Por primera vez en la historia, 2016 ha supuesto, y nunca mejor dicho, un jarro de agua fría para las dos principales marcas de refrescos mundiales. El año pasado, según datos de BMC DrinkTell Database que recoge The Wall Street Journal, las ventas de agua embotellada superaron por primera vez las ventas de refrescos en EE.UU. La lucha por conquistar este mercado es cada vez más encarnizada dado queen los últimos diez años las ventas han aumentado un 50% a medida que las bebidas refrescantes han caído en picado.
Tanto es así que PepsiCo Inc. ha decidido pasar a la ofensiva y comprar uno de los espacios publicitarios más caros del año para el lanzamiento de su primera marca de agua premium, “LifeWater” que entra a competir con “Smartwater” de Coca-Cola. Un spot de 30 segundos irrumpirá en los televisores durante el descanso de la Super Bowl que este año tendrá lugar el próximo 5 de febrero.
La distribución de LifeWater ha comenzado este mes a un precio de 2,70 dólares y su reto ahora será situarse en una buena posición respecto a sus competidores. En el caso de Coca-Cola, 2016 ha sido un excelente año con ventas de 1.000 millones de dólares para Smartwater aunque todavía ocupa el 5º puesto en el ránking, según cifras de Euromonitor que recoge el rotativo estadounidense.
Este tipo de aguas embotelladas no es, en cualquier caso, un “líquido elemento” cualquiera. Smartwater, por ejemplo, contienen electrolitos y Lifewater es agua purificada por ósmosis inversa. Además, el envase también juega un papel decisivo pues son botellas de plástico transparente que incluyen etiquetas diseñadas por artistas emergentes que cambiarán cada cierto tiempo.
Todo para intentar seducir a un consumidor que busca alternativas más sanas a los refrescos pero que no quiere conformarse con el agua del grifo. El agua que beba, sus características y su envase, conforman un distintivo persona que las marcas quieren aprovechar. El agua tiene que decir algo sobre el que la bebe.
Por su parte, el líder del mercado de aguas Premium, Nestlé con sus marcas Nestlé Pure Life y Poland Spring, observa desde la barrera la lucha de sus dos principales contrincantes por arrebatarle el trono. Eso sí, todas tienen claro que el agua, aunque no un agua cualquiera, constituye a día de hoy su desafío más excitante desde que en 2014 la industria de refrescos se comprometió a reducir las calorías un 20% en la próxima década.