La desmotivación es un estado de apatía y decaimiento, un fenómeno que actúa como lastre en alguno de nuestros propósitos y parte de un problema de incapacidad para cumplir ciertas expectativas relacionadas con hechos relativamente simples. Hoy en día resulta fácil caer en la desmotivación en cualquier ámbito de nuestra vida -el gimnasio, los estudios, las dietas, etc.- si no observamos un progreso rápido, si no obtenemos pronto frutos a nuestro trabajo o si no se nos reconoce nuestra labor.
El entorno laboral es habitualmente uno de los aspectos que nos lleva a este estado de desánimo, ya que de acuerdo con el estudio «Felicidad en el lugar de trabajo 2019» elaborado por Udemy, más del 30% de los trabajadores no se encuentran en su trabajo soñado. En este sentido, no desarrollar las labores para las que te has formado o aquellas que te apasionan es uno de los motivos principales de la desmotivación en el puesto de trabajo. Zayra Mo, experta en motivación e instructora en Udemy, revela los cinco pasos fundamentales para dar solución a la baja motivación:
1. Evaluar la situación
Se debe identificar qué es lo que está causando esa desmotivación, si se trata de un único elemento o si es el entorno general que rodea la situación. Si la desmotivación viene dada por el entorno laboral se debe tener en cuenta que las personas pasan la mayor parte de su día en su lugar de trabajo y si su motivación no es sinónimo de disposición positiva, su vida (personal y laboral) sufren un impacto negativo. De este modo, hay que reflexionar sobre si las necesidades, valores individuales y propósitos en la vida son compatibles con los de la empresa en la que trabajamos.
2. Abrir un canal de comunicación
Una vez identificada la desmotivación es el momento de abrir un canal de comunicación con la persona indicada -manager, entrenador, nutricionista, profesor, etc.- para hacerla conocedora del sentimiento y valorar posibles soluciones y vías de mejora. A veces puede ser una cuestión de estrés o demasiada presión y tiene fácil solución, con acciones tan simples como dedicar un tiempo diario a alguna actividad como meditar o realizar alguna salida de ocio con amigos o compañeros donde «desconectar». Sin embargo, otras veces son elementos más complicados, como la falta de reconocimiento, que se puede tratar de solucionar con pequeños incentivos.
3. Tener clara la intención
El principal ingrediente de la motivación es la intención, es decir, tener claro por qué estás haciendo lo que en este momento te está desmotivando. Es importante mantener en la mente esa meta, ya que si no está fija la intención, es imposible continuar con la motivación cuando uno se enfrenta a situaciones complicadas.
4. Crear metas a corto plazo
A pesar de que nuestro objetivo final sea a largo plazo, para evitar tirar la toalla es importante mantener la motivación con metas a corto plazo, como tomar la decisión de empezar el proyecto, escribir los detalles semanalmente, etc. Al ir consiguiendo estas metas sentirás que vas por buen camino.
5. Mantener un equilibrio personal y profesional
Para sentirse pleno en todos los ámbitos de la vida debe existir una conexión entre la parte personal y profesional. Cuando los valores personales tienen cimientos fuertes, la profesión tendrá también cimientos sólidos. Por el contrario, si existe un desequilibrio como, por ejemplo, ser exitoso en lo profesional, dedicando la mayor parte de nuestro día a este terreno, pero no en lo personal, las emociones a nivel de individuo chocarán en algún momento al no lograr esos resultados en su propia vida personal. «La motivación es esencial en cualquier ámbito de la vida y, al igual que la desmotivación, se contagia con facilidad, por lo que deberemos elegir a qué actitud queremos sumarnos y rodearnos de ese tipo de personas”, afirma Zayra Mo.