Mañana comienza oficialmente el verano y viene acompañado de una semana previa en la que los termómetros españoles se han situado a niveles inusualmente altos para el inicio de esta época del año. Gran parte de España ha sufrido un episodio prolongado de temperaturas extraordinarias que, según la AEMET, ha acabado convirtiéndose en una de las primeras olas de calor de este año, y son varios los puntos de la península en los que la temperatura ha alcanzado e incluso superado los 40 grados.
Las elevadas temperaturas de la semana pasada no solo provocaron una subida en los termómetros, sino también en la demanda energética, que aumentó un 9,7% respecto a la semana previa y se situó en una media de 25.981MW entre los días 14 y 18 de junio, en comparación con los 23.695 MW registrados de media entre los días 7 y 11 de este mismo mes. Además, el incremento de la demanda energética también ha sido muy notable respecto al mismo periodo del año anterior, con una subida del 15,7%.
Son diversos los métodos para combatir el calor, pero, sin duda, el más común de ello es el uso de aparatos climatizadores para mantener las casas y apartamentos a una temperatura adecuada. Sin embargo, este privilegio afecta de forma directa a la factura energética de los españoles y no es un gasto que todos pueden asumir. Precisamente, según el IV Estudio de Comparación Online hacia el Ahorro Inteligente, realizado por Rastreator.com, uno de cada cuatro españoles (25,7%) intenta pasar menos horas en casa en verano, para ahorrar en aire acondicionado, y hasta el 36,9% afirma que pasa calor durante la época estival para evitar su uso.
Para que la ola de calor ( o en su defecto el aire acondicionado) no nos derrita el bolsillo, podemos poner en práctica los siguientes cinco consejos:
1. Controlar la temperatura
No es extraño que la temperatura en el interior de algunos edificios u hogares sea incluso más baja que en determinados días del invierno y la tendencia sea utilizar una chaqueta en pleno agosto. De hecho, según el estudio de Rastreator.com, hasta un 14,3% de la población afirma pasar frio en verano por culpa del aire acondicionado. El uso del aire acondicionado a baja temperatura de manera prolongada puede hacer que el importe de la factura eléctrica se dispare. Para evitar disgustos por este motivo, es recomendable mantener la temperatura interior estable y entre los 21 y 26 grados, que es la conocida como zona de confort higrotérmico, donde no se suele sentir ninguna incomodidad térmica. Además, cada grado de menos que se programa el aire acondicionado puede llevar aparejado un aumento del consumo del 8%. Bajar la temperatura a 18 grados en lugar de a 26 puede implicar un cambio dramático en la factura eléctrica.
2. Cerrar las ventanas
Mantener la casa aislada, sobre todo durante las horas centrales del día en las que el calor es mayor, es fundamental para reducir la temperatura interna y evitar abusar del aire acondicionado. Las ventanas, contraventanas, persianas o cortinas pueden impedir que el sol entre en y mantener una temperatura fresca. Además, la instalación de toldos también puede ayudar a reducir el calor en el interior del hogar, sobre todo en aquellas zonas donde el sol incida más directamente en las persianas.
3. Ventilar en las horas más frescas del día
Para reducir el gasto energético y utilizar menos el aire acondicionado, conviene recurrir a la ventilación natural siempre que sea posible. Para ello, las mejores horas son las más frescas del día, es decir, por la noche y a primera hora de la mañana, cuando la temperatura es más baja y la humedad del ambiente algo más elevada. En ese momento es recomendable tener apagado el aire acondicionado y abrir todas las ventanas para conseguir corrientes de aire que ventilen el domicilio de forma natural.
4. Buscar métodos alternativos para refrescarse
A veces, bajar la propia temperatura corporal puede ser más sencillo y barato que hacer lo propio con la de la habitación a golpe de aire acondicionado. Zumos, agua y otras bebidas frías pueden ayudar a mantener la temperatura corporal más baja sin necesidad de gastar en energía y de una manera más natural que con los climatizadores.
5. Elegir la tarifa eléctrica adecuada
Si la factura eléctrica es más elevada de lo esperado, es muy probable que lo consumido haya sido excesivo o que la tarifa energética contratada no se adecúe a las necesidades del consumidor. A raíz de la liberación del mercado eléctrico, los usuarios tienen en su mano elegir entre varias compañías y tarifas de luz y gas. Para ello, es importante conocer en profundidad qué ofrece cada una de ellas y compararlas para contratar la que se adapte mejor al consumo real y lograr así ahorrar en la factura energética.