El método o enfoque top down es aquél que toma las decisiones de inversión partiendo de las variables más globales para ir descendiendo progresivamente hasta las más específicas. En un primer momento el análisis se centraría en la situación del ciclo económico internacional para saber cómo influirá sobre la empresa en cuestión.
En segundo lugar, se analizarían las perspectivas de las economías nacionales y, posteriormente, se presta atención al sector en el que se mueve la empresa en la que se va a invertir.
Una vez realizadas estas fases, vendría el análisis específico de cada compañía en el que habría que evaluar los aspectos fundamentales de la misma, como la calidad de su producto o servicio, su cuota de mercado, la rentabilidad de la empresa o su deuda.