850, hasta llegar, un siglo más tarde, en 1943, a la creación de las Facultades de Ciencias Económicas y Empresariales, que son, a día de hoy, uno de los estudios más demandados”.
El libro está estructurado en tres partes principales, dedicándose la primera al proceso de unificación de Economistas y Titulares Mercantiles, hito fundamental en el devenir de ambas organizaciones. La segunda parte está dedicada a la historia de la Contabilidad y la Economía de la Empresa en España, analizando el camino seguido en la implantación de la primera hasta llegar a la actual configuración de la Economía de la Empresa y sus profesionales. Por último, la tercera parte recoge el testimonio y la experiencia de ocho maestros de la economía española como José Luis Sampedro Sáez, José Barea Tejeiro, Fabián Estapé Rodríguez, Enrique Fuentes Quintana, Manuel Varela Parache, Luis Ángel Rojo Duque, Juan Velarde Fuertes y Ramón Tamames Gómez.