Ámsterdam ha logrado la primera posición en el Índice de Ciudades Europeas Sostenibles de Schroders, que valora la respuesta que las urbes dan para frenar el cambio climático. La ciudad supera a Londres y París, que se quedan en el segundo y tercer puesto, respectivamente.
«Tanto Ámsterdam como París obtuvieron buenos resultados gracias a su ambicioso objetivo de que el 100% de la energía proceda de fuentes renovables para 2050. En esta categoría, Londres se quedó algo atrás, con un objetivo del 15% para 2030. Esta cifra se sitúa por debajo de la directiva de la UE sobre energías renovables, cuyo objetivo es que el 27% del consumo final de energía proceda de fuentes renovables para 2030 y que se utilizó como indicación de las mejores prácticas para orientar la puntuación en esta categoría», ha indicado Hugo Machin, director de Cartera y Codirector de Ciudades Globales de Schroders.
El índice evalúa el plan de sostenibilidad de acuerdo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las ciudades europeas que superan el millón de habitantes, es decir, en total de 59 ciudades. Así, se clasifican en función de 13 políticas medioambientales igualmente ponderadas. Estas abarcan áreas como los objetivos de consumo de energías renovables, el transporte público más limpio, las estaciones de carga de vehículos eléctricos públicos, los plásticos de un solo uso, la calidad del aire, los planes climáticos, los objetivos de neutralidad de carbono y la política de residuos.
Ámsterdam, Londres y París obtuvieron puntuaciones similares en todas las categorías de políticas, en gran medida respaldadas por los exhaustivos planes climáticos de las ciudades. Además, los primeros puestos del índice están dominados por ciudades de Europa occidental y septentrional, mientras que las urbes de Europa del Este se han situado en el extremo inferior del índice, con la excepción de Praga y Sofía.