En el último informe de GPS de Citi titulado La filantropía y la economía mundial, un grupo de socios expertos han revisado los últimos avances en materia de filantropía lograda en 2021. El documento sigue manteniendo la tesis de que la magnitud de la contribución de la filantropía a la economía mundial debe ser reconocida mucho más ampliamente, especialmente en el mundo de la formulación de políticas. «Muchos de los mayores retos del mundo pueden superarse mejor mediante una asociación más amplia entre los sectores público, privado y sin ánimo de lucro», se reclama desde este documento.
Tras las importantes respuestas ante la pandemia y la creciente implicación en el apoyo a la transición ecológica, el informe destaca que la crisis de Ucrania ha supuesto un nuevo e inesperado reto para la filantropía y hasta la fecha, esta situación ha generado una respuesta filantrópica muy amplia y rápida. También puede haber servido para perpetuar algunas tendencias observadas durante la pandemia, como el crecimiento de la filantropía basada en la confianza. «El panorama de las donaciones filantrópicas totales en 2021 es muy variado en los distintos países. Sin embargo, está claro que las mismas condiciones económicas que ahora provocan una mayor necesidad de donaciones filantrópicas han sido históricamente un viento en contra. Las fundaciones y las organizaciones benéficas, en particular, se enfrentan al nuevo reto de gestionar una inflación muy importante en los costes de personal y de adquisición en un momento en el que muchas de ellas necesitan utilizar fondos no asignados para invertir en mejores plataformas tecnológicas», señalan desde Citi.
Tras una revisión general del estado de la filantropía mundial en 2021, el informe se ha centrado en examinar dos acontecimientos específicos. En primer lugar, estudia con más detalle cómo una integración aún más estrecha de la filantropía y la inversión podría desbloquear importantes fondos para objetivos benéficos. «Aunque ya han calculado que el valor de las donaciones monetarias anuales en todo el mundo supera los 500.000 millones de dólares, el sector no lucrativo también posee importantes activos de inversión y se sitúa en un espectro que va desde las empresas sociales hasta las compañías con ánimo de lucro. Sostenemos que una mejor orientación del conjunto de la filantropía en colaboración con otros actores de este espectro, y en pro de objetivos mutuos específicos, podría reportar beneficios materiales a las economías y las sociedades», afirman desde Citi.
En segundo lugar, el documento profundiza en que el aumento del valor de los activos digitales en 2021 produjo un crecimiento récord en las donaciones de activos digitales, y algunas organizaciones informaron de que las donaciones de activos digitales se habían multiplicado por seis y por doce. Aunque parte de este crecimiento fue claramente impulsado por un notable fenómeno de precios en la criptomoneda, desde Citi ven ciertas tendencias como seculares. «El campo emergente de las donaciones de activos digitales está llamado a cambiar la práctica de la filantropía, desde la reducción del requisito de confianza entre donantes y receptores mediante el uso de blockchain, hasta el aumento de la transparencia de las donaciones benéficas. Además, los nuevos donantes digitales tienden a ser más jóvenes y hombres, históricamente un grupo más esquivo para la mayoría de las estrategias de adquisición de donantes. Una cosa es segura; las fundaciones y organizaciones benéficas deben estar preparadas para los activos digitales», señalan en el informe.
Este nuevo informe es la segunda entrega de lo que planean que sea una serie anual realizada en colaboración con la banca privada de Citi y expertos de talla mundial. Desde Citi esperan que este informe siga estimulando un debate positivo sobre la mejor manera de maximizar el valor de la contribución de la filantropía a nuestro mundo.