El cáncer es la segunda causa de mortalidad en España y la primera causa de muerte en varones, recuerda Alvar Ocano, gerente médico de Aegon. Según la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), en 2018 se detectaron más de 270.000 nuevos casos de cáncer a nivel nacional, de los cuales cerca de 156.000 fueron diagnosticados en varones y 114.000 en mujeres.
En varones, el cáncer de próstata es el tumor más común, por delante de los de pulmón o colón, habiéndose diagnosticado más de 31.000 casos nuevos en 2018, según la AECC.
La próstata, una glándula que forma parte del sistema reproductor masculino, ubicada debajo de la vejiga, se encarga de la producción del líquido que aporta nutrientes, protege y transporta el esperma durante la eyaculación. Hoy, con motivo del Día Mundial contra el Cáncer de Próstata, enumeramos una lista con cinco aspectos esenciales para conocer mejor este tipo de tumor.
1. La edad, un factor crucial
Los expertos médicos de Aegon advierten que a medida que avanzan en edad, los varones son más propensos a desarrollar algún tipo de cáncer que las mujeres. Según el informe de 2019 de la SEOM, hasta los 80 años los varones tienen un riesgo del 42% de desarrollar esta enfermedad, frente al 27% de las mujeres. A partir de los 85 años, estos valores aumentan al 50% en hombres y en mujeres al 32%.
En el caso del cáncer de próstata, el riesgo de padecer esta enfermedad aumenta cuando un hombre supera los 40 años y más rápidamente cuando alcanza los 50. En varones mayores de 65 años, las probabilidades de padecer cáncer de próstataascienden al 60% y el porcentaje es aún mayor si existen antecedentes genéticos de la enfermedad. La edad media de fallecimiento de pacientes diagnosticados con cáncer de próstata es de 75 años, en muchos casos a causa de no haber sido diagnosticado con anterioridad.
2. Desarrollo lento y asintomático
En muchas ocasiones, el cáncer de próstata no presenta síntomas hasta los estadios más avanzados de desarrollo, lo que hace más complicada su detección sin realizar las pruebas correspondientes. Si, por el contrario, se presentan síntomas, pueden ser confundidos con otras afecciones como la hiperplasia benigna (HBP), una patología que consiste en el aumento del tamaño de la próstata y más del 50% de hombres de edad avanzada padecen.
Tanto la hiperplasia benigna como el cáncer de próstata en fase avanzada pueden generar, entre otros síntomas, la disminución del flujo de orina o el aumento excesivo de la misma, incontinencia y escozor. Es por ello que desde Aegon recuerdan que es fundamental que los varones se realicen exámenes rutinarios a partir de los 45 años, cuando el crecimiento de la próstata se convierte en una afección común.
3. La importancia de la detección precoz
El cáncer de próstata es el tercer tumor con mayor tasa de mortalidad en España (9%), tras el cáncer de pulmón y el colorrectal, según la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).
Al ser un tipo de cáncer predominantemente asintomático, la detección precoz es de vital importancia para aumentar los índices de supervivencia. La tasa de supervivencia de los pacientes diagnosticados precozmente de cáncer de próstata a nivel global es cercana al 100% en un periodo de 5 años, según datos de la AECC.
“La supervivencia al cáncer de próstata ha aumentado a lo largos de los años debido a la concienciación de la sociedad sobre la importancia de realizarse pruebas anuales que permiten el diagnóstico temprano de esta enfermedad”, afirma Alvar Ocano.
4. Pruebas de diagnóstico ambiguas
El cáncer de próstata puede ser diagnosticado mediante diversas pruebas. En primer lugar, el tacto rectal, examen realizado para comprobar si existe un aumento del tamaño de la próstata. Si el resultado es positivo, el paciente debe realizarse análisis de sangre en los cuales se midan los niveles del antígeno prostático específico (PSA).
Sin embargo, Alvar Ocano advierte que las pruebas del PSA no son específicas para detectar el cáncer. Esta sustancia aumenta sus niveles en sangre cuando el varón desarrolla cáncer de próstata, hiperplasia benigna o algún tipo de inflamación. Por ello, en este tipo de análisis es común estudiar los niveles de PSA libres, pues su presencia favorece las posibilidades de que la afección constituya un crecimiento benigno de la próstata, mientras que si los niveles son bajos y el PSA total se mantiene alto, el riesgo de cáncer es mayor.
Si existe riesgo real de padecer cáncer de próstata, la única forma de comprobarlo es mediante una biopsia transrectal, en la que se analizarán los tejidos de la próstata en busca de células cancerígenas.
Terapias avanzadas y revisiones continuas
El aumento de la esperanza de vida de pacientes que padecen cáncer de próstata ha aumentado no solo por el diagnóstico precoz, sino también por los avances en los tratamientos destinados a su curación. Así, el 85% de los pacientes con cáncer de próstata sobreviven más de 5 años en España. Sin embargo, a causa de su lento desarrollo, los tratamientos suelen alargarse en el tiempo.
En el caso de que el cáncer se encuentre localizado únicamente en la glándula prostática, es posible realizar la extracción de la misma mediante cirugía, procedimiento denominado prostatectomía radical. Simultáneamente, el paciente puede ser tratado con radioterapia, aplicada antes o después de la extracción. En otros casos, es posible aplicar terapia hormonal para reducir los niveles de testosterona, pues el desarrollo del cáncer de próstata se encuentra ligado a esta hormona.
“A pesar de la alta tasa de supervivencia del cáncer de próstata, las revisiones médicas periódicas tras el tratamiento son fundamentales”, recuerda el doctor Ocano. “Debemos controlar los niveles de PSA en sangre, tanto en el caso de extracción de la próstata como si el paciente ha sido sometido a tratamientos hormonales o radioterapia. En esos casos, si nos niveles del PSA aumentan, se debe proceder con el tratamiento más indicado en cada caso”.