Como consecuencia de un cambio climático cada vez más evidente, los bancos se enfrentarán a un aumento de riesgos para su reputación si financian proyectos que se consideran perjudiciales para el medio ambiente, opinan Amanda Augustine y Marcial Nava, autores del informe titulado “Riesgos y oportunidades del cambio climático”, incluido en el “Observatorio económico de Estados Unidos”, que el equipo de BBVA Reasearch publica este mes de abril.
“En la era de las redes sociales, la financiación de este tipo de proyectos podría rápidamente convertirse en una publicidad negativa, boicots y protestas. Si la presión fuese demasiado fuerte, los bancos podrían terminar dejando de invertir abruptamente, incurriendo en pérdidas inesperadas. Una mala reputación en los problemas del clima podría alinear a clientes y trabajadores, privando a los bancos de fuentes de ingresos y talento”
La protección contra los riesgos que afectan a la reputación debido al clima requiere un examen minucioso de la cartera de préstamos y la desinversión preventiva de los activos en conflicto, dice el informe. Otras estrategias incluyen la determinación y revelación de la huella de carbono de los préstamos, ampliando el conjunto de productos y servicios ecológicos y desarrollando una estrategia de crecimiento compatible con los objetivos de la Convención de París. “Debido a que el sector bancario sirve virtualmente a todos los sectores económicos, el cambio climático podría ser la oportunidad que han estado esperando los bancos para recobrar la confianza de la sociedad perdida tras la crisis económica”.
Los bancos también podrían verse afectados por los riesgos legales derivados de las políticas gubernamentales dirigidas a apoyar las actividades de mitigación y adaptación. Además, los riesgos legales para el medio ambiente también afectan directamente a los bancos, pues a medida que la preocupación por el cambio climático se va generalizando, algunos países del G20 (por ejemplo, Brasil, India, Indonesia) han incorporado voluntariamente factores de sostenibilidad medioambiental a las normativas de gestión de los bancos, gestión de capital y riesgos, así como información del mercado.
La transición a una economía sin emisión de carbono afectaría el valor de las compañías con grandes emisiones de carbono, en especial combustibles fósiles. En consecuencia, el sector de la extracción afronta el riesgo de tener un parte importante de sus activos bloqueados, lo que tendría consecuencias negativas para sus inversores.
Por último, los autores añaden el riesgo a los daños a la propiedad física, que podrían llevar a la devaluación de los activos y el fracaso de muchos sectores. Especialmente, los bienes inmuebles y la agricultura están especialmente expuestos a grandes sequías, incendios forestales y enormes tormentas. El aumento del nivel del mar podría reducir de manera significativa el valor de los activos fijos de la costa. Para los bancos, el daño repetido a sus filiales y edificios empresariales podría alterar sus actividades habituales y aumentar el gasto en seguros.