Candriam y el Grantham Research Institute on Climate Change and the Environment (GRI) de la London School of Economics and Political Science (LSE) han creado una nueva asociación con el fin de impulsar los esfuerzos del sector de la inversión global para lograr una economía global sostenible e inclusiva.
Según han explicado, esta asociación surge en medio de la crisis del COVID-19 y de las crecientes llamadas vueltas a una mejor reconstrucción, sobre todo a través de la introducción de planes de recuperación que aceleren las inversiones verdes en áreas como la eficiencia energética de los edificios y las energías renovables. “Los líderes políticos y los inversores reconocen asimismo que estas inversiones verdes deben contar con una fuerte dimensión social con el fin de ofrecer puestos de trabajo de calidad y una renovación de la comunidad, de modo que el mundo pueda llevar a cabo una transición justa a una economía libre de emisiones en 2050”, apuntan desde la gestora.
Dentro de este contexto, la iniciativa de Sostenibilidad, Inversión, Inclusión e Impacto supone la creación de una nueva asociación durante un periodo de tres años que promoverá “la investigación innovadora, fortalecerá el diálogo y fomentará el intercambio internacional de ideas sobre las formas de garantizar que la acción por el clima genera un impacto social positivo”. La asociación estará dirigida por el profesor de práctica del GRI para finanzas sostenibles, Nick Robins, con la supervisión del CEO de Candriam, Naïm Abou-Jaoudé.
Según la experiencia de la gestora, actualmente, los inversores integran de manera rutinaria los factores medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG) en sus decisiones de inversión, pero hasta la fecha la dimensión social ha sido objeto de una atención insuficiente, en especial, en los debates sobre cómo hacer frente al cambio climático. Para tener éxito, las políticas sobre el clima deben ser justas y ser percibidas como justas por los trabajadores, los consumidores y los ciudadanos. Los inversores pueden jugar un papel importante a la hora de llevar a cabo esta transición justa a través del compromiso de los accionistas, la asignación de capitales y la promoción de políticas.
Su iniciativa generará una investigación de interés público que identifique cómo se puede llenar esta laguna, centrándose en el papel que pueden jugar los inversores institucionales. Dicha investigación engloba el análisis del papel de las diferentes clases de activos, los retos a los que deben hacer frente las diferentes regiones (en especial, en los países en desarrollo) y los cambios políticos que son necesarios para desarrollar una acción por el clima de carácter inclusivo (como la fijación del precio del carbono). Se dedicará un enfoque específico a la investigación dirigida sobre un marco global para el sector de la inversión con el fin de acelerar el cambio. Un hito clave será el desarrollo de una investigación aplicable antes de la Cumbre sobre el Clima COP26, que se celebrará en Glasgow en noviembre de 2021.
“La consecución del Acuerdo de París y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas requieren una readaptación del sistema financiero con el fin de satisfacer las necesidades a largo plazo de nuestras economías y sociedades. Mirando hacia el futuro, Candriam está orgullosa de su asociación con el Grantham Research Institute con el fin de lanzar una iniciativa de colaboración e investigación de categoría mundial para apoyar la transición a una economía global sostenible e inclusiva”, ha señalado Naïm Abou-Jaoudé, CEO de Candriam y presidente de New York Life Investments International.
Por su parte, Nick Robins, profesor de práctica para finanzas sostenibles en el Grantham Research Institute on Climate Change and the Environment, ha declarado: “La transición justa es la siguiente frontera para la acción de los inversores sobre cambio climático. Estoy encantado de unirme a Candriam para diseñar esta iniciativa internacional que puede hacer que las cuestiones de la sostenibilidad medioambiental, la inclusión y el impacto cobren vida, demostrando de este modo que los inversores pueden contribuir a un mundo mejor tras el COVID-19”.