Dotada de 450 obras de artistas internacionales, la colección de arte de Balanz se destaca en el mundo financiero latinoamericano por su alcance y ambición. Lo que empezó como una operación de diversificación financiera se ha convertido en algo más profundo: una seña de identidad para la corredora de bolsa argentina, que literalmente convive con el arte.
Balanz está a punto de lanzar la plataforma web de su colección para darla a conocer al mundo. Además, se está terminando un libro que describirá los hitos de la formación del acervo, con entrevistas a artistas y curadores. Como dice Juliana Fontalva, curadora y manager de la colección, están empezando una nueva fase, la fase de difusión.
Los trabajadores de Balanz conviven con el arte de la forma más literal: unas 250 obras de las 450 que componen la colección están expuestas en los locales de la empresa financiera, en las salas de reunión, puestos de trabajo o pasillos. La presencia de los cuadros y esculturas es una costumbre y la presencia cotidiana del arte, un incentivo para los miembros del equipo. “Ahora queremos sacar un poco la colección de la oficina y darnos mayor visibilidad como la institución que somos”, explica Fontalva.
Balanz existe desde 2002 y lleva más de 13 años invirtiendo en arte, algo que no solo tiene que ver con la compra de obras, sino también con la restauración, conservación, logística y seguros. Fontalva explica que hoy en día, la colección es sin ninguna duda un activo financiero para la empresa. “Tenemos claras las cifras y valores de todas las obras, pero no tenemos su valor de mercado. Vendemos muy poco, serán 10 obras al año como mucho”, dice la curadora.
Arte contemporáneo y una búsqueda existencialista
La colección empezó siendo eminentemente Argentina y con los años se fue abriendo a Latinoamérica, especialmente Cuba, Colombia y Brasil. Pero actualmente, el acervo es internacional. “Hoy en día nos definimos como una colección internacional. Tenemos artistas de todo el mundo, recientemente compramos obras de un artista japonés, en ese sentido no tenemos límites y de hecho ahora mismo estamos invirtiendo más en arte internacional que hace unos años”, dice Fontalva.
Claudio Porcel, actual CEO del Grupo Balanz, fue el verdadero precursor de la iniciativa junto a una de las socias, Isabel Pita, quien llevó su afición al arte en un nivel experto. Junto con Fontalva, visitan y recorren ferias de artes, se impregnan del medio y finalmente, son Porcel y Pita (financistas después de todo) quienes negocian las adquisiciones. “Los cuatro socios crearon la compañía con un espíritu de ser siempre los primeros, tratar siempre de mejorar y entenderse, empujar los límites para llegar a la excelencia en un camino de autoconocimiento. Entonces, la colección empieza buscando a los artistas que consideran importantes, mientras abre la agenda a ciertas temáticas que tienen que ver con la aventura, el existencialismo, el cuestionamiento general del mundo… Es una colección que siempre se está preguntando que es este mundo en el que vivimos y quién soy yo adentro de es mundo”, explica…
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