La industria de cruceros ha experimentado una transformación significativa en las últimas décadas. De ser un medio de transporte a convertirse en una experiencia turística completa que combina lujo, entretenimiento y destinos exclusivos.
Después de la pandemia esta industria junto con otras emergió con más bríos. Un análisis de GBM Casa de Bolsa detalla las cifras y datos más relevantes que sustentan el dicho de que este sector es ya la nueva joya del turismo global.
El renacimiento de los cruceros: una industria en auge
Recorrer el mundo a través de los mares ha sido un sueño constante en la historia de la humanidad. Desde aquellas incipientes embarcaciones construidas con cañas y maderas que le servían a las culturas de la antigua Mesopotamia para recorrer las aguas del Eúfrates y el Tigris, hasta las apasionadas historias de amor sobre los barcos de vapor como las que nos regaló Rose y Jack en Titanic, los barcos siempre han ocupado un lugar privilegiado en la historia de las civilizaciones.
Quizá sea el misticismo que genera la inmensidad de los mares o la incertidumbre que genera pensar en las aventuras que se encontrarán tras llegar a un nuevo puerto, pero navegar siempre ha inspirado a grandes exploradores. Uno de ellos fue Ed Stephan, un empresario de la industria de la hospitalidad originario de Wisconsin que en 1968 transformó por completo la forma de hacer turismo.
Fue en ese año cuando se unió con tres noruegos, dueños de distintas embarcaciones, para crear una línea de cruceros cuyo objetivo era ofrecer largos viajes trasatlánticos desde Europa hasta las cálidas aguas del Caribe. Fue así como nació Royal Caribbean, una empresa que desde la realeza de su nombre se puso como objetivo ofrecer altos estándares de servicios turísticos para sus clientes.
La primera embarcación de Royal Caribbean fue el Song of Norway, un buque que zarpó del puerto de Miami el 7 de noviembre de 1970. Este barco fue retirado en 2013, cuando ya utilizaba el nombre MS Formosa Queen.
Royal Caribbean cimentó su éxito en la larga tradición noruega de los viajes por el mar. Con esa esencia vikinga para atravesar las aguas, comenzó construyendo tres cruceros que revolucionaron la industria con cubiertas al aire libre, salones interiores con vistas 360 grados, además de un diseño que permitió combinar a la perfección barcos de alta velocidad con eficiencia de combustible. Esto hizo que la empresa rápidamente se posicionara como una de las navieras más importantes del mundo, hasta que la pandemia la obligó a suspender operaciones por meses.
El mundo post-pandemia
Tras los desafíos presentados por la pandemia de COVID-19, la industria de cruceros ha demostrado una notable capacidad de recuperación. En 2024, las principales compañías como Royal Caribbean, Carnival y Norwegian reportaron ingresos combinados de más de 50.000 millones de dólares, superando por primera vez los niveles previos a la pandemia.
Este resurgimiento se atribuye a la creciente demanda de experiencias de viaje únicas, así como al aumento de la confianza de los consumidores en las medidas de seguridad implementadas a bordo. A ello se suma el mayor interés por el turismo multigeneracional, en el que familias completas eligen los cruceros por su versatilidad, seguridad, variedad de actividades para todas las edades y por ser un paquete todo en uno que atiende a cada integrante de la familia.
En 2024, la industria de cruceros transportó a más de 31 millones de pasajeros a nivel global, reflejando una recuperación sólida y superando las cifras registradas antes de la emergencia sanitaria.
Este repunte también ha sido impulsado por una oleada de innovación tecnológica. Desde el embarque digital hasta aplicaciones que permiten gestionar itinerarios, comprar y hacer reservas antes de abordar, la tecnología mejora la experiencia del usuario desde antes del viaje y optimiza las operaciones a bordo.
Por ejemplo, Royal Caribbean ha implementado sistemas de inteligencia artificial para asignar camarotes, gestionar flujos de personas en áreas comunes y personalizar ofertas comerciales para sus pasajeros durante el viaje. Además, se ha posicionado como la compañía con la mayor inversión en CAPEX programado para los próximos años dentro de la industria de cruceros. Sus planes de expansión incluyen la construcción de nuevos barcos insignia y la modernización de su flota existente. Actualmente, la empresa opera la familia de cruceros más grande del mundo, encabezada por el «Icon of the Seas», el barco más grande jamás construido.
Pero también hay otros factores que han impulsado el negocio; las líneas de cruceros han invertido al menos 1.500 millones de dólares desde 2019 en la expansión y mejora de escalas privadas en el Caribe, abarcando más de 15 islas y playas en destinos como Bahamas, Belice, República Dominicana, Haití y México.
Además del control sobre el entorno, estas inversiones permiten una integración logística y operativa que maximiza los ingresos por pasajero. Las excursiones, experiencias gastronómicas, zonas VIP y tiendas dentro de estos desarrollos están diseñadas para estimular el consumo y prolongar la estancia de los visitantes, diferenciándose de los puertos tradicionales en los que los cruceristas exploran las ciudades por su cuenta.
El nuevo modelo de negocio: integración vertical y diversificación de ingresos
En el mundo existe una tendencia hacia la integración vertical en la industria de cruceros; Actividades en tierra, excursiones y servicios premium en estas islas privadas contribuyen significativamente a los ingresos totales. Incluso los datos de navegación y consumo de los pasajeros son utilizados para crear experiencias cada vez más personalizadas, lo cual incrementa tanto la satisfacción como el ticket promedio por cliente.
Se estima que el 60% del gasto total de los pasajeros en cruceros ocurre fuera del barco, en actividades en tierra, lo que impulsa las inversiones en islas y parques propios.
Asimismo, las compañías ha comenzado a explorar nuevas líneas de negocio como membresías exclusivas, paquetes de lujo con experiencias únicas en tierra, y alianzas con marcas de alto perfil para licenciar espacios o eventos dentro de sus islas privadas. Hoy día más que navieras, las empresas del sector se están transformando en plataformas de hospitalidad y entretenimiento de alcance global.
Se espera que la industria de cruceros alcance un valor de mercado de 120,000 millones de dólares en 2028, impulsada por el turismo de lujo y experiencias familiares. La industria podría navegar a toda máquina los siguientes años si libra los obstáculos que tiene de frente.