La oportunidad europea

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A finales de 2020, la pandemia mundial sumía a Europa en una recesión. Debido a su sesgo cíclico (sus principales sectores son el industrial y el financiero) la región es vulnerable al desempeño global y al aplanamiento de las curvas de tipos. Además, su economía continúa siendo financiada principalmente por bancos, que se enfrentan cada vez a una regulación más exigente y a una competencia más dura, a lo que debemos añadir que Europa está más expuesta a la globalización que EE.UU. y China, que cuentan con mercados domésticos homogéneos.

Sin embargo, bajo nuestro punto de vista, el bloque ofrece la ventaja de ser a día de hoy la única alternativa relevante a Estados Unidos en términos de asignación de activos. A lo largo de su historia, Europa ha desarrollado una sólida trayectoria de inversión, apoyada en sus avances en materia académica y su estabilidad política. Además, su sistema legal ha construido un marco favorable para la creación y desempeño de numerosas compañías. Aunque, como comentábamos, el impacto de la pandemia en su primer año ha puesto en jaque el avance de la región, el acuerdo alcanzado por las distintas administraciones para la creación de un fondo de recuperación dotado de 750.000 millones de euros, que implicará la mutualización de parte de la deuda existente, supone un importante paso. Este acuerdo reduce significativamente el riesgo del euro y garantiza en cierto modo las inversiones a largo plazo de muchos ahorradores.

Gracias a esta estabilidad, apoyada en estos planes de estímulo y la recuperación natural como consecuencia del desconfinamiento de la población, Europa podría tomar una posición de liderazgo en sectores de alto valor añadido y con visión de futuro. Es decir, consideramos que, en la actual coyuntura, con un escenario de baja rentabilidad y altos niveles de endeudamiento, podríamos encontrarnos ante oportunidades de inversión atractivas para la región.

Ante esta situación, desde Tikehau Capital creemos que el mid-market podría ser uno de los motores del devenir económico europeo. En todo el continente contamos con 180.000 compañías de tamaño medio, que son responsables de una tercera parte del empleo y valor añadido de la región. Por ello, proporcionarles financiación a largo plazo no solo es vital para apoyar el desempeño económico europeo, sino que también puede suponer una estrategia interesante de inversión. Sin embargo, en muchas ocasiones el acceso a este tipo de compañías requiere el desarrollo de redes y conocimiento local, así como, un disciplinado proceso de selección de compañías. En ese sentido, como apunta uno de nuestros lemas “good deals have no wheels” (las buenas operaciones no tienen ruedas), apostamos por el conocimiento doméstico de compañías y sectores, para lo que contamos con ocho oficinas en toda Europa.

En España, gracias a este enfoque, basado en contar con presencia local y experiencia en el apoyo a compañías del mid-market, hemos lanzado un fondo de private equity («Ace Aerofondo IV F.C.R.») enfocado en la recuperación del sector aeroespacial, así como, en la potenciación de la competitividad de un sector clave para el país, en alianza con la SEPI, brazo inversor del Gobierno Español; Airbus, líder en el sector, e Indra, compañía clave en el plano tecnológico.

Durante las últimas décadas, el mercado aeroespacial supo aprovecharse de la megatendencia de la globalización, unido a una clase media en continua expansión. Sin embargo, este masivo crecimiento ha sido truncado por el impacto de la crisis sanitaria. Además, para muchas empresas el impacto ha sido doble, puesto que los fabricantes de equipos (OEMs) han recibido el apoyo de los gobiernos, mientras que las cadenas de suministro han quedado desguarnecidas y fragmentadas. En ese sentido, creemos que existe una atractiva oportunidad de colaborar con muchas empresas con un desempeño notable en el sector, contribuyendo a su consolidación y acelerando su transición hacia una producción más eficiente y limpia.

Tras los compromisos iniciales por parte de Tikehau Capital aportando 33,3 millones de euros, SEPI 33,3 millones, Airbus 28,3 millones e Indra 5 millones de euros, el Aerofondo tendrá un objetivo entre 150-200 millones de euros que se emplearán en la inversión en compañías del sector aeroespacial y de defensa del mid-market español. Por su parte, el enfoque del fondo estará centrado en proveer no solo apoyo financiero, sino también estratégico, gracias al expertise en el sector de la gestora Ace Capital Partners, filial de Tikehau Capital, tomando ventaja de la recuperación del sector conforme las economías superan la crisis sanitaria.

Por otro lado, el Aerofonodo, que estará abierto a inversores institucionales a partir de 1 millón de euros, mantendrá la estrategia de Tikehau Capital, consistente en invertir su propio capital en los fondos que gestiona, garantizando así una plena alineación de intereses, pero también nuestro compromiso con el mid-market europeo y, por ende, con la economía real.

Tribuna de Carmen Alonso, responsable de Tikehau Capital para Reino Unido y España

Chile: la inversión en dólares y optar por activos alternativos es la mejor manera de transitar los mercados volátiles actuales

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Chile ha visto una mayor incertidumbre ante los eventos políticos nacionales
Pixabay CC0 Public DomainChile ha visto una mayor incertidumbre ante los eventos políticos nacionales. Chile ha visto una mayor incertidumbre ante los eventos políticos nacionales

En el último tiempo hemos estado algo cargados de noticias en Chile, en donde a los ya conocidos efectos de la pandemia en nuestra economía y los mercados, hemos visto una mayor incertidumbre ante los eventos políticos nacionales, a raíz de los resultados de las elecciones de mayo pasado y el proceso que recién se inicia para alcanzar una nueva constitución.

Como hemos comentado anteriormente, hemos sugerido ser más cautos respecto a la exposición en Chile, reduciendo sobre todo la ponderación a la bolsa local a la espera de tener mayores claridades. Sin embargo, las alternativas de inversión claramente no se agotan en los activos locales, de modo que resulta interesante dar una mirada a lo que está ocurriendo afuera.

Economías en franca recuperación: el éxito de la vacunación

A pesar de lo convulsionado que se encuentra el mundo producto de la crisis pandémica, a nivel económico hemos estado observando cifras que muestran una recuperación bastante interesante.

En este sentido, el alumno más aventajado pareciera ser Estados Unidos, en donde hemos apreciado cómo el PIB del primer trimestre creció a un ritmo anualizado del 6,4%, mientras que los indicadores adelantados muestran que las noticias positivas seguirían prolongándose. Es así como las últimas lecturas de los PMI tanto de manufacturas como de servicios, ambos por encima de los 60 puntos, apuntan a que la aceleración se mantendría a futuro.

Por el lado de China, también se observan cifras positivas, lo que ha impulsado, entre otras cosas, el precio de las materias primas, tal como hemos apreciado en los niveles históricamente elevados del cobre en el último tiempo.

Dentro del mundo desarrollado, parecía que Europa se quedaba atrás, sin embargo, afortunadamente ya se observan señales más positivas en los indicadores adelantados, apuntando a una positiva recuperación para este segundo trimestre.

Fundamental para estas mejores perspectivas, qué duda cabe, han sido los avances en los procesos de vacunación, los cuales han permitido a aquellos países que están más adelantados al respecto, avanzar consistentemente en un desconfinamiento progresivo, lo que ha permitido recuperar sus actividades económicas.

Pensando en que un porcentaje cercano al 80% de la población vacunada, con todas las dosis necesarias, podría traducirse en el anhelado concepto de inmunidad de rebaño, se puede observar que, con los ritmos de vacunación más recientes para cada país, Estados Unidos podría conseguirlo en aproximadamente seis meses, mientras que cuatro de las principales economías de Europa, como son Alemania, Francia, Italia y España, alcanzarían esta condición en un plazo que va entre los cuatro y cinco meses.

Estas cifras resultan bastante prometedoras, traduciéndose en un impulso adicional a la recuperación.

Por el lado de los riesgos: la amenaza de la inflación y el déficit fiscal

Si bien parte importante de las mejores perspectivas económicas que han logrado vislumbrarse obedecen claramente a las posibilidades de un mejor control sobre la pandemia, no es menor el hecho de que los países han desarrollado, en mayor o menor medida, planes de estímulos fiscales que han apoyado decididamente en la recuperación. Especialmente notables han sido, en este sentido, los paquetes fiscales de la administración de Joe Biden en Estados Unidos.

Aunque estos planes de apoyo han sido muy relevantes, no se puede ignorar el posible efecto negativo de que este exceso de liquidez pudiera desencadenar en brotes inflacionarios a futuro, lo que es uno de los principales temores a nivel de mercado, ya que en caso de acontecer esto, podría gatillarse una necesaria reacción por parte de los bancos centrales, subiendo tasas y volviendo sus políticas monetarias menos expansivas. Esto, al menos en el corto plazo, no estaría dentro de los intereses de los propios entes rectores.

Si bien las tasas de interés ya podrían tener algún camino al alza producto de potenciales brotes de inflación, otro aspecto que podría impactar en la misma dirección es el estado en que queden las arcas fiscales de los países, producto de los inmensos paquetes de ayuda que han sido lanzados a las economías. Es así como podríamos ver abultarse los déficits fiscales de algunos países, los cuales probablemente necesiten recurrir a mayor deuda con la consiguiente alza en tasas de interés. De este modo, pareciera ser que veremos mayores tasas de interés a nivel global, lo cual presenta nuevos desafíos a nuestras carteras de inversión.

Priorizar la renta variable sobre la fija, así como la inversión en dólares y en activos alternativos

Los distintos aspectos que hemos ido analizando parecieran llevarnos por un camino en el cual debiésemos preferir la renta variable por sobre la renta fija, siendo que esta última podría sufrir por mayores tasas de interés, mientras que las acciones contarían con el respaldo de una mejor actividad económica para los próximos meses. En el caso de la renta variable, siguen pareciendo atractivos los mercados estadounidense y asiático, que muestran recuperaciones ya más consolidadas. Paulatinamente, se podría ir traspasando esta apuesta hacia Europa, que viene con cierto delay respecto del resto en materia de recuperación, pero que ya evidencia cifras interesantes.

Por el lado de la renta fija, si bien esta debiese estar subponderada, en la porción que quede podría ser oportuno el optar por posiciones menos sensibles a cambios en tasas de interés, es decir, por instrumentos de menores duraciones.

Por el lado de la moneda, como hemos dicho en otras ocasiones, puede resultar interesante sobreponderar las posiciones en dólares respecto de pesos chilenos, aunque la mayor incertidumbre imperante en nuestro país podría traducirse en mayores presiones sobre el tipo de cambio.

Por último, si bien no se trata de un activo que tradicionalmente se coloque dentro de las recomendaciones de cartera, el caso de los activos alternativos resulta especialmente interesante para diversificar carteras en momentos de incertidumbre como la actual, ya que no necesariamente dependen de los mismos factores que el resto de los activos. En este sentido, activos reales como los inmobiliarios o de infraestructura, el private equity o la deuda privada, pueden ser alternativas bastante atractivas en este momento, ofreciendo mayores retornos a cambio de una liquidez menor y, en el caso de los activos inmobiliarios, protección contra la inflación.

Siempre, pero sobre todo en momentos de incertidumbre, es trascendental contar con carteras que no solo sean adecuadas para el perfil de riesgo de cada inversionista y que sean apropiadas para cumplir con sus objetivos de inversión, sino que también se encuentren bien diversificadas para poder transitar de mejor forma por los desafíos que propone cada día un mercado cada vez más cambiante.

 

GARP, una estrategia prometedora para los inversores en small caps

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GARP, una estrategia prometedora para los inversores en small caps
Pixabay CC0 Public Domain. GARP, una estrategia prometedora para los inversores en small caps

GARP (Growth At A Reasonable Price, “crecimiento a precio razonable”) es una estrategia de inversión en renta variable que combina las características de la inversión growth y value. Las acciones GARP se caracterizan principalmente por ser acciones growth que a menudo superan el crecimiento del mercado en general y cuyas valoraciones siguen siendo aceptables dado su perfil de crecimiento. Tradicionalmente, este enfoque trata de evitar las «trampas de valor», así como acciones growth sobrevaloradas.

ODDO BHF Active Small Cap prioriza el enfoque GARP en su proceso de inversión y lo concibe como la búsqueda y selección constante de crecimiento, junto con un compromiso de estricta disciplina de valoración. Creemos que esta disciplina es fundamental en todo momento. También resulta determinante en el entorno de mercado actual, caracterizado por importantes diferencias de valoración y una importante rotación sectorial tras la crisis.

Con la crisis de la COVID-19 prácticamente superada, las acciones de pequeña capitalización podrían ser especialmente atractivas para los inversores, ya que crecen más rápido que las de gran capitalización. De cara a 2022, las previsiones de consenso del mercado prevén una tasa de crecimiento de los beneficios del 8% para el universo MSCI Europe Large Cap, comparado con el 14% del universo de la pequeña capitalización. Creemos que la gestión activa de carteras puede ayudar a beneficiarse más de este crecimiento.

Las acciones de pequeña capitalización no son baratas, pero, según nuestro análisis, su prima de valoración con respecto a las de gran capitalización es históricamente baja. Por ejemplo, las acciones de pequeña capitalización de la zona euro cotizan a un ratio precio-beneficio de 19,1, lo que supone una prima del 7% con respecto a las de gran capitalización, comparado con la prima media histórica del 25%.

La inflación está aumentando. Creemos que los verdaderos ganadores serán las empresas que sean capaces de innovar y mejorar, y que no solo sigan la corriente alcista. En teoría, las acciones growth sufren un mayor impacto negativo que las acciones value en periodos de inflación y subidas de tipos de interés, debido a su perfil de larga duración en los modelos de valoración de descuento de flujos de caja. Sin embargo, en una economía en crecimiento a medida que la pandemia retrocede, con el apoyo de la gran abundancia de oferta monetaria, la demanda aumentará, lo que elevará la producción de bienes y servicios. El aumento de los precios de las materias primas vendrá seguido de unos mayores costes de producción. Esto conllevará unos mayores precios finales que las empresas repercutirán a sus clientes.

Esperamos que los inversores se sientan atraídos por este crecimiento (y paguen por él). En nuestra opinión, solo un enfoque de gestión activa que separe las gemas de las piedras podrá captar las empresas innovadoras especializadas en productos nicho de mercado, con altas barreras de entrada y capacidad de fijación de precios, y unas valoraciones relativamente bajas. Nuestro proceso de inversión dinámico también trata de aprovechar las oportunidades de inversión, como la aceleración de las fusiones y adquisiciones y las salidas a bolsa, que han registrado su mejor primer trimestre desde 2000, según PWC.

ODDO BHF Active Small Cap es un fondo dinámico de selección de valores que busca constantemente crecimiento e innovación. En 2020, el fondo se vio favorecido por su sobreponderación a valores relacionados con la COVID-19, con exposición a la producción de medicamentos, la seguridad informática, los semiconductores, la nube (cloud) y la tendencia a «quedarse en casa». En lo que va de año, hemos incrementado gradualmente nuestra posición en temáticas de consumo discrecional, con una ponderación del 29% actualmente, ya que creemos que las familias tienen miles de millones de euros que esperan reinvertir en la economía.

 

Tribuna de Guillaume Chieusse, Head of Active Equity Strategy en ODDO BHF Asset Management.

Cómo interpretar la suspensión de las patentes de las vacunas contra el COVID-19

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Andy Acker. Andy Acker

El reciente anuncio de la Administración Biden de que apoyará la suspensión de las patentes contra la vacuna del COVID-19 ha hecho saltar las alarmas sobre su impacto potencial en la innovación biofarmacéutica. También ejerce presión sobre las acciones de algunos fabricantes de vacunas y sobre el índice Nasdaq Biotechnology1.

Claramente, con el número de contagios y muertes por COVID-19 acelerándose a un ritmo alarmante en países como India, hay una necesidad urgente de facilitar la distribución global de vacunas y de hacerlas asequibles para todo el mundo. Pero creemos que el anuncio de la Casa Blanca es un nuevo ejemplo de cómo los titulares políticos pueden oscurecer la realidad de la asistencia sanitaria, con el potencial de confundir a los inversores.

La suspensión de la propiedad intelectual frente a la práctica de la industria

La intención de dejar en suspenso las patentes es acelerar la producción y la distribución de las vacunas contra el COVID-19, especialmente en los países en desarrollo en los que las tasas de vacunación se mantienen por detrás de las de los mercados desarrollados. La Organización Mundial de la Salud apoya la iniciativa, y está animando a otros países miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC) a que se unan a EE.UU. (se precisa el consentimiento de todos los miembros de la OMC para que la suspensión se pueda aprobar).

Pero este fomento podría ser más teatro político que una política práctica. Por un lado, muchos de los fabricantes de vacunas ya han mostrado su disposición a renunciar a sus derechos de patente. En octubre, por ejemplo, Moderna emitió un comunicado de prensa en el que señalaba que “… mientras continúe la pandemia, en Moderna, no ejerceremos nuestros derechos de patente relacionados con el Covid-19 contra quienes fabriquen vacunas destinadas a combatir la pandemia. Además, a fin de eliminar cualquier supuesta barrera derivada de la propiedad intelectual para el desarrollo de vacunas durante el periodo de pandemia, estamos dispuestos a atender las peticiones de licencia de nuestra propiedad intelectual relativa a la vacuna contra el COVID-19 a otros durante el periodo posterior a la pandemia”.

Por su parte, AstraZeneca afirma que ha llegado a establecer más de una docena de cadenas de suministro regionales, colaborando con socios en distintos países. El gigante farmacéutico también ha prometido que renunciará a buscar beneficios con la vacuna durante la pandemia, en un esfuerzo por mantener el precio de la vacuna a un nivel asequible.

La innovación complica el desarrollo de genéricos

Entonces, ¿por qué no se ha incrementado la producción global de vacunas? Resumidamente, porque fabricar las vacunas no es fácil. Tanto la vacuna de Pfizer/BioNTech como la de Moderna utilizan tecnología de mARN, una modalidad nueva que hasta ahora no ha sido producida a gran escala. En consecuencia, la cantidad de instalaciones productivas y de personas con la capacidad y los conocimientos necesarios para fabricar vacunas es extremadamente limitada. Como declaró el director ejecutivo de Moderna Stéphane Bancel durante una conferencia con inversores: “No podemos empezar a contratar gente que sepa fabricar mARN porque esa gente no existe”. Incluso si la hubiera, las empresas tendrían que desarrollar procesos de fabricación, aprovisionarse de materias primas y superar un riguroso examen regulatorio, lo que llevaría meses, o años.

Así pues, es poco probable que suspender la propiedad intelectual represente un alivio inmediato para la escasez de vacunas. Sin embargo, a algunos les preocupa que dicha suspensión pueda suscitar dudas sobre la validez de la legislación en materia de propiedad intelectual y hacer que la industria biofarmacéutica se retraiga a la hora de invertir en nuevas innovaciones o de responder a futuras crisis sanitarias. Esa posibilidad nos despierta inquietud, sobre todo dada la naturaleza de alto riesgo y costo en el desarrollo de fármacos. Pero, aun así, no creemos que refleje plenamente la actual dinámica de mercado, en la que la regulación se ha esforzado en seguir el ritmo de los gigantescos avances en innovación realizados por la industria.

Consideremos el caso de los biosimilares. En 2010, el Congreso aprobó legislación que establecía un procedimiento abreviado para la aprobación de biosimilares (los biosimilares son versiones genéricas de terapias biológicas complejas a base de proteínas, ADN y otros tipos de células vivas obtenidas de mamíferos, plantas e incluso bacterias). Una década más tarde, solo 29 biosimilares han recibido la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA), de los que menos de la mitad están disponibles para los pacientes. Europa ha mostrado más empeño, aprobando 76 biosimilares desde 20062. Sin embargo, el mercado trae consigo retos. El principal de ellos es la dificultad de fabricar productos biológicos de manera sostenida y demostrar que los fármacos pueden utilizarse indistintamente con sus competidores de marca. Muchos biosimilares también se han visto envueltos en litigios por infracción de patentes o han tenido una lenta adopción debido a las complejidades para el reembolso, dudas sobre su eficacia o incluso un costo elevado. De cara al futuro, se espera que la adopción de biosimilares aumente, pero ha costado más de una década llegar hasta el punto en que nos encontramos.

Oportunidades de mercado al alza

En resumen, los medicamentos innovadores a menudo no son fácilmente replicables, lo que supone grandes barreras al acceso. Aun así, muchos fármacos son terapias pioneras para abordar grandes necesidades médicas no atendidas, con un significativo potencial de oportunidad de mercado. Se prevé que los ingresos totales por las vacunas contra el Covid-19 asciendan a 157 000 millones de dólares hasta el 2025, según estimaciones de IQVIA3. Además, las vacunas contra el COVID-19 han ayudado a validar las plataformas de fabricación de vacunas, que las empresas podrían aplicar a otras categorías de enfermedades.

Cuando se difundió públicamente que Biden apoyaba la suspensión de las patentes, el director ejecutivo de Moderna, el Sr. Bancel, comentó que la noticia no le quitaba el sueño. Quizá nosotros no seamos tan optimistas como el Sr. Bancel. Pero sí creemos que su reacción es ilustrativa de la creciente complejidad del mercado farmacéutico global y de la necesidad de que los inversores no se queden solo con los titulares si quieren comprender bien las realidades del desarrollo y la distribución de fármacos de hoy en día.

 

Tribuna de Andy Acker, gestor de carteras en Janus Henderson Investors

 

 

Anotaciones: 

1. Bloomberg, datos a 5 de mayo de 2021. El índice Nasdaq Biotechnology incluye los valores de las empresas cotizadas en el Nasdaq clasificadas según el Índice de referencia de clasificación sectorial en «biotecnología» o «farmacéuticas» , que también cumplen otros criterios de admisibilidad.

2. «How the U.S. Compares to Europe on Biosimilar Approvals and Products In the Pipeline», Rothwell Figg’s Biosimilars Law Bulletin, 8 de marzo de 2021.

3. «Just how much COVID-19 vaccine money is on the table? A whopping $157B through 2025, report says», FiercePharma, 29 de abril de 2021.

 

 

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Interpretando la suspensión de las patentes de las vacunas contra el COVID-19

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Andy Acker. Andy Acker

El reciente anuncio de la Administración Biden de que apoyará suspender la protección de la propiedad intelectual relativa a las vacunas contra el COVID-19 ha hecho saltar las alarmas sobre su impacto potencial en la innovación biofarmacéutica. También pone presión sobre las acciones de algunos fabricantes de vacunas y sobre el índice Nasdaq Biotechnology más amplio1.

Claramente, con el número de contagios y muertes por COVID-19 acelerándose a un ritmo alarmante en países como India, hay una necesidad urgente de facilitar la distribución global de vacunas y de hacerlas asequibles para todo el mundo. Pero creemos que el anuncio de la Casa Blanca es un nuevo ejemplo de cómo los titulares políticos pueden oscurecer la realidad de la asistencia sanitaria, con el potencial de confundir a los inversores.

Suspensión de propiedad intelectual frente a práctica del sector

La intención al dejar en suspenso las patentes es acelerar la producción y distribución de las vacunas contra el COVID-19, especialmente en países en desarrollo donde las tasas de vacunación se mantienen por detrás de las de los mercados desarrollados. La Organización Mundial de la Salud apoya la iniciativa, y está animando a otros países miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC) a que se unan a EE.UU. (se precisa el consentimiento de todos los miembros de la OMC para que la suspensión pueda ser aprobada.)

Pero ello puede tener más de gesto de cara a la galería que de utilidad práctica en términos de políticas. Por un lado, muchos de los fabricantes de vacunas ya han mostrado su disposición a renunciar a sus derechos de patente. En octubre, por ejemplo, Moderna emitió un comunicado de prensa en el que señalaba que «… mientras continúe la pandemia, en Moderna renunciaremos a exigir nuestros derechos de patente relacionados con el COVID-19 contra quienes fabriquen vacunas destinadas a combatir la pandemia. Además, a fin de eliminar cualquier supuesta barrera derivada de la propiedad intelectual para el desarrollo de vacunas durante el periodo de la pandemia, estamos dispuestos a atender las peticiones de licencia de nuestra propiedad intelectual relativa a la vacuna contra el COVID-19 a otros durante el periodo posterior a la pandemia”.

Por su parte, AstraZeneca afirma que ha llegado a establecer más de una docena de cadenas de suministro regionales, colaborando con socios en distintos países. El gigante farmacéutico también ha prometido que renunciará a buscar el beneficio con la vacuna durante la pandemia, en un esfuerzo por mantener el precio de la vacuna a un nivel asequible.

La innovación complica el desarrollo de genéricos

Entonces, ¿por qué no se ha incrementado la producción global de vacunas? Resumidamente, porque fabricar las vacunas no es fácil. Tanto la vacuna de Pfizer/BioNTech como la de Moderna utilizan tecnología del ARN mensajero, una modalidad nueva que hasta ahora no ha sido producida a gran escala. En consecuencia, la cantidad de instalaciones productivas y de personas con la capacidad y conocimientos necesarios para fabricar vacunas es extremadamente limitada. Como declaró el CEO de Moderna Stéphane Bancel durante una conferencia con inversores: “No podemos empezar a contratar gente que sepa fabricar un ARNm. Porque esa gente no existe”. Incluso caso de existir, las empresas tendrían que desarrollar procesos de fabricación, aprovisionarse de materias primas y superar un riguroso examen regulatorio, todo lo cual llevaría meses, sino años.

Así pues, es poco probable que suspender la propiedad intelectual represente un alivio inmediato para la escasez de vacunas. Sin embargo, a algunos les preocupa que dicha suspensión pueda suscitar dudas sobre la validez de la legislación en materia de propiedad intelectual y hacer que la industria biofarmacéutica se retraiga a la hora de invertir en nueva innovación o de responder a futuras crisis sanitarias. Esa posibilidad nos despierta inquietud, sobre todo dada la naturaleza de alto riesgo y alto coste del desarrollo de fármacos. Pero con todo y eso, no creemos que ello refleje plenamente la actual dinámica de mercado, donde la regulación se ha esforzado en seguir el compás de los gigantescos avances en innovación realizados por el sector.

Pensemos en el caso de los biosimilares. En 2010, el Congreso aprobó legislación que establecía un procedimiento abreviado para la aprobación de biosimilares (los biosimilares son versiones genéricas de terapias biológicas complejas a base de proteínas, ADN y otros tipos de células vivas obtenidas de mamíferos, plantas e incluso bacterias). Una década más tarde, solo 29 biosimilares han recibido la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA), de los que menos de la mitad están disponibles para los pacientes. Europa ha mostrado más empeño, aprobando 76 biosimilares desde 20062

Sin embargo, el mercado trae consigo retos. El principal de ellos es la dificultad de fabricar biológicos de manera sostenida y demostrar que los fármacos pueden utilizarse indistintamente que sus competidores de marca. Muchos biosimilares también se han visto envueltos en litigios por infracción de patentes o han tenido una lenta adopción debido a las complejidades para el reembolso, dudas sobre su eficacia o incluso un coste elevado. De cara al futuro, se espera que la adopción de biosimilares aumente, pero ha costado más de una década llegar hasta el punto en que nos encontramos.

Oportunidades de mercado al alza

En resumen, los medicamentos innovadores a menudo no son fácilmente replicables, y representan altas barreras de entrada al sector. Aun así, muchos fármacos son terapias pioneras para abordar grandes necesidades médicas no atendidas, con un significativo potencial de oportunidad de mercado. Se prevé que los ingresos totales por las vacunas contra el COVID-19 asciendan a 157.000 millones de dólares hasta 2025, según estimaciones de IQVIA3. Además, las vacunas contra el COVID han ayudado a validar las plataformas de fabricación de vacunas, que las empresas podrían aplicar a otras categorías de enfermedades.

Cuando se difundió públicamente que Biden apoyaba la suspensión de las patentes, el CEO de Moderna, el Sr. Bancel, comentó que la noticia no le quitaba el sueño. Quizá nosotros no seamos tan optimistas como el Sr. Bancel. Pero sí creemos que su reacción es ilustrativa de la creciente complejidad del mercado farmacéutico global y de la necesidad de que los inversores no se queden solo con los titulares si quieren comprender bien las realidades del desarrollo y la distribución de fármacos hoy en día.

 

Tribuna de Andy Acker, gestor de carteras en Janus Henderson Investors, responsable de la gestión de la estrategia Global Life Sciences y de la estrategia de biotecnología.

 

 

 

Anotaciones: 

1.Bloomberg, datos a 5 de mayo de 2021. El índice Nasdaq Biotechnology incluye los valores de las empresas cotizadas en el Nasdaq clasificadas según el Índice de referencia de clasificación sectorial en «biotecnología» o «farmacéuticas» , que también cumplen otros criterios de admisibilidad.

2. «How the U.S. Compares to Europe on Biosimilar Approvals and Products In the Pipeline», Rothwell Figg’s Biosimilars Law Bulletin, 8 de marzo de 2021.

3. «Just how much COVID-19 vaccine money is on the table? A whopping $157B through 2025, report says», FiercePharma, 29 de abril de 2021.

 

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La inversión extranjera en México aún no se recupera

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Pixabay CC0 Public DomainFoto: Hans. Foto:

Un elemento fundamental para el crecimiento sostenido de una economía es la inversión. La inversión significa tener mayor cantidad de plantas, maquinaria, canales de distribución e infraestructura, lo que permite aumentar la capacidad de producción de la economía. La inversión extranjera directa también contribuye a incrementar esa capacidad productiva.

Existen dos fuentes de información sobre el comportamiento de la inversión extranjera.  Una es la Secretaría de Economía, pero su veracidad no es tan confiable porque depende de lo que le declaran las empresas extranjeras y si por algún motivo el proyecto se pospone o la velocidad de ejecución es menor a la prevista inicialmente ya no se notifican esas modificaciones a dicha Secretaría.  La otra es Banco de México, la cual es mucho más confiable porque proviene de las entradas y salidas de divisas que se registran en la balanza de pagos. La balanza de pagos es donde se registran todas las operaciones que realiza México con el extranjero. La diferencia en la metodología hace que no sean comparables ambas fuentes y que la de Banco de México refleje con exactitud la cantidad de divisas que provienen del exterior para invertirse en México, así como las divisas que salen para que los mexicanos inviertan en plantas en el extranjero.

De acuerdo a la información de Banco de México, en 2020 la inversión extranjera directa en nuevos proyectos fue de 6.600 millones de dólares, la mitad de la registrada en 2019 y similar a la que sucedió en 2014. No es de sorprender esta disminución tan grande, ya que la pandemia generó gran incertidumbre en todo el mundo y ante la duda de la velocidad de recuperación de las economías, las empresas decidieron posponer sus proyectos de ampliación y de inversión. Las utilidades reinvertidas también disminuyeron, aunque en menor proporción (10%). Durante el primer trimestre de 2021 aún no se presenta una recuperación de la inversión extranjera, disminuyó 15,5% respecto a la del primer trimestre de 2020 y está por debajo de la registrada también en el primer trimestre de 2019.  Nuevamente este comportamiento refleja que aún persiste un elevado nivel de incertidumbre sobre la velocidad de recuperación de la economía mexicana.

Por su parte, en 2020 la inversión que empresas mexicanas realizaron en el extranjero en proyectos nuevos fue de 2.200 millones de dólares, lo que implicó una reducción de 37% respecto a lo registrado en 2019. Ese comportamiento también se explica por la incertidumbre generada por la pandemia.  En el primer trimestre de 2021 las empresas mexicanas han invertido en el extranjero en nuevos proyectos 640 millones de dólares, lo cual representa un incremento de 79,2% respecto al primer trimestre de 2020 y es superior al que se dio en el primer trimestre de 2019.

La diferencia en el comportamiento durante el primer trimestre de 2021 de la inversión extranjera que llega a México y la de las empresas mexicanas que invierten en otros países, refleja que los extranjeros no ven una recuperación acelerada de la economía mexicana y por ello los nuevos proyectos en ese periodo son inferiores a los del 2020, en tanto que las empresas mexicanas están percibiendo que los mercados extranjeros donde operan se van a recuperar con mayor velocidad y por lo tanto están aumentando, respecto al año pasado, los recursos asignados a nuevos proyectos.

El comportamiento de las utilidades reinvertidas también va en ese mismo sentido.  Durante el primer trimestre de 2021 las utilidades reinvertidas por las empresas extranjeras en México fueron 7.000 millones de dólares, casi la mitad de lo que se reinvirtió en los primeros trimestres de 2020 y 2019, lo que representa que prefieren ubicar los recursos en otros destinos.  Por su parte, las utilidades reinvertidas en el extranjero de las empresas mexicanas fue de 1.600 millones de dólares, que significa un incremento de 75% respecto al año anterior y es el nivel más elevado para el primer trimestre de los últimos 5 años.  Ello evidencia que prefieren ubicar sus utilidades en los mercados del extranjero porque ven mejores perspectivas en esos países que en México.  

Columna de Francisco Padilla Catalán

Los rendimientos reales negativos probablemente no perdurarán

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Steven Wright tunnel technology Unsplash

En Estados Unidos, la economía ha recuperado casi todo el terreno perdido durante la pandemia, y los beneficios empresariales no se quedan atrás. Como escribí en el artículo de marzo titulado «Un año como muy pocos«, los activos de riesgo han descontado esta recuperación en forma de «V», si bien, a medida que las cifras económicas y de beneficios pasan de las predicciones a los hechos, los mercados ponen la mirada en lo que podría depararnos el futuro.

En mi opinión, lo que nos espera será el momento de ajustar cuentas cuando los inversores tengan que lidiar con un incremento de los rendimientos. Y estos son los motivos:

Todas las oportunidades de inversión se comparan, en última instancia, con los demás posibles usos alternativos de los fondos. La decisión de asignar el capital solo se produce si la inversión supera su umbral mínimo de rentabilidad (hurdle rate). Aunque el nivel del umbral mínimo en cada inversión viene determinado por el riesgo idiosincrásico de esta, los tipos de interés reales ajustados a la inflación constituyen la primera consideración de esa ecuación.

Levando anclas

Durante la recesión de 2020, los bancos centrales mostraron su determinación para no permitir que los confinamientos derivaran en una crisis crediticia. Con el fin de estimular los instintos animales, los responsables políticos rebajaron el primer componente de la ecuación para el cálculo del umbral mínimo, arrastrando los rendimientos reales del Tesoro de EE. UU. a terreno profundamente negativo, como se ilustra en el gráfico 1 que figura a continuación.

MFS

En los años previos a la pandemia, el rendimiento real de los títulos del Tesoro de EE.UU. a 10 años se movió en un rango ínfimo por debajo del 1%, si bien al menos se hallaba en terreno positivo y ofrecía a los inversores una suerte de vara de medir.

Sin embargo, la teoría financiera sostiene que los precios de los activos siguen una distribución normal logarítmica, lo que implica que no pueden mostrar signo negativo. Dado que el capitalismo precisa de un umbral mínimo de rentabilidad, las escuelas de negocio o los cursos de formación para analistas financieros acreditados (CFA) no enseñan a los estudiantes a valorar una empresa o proyecto cuando los tipos de interés nominales o reales son negativos. Sin un valor de anclaje, queda de manifiesto la razón por la que los activos de riesgo han repuntado de la forma en la que lo han hecho. En el gráfico 2 se reflejan los avances que se han anotado los índices S&P 500 y MSCI World desde sus mínimos pandémicos, frente a la trayectoria de los rendimientos reales de los títulos del Tesoro estadounidense a 10 años hacia terreno negativo.

MFS

Aunque hay muchos análisis «sell-side» que postulan que los activos de riesgo pueden absorber la inflación y la subida de tipos, existe una correlación inversa observable en el gráfico anterior que, en mi opinión, revela un carácter causal y no casual. Habida cuenta de que los tipos representan el primer umbral mínimo en la valoración de cualquier activo, el incremento de los tipos, ya sean reales o nominales, disminuye el valor de ese activo.

¿Y ahora qué?

Conforme las economías sigan reabriéndose y se vayan gastando los excesos de ahorros, las presiones inflacionistas seguirán acentuándose. Estamos presenciando esta situación en bienes como la madera, los semiconductores y los automóviles; en servicios como los billetes de avión, los coches de alquiler y los alquileres vacacionales; y en activos físicos como las materias primas y los bienes inmuebles.

En última instancia, vaticinamos que estas presiones serán transitorias a medida que se reafirmen las fuerzas desinflacionarias seculares de la última década, a saber, los elevados niveles de deuda, el envejecimiento de la población y la continua digitalización, por mencionar tres. En cambio, estamos convencidos de que los tipos reales negativos son insostenibles y acabarán por normalizarse. Lo que no vemos tan seguro es el momento o el ritmo al que aumentarán los rendimientos reales.

Los cambios de régimen se muestran siempre evidentes cuando uno echa la vista atrás pero rara vez lo son en el punto de inflexión, aunque los mercados tienen un olfato especial para detectarlos. Y cuando lo hagan, sospechamos que la relación que figura en el gráfico 2 se revertirá, ya que el aumento de los rendimientos reales socava las valoraciones de la renta variable. A medida que las predicciones se conviertan en hechos, creemos que la rentabilidad y el liderazgo del mercado serán muy diferentes a los de los últimos trimestres.

 

Tribuna de Rob Almeida, estratega global de inversiones y gestor de carteras en MFS Investment Management.  

 

Información importante:

El índice Standard & Poor’s 500 mide el mercado global de renta variable estadounidense.

El índice MSCI World mide los mercados de renta variable del mundo desarrollado.

«Standard & Poor’s®» y «S&P®» son marcas registradas de Standard & Poor’s Financial Services LLC («S&P») y Dow Jones es una marca registrada de Dow Jones Trademark Holdings LLC («Dow Jones»); S&P Dow Jones Indices LLC cuenta con la debida licencia para la utilización de estas marcas registradas, y MFS dispone de la adecuada sublicencia para determinados fines. El índice S&P 500® es un producto de S&P Dow Jones Indices LLC, y MFS cuenta con la debida licencia para su utilización. Ni S&P Dow Jones Indices LLC, ni Dow Jones, ni S&P ni sus respectivas entidades afiliadas patrocinan,avalan, venden o promocionan los productos de MFS. S&P Dow Jones Indices LLC, Dow Jones, S&P y sus respectivas entidades afiliadas tampoco ofrecen garantía alguna respecto de la conveniencia de invertir en tales productos.

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Apuntando al cero: Europa eleva su apuesta por la energía limpia

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Steve Freedman Pictet AM

Cambiar a una marcha más alta. Esto es precisamente lo que acaba de hacer la Unión Europea en su camino hacia una economía más sostenible.

Su nuevo plan climático, que los legisladores de la Unión Europea y los gobiernos nacionales acordaron en principio hacer legalmente vinculante, propone reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 55 por ciento en comparación con los niveles de 1990 al final de la década.

Eso es significativamente más ambicioso que el objetivo anterior de la Unión Europea del 40 por ciento, y significa que la región podría volverse climáticamente neutra para 2050.

No es difícil ver por qué la Unión Europea debería querer perseguir una recuperación ecológica con tanta determinación. Bien ejecutado, el plan, que se adoptará en mayo de 2021 y se aplicará a partir de 2022, ofrece la tentadora perspectiva de restaurar tanto el medio ambiente como la economía a la salud completa.

Los fondos que se reservan ciertamente apuntan en esa dirección. El paquete se traducirá en aproximadamente 7 billones de euros en nuevas inversiones ecológicas para 2050. Para las perspectivas económicas de la región, una gran proporción de ese dinero se canalizará a la industria medioambiental (véase la figura 1), un sector de rápido crecimiento que una contribución cada vez mayor al PIB.

Pictet AM

El valor agregado bruto (VAB) de la industria, una medida de su contribución a la producción nacional, se elevó a 286.000 millones de euros en 2015, un 63 por ciento más que en 2003. Dentro del sector hay algunas industrias especialmente dinámicas como la gestión de recursos, que incluye energía renovable y eficiencia energética y ha crecido un 150 por ciento durante ese tiempo (1).

En términos más generales, la industria europea de bienes y servicios medioambientales puede ahora afirmar que rivaliza con la de EE. UU. Ya emplea a 4 millones de trabajadores equivalentes a tiempo completo, un 38% más que en 2003, y ha contribuido más del 2% al PIB de la región en 2015 (1).

Vehículos eléctricos: la luz verde

Bajo el nuevo conjunto de criterios de la Comisión Europea para inversiones verdes, los productores de baterías recargables, equipos de eficiencia energética, automóviles no contaminantes, plantas de energía eólica y solar podrán ganar una etiqueta verde formal. Eso podría resultar transformador para los sectores de transporte, energía e inmobiliario de Europa.

Tomemos el caso de los automóviles, si los gobiernos europeos quieren lograr sus objetivos de crecimiento y contaminación, los vehículos eléctricos (EV) tendrán que evolucionar hacia una industria estratégica.

Aquí, el enfoque es el de la zanahoria y el palo.

Francia tiene un programa de 8.000 millones de euros para impulsar su industria de vehículos eléctricos con el objetivo de producir más de 1 millón de automóviles eléctricos e híbridos cada año durante los próximos cinco años. El plan también incluye un incentivo financiero que reduciría el costo de comprar un vehículo eléctrico hasta en un 40 por ciento.

Alemania también intensificó su apoyo al transporte de cero emisiones, duplicando las subvenciones hasta 9.000 millones de euros, tras un aumento anterior en noviembre de 2019 (2).

Estos incentivos ya han tenido un impacto claro en la adopción de vehículos eléctricos. Las ventas de vehículos eléctricos en Alemania, por ejemplo, aumentaron hasta representar el 13 por ciento de las ventas totales de automóviles en agosto de 2020, en comparación con solo el 2,5 por ciento en el mismo mes de 2019.

Los reguladores también están desempeñando su papel. Europa, el segundo mercado de vehículos eléctricos más grande después de China, ahora tiene nuevos y estrictos estándares de emisiones. Cada fabricante de automóviles debe limitar las emisiones de toda su flota a 95 g de CO2/km en promedio para fines de 2020, un 20% por debajo del nivel de emisión promedio en 2018. Este límite se reducirá a 81 g para 2025 y a 59 g para 2030.

Aquellos que no cumplan con los estándares pagarán un alto precio: la multa es de 95 euros por cada g/km de exceso de emisiones por vehículo. Los fabricantes de automóviles que no mejoran sus emisiones de CO2 en comparación con los niveles de 2019 se enfrentan a posibles multas de varios miles de millones de euros cada año. Todo esto ayudará a impulsar aún más el crecimiento de la movilidad eléctrica (ver Fig. 2).

Pictet AM

Reconstruir mejor

La construcción también será un elemento central del plan de recuperación europeo, sobre todo porque el 70% de todos los edificios de la región tienen más de 20 años.

El Pacto Verde Europeo reserva unos 370.000 millones de euros, o 53.000 millones de euros al año, para la renovación a fin de impulsar la eficiencia energética y descarbonizar los edificios existentes. Eso representaría un gran impulso para la industria europea de la renovación, que ascendió a 819.000 millones de euros en 2019 (3).

Europa también propone comprometer 100.000 millones de euros en gastos de investigación y desarrollo (I + D) en los sectores digital y medioambiental. El programa de siete años, que se lanzará en 2021, tiene como objetivo impulsar la productividad y el crecimiento y mantener la competitividad en sectores consistentes con los objetivos del “Pacto Verde” o “Green Deal”. La Comisión estima que cada euro invertido en I + D tendría un efecto multiplicador de 11 euros.

En lo que respecta a la sostenibilidad, Europa acaba de subir el listón. Sus ambiciosos compromisos de gasto ecológico y regulaciones más estrictas no solo brindan un modelo ambiental para que lo sigan otros países, sino que también ofrecen la perspectiva de un crecimiento económico más fuerte y abren nuevas oportunidades de inversión.

La estrategia Clean Energy de Pictet AM: invertir en la transición energética

El objetivo climático de Europa para 2050 está configurado para la disrupción y transformación de una serie de industrias, cada una de las cuales representa oportunidades de inversión ricas y diversas que son subestimadas por el mercado en general.

  • Movilidad eléctrica: alrededor del 80 por ciento de la energía del transporte actual debe convertirse en electricidad para cumplir el objetivo de emisiones. BloombergNEF (BNEF) espera que el 57 por ciento de todas las ventas de vehículos de pasajeros sean eléctricos a nivel mundial para 2040, en comparación con solo el 3 por ciento en 2019. Esto probablemente impulsará las inversiones no solo en los fabricantes de vehículos eléctricos sino, más significativamente, en tecnologías de apoyo como baterías y semiconductores de energía. así como redes de red e infraestructura de carga más inteligentes.
  • Renovables: según el plan europeo, la proporción de energías renovables en la generación de energía debe aumentar al 85 por ciento para 2050 desde el 20 por ciento actual, y la mayor parte de esa energía debe cubrirla la energía eólica y solar. La forma en que generamos energía se está transformando a medida que un número cada vez mayor de empresas eléctricas europeas aumentan su producción de energía renovable con planes de expansión agresivos. Subrayando esta tendencia, mientras que la generación total de energía de la Unión Europea disminuyó casi un 10 por ciento en julio con respecto al año anterior, la generación de energía renovable aumentó más del 8 por ciento.
  • Edificios ecológicos: todos los edificios europeos nuevos deben tener «energía casi nula neta» a partir de 2021. También esperamos un aumento significativo en la demanda de «modernización» de los edificios existentes. Esto debería ayudar a las empresas que producen materiales de construcción y aislamiento de alto rendimiento, bombas de calor e iluminación LED, así como sistemas inteligentes de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC) y sistemas de gestión energética de edificios y otras tecnologías y equipos de eficiencia energética.

 

 

Tribuna de Steve Freedman, director de research y sostenibilidad de Pictet Asset Management.

 

 Descubra más información sobre la dilatada experiencia de Pictet Asset Management en inversiones temáticas.

 

Notas:

(1) Basado en precios de 2010. Fuente: Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA)

(2) https://insideevs.com/news/443518/germany-plugin-car-sales-august-2020/ y https://cleantechnica.com/2020/09/04/germany-in-august-electric- vehículos-aplastando-en-cuota-de-mercado-récord-13-2

(3) Euroconstruct

 

Notas importantes

Este material va dirigido exclusivamente a inversores profesionales. Sin embargo, no deberá ser distribuido a ninguna persona o entidad que sea ciudadano o residente de cualquier lugar, estado, país o jurisdicción en el que dicha distribución, publicación o uso sea contrario a sus leyes o normativas. La información utilizada para la elaboración del presente documento se basa en fuentes que consideramos fiables, pero no se hace ninguna manifestación ni se da ninguna garantía en cuanto a la exactitud o integridad de dichas fuentes. Cualquier opinión, estimación o previsión puede modificarse en cualquier momento sin previo aviso.  Los inversores deben leer el folleto o el memorándum de oferta antes de invertir en cualquier fondo gestionado por Pictet. El tratamiento fiscal depende de las circunstancias individuales de cada inversor y puede cambiar en el futuro.  Las rentabilidades pasadas no son indicativas de rentabilidades futuras.  El valor de las inversiones, así como la renta que generen, puede disminuir o aumentar y no está garantizado.  Es posible que usted no recupere el importe inicialmente invertido.

Este documento ha sido publicado en Suiza por Pictet Asset Management SA y en el resto del mundo por Pictet Asset Management Limited, sociedad autorizada y regulada por la Financial Conduct Authority, y no podrá reproducirse ni distribuirse, ni parcialmente ni en su totalidad, sin su autorización previa.

Para los inversores estadounidenses, la venta de acciones en los Estados Unidos o a Personas de los Estados Unidos solo se puede realizar mediante colocaciones privadas a inversores acreditados según las exenciones de registro en la SEC en virtud de las exenciones a colocaciones privadas de la Sección 4(2) y el Reglamento D conforme a la Ley de 1933 y a clientes cualificados según lo definido en la Ley de 1940. Las acciones de los fondos de Pictet no se han registrado según la Ley de 1933 y, salvo en operaciones que no violen las leyes de valores de los Estados Unidos, no pueden ser ofrecidas ni vendidas ni directa ni indirectamente en los Estados Unidos ni a Personas de los Estados Unidos. Las Sociedades de Gestión de Fondos del Grupo Pictet no se registrarán según la Ley de 1940.

 

 

Bonos Legacy: rendimientos atractivos y descorrelación del mercado

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Bonos Legacy: rendimientos atractivos y descorrelación del mercado
Pixabay CC0 Public Domain. Bonos Legacy: rendimientos atractivos y descorrelación del mercado

El 14 de abril de 2021 Société Générale anunció una call a la par de dos bonos subordinados perpetuos que habían sido emitidos en 1985 y 1986. Este anuncio fue una excelente noticia para los tenedores de estos bonos porque, como estos valores se emitieron con cupones indexados a referencias variables y los tipos han caído drásticamente desde mediados de la década de 1980, los cupones ahora eran cero. Esta también fue una muy buena noticia para quienes los compraron recientemente, ya que los valores cotizaban al 90% del valor nominal.

Société Générale no es la única entidad financiera que ha actuado de esta manera. BBVA en diciembre de 2020, el banco alemán DZ Bank en enero de 2021 o Bank Austria (una subsidiaria de Unicredit) en febrero de 2021: todos ellos han rescatado los bonos subordinados cuyos cupones eran muy bajos o incluso cero.

Todos estos bonos cotizaron significativamente por debajo de la par cuando los emisores anunciaron su recompra. Por lo tanto, para un inversor informado, ha sido posible lograr ganancias del 5%, 10% o 15%, según el caso. En un mercado crediticio donde los tipos de interés son muy bajos, estos rendimientos están atrayendo la atención de inversores, los cuales se hacen varias preguntas.

¿Por qué los bancos están realizando calls de bonos que les cuestan muy poco?

Las razones son puramente regulatorias. El capital de los bancos está compuesto por acciones ordinarias (Common Equity Tier 1 o CET1) que pueden ser complementadas emitiendo deuda subordinada (denominada tier1 o tier2, según su rango de antigüedad), también reconocida por los reguladores como capital. Sin embargo, tras la crisis de 2008, los reguladores financieros decidieron modificar radicalmente las reglas bancarias (reforma de Basilea 3) y la gran mayoría de los bonos subordinados emitidos antes de esa fecha ya no se corresponden con los nuevos estándares establecidos por los reguladores. Por lo tanto, estos bonos antiguos (llamados bonos Legacy) dejan de ser elegibles para el capital regulatorio después de un período de transición que finalizará el 31 de diciembre de 2021.

Varias entidades financieras tuvieron la intención de mantener los bonos legacy con cupones muy bajos como financiación económica pero, a finales de 2020, intervinieron los reguladores (la Autoridad Bancaria Europea y el Banco de Inglaterra). La convivencia entre estos bonos Legacy no calificados y los nuevos bonos subordinados plantea un problema legal: la clasificación legal (tier1 o tier2 indicada en el prospecto) ya no corresponde a la clasificación regulatoria. Los reguladores bancarios consideran que esto plantea un riesgo de descalificación de toda la estructura de capital (lo llaman riesgo de infección). Por lo tanto, alentaron a los bancos a eliminar este problema simplemente reembolsando los bonos Legacy. Esto es lo que ha llevado a varios bancos a reembolsar bonos perpetuos a pesar de cupones muy bajos o incluso nulos.

¿Cómo aprovecharse de esta situación?

Las transacciones de estos bonos Legacy se multiplicarán a lo largo de este año y durante los primeros meses de 2022. Pero no siempre es fácil identificar los títulos correctos: hay que saber si el bono es elegible o no (esto depende sobre las cláusulas del folleto, cuyo análisis suele ser difícil), si existe o no riesgo de infección, si el emisor tiene la intención de amortizar o, por el contrario, transformar el título (es decir, proponer cambios en el folleto), etc. Por tanto, la situación es tan compleja que pocos inversores pueden identificar la oportunidad. Es precisamente por eso que los precios de mercado son atractivos.

La alternativa para el inversor es, por tanto, realizar un trabajo analítico en profundidad (examinar las nuevas normativas, lectura de folletos, conversaciones con emisores, etc.) o recurrir a fondos especializados. El fondo Groupama Axiom Legacy 21, lanzado junto con la gestora especializada en normativa bancaria Axiom Alternative Investments, identifica desde hace varios años las distintas oportunidades en bonos Legacy y tiene como objetivo aprovechar los cambios regulatorios en el capital de las entidades financieras. Es un nicho de mercado en donde podemos obtener rentabilidades atractivas asumiendo un riesgo que, en última instancia, está descorrelacionado en gran medida con otros mercados financieros, ya que el riesgo en este caso está más vinculado a la regulación bancaria.

¿Qué pasará después de 2021?

Imitando a la industria bancaria, los reguladores de la industria de seguros también han hecho su revolución y se llama Solvencia 2. Crea el mismo tipo de oportunidades en bonos Legacy, pero con un horizonte más amplio, hasta diciembre de 2025.

Además, los reguladores bancarios, no satisfechos con su reforma de Basilea 3, revisaron su copia y adoptaron en junio de 2019 un nuevo conjunto de textos legislativos, el “paquete bancario”. Y este paquete bancario crea nuevos bonos Legacy, con un nuevo período de transición que se extiende hasta junio de 2025.

Por lo tanto, la imaginación de los reguladores financieros parece ilimitada y eso es viento de cola para nuestra tesis de inversión, dándose las condiciones propicias para implementar nuestras estrategias de gestión. En definitiva, la historia de Groupama Axiom Legacy 21 está lejos de terminar, es una estrategia de largo plazo.

 

Tribuna de Sergio López de Uralde, Business Development Manager en Groupama Asset Management (AM) Iberia.

Ventajas y oportunidades de la deuda high yield a tipo flotante: una opción atractiva en el entorno actual

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David Clode Ray Fish
Pixabay CC0 Public DomainDavid Clode. David Clode

En un mundo de tipos de interés en mínimos y de TIRes de la deuda bajas, los mercados de deuda high yield podrían tener más capacidad de proporcionar lo que tantos inversores desean con ansia: rentas atractivas. En los últimos años, a los inversores les ha resultado más difícil lograr tal flujo de rentas de sus carteras, ya que los tipos de interés siguen cerca de cero y son incluso negativos en muchas áreas del mercado. Esto ha llevado a muchos a buscar más allá de los depósitos bancarios y de los bonos tradicionales de mayor calidad, y la deuda high yield ganado popularidad como clase de activos.

Concentrándose en bonos flotantes (FRN, por sus siglas inglesas), los inversores pueden protegerse de los efectos negativos de la subida de las TIRes de la deuda sobre el valor de los bonos a tipo fijo. Como se ha visto recientemente en los mercados europeo y estadounidense, las expectativas de mayor inflación suelen propiciar subidas de las TIRes y por consiguiente, caídas de las cotizaciones. En este contexto cabe preguntarse: ¿Qué espera el mercado? ¿Y pueden cambiar estas expectativas? Estas dos cuestiones determinarán la volatilidad en el mercado de deuda a tipo fijo. Si a los inversores les preocupa que estos altibajos puedan afectar a sus bonos en cartera, los FRN podrían brindarles resguardo frente a condiciones tormentosas en otros segmentos del mercado de renta fija. Los inversores en FRN también podrían beneficiarse de eventuales subidas de los tipos de interés por parte de los bancos centrales para amortiguar la inflación, al aumentar asimismo los intereses aportados por sus posiciones.

Los mercados high yield conllevan más riesgo que los de deuda con grado de inversión, con lo que preferimos adoptar un enfoque relativamente conservador de FRN high yield, para ayudar a reducir la volatilidad del perfil de rentabilidad para nuestros clientes. Junto a esta cautela en torno a los sectores de mercado más sensibles a la economía, seguimos concentrados en el segmento de emisiones senior garantizadas. Estos instrumentos pueden brindar una mayor protección al inversor en el caso de que su emisor incumpla o tenga dificultades para realizar pagos asociados con su deuda: además de estar garantizados por activos del emisor, tienen prioridad sobre los bonos subordinados en el proceso de recuperación.

En nuestra opinión, la clase de activos representa una oportunidad interesante en un entorno de tipos de interés y TIRes en niveles bajos. La perspectiva limitada de nuevas caídas de los niveles de renta podría restar atractivo a las estrategias concentradas en bonos a tipo fijo. Los emisores high yield suelen mostrar una buena evolución cuando las actividad económica mejora, lo cual les permite satisfacer más cómodamente sus obligaciones de servicio de deuda. A medida que continúa la recuperación económica de la pandemia de COVID-19, es probable que mejore el entorno para las empresas. Dicho esto, creemos que el mercado ya descuenta gran parte de esta buena noticia, con lo que sopesamos cuidadosamente dónde invertimos.

Nuestro extenso  y experimentado equipo de análisis de crédito nos ayuda a identificar las mejores oportunidades en el mercado (incluida la deuda a tipo fijo), y además podemos utilizar derivados para aislar específicamente el elemento de crédito que buscamos de un bono, eliminando exposición no deseada a las TIRes de la deuda. Creemos que la estrategia puede ofrecer a los inversores una oportunidad bien diversificada para lograr un nivel de rentabilidad atractivo en un entorno de tipos de interés bajos: está protegida de los efectos negativos que pueden tener unas TIRes crecientes en las estrategias de deuda a tipo fijo, y de hecho podría beneficiarse de una eventual subida del precio del dinero.

 

Columna de James Tomlins, gestor del fondo de bonos flotantes de M&G Investments.

 

El valor y los ingresos de los activos del fondo podrían tanto aumentar como disminuir, lo cual provocará que el valor de su inversión se reduzca o se incremente. Es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente.

Los puntos de vista expresados en este documento no deben considerarse como una recomendación, asesoramiento o previsión.

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