Atravesando máximos

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Buena parte de los debates que se han producido en los mercados financieros en los últimos meses han tratado sobre máximos: de tasas de crecimiento económico, de tasas de infección por COVID-19 y (más recientemente) de tasas de inflación. Esto tiene mucho sentido. El crecimiento, la COVID-19 y la inflación son factores clave para la economía global y los mercados financieros, cuyo enfoque es prospectivo. Por tanto, el foco suele situarse en qué sucederá en el futuro —¿está mejorando o empeorando la situación?, ¿está mejorando o empeorando más rápido o más lentamente? —, más que en lo que está sucediendo ahora mismo.

Sin embargo, centrarse en la tercera (o incluso cuarta) derivada de una variable no siempre es útil. Por ejemplo, numerosos indicadores de confianza empresarial y económicos alcanzaron máximos en el segundo trimestre y han descendido desde entonces, si bien permanecen en niveles elevados en términos históricos. Creemos que estas series de datos son los indicadores más oportunos de las perspectivas para el crecimiento económico y, por ende, su descenso es una fuente de inquietud: el crecimiento se está ralentizando, por lo que es de esperar que la deuda pública evolucione adecuadamente y se produzcan oleadas de ventas de activos de riesgo.

Sin embargo, los mercados en realidad no han evolucionado de manera síncrona con los datos este año, muy probablemente por las extraordinarias circunstancias económicas que nos han rodeado: los índices de confianza subieron a máximos a comienzos de este año, pues se esperaba que las economías se recuperaran a gran velocidad tras los confinamientos.

Así fue y ahora el crecimiento ha comenzado a moderarse según la situación se aproxima a la normalidad. Sin embargo, esta moderación no significa necesariamente que la expansión económica haya finalizado; además, lo más probable es que el descenso de los índices de confianza no refleje los crecientes riesgos de recesión, como a menudo ha sido el caso en el pasado.

En resumen, centrarse demasiado en las variaciones de la tasa de crecimiento nos distrae del hecho de que esta se mantiene en un nivel saludable. Además, debido al estado muy poco habitual de la economía global, es poco probable que los índices de confianza puedan predecir —como solían hacer— cuándo el ciclo económico comienza a llegar a su fin. La clave que en ocasiones pasa desapercibida es que, en la mayoría de las economías desarrolladas, el crecimiento económico ha sido robusto y las perspectivas siguen siendo sólidas. Pensamos que esta situación brinda un entorno favorable para los activos de riesgo y supone que los bancos centrales pueden comenzar a retirar gradualmente el respaldo de emergencia que han brindado en respuesta a la pandemia.  

De manera similar, las curvas de las tasas de infección por el virus de la COVID-19 han sido el foco de muchos inversores —y de un ejército creciente de estadísticos epidemiólogos de salón—. El aumento de las infecciones ha sido motivo de preocupación para los inversores, así como para la humanidad. Sin embargo, el impacto económico del aumento de las infecciones se ha cambiado por el incremento de las tasas de vacunación, que ha alterado el vínculo entre las infecciones y las hospitalizaciones y los fallecimientos. Además del hecho de que las olas de infección han sido muy diferentes entre países, el impacto económico de estas también está siendo distinto, lo cual significa que el intento de desarrollar una tesis de inversión basada en las tasas de infección por el virus de la COVID-19 es cada vez más difícil.

El otro máximo que analizan los inversores es el de la inflación. A pesar de los datos muy elevados, no está claro si todavía nos encontramos en el punto álgido, ya que los datos de inflación continúan sorprendiendo al alza. Asimismo, incluso aunque ya hayamos superado el pico, numerosos economistas esperan ahora que los datos interanuales se mantengan en los niveles actuales durante otros 9 a 12 meses. En lugar de pronosticar un repunte brusco, el consenso apunta más a una meseta desde la cual solo descenderemos en la segunda mitad de 2022. El problema de la inflación no es tanto si hemos superado máximos, sino durante cuánto tiempo la inflación seguirá siendo elevada y si esta situación impulsará al alza las expectativas al respecto y obligará a los bancos centrales a actuar.    

El asunto es que, en estos tiempos extraños, es posible que el intento de determinar el punto de inflexión en diferentes tendencias no sea un ejercicio útil. Probablemente, sea mejor centrarse en cosas que podamos saber con más certeza: las perspectivas económicas siguen siendo positivas, la pandemia de COVID-19 sigue presentando riesgos a la baja y los elevados niveles de inflación parecen transitorios, aunque los inversores deberían estar atentos por si los bancos centrales empiezan a preocuparse en caso de que se mantengan estos datos durante demasiado tiempo. 

En lo que respecta a nuestras opiniones sobre el mercado, mantenemos posiciones largas en activos de riesgo (crédito corporativo, RMBS de no agencias de mayor tir, mercados emergentes) debido a las perspectivas económicas positivas y los sólidos fundamentales y a pesar de que los diferenciales de crédito son estrechos en términos históricos. Creemos que las tires de la deuda pública subirán a medida que los bancos centrales atisben la retirada paulatina de los estímulos, aunque no prevemos una liquidación desordenada.

Gráfico 1: Rentabilidad de los activos desde comienzos de año

MSIM

Nota: rentabilidad en USD. Fuente: Bloomberg. Datos a 31 de agosto de 2021. Los índices se facilitan con fines meramente ilustrativos y no es su objetivo describir la rentabilidad de una inversión concreta. La rentabilidad pasada no es garantía de resultados futuros. Consulte el apartado Información importante que figura abajo para conocer las definiciones de los índices.

 

Gráfico 2: Variaciones mensuales de monedas frente al USD

MSIM

Nota: una variación positiva indica apreciación de la moneda con respecto al USD. Fuente: Bloomberg. Datos a 31 de agosto de 2021.

Gráfico 3: Variaciones mensuales considerables de las rentabilidades a 10 años y los diferenciales

MSIM

 

Fuente: Bloomberg, JPMorgan. Datos a 31 de agosto de 2021.

 

Perspectiva para la renta fija

Por una vez, agosto fue un mes relativamente tranquilo para los mercados, como se supone que debe ser. La renta variable siguió subiendo, los diferenciales de crédito se mantuvieron prácticamente sin cambios y las rentabilidades de la deuda pública de mercados desarrollados avanzaron moderadamente. La actitud optimista se mantuvo a pesar de algunas reuniones importantes de los bancos centrales —en particular, la reunión anual virtual de la Reserva Federal de Estados Unidos en Jackson Hole—, que los datos económicos fueran dispares o negativos y que las cifras de inflación continuaran sorprendiendo sustancialmente al alza. ¿Por qué los mercados se mostraron tan calmados?

En nuestra opinión, la razón principal es que, si bien los datos económicos se han moderado rápidamente, aún son acordes con fuertes niveles de crecimiento económico. En particular, son las encuestas económicas prospectivas las que se han moderado con fuerza. Sin embargo, todavía se encuentran en niveles conformes con una expansión económica saludable, si bien siempre se esperó cierta moderación, ya que anteriormente alcanzaron máximos históricos. El muy rápido ritmo de recuperación tras los confinamientos no se podía sostener para siempre y, en cierto modo, las tasas de crecimiento actuales más lentas reflejan simplemente hasta qué punto las economías ya han podido recuperarse.

El mismo panorama de crecimiento positivo se puede observar en los mercados de renta variable, donde los beneficios correspondientes al segundo trimestre generalmente superaron las expectativas, lo que proporciona una justificación fundamental para la sólida rentabilidad de la renta variable observada hasta la fecha. Los mercados de crédito se han visto respaldados por el desplome de las quiebras y, en la mayoría de los casos, los balances de las empresas y de los hogares se encuentran en las mejores condiciones en años —gracias a la generosidad mostrada por los gobiernos en respuesta a la crisis—. Además, los bancos centrales siguen comprometidos con mantener condiciones de liquidez expansivas.

Por supuesto, la historia no es de color rosa en todas partes, ya que la variante delta del virus de la COVID-19 está generando niveles crecientes de infección incluso en economías desarrolladas con altas tasas de vacunación. Es el caso agravado de Estados Unidos, donde el irregular programa de vacunación y las limitadas medidas de distanciamiento social hacen que el aumento de las infecciones esté causando otra ola de hospitalizaciones y muertes, lo que no está sucediendo en Europa, donde las tasas de vacunación ahora superan a las de Estados Unidos. La consecuencia para los mercados ha sido que la Reserva Federal modere su actitud restrictiva, pero no es el único banco central que ha relajado las medidas a causa de la pandemia; por ejemplo, el Banco de la Reserva de Nueva Zelanda decidió no subir los tipos debido a los nuevos confinamientos derivados de los nuevos brotes de coronavirus.

Sin embargo, en general, los bancos centrales están considerando cómo y cuándo retirar las extraordinarias medidas de política que tomaron en respuesta a la COVID-19. La Reserva Federal discutió este extremo en su reunión de agosto y el Banco Central Europeo lo hará en su reunión de septiembre, por lo que básicamente no existe ningún banco central que no haya comenzado a retirar los estímulos o no hable sobre cómo lo hará. Aparte de algunas subidas muy modestas en las rentabilidades durante el último mes —y una cierta ampliación de los diferenciales de la deuda soberana europea—, estas circunstancias realmente no han inquietado a los mercados.

¿Por qué? Desde la perspectiva de los activos de riesgo (acciones, crédito, etc.), los mayores rendimientos responden a la mejora de los fundamentales macroeconómicos; si bien no son útiles por sí mismos, el impulso de un mejor contexto macroeconómico es más importante. En segundo lugar, los mercados ya se han anticipado a la normalización de la política de los bancos centrales, por lo que, en la medida en que estos no se muevan más rápido de lo que los inversores han descontado, las rentabilidades no deberían subir más. En tercer lugar, como se mencionó anteriormente, parece claro que los bancos centrales relajarán las medidas restrictivas si perciben algún riesgo para la economía, derivado de la COVID-19 o de otros eventos.

¿Qué podría amenazar esta perspectiva positiva? Un riesgo obvio es la inflación, dadas las grandes sorpresas inflacionarias al alza que se han producido en todos los ámbitos este año, lo que podría representar una amenaza para los mandatos de estabilidad de precios de los bancos centrales. Hasta ahora, los bancos centrales se han mostrado muy optimistas sobre los datos, considerándolos resultado de perturbaciones transitorias y cuellos de botella presentes en la economía mundial. Esto debería solventarse con relativa rapidez y, en nuestra opinión, no justifican un endurecimiento de la política monetaria. Sin embargo, si parte del aumento de la inflación pasa a ser más permanente, generando expectativas de inflación más elevadas, podría haber razones para actuar. Así ha sido el caso cuando el aumento de los precios puede guardar relación con unos tipos de interés bajos derivados de la política monetaria, por ejemplo, el mercado de la vivienda y los costes de la vivienda.

¿Cómo afecta esto a nuestras opiniones sobre los mercados? En lo que respecta a la deuda pública, esperamos que las tires aumenten con el tiempo, pero no de manera pronunciada, siempre que la retirada de los estímulos se realice paulatinamente. Esperamos que los bonos del Tesoro estadounidense se mantengan dentro de un rango delimitado en los próximos meses con un sesgo hacia tipos más altos desde los niveles actuales. Nos encontramos sobreponderados de forma moderada en crédito con grado de inversión: los diferenciales son ajustados, pero los fundamentales son buenos, por lo que es mejor obtener cierto carry adicional que perderlo.1 

Estamos más sobreponderados en high yield, aunque con una posición todavía media, favoreciendo los bonos con una calificación de B frente a los bonos que cuentan con una calificación de BB; una vez más, los diferenciales son estrechos en términos históricos, pero los fundamentales son atractivos y los precios más altos de las materias primas también deberían ser favorables. Consideramos que los RMBS de no agencia son particularmente atractivos desde una perspectiva de rentabilidad ajustada por el riesgo, pero estamos infraponderados en MBS de agencia por las exigentes valoraciones y la reducción paulatina de las compras de la Reserva Federal. Estamos sobreponderados en mercados emergentes, pues nos posicionamos largos en una gama idiosincrática de valores, en lugar de invertir en esta clase de activos en conjunto.  

Tipos y monedas de mercados desarrollados

ANÁLISIS MENSUAL

Los mercados desarrollados estuvieron más tranquilos según se acercaba el final del verano. Sin embargo, las infecciones por la variante delta del virus de la COVID-19 continuaron cobrando impulso, lo que, junto con las continuas preocupaciones sobre la inflación y las perspectivas de crecimiento, generó incertidumbre en los mercados. Las tires fueron más elevadas en general en los diferentes mercados desarrollados.

PERSPECTIVA

La segunda mitad de 2021 marca la siguiente fase del ciclo económico impulsado por una pandemia que ha superado el pico inicial de crecimiento, inflación y respaldo vía políticas fiscal y monetaria. Aún se espera que las medidas de los bancos centrales sean un impulsor dominante para la evolución de los activos, aunque la recuperación de la economía hasta ahora justifica que los responsables de política estén considerando la forma de reducir las medidas de apoyo de emergencia sin amenazar la recuperación económica.

Aunque no esperamos oleadas de ventas masivas en los mercados de deuda pública, consideramos que el riesgo está orientado hacia una subida de tires, ya que los mercados descuentan una senda de normalización de la política monetaria. Esperamos que la inflación siga siendo alta durante algún tiempo y que este repunte sea transitorio en términos generales, aunque existe el riesgo de que se torne más persistente.

Consideramos que las monedas del G10 están cerca de sus valores razonables a medio plazo.  El dólar estadounidense ya no se beneficia de unos datos económicos notablemente mejores de lo esperado en comparación con otras economías del G10 —y la Reserva Federal quizá se encuentra a la mitad de su enfoque acomodaticio—, salvo en los casos del BCE y el Banco de Japón, que presentan un sesgo más expansivo.

Tipos y monedas de mercados emergentes                    

ANÁLISIS MENSUAL

Las rentabilidades de la deuda de mercados emergentes fueron positivas en agosto. La deuda soberana denominada en monedas fuertes obtuvo rentabilidades positivas, impulsada principalmente por la contracción de los diferenciales. El crédito de mercados emergentes también avanzó, superando en rentabilidad el high yield al grado de inversión. Los bonos en moneda local registraron rentabilidades positivas debido a la fortaleza de las monedas de los mercados emergentes frente al dólar estadounidense.2 Por sectores, las compañías inmobiliarias, de metales y minería y de transporte lideraron el mercado, mientras que las diversificadas, de consumo e industriales registraron rentabilidades relativas negativas.

PERSPECTIVA

El simposio de Jackson Hole que se celebró el mes pasado y que resultó en una posición menos restrictiva de lo esperado de la Reserva Federal puede brindar apoyo a los mercados emergentes en las próximas semanas, además de los factores ya existentes, como las valoraciones relativamente atractivas de los activos de estos mercados, los altos precios de las materias primas y la mejora en curso del proceso de vacunación en la esfera emergente. Los riesgos a medio plazo para nuestra opinión optimista sobre los activos de mercados emergentes, además de los contratiempos ocasionados por la pandemia de COVID-19, incluyen un retraso en la transición hacia la consolidación fiscal, que podría elevar las primas de riesgo de estos países, así como riesgos geopolíticos crecientes que podrían afectar a la percepción del mercado.

Crédito

ANÁLISIS MENSUAL

Los diferenciales de crédito se ampliaron ligeramente en Europa y Estados Unidos durante el mes. La fortaleza del mercado de renta variable y la menor volatilidad respaldaron en general a los mercados de crédito.3

PERSPECTIVA

Seguimos siendo fundamentalmente optimistas en materia de crédito y, aunque las valoraciones son exigentes, prevemos que los diferenciales se consolidarán en estos niveles. Probablemente, las condiciones financieras seguirán siendo favorables, lo que respaldará que continúen el repunte de la actividad económica y las bajas tasas de impago corporativo. Esperamos que las compañías mantengan los beneficios mediante enfoques conservadores hacia los balances mientras permanezca elevada la incertidumbre macroeconómica global. Por último, persistirá probablemente la demanda de crédito en general, ya que los activos libres de riesgo ofrecen rentabilidades reales y absolutas negativas, mientras que el exceso de liquidez busca segmentos donde invertirse.

Productos titulizados

ANÁLISIS MENSUAL

Agosto fue un mes tranquilo en general, con una desaceleración de las emisiones nuevas en comparación con el segundo trimestre y el ritmo de principios del verano, además de una actividad de negociación mínima en el mercado secundario.4 La volatilidad de los tipos de interés cedió durante el mes y estos se mantuvieron, en gran medida, en intervalos delimitados, aunque la curva se pronunció. Los diferenciales de los MBS de agencia se ampliaron en agosto, las compras de estos activos por los bancos se han desacelerado y los rumores acerca de la retirada gradual de las compras de esta clase de activos por parte de la Reserva Federal siguieron afectando al mercado. Los diferenciales de los RMBS de no agencia apenas variaron. Los diferenciales de los ABS estadounidenses se contrajeron ligeramente de nuevo , mientras que los diferenciales de los CMBS estadounidenses en esencia no cambiaron. En Europa, la actividad en los segmentos de RMBS, CMBS y ABS fue escasa, ya que los volúmenes de emisiones nuevas y la negociación en el mercado secundario se mantuvieron muy bajos. Los diferenciales de los activos titulizados europeos apenas variaron durante el mes.

PERSPECTIVA

Creemos que el mercado titulizado ofrece una combinación única de baja duración, atractivas rentabilidades y sólidos fundamentales crediticios. Mantenemos el optimismo con respecto al crédito titulizado y seguimos ligeramente sobreponderados en crédito en nuestras carteras. Seguimos siendo prudentes con respecto al riesgo de tipos de interés y continuamos gestionando las carteras con una duración relativamente corta.

 

Columna de Michael Kushma, CIO del equipo de Renta Fija Global, y Jim Caron, portfolio manager y director de Global Macro Strategies en el equipo de Renta Fija Global en Morgan Stanley Investment Management.

 

Anotaciones:

1 Índice Bloomberg US Corporate. Datos a 31 de agosto de 2021.

2 Fuente: índice JPM EMBI Global Diversified a 31 de agosto de 2021.

3 Fuente: Bloomberg, a 31 de agosto de 2021.

4 Fuente: Bloomberg, a 31 de agosto de 2021.

Los puntos de vista y las opiniones que se expresan corresponden a los del equipo de gestión de carteras a septiembre de 2021 y pueden cambiar en función de las condiciones del mercado, económicas y de otro tipo. La rentabilidad pasada no es indicativa de resultados futuros.

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La gestión patrimonial de los Family Office y los Multi Family Offices

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K&B
. K&B

Cuando las personas alcanzan cierto éxito en su vida profesional o tienen una situación económica privilegiada, el correcto manejo de sus bienes e inversiones se puede convertir en una tarea difícil y compleja. Es por ello que existe la gestión patrimonial, donde expertos de diferentes campos trabajan asegurando y haciendo crecer el patrimonio, creando una estrategia a medida para cada familia o individuo de éxito.

Los Multi Family Office manejan portafolios de diferentes tamaños. En nuestro caso, tenemos un portafolio de clientes panameños e internacionales; familias o personas de éxito que tienen patrimonios desde 5 millones de dólares. Antiguamente este modelo de gestión estaba reservado únicamente a los patrimonios más extensos ($100M+) pero debido a su éxito y su constante evolución, se ha ido democratizando y ahora es más accesible para familias que requieren de un grupo de expertos en gestión patrimonial para asegurar y aumentar su patrimonio.

Estamos saliendo de una pandemia que todavía tiene fuertes repercusiones en Latinoamérica. ¿Pero qué están buscando actualmente las familias latinoamericanas y por qué eligen un multi-family office como K&B?

Para muchas familias adineradas, la prioridad es asegurar su legado y sacar el mayor partido posible a su patrimonio. Éstas suelen recurrir a asesores de inversión, abogados, contadores, corredores de bienes raíces y seguros, etc. Pero hacer que todos esos asesores trabajen de forma coordinada, en el mejor interés de la familia y sin conflicto de intereses, es un reto prácticamente imposible.

Por eso contar con todos los profesionales de la gestión patrimonial sentados en la misma mesa, como es el caso de los Multi Family Office, permite alcanzar los objetivos de cada familia de una forma más eficiente. La comunicación constante entre los departamentos de las diferentes ramas de la gestión patrimonial hacen que ésta sea más dinámica y eficiente, lo que normalmente se traduce en un mayor crecimiento del patrimonio familiar. Como solemos decir: ayudamos a nuestros clientes a que su patrimonio trabaje para ellos y se puedan centrar en disfrutarlo.

Además, las soluciones de inversión a las que tenemos acceso como Multi Family Office son mucho más sofisticadas que las del típico wealth manager que se enfoca principalmente en productos bursátiles. El portafolio de inversión de los Multi Family Office suele estar mucho más diversificado. Además de los productos bursátiles, también invierten en grandes proyectos de bienes raíces, capital privado y deuda privada entre otros.

Estas áreas solían estar reservadas a los inversionistas más grandes como fondos de pensiones o fondos soberanos. Hoy en día continúan siendo de difícil acceso para el inversionista normal, por eso trabajar con un MFO implica pertenecer a un grupo exclusivo que permite acceder a estas oportunidades que ofrecen rendimientos superiores.

En el caso del grupo K&B Family Office, tenemos dos pilares fundamentales en la gestión del patrimonio de nuestros clientes: la independencia y transparencia.

Trabajamos de forma independiente a las entidades bancarias, por lo que no tenemos conflicto de interés a la hora de hacer nuestras recomendaciones y eso nos permite velar siempre por los intereses de nuestro cliente.

Nuestro modelo de negocio se basa en la confianza, por lo que la transparencia es fundamental en la relación con nuestros clientes. Ellos saben exactamente qué recibimos como remuneración por cada gestión que llevamos a cabo.

Obedeciendo a un código de conducta estricto de total transparencia no entramos en conflictos de interés, siempre actuamos en bienestar de nuestros clientes. Cabe destacar que los fundadores y socios de K&B son los primeros clientes del grupo. Solamente proponemos soluciones de gestión y oportunidades de inversión que usamos para nosotros mismos.

En los últimos años muchos inversionistas han acudido a nosotros disconformes con los bajos rendimientos que les ofrece el mercado de la renta fija. Cuando la mayoría de los wealth managers fueron incrementando el riesgo de crédito de sus carteras de renta fija para alcanzar el rendimiento deseado, K&B Family Office decidió solucionar este problema buscando alternativas a la renta fija clásica, lo cual en nuestra opinión ofrece un ratio rentabilidad/riesgo poco atractivo. Fuimos diversificando nuestra cartera de renta fija con instrumentos como los bonos convertibles y estrategias de venta de opciones pero la mejor fuente de valor fue sin discusión la deuda privada.

Aunque la deuda privada está empezando a entrar en el mapa de ciertos wealth managers, sigue siendo una clase de activos infra presente en las carteras de los inversionistas privados. La deuda privada incluye muchas sub-estrategias como los real estate bridge loans, el direct lending, el factoring o el life insurance settlement como algunos. 

La deuda privada ofrece varias ventajas a los inversionistas:

1. Rendimientos 2/3 veces superiores a los de la renta fija con un nivel de riesgo crediticio similar.
2. Ninguna correlación a los activos tradicionales (bonos y acciones).
3. Una volatilidad cuasi nula dado a la actividad de prestamista. 

Obviamente -como siempre en el mundo- para gozar de estos beneficios tenemos que asumir ciertos riesgos o desventajas:

1. Una liquidez reducida. Sin embargo, si el foco es en préstamos de corto duración, existen gestores que ofrecen una liquidez mensual.
2. La transparencia y el riesgo operacional son también riesgos importantes que se pueden mitigar solamente por una debida diligencia detallada y una selección rigurosa de los gestores y fondos que se usarán.

Para los que pueden soportar aún menos liquidez, hemos tenido mucho éxito con oportunidades de coinversión en proyectos de bienes raíces especializados -algo parecido a un REIT- que pagan dividendos atractivos además de un potencial de apreciación del bien raíz importante.

En conclusión, existen varias alternativas a la renta fija tradicional que no hemos eliminado pero hemos sustituido una gran parte por estrategias alternativas como las mencionadas anteriormente.

 

Información sobre las tasas. Subida de los rendimientos: ¿repunte puntual de septiembre o tendencia sostenida?

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Pixabay CC0 Public DomainChris Liverani. Chris Liverani

En las últimas semanas, hemos asistido a ventas masivas de los rendimientos de los bonos soberanos, pues el aumento de la inflación ha puesto a prueba la paciencia de los bancos centrales. Tras el rally observado en julio, cuando el rendimiento de EE. UU. a 10 años cayó a alrededor del 1,2%, consideramos que los rendimientos de la deuda pública de los mercados core se encontraban en el extremo inferior de su rango de valor razonable y el riesgo tendía a una subida de los rendimientos a medida que nos acercamos al final del año. El movimiento ha sido más rápido de lo esperado por la fase de reuniones de septiembre de los bancos centrales. Los rendimientos de los bonos han subido en las curvas de tasas de la deuda soberana y han salido de sus rangos anteriores en algunos vencimientos en EE. UU. (2 y 5 años) y en el Reino Unido (2, 5 y 10 años), lo que ha acelerado el movimiento.

La reunión de septiembre de la Fed endurece el tono…

La reunión de septiembre de la Reserva Federal estadounidense (Fed) trajo consigo una nueva serie de previsiones económicas, con una revisión al alza de los pronósticos de inflación para este año y el que viene, y un sesgo más duro en el gráfico de puntos. La mitad de los miembros con derecho a voto del Comité Federal del Mercado Abierto (FOMC) esperan ahora una única subida de las tasas a finales del año que viene y el tipo objetivo de los fondos de la Fed podría subir hasta el 1,0% a finales de 2023 (véase el gráfico 1).

JHI

El presidente Powell también se mostró ciertamente confiando en que la reducción gradual de compras de bonos del Tesoro de EE. UU. y valores respaldados por hipotecas (MBS) podría concluir a mediados del año que viene. Sin embargo, dejó claro que «el calendario y el ritmo de la próxima reducción de compras de activos no ofrecerá ninguna indicación directa sobre cuándo subirán las tasas». Por tanto, pasará tiempo entre el fin del tapering y la primera subida de tipos, pero está claro que el equilibrio de riesgos ha cambiado y hay bastante incertidumbre sobre cuánto durarán los factores pasajeros de la inflación.

… Al día siguiente, el Banco de Inglaterra endurece aún más el tono

La reunión del Banco de Inglaterra celebrada un día después de la de la Fed se endureció el tono del mensaje. Los rendimientos de la deuda pública británica llevaban subiendo desde agosto, pero los tramos cortos de la curva de tipos en particular se movieron para descontar un ciclo de subidas más contundente. El banco central afirmó que las razones para endurecer la política monetaria del Reino Unido van en aumento: cada vez había más evidencias de indicadores de costos y precios globales y nacionales de que las presiones inflacionistas probablemente perdurarán; la inflación real podría superar el 4% a corto plazo y, con la política actual, era probable que se mantuviese por encima del objetivo del 2% a medio plazo. Como resultado, el mercado refleja ahora* que la tasa bancaria (tasa básica del Banco de Inglaterra) alcanzará el 0,5% a mediados de 2022, con una nueva subida hasta el 0,75% a mediados de 2023, seguido de un mantenimiento y una próxima subida al 1,0% prevista para el fin de la década.

El Banco de Inglaterra reforzó sus comentarios sobre la separación entre la expansión cuantitativa y las subidas de tasas al afirmar que las tasas serán la principal herramienta política y que puede empezar a subirlos incluso antes del fin de dicha expansión. Al desvincular la expansión cuantitativa y la tasa bancaria, cuesta más utilizar la tasa bancaria para gestionar el ciclo, lo que resultará en un balance más reducido (de compras de activos) a largo plazo. También confirmó que, en primer lugar, dejaría que los Gilts lleguen al vencimiento, en lugar de dedicarse a la venta activa de posiciones, que solo tendría lugar después de que alcanzarse la tasa bancaria del 1,0%.

A pesar de las expectativas de subida de las tasas, la libra esterlina no ha logrado subir, ya que la economía británica podría encontrarse en un entorno de estanflación1. El Banco de Inglaterra tiene que empezar a endurecer su política con un crecimiento más débil y un shock de inflación en la oferta, como hemos visto en las espectaculares subidas de los puntos de equilibrio de inflación esta semana (actualmente por encima del 4% en los swaps de índices de precios al por menor a 10 años, véase el gráfico 2).

* 1 de octubre de 2021

JHI

 

El cálculo de los riesgos para los bancos centrales está muy equilibrado

Al igual que los bancos centrales, esperamos que muchos de los factores que impulsan la inflación al alza en la actualidad remitan con el tiempo; somos conscientes de que los desafíos de la cadena de suministro, en particular, han durado más de lo que habíamos previsto inicialmente. Con la previsión de que los precios continúen altos durante el invierno y en 2022, el cálculo de los riesgos para los bancos centrales está muy equilibrado. Por un lado, es probable que los precios altos actúen como un lastre para el crecimiento económico y, por tanto, deberían disminuir a medida que la demanda se equipare con la oferta limitada, o que la oferta acabe por recuperarse. Por otro lado, los periodos prolongados de precios altos suponen un riesgo de desanclaje de las expectativas de inflación, lo que puede dar lugar a un entorno inflacionista más persistente.

Los responsables de los bancos centrales suelen ser prudentes, pero es evidente que el contexto actual les ha llevado a endurecer su actitud y los mercados de renta fija están revalorizándose para reflejar este cambio.

 

 

 Tribuna de Andrew Mulliner, gestor de carteras en Janus Henderson Investors

 

 

 

Glosario: 

1 Estanflación: situación relativamente poco frecuente en la que el aumento de la inflación coincide con un crecimiento económico débil.

 

 

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Aumento de las rentabilidades: ¿repunte puntual de septiembre o tendencia sostenida?

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Pixabay CC0 Public DomainChris Liverani. Chris Liverani

En las últimas semanas, hemos asistido a ventas masivas de los rendimientos de los bonos soberanos, pues el aumento de la inflación ha puesto a prueba la paciencia de los bancos centrales. Tras el rally observado en julio, cuando el rendimiento de EE. UU. a 10 años cayó a alrededor del 1,2%, consideramos que los rendimientos de la deuda pública de los mercados core se encontraban en el extremo inferior de su rango de valor razonable y el riesgo tendía a una subida de los rendimientos a medida que nos acercamos al final del año. El movimiento ha sido más de rápido de lo esperado por la fase de reuniones de septiembre de los bancos centrales. Los rendimientos de los bonos han subido en las curvas de tipos de la deuda soberana y han salido de sus rangos anteriores en algunos vencimientos en EE. UU. (2 y 5 años) y en el Reino Unido (2, 5 y 10 años), lo que ha acelerado el movimiento.

La reunión de septiembre de la Fed endurece el tono…

La reunión de septiembre de la Reserva Federal estadounidense (Fed) trajo consigo una nueva serie de previsiones económicas, con una revisión al alza de los pronósticos de inflación para este año y el que viene, y un sesgo más duro en el gráfico de puntos. La mitad de los miembros con derecho a voto del Comité Federal del Mercado Abierto (FOMC) esperan ahora una única subida de los tipos a finales del año que viene y el tipo objetivo de los fondos de la Fed podría subir hasta el 1,0% a finales de 2023 (véase el gráfico 1).

JH1

El presidente Powell también se mostró ciertamente confiando en que la reducción gradual de compras de bonos del Tesoro de EE. UU. y valores respaldados por hipotecas (MBS) podría concluir a mediados del año que viene. Sin embargo, dejó claro que «el calendario y el ritmo de la próxima reducción de compras de activos no ofrecerá ninguna indicación directa sobre cuándo subirán los tipos». Por tanto, pasará tiempo entre el fin del tapering y la primera subida de tipos, pero está claro que el equilibrio de riesgos ha cambiado y hay bastante incertidumbre sobre cuánto durarán los factores pasajeros de la inflación.

… Al día siguiente, el Banco de Inglaterra endurece aún más el tono

La reunión del Banco de Inglaterra celebrada un día después de la de la Fed se endureció el tono del mensaje. Los rendimientos de la deuda pública británica llevaban subiendo desde agosto, pero los tramos cortos de la curva de tipos en particular se movieron para descontar un ciclo de subidas más contundente. El banco central afirmó que las razones para endurecer la política monetaria del Reino Unido van en aumento: cada vez había más evidencias de indicadores de costes y precios globales y nacionales de que las presiones inflacionistas probablemente perdurarán; la inflación real podría superar el 4% a corto plazo y, con la política actual, era probable que se mantuviese por encima del objetivo del 2% a medio plazo. Como resultado, el mercado refleja ahora* que el tipo bancario (tipo básico del Banco de Inglaterra) alcanzará el 0,5% a mediados de 2022, con una nueva subida hasta el 0,75% a mediados de 2023, seguido de un mantenimiento y una próxima subida al 1,0% prevista para el fin de la década.

El Banco de Inglaterra reforzó sus comentarios sobre la separación entre la expansión cuantitativa y las subidas de tipos al afirmar que los tipos serán la principal herramienta política y que puede empezar a subirlos incluso antes del fin de dicha expansión. Al desvincular la expansión cuantitativa y el tipo bancario, cuesta más utilizar el tipo bancario para gestionar el ciclo, lo que resultará en un balance más reducido (de compras de activos) a largo plazo. También confirmó que, en primer lugar, dejaría que los Gilts lleguen al vencimiento, en lugar de dedicarse a la venta activa de posiciones, que solo tendría lugar después de que alcanzarse el tipo bancario del 1,0%.

A pesar de las expectativas de subida de los tipos, la libra esterlina no ha logrado subir, ya que la economía británica podría encontrarse en un entorno de estanflación1. El Banco de Inglaterra tiene que empezar a endurecer su política con un crecimiento más débil y un shock de inflación en la oferta, como hemos visto en las espectaculares subidas de los puntos de equilibrio de inflación esta semana (actualmente por encima del 4% en los swaps de índices de precios al por menor a 10 años, véase el gráfico 2).

* 1 de octubre de 2021

JHI

 

El cálculo de los riesgos para los bancos centrales está muy equilibrado

Al igual que los bancos centrales, esperamos que muchos de los factores que impulsan la inflación al alza en la actualidad remitan con el tiempo; somos conscientes de que los desafíos de la cadena de suministro, en particular, han durado más de lo que habíamos previsto inicialmente. Con la previsión de que los precios continúen altos durante el invierno y en 2022, el cálculo de los riesgos para los bancos centrales está muy equilibrado. Por un lado, es probable que los precios altos actúen como un lastre para el crecimiento económico y, por tanto, deberían disminuir a medida que la demanda se equipare con la oferta limitada, o que la oferta acabe por recuperarse. Por otro lado, los periodos prolongados de precios altos suponen un riesgo de desanclaje de las expectativas de inflación, lo que puede dar lugar a un entorno inflacionista más persistente.

Los responsables de los bancos centrales suelen ser prudentes, pero es evidente que el contexto actual les ha llevado a endurecer su actitud y los mercados de renta fija están revalorizándose para reflejar este cambio.

 

Tribuna de Andrew Mulliner, director de estrategias agregadas globales y cogestor de las estrategias Global Multi-Sector Fixed Income, Global Total Return Bond y Global ex UK Government Bond en Janus Henderson Investors.

 

 

Glosario:  

1 Estanflación: situación relativamente poco frecuente en la que el aumento de la inflación coincide con un crecimiento económico débil.

 

Información importante:

Los puntos de vista que aquí figuran corresponden a la fecha de publicación. Se ofrecen exclusivamente con fines informativos y no deben considerarse ni utilizarse como asesoramiento de inversión, jurídico o fiscal ni como oferta de venta, solicitud de una oferta de compra o recomendación para comprar, vender o mantener ningún valor, estrategia de inversión o sector de mercado. Nada de lo incluido en el presente material debe considerarse una prestación directa o indirecta de servicios de gestión de inversión específicos para los requisitos de ningún cliente. Las opiniones y los ejemplos se ofrecen a efectos ilustrativos de temas más generales, no son indicativos de ninguna intención de operar, pueden variar y podrían no reflejar los puntos de vista de otros miembros de la organización. No se pretende indicar o dar a entender que cualquier ilustración/ejemplo mencionado forma parte o formó parte en algún momento de ninguna cartera. Las previsiones no pueden garantizarse y no es seguro que la información proporcionada sea completa o puntual, ni hay garantía con respecto a los resultados que se obtengan de su uso. A no ser que se indique lo contrario, Janus Henderson Investors es la fuente de los datos y confía razonablemente en la información y los datos facilitados por terceros. Las rentabilidades pasadas no garantizan resultados futuros. La inversión conlleva riesgo, incluida la posible pérdida de capital y la fluctuación del valor.
 

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Janus Henderson Investors es el nombre bajo el cual las entidades que se indican ofrecen productos y servicios de inversión en las siguientes jurisdicciones: (a) En Europa, Janus Capital International Limited (n.º de registro 3594615), Henderson Global Investors Limited (n.º de registro 906355), Henderson Investment Funds Limited (n.º de registro 2678531), Henderson Equity Partners Limited (n.º de registro 2606646), (cada una de ellas registrada en Inglaterra y Gales en 201 Bishopsgate, Londres EC2M 3AE y regulada por la Autoridad de Conducta Financiera) y Henderson Management S.A. (n.º de registro B22848, en 2 Rue de Bitbourg, L-1273, Luxemburgo y regulada por la Commission de Surveillance du Secteur Financier) ofrecen productos y servicios de inversión; (b) En EE. UU., los asesores de inversión registrados ante la SEC filiales de Janus Henderson Group plc; (c) En Canadá, a través de Janus Capital Management LLC, solo para inversores institucionales de determinadas jurisdicciones; (d) En Singapur, Janus Henderson Investors (Singapore) Limited (número de registro de la sociedad: 199700782N). Este anuncio o publicación no ha sido revisado por la Autoridad Monetaria de Singapur; (e) En Hong Kong, Janus Henderson Investors Hong Kong Limited. Este material no ha sido revisado por la Comisión de Valores y Futuros de Hong Kong («SFC»); (f) En Taiwán (República de China), Janus Henderson Investors Taiwan Limited (con funcionamiento independiente), Suite 45 A-1, Taipei 101 Tower, No. 7, Sec. 5, Xin Yi Road, Taipéi (110). Tel.: (02) 8101-1001. Número de licencia SICE autorizada 023, emitida en 2018 por la Comisión de Supervisión Financiera; «(g) En Corea del Sur, Janus Henderson Investors Limited (Singapur), exclusivamente para Inversores profesionales cualificados (según se definen en la Ley de servicios de inversión financiera y mercados de capitales y sus subreglamentos); (h) En Japón, Janus Henderson Investors (Japan) Limited, regulada por la Agencia de Servicios Financieros y registrada como Entidad de servicios financieros que realiza actividades de gestión de inversión, asesoramiento de inversión y actividad de agencia y actividades de instrumentos financieros de tipo II; (i) En Australia y Nueva Zelanda, por Janus Henderson Investors (Australia) Limited ABN 47 124 279 518 y sus entidades relacionadas, incluida Janus Henderson Investors (Australia) Institutional Funds Management Limited (ABN 16 165 119 531, AFSL 444266) y Janus Henderson Investors (Australia) Funds Management Limited (ABN 43 164 177 244, AFSL 444268); (j) En Oriente Medio, Janus Capital International Limited, regulada por la Autoridad de Servicios Financieros de Dubái como Oficina de representación. No se realizarán transacciones en Oriente Medio y cualquier consulta deberá dirigirse a Janus Henderson. Las llamadas telefónicas podrán ser grabadas para nuestra mutua protección, para mejorar el servicio al cliente y a efectos de mantenimiento de registros reglamentario.

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Mejores rentabilidades ajustadas al riesgo con integración ESG, el compromiso de ODDO BHF Sustainable Credit Opportunities

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Pixabay CC0 Public Domain. Mejores rentabilidades ajustadas al riesgo con integración ESG, el compromiso de ODDO BHF Sustainable Credit Opportunities

La mayor asignación de fondos a inversiones sostenibles ha sido una de las tendencias más importantes y estables en la gestión de activos de los últimos años. De acuerdo con los datos de Morningstar, más del 63% de los flujos de entrada de julio de 2021 en Europa estaban vinculados a productos ESG (artículos 8 o 9 del Reglamento SFDR). Aunque el número de fondos sostenibles disponibles ha aumentado considerablemente junto con los flujos, de momento sigue habiendo pocas soluciones de renta fija flexibles que también integren en su estrategia los criterios ESG.

Siguiendo la iniciativa de ODDO BHF Asset Management, como parte de su compromiso más amplio con la inversión sostenible, dimos los pasos necesarios para integrar estrictos criterios ESG en nuestro enfoque de renta fija flexible orientada a la rentabilidad total ODDO BHF Sustainable Credit Opportunities desde enero de 2021. Nuestro fondo responde a la demanda de inversiones conformes a los criterios ESG y la necesidad de soluciones de renta fija flexibles que tratan de obtener rentabilidades positivas, a pesar del entorno actual de bajos rendimientos.

Recordemos que este fondo tiene flexibilidad para invertir en los diferentes segmentos de renta fija, con el objetivo de obtener una rentabilidad total del EONIA + 3% anual. Para conseguirlo, el fondo tiene flexibilidad para ajustar la duración dependiendo de las tendencias de los tipos de interés en una escala de -2 a +8 y para ajustar el riesgo de crédito. Tras más de seis meses de la adopción de la estrategia ESG en enero de 2021 ―el fondo es ahora artículo 8 del SFDR―, merece la pena analizar más a fondo las restricciones ESG y su impacto en la construcción de la cartera.

Enfoque de inversión a largo plazo plenamente alineado con los PRI

El enfoque ESG de ODDO BHF Asset Management se basa en los Principios de Inversión Responsable de la ONU (PRI) que firmamos en 2010 y ha obtenido la calificación de A+. Por consiguiente, nuestro enfoque de inversión, basado en el análisis fundamental y un horizonte de inversión a largo plazo para tener en cuenta de manera efectiva los riesgos y oportunidades, está plenamente alineado con los Principios de Inversión Responsable. La integración ESG de ODDO BHF Sustainable Credit Opportunities se basa en tres pilares: 1) aplicar exclusiones sectoriales basadas en normas; 2) adoptar un sistema de puntuación ESG propio best-in-universe y 3) promover activamente el cambio mediante el diálogo y la implicación con las empresas, el denominado enfoque best-effort. Además, no invertimos en empresas con las calificaciones más bajas en capital humano y gobierno corporativo, pues estamos convencidos de que la mala gestión de estos factores supone un gran riesgo para el éxito de una estrategia corporativa a largo plazo y, por tanto, supone una fuente potencial de destrucción de valor.

Los diversos niveles de exclusión hacen que se descarte al menos el 20% del universo de inversión del fondo. Para el resto de los valores admisibles, cada empresa que se incluye finalmente en la cartera debe tener una calificación ESG: al menos el 90% de los valores de cartera debe tener una puntuación ESG interna de entre 1 (deficiente) y 5 (fuerte), mientras que el resto que no tenga calificación interna deberá haber sido calificado por nuestro proveedor de datos externo, MSCI, de CCC (deficiente) a AAA (fuerte). De este modo, se garantiza que el 100% de las posiciones de la cartera son analizadas no solo desde el punto de vista financiero, sino también desde una perspectiva ESG. No invertimos en valores sin calificación ESG.

ODDO BHF Sustainable Credit Opportunities se compromete a tener -en cualquier momento- una calificación ESG media superior a la de su universo de inversión. Actualmente (a 4 de noviembre) la puntuación media de 3,6 es fuerte (y ha mejorado con respecto al 3,0 de agosto de 2020), sobre todo teniendo en cuenta la importante asignación a los emisores high yield y de mercados emergentes, que suelen tener puntuaciones ESG más bajas en general. La gran calidad ESG de la cartera se refleja también en la calificación A de fondos ESG de MSCI y el hecho de que el fondo se sitúe en el primer cuartil de su grupo de homólogos ESG de MSCI.

Una pregunta que a menudo realizan los inversores es si la integración ESG podría perjudicar la rentabilidad del fondo y si el estilo de inversión general ha cambiado significativamente como resultado de la integración ESG. Para responder a estas preguntas, es importante hacer hincapié en la naturaleza flexible de ODDO BHF Sustainable Credit Opportunities. Los principales motores de rentabilidad de la estrategia son, por un lado, la asignación a diferentes segmentos de renta fija y, por otro, la gestión de la duración flexible para proteger plenamente a los inversores de un posible aumento de los rendimientos. Además, el amplio universo de inversión ofrece al equipo de gestión suficientes opciones para sustituir a las empresas excluidas por otros valores que se ajusten plenamente a nuestra estrategia ESG.

Así, aunque las restricciones ESG limiten en cierta medida el universo de inversión, no modifican sustancialmente el estilo ni el potencial de rentabilidad de la estrategia. Además, la ventaja adicional de una estrategia ESG es que elimina las empresas con estructuras de gobierno corporativo débiles y negocios que pueden quedar obsoletos en el futuro, factores importantes ambos para poder pagar la deuda. Por tanto, estamos convencidos de que la integración ESG no restará flexibilidad a nuestro enfoque, sino que nos ayudará a conseguir mejores rentabilidades ajustadas al riesgo a largo plazo.

La rentabilidad histórica no constituye una indicación fiable de la rentabilidad futura ni se mantiene constante a lo largo del tiempo.

Tribuna de Bastian Gries, director ejecutivo y director global de Investment Grade & Mercado Monetario en ODDO BHF Asset Management

G Fund New Deal Europe, un fondo centrado en los retos de la era post COVID

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Imagen del planeta Tierra desde la Estación Espacial Internacional
Pixabay CC0 Public Domain. G Fund New Deal Europe, un fondo centrado en los retos de la era post-covid

G Fund New Deal Europe es un fondo mixto que invierte en empresas europeas que trabajan para asegurar o reubicar la producción, prevenir o tratar enfermedades y participar en los cambios tecnológicos y sociales inducidos por la histórica crisis sanitaria.

Las consecuencias de la misma se agravaron por una serie de tendencias estructurales y transformaciones que habían comenzado en Europa años antes. Si bien la pandemia ha revelado ciertas debilidades de Europa, particularmente en su dependencia en términos de soberanía de suministro o salud, los planes de recuperación económica han integrado estas cuestiones y apoyan principalmente áreas clave de actividad.

G Fund New Deal Europe tiene como objetivo apoyar la transformación y reubicación de empresas europeas y así apoyar la recuperación económica. En este sentido, el fondo está plenamente en línea con el espíritu de los planes de recuperación europeos.

El fondo se construye en torno a tres temáticas identificadas como temas clave en el mundo post COVID:

1 – Asegurar la producción y promover la reubicación

En la primera mitad de 2020, los cierres de fronteras y las dificultades en el transporte interrumpieron las cadenas de suministro, además, los cierres de la industria china revelaron la dependencia de las economías occidentales en muchos sectores. La pandemia ha puesto de relieve así las debilidades del modelo económico y las decisiones pasadas de los países europeos. Por último, en el contexto de una recuperación post crisis sanitaria, las tensiones en las líneas de producción son particularmente fuertes.

Más allá de las lecciones de la crisis sanitaria, el impacto ambiental de los flujos logísticos y la elevación de los estándares de calidad, la preservación del empleo o la cohesión territorial también militan a favor de una deslocalización de empresas en Europa.

La tendencia hacia la reubicación podría aumentar rápidamente. En cualquier caso, asegurar la producción, garantizar el suministro, reubicar la capacidad de producción o la independencia agrícola son cuestiones estratégicas en el mundo posterior a la crisis sanitaria.

2 – Apoyar la innovación en la industria de la salud

La crisis de la COVID-19 ha modificado en gran medida los desafíos sanitarios de nuestras sociedades y ha fomentado la aparición de nuevos enfoques terapéuticos. El desarrollo de vacunas en tiempo récord utilizando tecnología de ARN mensajero es una revolución. Hay que destacar sus ventajas terapéuticas, particularmente en su potencial para el tratamiento personalizado contra el cáncer y muchas otras enfermedades, debería contribuir al desarrollo de terapias más eficientes.

Para permitir el acceso sostenible y equitativo de los pacientes a los tratamientos y soluciones de salud del mañana, se necesitan transformaciones tanto en el campo de la prevención, como de la infraestructura y la investigación médica. Sobre todo, porque estos problemas de salud se combinan con los problemas del envejecimiento de la población europea.

La prevención, el rastreo sanitario, la generación de la historia clínica electrónica o la seguridad sanitaria de los lugares públicos serán algunos de los grandes retos a afrontar en los próximos años. Por último, la creación de tratamientos y vacunas, así como todas las nuevas tecnologías médicas, deberían ayudar a prevenir y abordar futuras crisis sanitarias.

3 – Cambios sociales

La crisis sanitaria ha minado una serie de sectores como la automoción, el inmobiliario comercial o el turismo. En particular, estos sectores tendrán que reinventarse y ser innovadores para satisfacer la demanda y las necesidades cambiantes.

En términos más generales, la pandemia ha tenido un efecto acelerado en las transformaciones sociales y digitales que ya estaban en marcha. En concreto, ha acelerado los cambios en la organización del trabajo para muchas empresas, ya sea a través del teletrabajo, las tecnologías de comunicación remota o las soluciones de movilidad. En particular, la evolución de las infraestructuras de telecomunicaciones, que tienen una gran demanda, es la fuerza impulsora de estas tendencias.

El apoyo a los cambios está presente en sectores de actividad muy variados, ya sean proveedores de automóviles, comercio electrónico o actores digitales. Dentro de estos sectores, las empresas que cuenten con habilidades o avances tecnológicos se convertirán en actores clave de la recuperación y reconstrucción del mundo tras la COVID-19.

Estrategia de inversión: convicciones asumidas

G Fund New Deal Europe se desarrolló con la convicción de que las empresas europeas deben ser apoyadas en su necesidad de capital y financiación. Esta es la razón por la que el fondo está diversificado y, por lo tanto, compuesto tanto por acciones como por bonos. De este modo, es posible cubrir tanto las necesidades de financiación, mediante el uso de los mercados de bonos, como las necesidades de capital, mediante el uso de los mercados de renta variable. Se trata de una amplia gama de herramientas financieras, muy útiles para empresas o instituciones públicas, cada una de las cuales tiene necesidades y limitaciones específicas ante el reto de la recuperación económica post COVID-19.

La asignación objetivo del fondo está compuesta por un 40% de acciones, un 40% de deuda corporativa y un 20% de bonos convertibles de empresas europeas.

Las tres temáticas empleadas sirven para seleccionar los valores mejor posicionados para proporcionar soluciones concretas. El fondo puede invertir en empresas de gran capitalización, bien establecidas y conocidas por el público en general, así como en estructuras más pequeñas, fuentes de innovación y dinamismo.

Abogar por una salida a la crisis apoyando a las industrias del mañana significa ser selectivo en la inversión. Además, el enfoque de gestión desplegado en el fondo está naturalmente marcado por una fuerte selección de empresas y convicciones asumidas. Los actores económicos seleccionados son aquellos que se consideran bien posicionados para aportar soluciones, no solo a los retos de la crisis, sino también a los cambios estructurales en nuestras sociedades a largo plazo.

 

Tribuna de Sergio López de Uralde, Business Development Manager de Groupama AM.

COP26 y la importancia de la fijación de precios del carbono internacional

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Pixabay CC0 Public Domain. DPAM

Con las subidas recientes de los precios de la electricidad, el debate en torno a la fijación de precios del carbono está ganando más atención que nunca. ¿Cómo está ligado el carbono a los precios de la electricidad y qué podemos esperar de las discusiones sobre la fijación de precios del carbono en la COP26?

La fijación de precios del carbono se utiliza como herramienta para reducir las emisiones y tiene como objetivo capturar los costes externos de estas emisiones al poner un precio a la unidad equivalente de CO2 emitido. En este contexto, los dos enfoques principales son la tasación del carbono y los esquemas cap-and-trade. Ambos influencian el mercado de manera distinta y afrontan diferentes desafíos respectivamente.

La tasación del carbono establece un precio fijo para las emisiones de CO2 y permite al mercado determinar la cantidad real de las reducciones de las emisiones. La principal ventaja es tener un precio fijo de la contaminación establecido por el gobierno. Si la fijación de precios es correcta, todas las externalidades se capturan en el precio (aunque sea difícil). Sin embargo, no es rentable y no hay visibilidad sobre la cantidad de la reducción, es el mercado el que decide cuánto se reduce.

Por su parte, el esquema cap-and-trade determina la cantidad de emisiones permitidas, controlando las reducciones. Además, permite que el mercado decida el precio al facilitar el comercio de asignaciones de carbono. Este sistema ofrece un volumen fijo de emisiones permitidas y el mercado establece el precio. No obstante, definir el cap (la cantidad) es crucial pero difícil, los factores del mercado influencian el precio y los costes de reducción pueden exceder los beneficios estimados de la reducción.

Aunque existen muchas iniciativas fiscales sobre el carbono (35 para ser exactos), un esquema cap-and-trade es preferible a menudo en un contexto internacional (29 iniciativas a día de hoy). Europa ya implementó el esquema cap-and-trade en 2008, el Sistema Europeo de Comercio de Emisiones (ETS de la UE), y, tras afrontar dificultades iniciales significativas, este esquema ha evolucionado progresivamente hacia un sistema sólido.

El ETS de la UE asegura que todas las asignaciones de carbono disponibles se puedan comerciar en el mercado. Esto significa que las naciones contaminantes pueden tanto comprar permisos para emitir carbono como invertir en reducciones de emisiones. Pero este sistema no es perfecto, ya que las asignaciones libres se asignan para evitar riesgos de «fugas de carbono». Afortunadamente, la reducción de la UE de estas asignaciones libres para 2025 y un impuesto fronterizo al carbono debería limitar esta situación en el futuro.

  1. En Europa, las compañías de servicios públicos deben obligatoriamente comprar créditos de carbono para usar combustibles fósiles.
     
  2. Los altos precios de la electricidad son en su mayoría el resultado del incremento de los precios del gas, debido a la escasez. De hecho, solo 1/5 de la subida del precio de la electricidad está ligado al ETS de la UE.
     
  3. Debido al incremento del precio del gas, estas empresas están volviendo al uso del carbón cada vez más, subiendo también el precio de las asignaciones del ETS de la UE.

A su vez, el aumento del precio del gas agita el debate con relación al impacto social de subir los precios del carbono. Debería considerarse también el malestar social potencial, alimentado por el retraso excesivo, repentino y extremo de las acciones con respecto a la fijación de precios del carbono.

Por su parte, un mecanismo de fijación de precios del carbono global ofrecerá probablemente un campo de juego de mayor nivel, que atrae cada vez más partidarios, debido a la ambición de la UE de implementar sistemas transfronterizos de fijación de precios del carbono. Durante la COP26 se espera que se amplíe el Artículo 6 del Acuerdo de París, que sentará las bases de tal mercado de carbono internacional.

Si queremos limitar el calentamiento global a 1,5°C, necesitamos reducir significativamente la emisión anual de emisiones de carbono. Solamente un esquema cap-and-trade permite controlar los volúmenes de emisiones aceptables, y necesita estar alineado con el presupuesto del carbono global disponible y reflejado justamente en las Contribuciones Determinadas Nacionales (NDCs). Lo cual podría requerir un mercado internacional.

Según el Artículo 6 del Acuerdo de París, las negociaciones en los mercados de carbono internacionales son un elemento clave en las negociaciones de la COP26. Este debate será un desafío, ya que el mundo lleva intentando durante décadas establecer un mercado internacional. Tan solo necesitamos un mercado de carbono creíble, seguro e íntegro, ligado a las cada vez más ambiciosas NDCs. El cap es clave. Además, el sistema necesita tener como resultado reducciones de las emisiones tangibles a través de un sistema/mercado de comercio, caracterizado por (entre otros) adicionalidad, verificación, justicia social y sin contar doble.

Tribuna de Gerrit Dubois, especialista en inversión responsable de DPAM

Good COP or bad COP?*

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Pixabay CC0 Public DomainImagen de Catherine ALARD. BMO Global Asset Management

Los líderes mundiales se reúnen en Glasgow hasta el 12 de noviembre para las negociaciones climáticas de la COP26, la 26ª reunión anual de la conferencia de las partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

Durante la COP21, celebrada en París en 2015, se firmó el Acuerdo de París, y los países se comprometieron a presentar planes nacionales y acordaron un ciclo de revisión quinquenal para actualizar estos programas, de ahí que la COP26 se esté celebrando para comprobar los progresos realizados con dichos compromisos y plazos.

La reunión COP26 tiene cuatro objetivos formales:

  • Garantizar las emisiones netas cero para mediados de siglo y mantener al alcance la meta de no superar un aumento de 1,5 grados centígrados de temperatura.
  • Adaptarse para proteger las comunidades y los hábitats naturales.
  • Movilizar la financiación.
  • Trabajar juntos para conseguir los objetivos fijados.

En su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas el mes pasado, el primer ministro británico, Boris Johnson, dio más detalles sobre las prioridades del Reino Unido como país que preside la COP26, y estableció cuatro áreas clave de acción: carbón, coches, financiación y árboles.

Cerrar la brecha en torno al objetivo de 1,5 grados

A nivel mundial existe una gran brecha entre los objetivos de emisiones de los países y los recortes necesarios para limitar el aumento de la temperatura a 1,5 grados. Reino Unido se comprometió a reducir las emisiones en un 68% respecto a los niveles de 1990;  la UE asume un objetivo del 55%, y Estados Unidos un recorte del 50-52% respecto a los niveles de 2005.

Sin embargo, en el momento de redactar este informe, seguimos esperando los planes actualizados del principal y del tercer mayor emisor del mundo: China e India. El plan actual de China es alcanzar el máximo de emisiones de carbono en 2030 y llegar a cero en 2060. Los negociadores esperan que este país pueda sin embargo adelantar estas fechas.

También se debatirá el «Artículo 6», una cláusula del Acuerdo de París que permite el comercio de emisiones entre países.

Comprometerse a eliminar progresivamente la energía procedente del carbón

El carbón es, con diferencia, el combustible fósil que más afecta al clima. Los países del G7 se comprometieron en junio a mejorar las tecnologías y las políticas para abandonar el carbón y a poner fin a la financiación gubernamental de la energía procedente del carbón tanto nacional como extranjera. Un total de 41 gobiernos apoyan ya la Powering Past Coal Alliance, que pide la eliminación total de la energía del carbón para 2030 en los países desarrollados y en 2050 para las economías emergentes. Sin embargo, sigue siendo un área difícil para países como China e India, que continúan dependiendo en gran medida de este combustible.

Cumplir con los 100.000 millones de dólares anuales de financiación para el clima

En 2009, los países desarrollados se comprometieron a movilizar 100.000 millones de dólares anuales de financiación para el clima hasta 2020, con el fin de atender las necesidades de transición de los países en desarrollo. Sin embargo, los detalles de la implementación eran vagos y los avances han sido lentos. La última estimación de la OCDE sugiere que la cifra era inferior a 80.000 millones de dólares en 2019.

Cabe esperar que se inicien las negociaciones sobre el siguiente paso después de que se cumpla el objetivo de los 100.000 millones de dólares. El coste de la adaptación al cambio climático para los países en desarrollo aumentará a 140.000-300.000 millones de dólares en 2030 y las necesidades de inversiones en energías limpias ascenderán a billones.

Todos los coches nuevos deberán ser de emisiones cero para 2040

El 60% de los coches nuevos que se vendan tendrían que ser eléctricos en 2030 para conseguir que la temperatura no aumente por encima de los 1,5 grados. Pero un análisis realizado a principios de este año sugiere que, en base a las estrategias actuales de la industria automotriz, sólo un 4% de los coches que se vendan a nivel mundial en 2025 serán eléctricos, y un 8%, híbridos.

Se necesitan normativas más estrictas para forzar el ritmo del cambio, como la política del Reino Unido de eliminar progresivamente de la venta los coches nuevos de gasolina y diésel  para 2030, así como una rápida inversión en infraestructura de recarga.

Detener e invertir la pérdida de árboles y biodiversidad para 2030

Dos países clave en este sentido son Brasil e Indonesia, que albergan dos de las mayores zonas forestales del mundo. Ambos se han enfrentado a importantes obstáculos políticos, sociales y económicos para reducir la deforestación, con la tasa anual de Brasil alcanzando su máximo histórico en el último año.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, la tasa de deforestación mundial ha disminuido en las últimas tres décadas, pero seguimos perdiendo unos 10 millones de hectáreas de bosques al año, frente a los 16 millones de la década de 1990, siendo la conversión a usos agrícolas la principal causa.

Lo que sí podemos decir es que la COP26 ha logrado catalizar la acción del sector privado. De acuerdo con la campaña Race to Zero de la ONU, más de 3.000 empresas y más de 170 inversores se han propuesto tener emisiones netas cero de carbono para 2050, a más tardar. BMO Global Asset Management es una de estas instituciones, como firmante fundador de la Net Zero Asset Managers Initiative.
 

Columna de Vicki Bakhshi, directora y experta en estrategia climática en el equipo de Inversión Responsable de BMO

*»Poli bueno, poli malo», en inglés
 

Hablemos de riesgo

El valor de las inversiones y los ingresos derivados de ellas pueden subir y bajar de igual manera, por lo que podría darse el caso de que los inversores no recuperasen la cantidad original invertida.

Los puntos de vista y las opiniones reflejadas en esta columna pertenecen a BMO Global Asset Managment y, como tales, no deben entenderse de manera expresa como recomendaciones o solicitudes de compra o venta de empresas que puedan ser mencionadas. 

La información, opiniones, estimaciones y previsiones descritas en esta columna proceden de fuentes consideradas fiables, pudiendo cambiar en cualquier momento.

COP26: ¿cómo pueden contribuir las gestoras de activos?

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COP 26
Pixabay CC0 Public Domain. COP26: ¿cómo pueden contribuir las gestoras de activos?

«Hemos recorrido un largo camino, pero nos queda mucho por recorrer», fue la aleccionadora conclusión del ex presidente estadounidense Barack Obama al final de la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático de 2009.

Doce años después, este podría seguir siendo el lema de la 26ª Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático, la COP26. Al menos esta conferencia recibirá probablemente más atención que sus predecesoras. Los efectos del cambio climático son cada vez más visibles: incendios forestales, desastres por inundaciones, récords de calor. 

En consecuencia, las expectativas para la actual conferencia sobre el clima son altas. Sin embargo, no hay que olvidar que la COP26 es sólo una parte -aunque importante- del camino hacia un mejor diálogo medioambiental. Son previsibles numerosos anuncios sobre los compromisos voluntarios, la contextualización de las trayectorias climáticas de cada país y los debates sobre la definición de las emisiones netas cero. Además, es probable que se reconsidere el déficit de financiación estimado para alcanzar los objetivos climáticos y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) más amplios de la ONU. Al fin y al cabo, un objetivo clave de la COP26 es movilizar la financiación mundial para combatir el cambio climático

Un resultado muy positivo -pero alcanzable- sería que las principales naciones desarrolladas se pusieran de acuerdo sobre los principales indicadores clave, las metodologías y los marcos en los que coordinar la acción para reducir las emisiones de CO2 y limitar el aumento de la temperatura global. El verdadero trabajo, sin embargo, vendrá después de la COP26 en la aplicación práctica de sus recomendaciones. La financiación de la transición a una economía baja en carbono requerirá un enorme capital que debe movilizarse y canalizarse hacia las inversiones adecuadas. Además, muchas empresas necesitan un apoyo activo en sus caminos específicos hacia la neutralidad climática. 

El sector de la gestión de activos puede ayudar. En primer lugar, vamos a ver cómo se consigue el capital necesario. La reorientación de los flujos financieros internacionales para promover los objetivos climáticos globales es de vital importancia. En este contexto, es muy alentador que cada vez más «propietarios de activos» -es decir, grandes inversores de capital como fondos soberanos y grupos de seguros- se sumen a iniciativas para integrar los aspectos climáticos en su estrategia de inversión o para orientar sus inversiones hacia el objetivo de la neutralidad climática para 2050. Un ejemplo es el One Planet Sovereign Wealth Fund Framework, una red de 43 fondos soberanos con un total de activos gestionados de más de 36 billones de dólares. O la Alianza de Propietarios de Activos ‘Net-Zero’, de la que es miembro Allianz, que comprende 49 inversores institucionales con carteras de inversión de más de siete billones de dólares. Los gestores de activos también están demostrando su aportación en las redes correspondientes a estas iniciativas. Este año, por ejemplo, Allianz Global Investors se unió tanto a la Iniciativa de Gestores de Activos ‘Net Zero’, que ahora comprende 128 gestoras con un volumen de 43 billones de dólares bajo gestión, como a la Iniciativa de Gestores de Activos One Planet, que apoya al mencionado grupo de fondos soberanos.

La creación de nuevas oportunidades de inversión, en particular las inversiones de impacto y los fondos temáticos de los ODS, alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, es igualmente importante para la orientación climáticamente neutra de las carteras existentes. Se trata de segmentos relativamente jóvenes y comparativamente pequeños, pero ambos están disfrutando de un fuerte crecimiento del interés de los inversores. Para los inversores, su objetivo es crear un valor múltiple: combinar un rendimiento medioambiental y/o social con un rendimiento financiero. AllianzGI ha ampliado considerablemente su oferta en este sentido en los últimos años. Estos productos permiten a los inversores no sólo aspirar a un rendimiento competitivo en el mercado con sus inversiones, sino también hacer el bien de forma alineada con sus valores.

Pero los gestores de activos pueden hacer aún más. El deber fiduciario de un gestor de activos de velar activamente por las empresas en las que invierte funciona tanto en mercados cotizados como no cotizados. Esto significa, por ejemplo, acompañarlas en el establecimiento y la aplicación de estrategias de descarbonización adecuadas y desafiarlas cuando sea necesario. En algunos casos, esto puede significar incluso poner fin a las inversiones si no se adoptan medidas creíbles y efectivas o si no hay un progreso consistente en las vías climáticas individuales

AllianzGI ha establecido un nuevo enfoque de compromiso para este propósito en 2021: Diálogo climático con resultados. A través de esta estrategia, AllianzGI entabla un diálogo constructivo con cada uno de los diez mayores emisores de CO2 a nivel de cada fondo para trabajar juntos en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Los objetivos de reducción de las emisiones pueden vincularse, por ejemplo, a la remuneración del consejo de administración.

En un compromiso de este tipo, es importante tener claro lo que significa realmente las emisiones netas cero. Los informes de cero emisiones netas distinguen entre tres categorías de emisiones. El alcance 1 sólo incluye las emisiones procedentes de fuentes que son propiedad o están controladas por la empresa. El alcance 2 incluye las emisiones indirectas procedentes de la generación de energía utilizada por la empresa. El alcance 3 es el más completo: esta categoría incluye también las emisiones indirectas que se producen en todas las fases anteriores y posteriores de la cadena de valor. Dado que estas emisiones de alcance 3 representan una proporción significativa de las emisiones totales en muchas industrias, AllianzGI anima activamente a todas las empresas a desarrollar y aplicar políticas y prácticas para un objetivo de cero emisiones netas que cubra todas las emisiones. Esta es la única manera de garantizar que, a largo plazo, el resultado final sea la emisión de cero gases perjudiciales para el clima en la atmósfera.

Durante la pandemia de coronavirus, la comunidad mundial demostró de lo que es capaz al unirse. Tal vez sea presuntuoso esperar un avance igual de rápido en la lucha contra el cambio climático. Sin embargo, dado que cada vez hay más actores en todo el mundo dispuestos a avanzar juntos en la dirección correcta, una señal correspondiente de la COP26 -no sólo a través de declaraciones conjuntas de intenciones, sino también de objetivos concretos y procesables- sería un avance bienvenido. El sector de la gestión de activos está dispuesto a ayudar.

Tribuna de Matt Christensen, responsable global de Sostenibilidad e Inversión de Impacto de Allianz GI.

Dentro de la transición hacia una energía ecológica, es preciso poner el foco en los motores tecnológicos a largo plazo

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Un grupo de molinos eléctricos marinos.
Pixabay CC0 Public Domain. "Dentro de la transición hacia una energía ecológica, es preciso poner el foco en los motores tecnológicos a largo plazo"

De acuerdo con muchos expertos, el hidrógeno es el petróleo del futuro. En 2050, el mercado mundial podría alcanzar un volumen de ventas de hasta 2,5 billones de dólares, según cálculos de la consultora McKinsey. Además de la reducción de las emisiones, los principales motores a largo plazo son el aumento de la demanda mundial de energía generada de forma sostenible y la transición hacia una economía circular. Esta tendencia está acelerándose aún más gracias a los gobiernos, que han anunciado un programa de estímulos económicos verdes, al tiempo que se redoblan los esfuerzos en el marco del Acuerdo de París.

En 2020, una clara reevaluación de las acciones expuestas al hidrógeno provocó un fuerte aumento de sus cotizaciones. Desde comienzos de año, la euforia se ha enfriado otra vez. En general, nos encontramos apenas al inicio de esta transición energética «verde» y el hidrógeno «verde» está experimentando un fuerte auge gracias a los reguladores. El hidrógeno es clave en sectores de la economía donde, de otro modo, las emisiones son difíciles de reducir. Además, la electricidad verde de bajo coste y el aumento de las economías de escala en la industria están teniendo un efecto reductor en los costes. Por otro lado, el sector seguirá dependiendo mucho de las subvenciones durante la primera mitad de esta década, lo que en general se traduce en un nivel de volatilidad nada desdeñable.

La construcción y explotación de edificios desempeña un papel clave

Fijándonos en los diferentes subsectores, vemos que la demanda de paneles solares y turbinas eólicas terrestres sigue creciendo con los avances tecnológicos, tanto en los mercados actuales como nuevos, y que la competencia está aumentando. Ese es el motor real de la electrificación de la economía mundial, pero también es la clave para alcanzar emisiones cero en el futuro. Actualmente, el 80 % de la energía sigue generándose con combustibles fósiles, mientras que en 2050 alrededor del 80% de la energía procederá de electricidad generada a partir de fuentes renovables.

La eficiencia energética también es importante. Esto se manifiesta especialmente en tres sectores como el transporte, la industria y la construcción. El sector de la construcción es el más atractivo actualmente y se ve favorecido claramente por sus interesantes valoraciones. Además, las perspectivas de crecimiento están mejorando a la vista de los programas de inversión en infraestructuras que se esperan en la UE y EE. UU. con el fin de estimular la economía después de la pandemia y, al mismo tiempo, reducir las emisiones. La construcción y explotación de edificios, responsables de entre el 30 % y el 40 % del consumo energético final en el mundo y de las emisiones de CO2 relacionadas con la energía, desempeñará un papel crucial.

Destacado: almacenamiento de electricidad

Por último, pero no menos importante, la energía eólica marina probablemente crezca con fuerza también, ya que este sector avanzará hasta un punto en el que podrá competir en costes sin subvenciones con la energía solar y la eólica terrestre. Además, el almacenamiento energético parece que brindará oportunidades, ya que en el futuro se necesitarán grandes cantidades de baterías tanto para electrificar el transporte como para dar cobertura a las redes eléctricas. A la vista de la fuerte competencia en volúmenes con escasos puntos diferenciadores y el hecho de que la tecnología de baterías sigue planteando riesgos, lo cierto es que actualmente las oportunidades de inversión no son muy atractivas. Sin embargo, los inversores no deben perder de vista este tema.

El DNB Fund – Renewable Energy selecciona empresas cuyos servicios y tecnologías ayudan a reducir las emisiones en todo el mundo. Para entrar en la cartera, las empresas deben demostrar que los esfuerzos de reducción de las emisiones son un motor clave de su negocio. Cuando evalúa una empresa, el equipo de gestión tiene en cuenta las emisiones en toda la cadena de valor.

También deben contar con un equipo directivo consolidado y un gobierno corporativo sobresaliente. Por último, idealmente deberían mostrar una buena dinámica, además de potencial de revalorización bursátil. DNB Asset Management puso en marcha esta estrategia en 1989 y considera que se ha demostrado que la mejor forma de generar alfa de forma sostenida es a través de un enfoque ascendente centrado en la valoración.

Por ejemplo, una posición que el año pasado recibió por tercer año consecutivo la mayor calificación posible (tres estrellas) que concede la asociación sectorial Forum for Sustainable Investments (FNG, por sus iniciales en alemán) es Wartsila. Esta empresa es líder mundial es soluciones sostenibles para el sector marítimo. Al mismo tiempo, ofrece soluciones de almacenamiento y equilibrado de cargas al sector energético. Por ejemplo, Wartsila suministra motores de alta eficiencia para el sector marítimo. Estos se caracterizan por admitir diferentes combustibles (incluido el hidrógeno). Eso será crucial cuando se empiece a encargar la próxima generación de barcos.

 

Tribuna de Christian Rom, miembro del equipo de gestión de carteras de la estrategia de energías renovables de DNB.