Inflación, tecno-socialismo y rinocerontes grises

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El actual ejercicio une las incertidumbres de cada nuevo año al inexplorado camino de salida de una pandemia global. Recientemente, en una distendida conversación, me hablaron de la analista política Michele Wucker que publicó en 2016 el libro The grey rhin: How to recognize and act on the obvious danger we ignore. Su tesis principal consiste en que de forma análoga a la famosa existencia de cisnes negros (eventos prácticamente imposibles de predecir), también hay rinocerontes grises, que son amenazas perfectamente identificables que vienen en nuestra dirección, y que a causa de la inercia y la conveniencia preferimos no ver. Esta tesis refleja, en mi opinión, la actual encrucijada a la que nos enfrentamos.

En el momento actual existen dos amenazas identificadas y nos enfrentamos a ellas con un exceso de confianza: el repunte de la inflación tras la crisis pandémica y la situación en China después del éxito económico de los últimos cuarenta años.

La tranquilidad de los mercados de renta fija, basada en la firme convicción de los bancos centrales del carácter transitorio del repunte de la inflación, recoge este exceso de confianza comentada. Sin duda existen factores coyunturales muy comentados y que los bancos centrales se encargan de recordarnos. Ahora bien, considerar la situación prepandemia como de equilibrio es cuando menos aventurado. La Reserva Federal norteamericana se encontraba en un proceso de reversión de la política monetaria expansiva que inició en 2008 para combatir la gran crisis financiera global, pero sin duda no había terminado; y Europa no había iniciado prácticamente esta tarea. Los activos financieros que más se pueden ver afectados por un incremento de la inflación, los tipos de interés a largo plazo, llevan más de una década enfrentándose al riesgo de deflación, y todavía actualmente su valor es solo compatible con una situación de ausencia de inflación y bajo crecimiento. Un claro exponente son los actuales tipos de interés reales negativos que son artificialmente bajos por los programas de compras de los bancos centrales.

Con la finalidad de reflexionar sobre la situación actual en China y tras tener la oportunidad de conocer a Claudio F. González que acaba de publicar su libro El gran Sueño de China. Tecno-socialismo y capitalismo de Estado, publicado en editorial Tecnos este mismo año 2021, desde Olea Gestión decidimos organizar un coloquio con nuestros clientes para tener una visión local de lo que está pasando. Los aspectos que destacaría desde un punto de vista estructural son que China tiene un plan con objetivos cualitativos y cuantitativos para alcanzar un nivel de PIB per cápita equivalente a la media de los países desarrollados en 2049. El denominado modelo tecno-socialista se basa en la estabilidad social, la meritocracia y el desarrollo económico. El modelo permite la convivencia de los medios de producción privados con la planificación, y tiene como piedra angular la utilización de los avances tecnológicos como el análisis de datos y la inteligencia artificial entre otros.

En este contexto, las incertidumbres que han quedado de manifiesto durante los últimos meses y a las que nos enfrentamos para que China alcance el objetivo enunciado serían, en primer lugar, el inicio de una crisis inmobiliaria de magnitud equivalente a la vivida en España en 2008, cuyo alcance es difícil de valorar debido a la posibilidad de gestionar de forma diferencial la misma desde una economía planificada. En segundo lugar, y con mayores repercusiones internacionales, se encuentra la transformación del modelo productivo que ha exportado deflación al resto del mundo en una gran economía que se está convirtiendo en un gran cliente del resto del mundo.

Finalmente, siempre me viene bien recordarme a mí mismo que mi trabajo como gestor a partir de estas reflexiones no es predecir ni cuantificar estos movimientos, sino desarrollar una estrategia de inversiones dentro de nuestro fondo que se adapte de la forma más eficiente a un mundo en permanente cambio de acuerdo con nuestro mandato de rentabilidad y riesgo.

 

Tribuna de Rafael Peña, fundador y gestor de Olea Gestión, SGIIC.

Apuntes sobre la Morningstar Investment Conference Madrid 2021

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Foto cedida. morningstar

En nuestra Conferencia Morningstar de este año hemos intentado no sólo recoger las ideas y opiniones de los mejores gestores de fondos, sino que también hemos querido abordar asuntos relacionados con la economía china, que están directamente relacionados con la gestión de inversiones.

Así, Alicia García-Herrero, economista jefe para Asia Pacífica en el banco de inversión francés Natixi, hablará sobre los objetivos de política china, que están cambiando radicalmente tras salir muy fuerte del COVID. También comentaremos el asunto de Evergrande, como uno de los eventos que apuntan a las consecuencias sistémicas del cambio de modelo en China.

Analizaremos igualmente el papel de los activos privados, como el capital privado y el capital riesgo, que solían recibir poca atención del público. Sin embargo, en los últimos años, este paradigma ha cambiado drásticamente. Esta sesión se analizará con un analista de PitchBook, Nizar Tarhuni.

Un aspecto cada vez más presente en la industria financiera es el de la sostenibilidad y más concretamente, sobre el Plan de Acción de Finanzas Sostenibles de la UE, tema del que hablará Mael Lagadec, Sustainalitycs.

En una era pospandemia, tenemos un sesión en la que analizaremos las consecuencias de la crisis del COVID-19 en la solvencia de los bancos y del sistema bancario español. En este sentido, comentaremos el impacto positivo los medidas estatales y regulatorias de apoyo durante la pandemia, y analizaremos los principales retos y riesgos que todavía existen en el sistema bancario español derivados de la crisis del COVID-19, esta temática será tratada por Pablo Manzano, Vice-President en el departamento Europeo de Instituciones Financieras de DBRS Morningstar.

Tendremos también un panel en el que abordaremos los fondos temáticos, en el que contaremos con la presencia de Jose Zárate, Associate Director del equipo de análisis de fondos pasivos europeos en Morningstar. En esta presentación explicaremos cómo ha evolucionado este mercado y daremos una guía de buenas prácticas para ayudarnos en el proceso de selección de estos fondos.

Centrándonos ahora en las mesas redondas este año contaremos con dos paneles. El  primer panel estará centrado en gestores españoles y reunirá a Jaume Puig, CEO & CIO de GVC; Ricardo Seixas, Director de Renta Variable Iberia en Bestinver; Ana Besada, Senior Fund Manager en Caixabank Asset Management y a Miriam Fernández, Responsable ASG y gestora de fondos de inversión y pensiones en Ibercaja Gestión.

En el último panel contamos con la presencia de selectores de fondos como José María Martínez-Sanjuan, Director Global de Selección de Fondos en Santander Private Banking; Salomé Bouzas, Mutual Funds Analyst and Portoflio Manager en Tressis y Toni Conde, Directora de Gestión de Activos en Renta 4.

Para registrarse en la conferencia siga este enlace.

Tribuna de Fernando Luque, Senior Financial Editor para Morningstar Spain. 

Participación activa frente a exclusión en los mercados públicos

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Pixabay CC0 Public DomainOliver Plattner. Oliver Plattner

En los últimos años, la atención prestada a la sostenibilidad ha aumentado de forma considerable tanto en el sector de la inversión como en el mundo corporativo. Uno de los posibles motivos es el reconocimiento de que los horizontes de inversión se han vuelto demasiado cortos. Es algo que podemos medir empíricamente: En la década de 1960, el periodo medio de tenencia de los valores cotizados en la Bolsa de Nueva York era de siete años, mientras que en la actualidad ronda los seis meses (1). También podemos observarlo de forma anecdótica: Vemos una y otra vez una obsesión con los resultados trimestrales. Sin embargo, lo que suceda en los próximos seis meses, por ejemplo, apenas tendrá nada que ver con la sostenibilidad, la cual se relaciona con la inversión a largo plazo. También preocupa cada vez más que el comportamiento inmediato de las empresas, puede que alentado por los inversores con un enfoque a corto plazo, esté creando —o al menos agravando— las tensiones sociales o medioambientales que amenazan con dañar el propio sistema en el que operamos. No se trata de una preocupación meramente altruista, también es por interés propio. Si no prestamos atención a la salud del ecosistema, nuestro lugar en este se vuelve más vulnerable. Nos convertimos en pájaros que forran sus nidos con plumas, mientras ignoramos el incendio forestal que amenaza con devorarlos. Por tanto, como inversores en los mercados cotizados, ¿cuál es la mejor forma para contribuir a lograr un futuro más sostenible?

¿Es la exclusión la respuesta?

La respuesta implícita a esa pregunta —si nos atenemos a la observación del fuerte auge que han experimentado en los últimos años los fondos de temática ambiental, social y de gobierno corporativo (ASG)— es construyendo una cartera que contenga únicamente «buenas» empresas con unos perfiles ESG excelentes, excluyendo todo lo demás. En realidad, no se trata de una mala estrategia. Parece cobrar sentido que las empresas que abordan las necesidades sociales y medioambientales reales deban, en igualdad de condiciones, tener mejores oportunidades a largo plazo que aquellas que provocan daños a las personas o al planeta. No obstante, la igualdad de condiciones ha de ser total. Si una empresa se dedica a «hacer el bien», pero mientras tanto se muestra incapaz de lograr un crecimiento sostenido de los beneficios porque carece de una ventaja competitiva perdurable, probablemente no resulte una buena inversión. E incluso si tiene una ventaja competitiva duradera, si usted invierte en ella cuando presenta una valoración estratosférica, cabe presumir que las rentabilidades resultarán decepcionantes.

Hay muchas empresas, subsectores e incluso sectores enteros en el universo de inversión en los que los inversores habituales con un enfoque ASG consideran cada vez más que no merece la pena invertir. Entre ellos figuran empresas de actividades «pecaminosas», compañías con malos indicadores ASG y negocios de otros sectores controvertidos. Entre las actividades de las acciones «pecaminosas» suelen estar el alcohol, el tabaco, los juegos de azar, las relacionadas con el sexo y la fabricación de armas. Hay una corriente de pensamiento que sugiere que simplemente deberíamos incluir esas empresas en una lista negra, si bien esto plantea la cuestión del impacto o la creación de valor social. ¿Acaso se crea valor excluyendo a una empresa de una cartera? ¿Tendría su exclusión el impacto en la vida real que esperan los inversores conscientes de los factores ASG? En nuestra opinión, probablemente no, sobre todo en los mercados cotizados, donde la venta de un valor implica necesariamente la existencia de un comprador en el mercado abierto. Enseñamos a nuestros hijos que los problemas no se resuelven con ignorarlos ni tampoco se resuelven por sí solos. En el mercado cotizado, las exclusiones o desinversiones trasladan el problema a otra persona, por lo que supone renunciar a la responsabilidad, en lugar de ejercerla.

La exclusión y el coste de capital

Quienes abogan por las exclusiones señalan que descartar empresas aumenta su coste de capital. A primera vista, resulta un argumento tentador. Reviste lógica que los mercados de capital castiguen a las empresas nada sostenibles por medio de un mecanismo de fijación de precios y, en efecto, en el pasado los inversores llevaban a algunas empresas ante la justicia (o a la cordura), pero ¿resulta convincente este argumento actualmente? En los mercados cotizados grandes y líquidos en los que opera la mayor parte del universo de inversión, creemos que no, por tres motivos sencillos:

  1. Puede que la «pacificación» del capital socave la capacidad del mercado de capital en general para ejercer un nivel de presión coherente.
  2. Actualmente, a las empresas les resulta fácil y barato obtener capital, por lo que cabe esperar que el impacto de restringir el capital de inversión en un ámbito sea mínimo.
  3. De forma bastante sorprendente, no conocemos ninguna evidencia de que apoyar la tesis de la exclusión de empresas afecte a su coste de capital o incentive la clase de comportamiento de la cúpula directiva que busca el inversor excluyente.

Participación activa: un factor de cambio

¿Qué pueden hacer los inversores conscientes de la sostenibilidad? Es muy sencillo: participar de forma proactiva como gestores responsables del capital. Utilizar el poder de los mercados de capital como palanca de Arquímedes para alcanzar el punto de apalancamiento en el que podamos mover el mundo. Hemos de conocer nuestros límites: no debemos autoengañarnos con que entendemos a nuestras empresas mejor que las personas que las dirigen. Sin embargo, debemos dejar claro cuáles son nuestras prioridades. Esperamos que las empresas se gestionen para crear valor a largo plazo, no para maximizar beneficios a corto plazo. Esperamos que presten la debida atención a factores sociales y medioambientales que podrían tener un coste financiero importante en algún momento futuro. Y si la participación activa constructiva no da resultados, ejerceremos nuestra facultad de voto para imponer la cuestión. La participación activa y la delegación de voto están pensados para funcionar en conjunto. A diferencia de la participación activa por sí sola, la delegación de voto puede ofrecer una imagen cuantificable del ánimo de los inversores y forzar la aprobación de acuerdos vinculantes a empresas que no cooperen con los inversores.

Aunque muchos inversores activistas actúan con contundencia en sus estrategias de participación activa, el auge de las organizaciones colectivas se ha debido a algunas de las mayores gestoras de activos y propietarios de activos. La participación activa colectiva ofrece a accionistas grandes y pequeños una voz potente para comunicarse e influir en el cambio. Creemos que el trabajo conjunto mejora la eficiencia del proceso de participación activa y alienta el discurso productivo de los asuntos en cuestión. En general, la participación activa colectiva puede dar lugar a interacciones más eficaces y razonables que pueden impulsar el cambio en la economía real.

¿Qué sucede con la deuda?

Cuando se piensa en la titularidad activa, a menudo se tiene en mente la renta variable. Ahora bien, ¿qué pasa con la renta fija, especialmente los inversores en bonos con vencimientos a largo plazo? En nuestra opinión, aunque existe una tensión sana entre los titulares de bonos y los accionistas en algunos aspectos, como la asignación del capital, ambos quieren que los prestatarios gestionen de forma eficaz las cuestiones ASG a largo plazo que podrían perjudicar a los flujos de caja futuros, así como a su capacidad para pagar la deuda y devolver el capital. Para ayudar a garantizar la rentabilidad a largo plazo del bono y la empresa, consideramos que los inversores en renta fija deben adoptar una mentalidad de propiedad, igual que la de los inversores en renta variable, para promover un diálogo eficaz e influir en la empresa. La aplicación de un filtro negativo acaba con esa oportunidad.

Conclusión

La mayoría de los inversores comparten una meta común: generar rentabilidades ajustadas al riesgo sólidas y duraderas. Como gestores de inversión, es nuestra obligación y deber fiduciario comportarnos como propietarios a largo plazo al invertir los activos de nuestros clientes. Para nosotros, las políticas excluyentes limitan nuestra eficacia y no nos ayudan a alcanzar este objetivo para nuestros clientes. Creemos que unas prácticas consideradas de participación activa y delegación de voto son cruciales para promover una creación de valor y un crecimiento económico sostenibles. Tengan en cuenta que un enfoque de inversión sostenible no garantiza unos resultados positivos y que todas las inversiones, incluidas las que integran factores ASG en el proceso de inversión, conllevan un cierto nivel de riesgo, lo que incluye la posible pérdida del importe principal invertido.

 

Tribuna de Barnaby Wiener, director de gestión responsable, buenas prácticas y sostenibilidad, y Vishal Hindocha, director general en la estrategia de sostenibilidad de MFS Investment Management

 

Anotaciones:

(1) Reuters, https://www.reuters.com/article/us-health-coronavirus-short-termism-anal/buy-sell-repeat-no-room-for-hold-in-whipsawingmarkets-idUSKBN24Z0XZ.

 

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¿Estanflación?

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Pixabay CC0 Public Domain. mundo

Las pérdidas de producción y el aumento de los costes de las materias primas, la energía y la logística están frenando el crecimiento económico y podrían provocar un aumento de las quiebras entre las empresas con bajos ingresos. Los mercados emergentes, como el de la India y Camboya, también sufren cada vez más la escasez de energía y un drástico aumento en los precios. Más del 50% de la producción energética se basa en el carbón, cuyo precio se ha disparado.

El desarrollo de nuevos yacimientos lleva mucho tiempo y no es algo políticamente deseado. Los inventarios están vacíos y, además de afectar a la economía de la región, la escasez de energía que se prevé agravaría los problemas de la cadena de suministro mundial.

El punto en que estas pérdidas pueden compensarse con precios más altos depende de la estructura económica. Los exportadores netos de energía y materias primas (por ejemplo, Rusia) tienen actualmente una posición aventajada sobre aquellos importadores netos (por ejemplo, Alemania). Es probable que China, hambriento de energía y materias primas, también sufra un descenso del crecimiento. En septiembre se produjo el primer descenso del sector manufacturero desde el comienzo de la pandemia, debido a las pérdidas de producción causadas por la escasez de electricidad en muchas partes del país.

También hay indicios de crisis en el mercado inmobiliario chino, donde las dificultades del mayor promotor inmobiliario de China, Evergrande, están provocando malestar. La empresa tiene más de 250.000 millones de euros en pasivos, de los que los bonos y los préstamos bancarios representan alrededor del 30%. La mayor parte corresponde a pasivos con clientes y proveedores, es decir, empresas de construcción. Es una práctica habitual que los compradores de inmuebles realicen pagos por adelantado por propiedades que aún están en construcción. Por lo tanto, una quiebra de la empresa no sólo afectaría a los accionistas, a los obligacionistas y a los bancos prestamistas, sino también a los compradores de inmuebles y a los proveedores. La situación podría ser especialmente precaria si los precios inmobiliarios cayeran a gran escala, causando así dificultades a otras empresas inmobiliarias. Dada la gran importancia del sector inmobiliario, que según los economistas Kenneth Rogoff y Yuanchen Yang aporta el 29% de la producción económica de China, y los activos inmobiliarios que representan alrededor de dos tercios del total de activos de los hogares chinos, un desplome de los precios tendría graves consecuencias para la economía china.

Sin embargo, la crisis también revela la debilidad estructural de la economía china. Las inversiones financiadas con créditos en torres residenciales improductivas hicieron crecer fuertemente la deuda de los hogares privados e inflaron los balances de los bancos. Desde la crisis financiera de 2008, la deuda total (hogares, empresas y gobierno) ha crecido significativamente más rápido que la tasa de crecimiento de la economía.

Fuente Flossbach von Storch

Por cada yuan adicional de crecimiento, hay que incurrir en más y más yuanes de deuda. Este modelo ha llegado a su límite. El gobierno chino es consciente de ello y el llamamiento de Xi Jinping a «esforzarse por un crecimiento real y no excesivo» puede tomarse como una indicación de que otras áreas de la economía, como el consumo y la inversión en tecnología, tendrán prioridad en el futuro.

Es probable que el caso Evergrande sea también un ejemplo del problema generalizado del riesgo moral, ya que no se espera un rescate de todos los grupos de interés. En última instancia, los bancos estatales chinos colaborarán con el banco central y el gobierno para gestionar la crisis de forma que se evite el malestar social con el fin de mantener la legitimidad de los dirigentes. Los accionistas y los tenedores de bonos probablemente se irán con las manos vacías. Sin embargo, es exagerado comparar esta situación con la quiebra de Lehman Brothers y la posterior crisis financiera, ya que prácticamente no hay préstamos con partes en el extranjero. No obstante, la esperada desaceleración del mercado inmobiliario chino también tendrá un efecto negativo en el crecimiento económico mundial.

Sin embargo, dado el fuerte crecimiento de Estados Unidos, sería pronto para hablar de «estanflación» mundial. Este término, acuñado en los años setenta, describe la combinación simultánea de la caída o estancamiento de la producción económica y el aumento de los precios. En aquella época, un embargo petrolero por parte de los exportadores árabes hizo que el precio del petróleo pasara de 3 a 12 dólares en un año. La inflación ascendió al 12% en Estados Unidos en 1974, mientras que el crecimiento real fue de menos 0,5% y se mantuvo por debajo de cero en 1975.

Fuente Flossbach von Storch

Aunque la situación actual no es comparable con la de los años setenta, podría establecerse un nuevo régimen de inflación si el bache inflacionista se prolonga en el tiempo y genera mayores expectativas de inflación.

Los denominados efectos de segunda ronda, en particular las mayores exigencias salariales en la futura negociación colectiva desempeñarán un papel en este sentido. Incluso si el bache de inflación ya ha retrocedido de nuevo para entonces, los sindicatos no se limitarán a olvidar el aumento de la inflación de este año, sino que exigirán una compensación adicional. Esto aumentaría la base de la inflación.

También hay factores estructurales que probablemente conduzcan a un mayor nivel de inflación a largo plazo: la desglobalización, la descarbonización y la demografía.

  • Desglobalización: Los problemas de la cadena de suministro están haciendo que las empresas distribuyan sus instalaciones de producción de manera más amplia y, en algunos casos, las renacionalicen. Sin embargo, optar por la resiliencia en lugar de la eficiencia también aumenta los costes.
  • Descarbonización: La protección del clima no es gratuita. Así se pretende políticamente. Además de aumentar considerablemente los precios del CO2, lo que repercutirá directamente en los bolsillos de los consumidores (electricidad, gasolina, gas natural), la transición energética también aumentará los costes de producción, lo que indirectamente se traducirá en un aumento de los precios al consumo.
  • Demografía: Los Baby Boomers se jubilarán en los próximos años, lo que agravará la ya notable escasez de trabajadores cualificados. Esto hará que aumenten los costes.

El aumento de los precios de la energía y las materias primas, los problemas de la cadena de suministro y la escasez de microchips hizo que la inflación aumentara bruscamente en el tercer trimestre. Hasta ahora, esto se estaba interpretando como un cambio temporal en verano, pero esta percepción ha cambiado en las últimas semanas, después de que el precio del petróleo, el gas y la electricidad alcanzara niveles cada vez más altos. La perspectiva de un prolongado período de alta inflación está alimentando los temores de que esto también podría indicar el próximo final del período de tipos de interés bajos.

 

Tribuna de Bert Flossbach, cofundador de Flossbach von Storch.

Inversión de impacto: ¿hacia dónde vamos?

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Pixabay CC0 Public DomainImagen de Joshua Choate. abrdn

La inversión de impacto, que antes era una solución de inversión de nicho, es cada vez más popular. En este artículo, miramos al futuro y a las oportunidades que potencialmente nos esperan.

Empecemos con un resumen rápido. En general, hemos asistido a una creciente concienciación sobre el potencial impacto económico de los riesgos medioambientales y sociales. De hecho, el informe anual de riesgos del Foro Económico Mundial para 2020 ha sido claro en este sentido. Incluía una encuesta sobre los riesgos mundiales percibidos como los más probables y los más perjudiciales. En la última década, los riesgos económicos, como las burbujas de activos, han sido superados por los riesgos medioambientales. Y, por primera vez, los problemas relacionados con el clima dominaron los cinco riesgos más probables a largo plazo.

En el informe de 2021, las preocupaciones relacionadas con el COVID-19 entraron comprensiblemente en los cinco primeros puestos. No obstante, los riesgos relacionados con las condiciones meteorológicas extremas y la pérdida de biodiversidad siguieron ocupando un lugar destacado.

Además, cada vez se reconoce más que los riesgos medioambientales y sociales están intrínsecamente ligados a los problemas económicos. Esta vinculación se ha reflejado en los mercados financieros, que en los últimos años han hecho que el concepto de ESG deje de ser un ejercicio de selección de casillas y se convierta en un enfoque de inversión generalizado.

A medida que un mayor número de empresas valora cómo los riesgos medioambientales y sociales pueden traducirse en graves sanciones legales o en pérdidas de clientes, también se ha producido un cambio notable hacia inversiones más «verdes» y empresas consideradas líderes en ESG. En muchos casos, esto está impulsando las valoraciones.

¿Estamos ante una burbuja ESG?

Si comparamos los factores ESG con otros temas seculares anteriores, estos factores están todavía en una fase bastante temprana en términos de «territorio de burbuja» en relación con las burbujas de las «puntocom» o de la vivienda en EE.UU.. Además, el apoyo político tangible respalda las expectativas de demanda. Según un análisis de Bloomberg New Energy Finance, las 50 principales economías del mundo están invirtiendo 583.000 millones de dólares para impulsar los esfuerzos ecológicos.

Esto nos hace ser optimistas con la idea de que los factores ESG no están en terreno de burbuja. Por el contrario, creemos que hay un cambio fundamental en la forma en que el mercado percibe los riesgos ESG y recompensa las oportunidades ESG.

Invertir para impactar

Creemos que la inversión de impacto va más allá de la mera inversión responsable. Ello se debe a que su objetivo es obtener resultados medioambientales y/o sociales positivos junto con un rendimiento financiero. Consideramos que al asignar capital para abordar problemas medioambientales o sociales importantes, las empresas que ofrecen soluciones a estas necesidades desatendidas están aprovechando una demanda insatisfecha. Para los inversores, esto ofrece el atractivo de un doble resultado potencial: un impacto positivo medible junto con un rendimiento potencialmente sostenible.

A lo largo de los años, hemos asistido a un incremento de los esfuerzos del sector para promover la inversión de impacto. Esto incluye el trabajo del PRI (Principios para la Inversión Responsable), la Red Global de Inversión de Impacto, Bridges Ventures y muchos otros. Estos esfuerzos por educar y crear un lenguaje común están empezando a dar sus frutos. Y el mercado es cada vez más consciente de que, si bien cuestiones como el cambio climático constituyen riesgos importantes, también son oportunidades.

Esto ha provocado un aumento de la demanda y de la entrada de capital, especialmente en el sector de la renta variable, donde la inversión de impacto está más consolidada.

Creemos que las tendencias ESG que hemos visto en los últimos cuatro años se acelerarán.

Buscando generar retornos sostenibles

En nuestra opinión, la inversión de impacto es una fuente potencial de alfa. Además, creemos que las tendencias ESG que hemos visto en los últimos cuatro años se acelerarán. No sólo porque la inversión ESG es lo «correcto», sino porque existe un incentivo financiero importante. Esto incluye la regulación, los cambios en los patrones de consumo o la evolución de la industria para responder proactivamente a los riesgos sociales y medioambientales a los que nos enfrentamos.

Además, las cifras respaldan esta opinión. Tomemos, por ejemplo, la encuesta de inversores de la Red Global de Inversión de Impacto 2020. Este análisis incorpora las opiniones de casi 300 inversores de impacto líderes que gestionan colectivamente más de 400.000 millones de dólares en activos de inversión de impacto. De los encuestados, el 88% dijo que los retornos financieros estaban en línea o por encima de las expectativas.

Medida por medida

Con todo, siguen existiendo obstáculos. Dos de los más acuciantes son la medición y la presentación de informes, y la forma en que éstos varían entre las distintas clases de activos.

En el caso de la renta variable cotizada, las inversiones se dirigen a empresas cuyos productos o servicios contribuyen a un cambio positivo, ya sea medioambiental o social. En comparación con los mercados privados o los «bonos verdes», los inversores tienen menos poder de decisión sobre los parámetros de impacto a los que se apunta y sobre los que se informa. Más bien, dependen completamente de la divulgación de la empresa y de su compromiso regular.

Además, no hay consenso sobre cómo medir e informar sobre el impacto. Esto significa que diferentes estrategias de impacto cuentan con diferentes métricas de impacto. Las compañías a menudo se quedan cortas con los datos que proporcionan. Por eso creemos que el sector debe normalizar la información y pedir mejores datos, no necesariamente más.

Estamos ante una gran oportunidad. Mientras que los inversores de impacto del mercado privado suelen ejercer más influencia o control sobre la estrategia de una inversión, la inversión de impacto en acciones cotizadas puede cuestionar y cambiar la forma de pensar y de comportarse de las empresas. Las reuniones periódicas con los equipos directivos, las opiniones constantes y el voto activo ayudan a mejorar la información, a exigir responsabilidades a las compañías y a lograr el cambio.

Activo frente a pasivo

Una de las grandes preguntas en torno a la inversión de impacto es si se debe adoptar un enfoque activo o pasivo.

Para nosotros, la respuesta es clara. La inversión de impacto no sólo pretende evitar daños y beneficiar a las partes interesadas, sino que también busca contribuir a proporcionar soluciones positivas. Por lo tanto, el nivel de análisis requerido no puede hacerse de forma pasiva.

La inversión de impacto en cualquier activo requiere un análisis profundo de los problemas globales y la identificación de posibles soluciones. También implica un seguimiento continuo de la inversión, tanto desde el punto de vista financiero como para garantizar el cumplimiento de los hitos de impacto. La medición sólida del impacto es vital, así como la consideración detallada de la desinversión ética.

El compromiso activo es también una parte crucial de cualquier estrategia de impacto. Creemos que esto incluye animar a las empresas que cotizan en bolsa a mejorar su gobernanza o su enfoque de las cuestiones medioambientales y sociales. Y la gestión activa ayuda a los inversores a utilizar el poder de voto en las asambleas generales para ejercer su influencia.

Conclusiones

A medida que el panorama cambia, el sector de la inversión está mejor preparado para adoptar la inversión de impacto y para reconocer que las empresas que aportan soluciones a diferentes riesgos mundiales tienen la oportunidad de obtener beneficios. Siguen existiendo retos, pero, a medida que el mundo trata de abordarlos de manera significativa, creemos que la inversión de impacto se consolidará como una de las piedras angulares de la inversión sostenible. 

Columna de Sarah Norris, Investment Director de abrdn

Los activos alternativos y el chip que debemos cambiar 

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Decir que los alternativos ganarán relevancia dentro de las carteras de inversión en los próximos años, es descubrir, de manera tardía, que el agua moja. Por ejemplo, un informe elaborado semanas atrás por Goldman Sachs, daba cuenta de que los grandes family offices del mundo destinan un 45% de inversiones a activos alternativos, en los que el Private Equity representa un 24%, seguido por el sector inmobiliario, o Real Estate, con un 11%. El restante porcentaje se divide en crédito privado y bienes básicos, principalmente. Y próximamente veremos a los inversionistas retail salir a buscar de manera masiva activos que hasta el día de hoy no tienen mucha participación dentro de su portafolio.

No es de extrañar este viraje hacía estrategias de inversión menos tradicionales, teniendo en cuenta que una cartera de bonos, que en 1995 rentaba un 7.5%, hoy renta alrededor del 1%; por lo cual para lograr rentabilidades similares hoy en día a las obtenidas menos de 30 años atrás, se debe destinar cerca de la mitad de la cartera a inversiones “diferentes”.

Hay un precio que se debe pagar, sin lugar a dudas, y es el de la iliquidez de la mayoría de estas estrategias (y una volatilidad agregada de la cartera que es mucho mayor, sin duda), ya que a diferencia de los bonos o las acciones, la mayoría de los vehículos alternativos cuentan con poca o nula liquidez en períodos de tiempo relativamente cortos, y este es quizá uno de los temas más complejos a tratar con los inversionistas del común, aquellos que vienen principalmente del mundo de los depósitos a término, los bonos o incluso las acciones.

El esfuerzo que va a tener que hacer la industria y los asesores financieros será significativo: pocos inversionistas entienden conceptos como los llamados y los compromisos de capital, la curva J, entre otros, muy propios del mundo del Private Equity que, como vimos, ya representa casi una cuarta parte del portafolio promedio de inversionistas ‘sofisticados’ como los family offices.

Los inversionistas entienden que las estrategias alternativas deben tener un tiempo para madurar, pero no logran compatibilizar sus expectativas de liquidez con la necesidad de dejar “amarrado” el dinero durante algún tiempo. Entonces, la industria no solo debe hacer un esfuerzo en temas educativos, sino que también lo debe hacer en los procesos propios de la gestión patrimonial, donde la revisión del allocation del portafolio deberá hacerse más recurrentemente y las necesidades del inversionista exploradas con mayor profundidad, no para hacer cambios drásticos de la cartera, sino justo para revisar y mantener la liquidez en cada momento, que compatibilice las necesidades del inversionista con los activos ilíquidos que contenga el portafolio.

Ahora bien, la siguiente parte son los vehículos propios de inversión de estos alternativos y en qué tipo de alternativo invertir. Si el mundo accionario es demasiado amplio, el de alternativos es casi que ilimitado, y eso aunque puede ser atractivo por la escogencia posible, puede convertirse en un dolor de cabeza para el inversionista que no cuente con el asesoramiento adecuado. Por querer aprovechar todas las oportunidades del mundo alternativo, se puede terminar teniendo un mix que no impacte positivamente el portafolio y que, por el contrario, termine perjudicándolo.

Así, los inversionistas serán ‘bombardeados’ por temas de acciones privadas, crédito privado, infraestructura, inmobiliario ―en todas sus formas, colores y sabores―, criptomonedas, bienes básicos, venture capital, etc…y todo le sonará atractivo, sin duda (principalmente, porque hay cosas muy atractivas en ese universo)…sin embargo, si empieza a poner un poco aquí y un poco allá, sin tener en consideración características, plazos, vehículos para invertir, impacto en las métricas financieras del portafolio, exposición al riesgo agregado que genera, por citar algunas, podría terminar afectando su cartera como un todo.

 Por ello, si bien las oportunidades alternativas son muchas y muy variadas, sí hay un trecho largo por recorrer aún, para que todos los inversionistas retail se puedan beneficiar del boom que se viene dando (¡y que se va a seguir presentando!) en el tema de alternativos. El papel de la industria en educación es clave, y el rol del asesor financiero será fundamental para que los inversionistas tomen las decisiones adecuadas. Los activos alternativos son el futuro de las inversiones, ¡no me cabe la menor duda!

 

Manuel Felipe García Ospina es vicepresidente Wealth Management de Skandia

 

 

El acuerdo Euroclear- MFEX: construyendo un nuevo líder en el mercado de fondos de inversión

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Pixabay CC0 Public DomainAcuerdo de fusión Euroclear/MFEX. Adquisición

A medida que las compañías de gestión de fondos tienen que lidiar con un incremento de la complejidad y los costes, hay una demanda creciente de un mecanismo eficiente de acceso a una red amplia de inversores finales en un mercado fragmentado. La industria de fondos de inversión es masiva, al estar impulsada por el crecimiento de los ETF, las inversiones ESG y el ahorro para la jubilación, pero en comparación con los mercados de activos sigue siendo bastante compleja y costosa de procesar. Esto se debe a la fragmentación de la industria de fondos en términos de redes de agentes de transferencia, por la gestión de los contratos de distribución con las diversas gestoras de fondos y por la creciente complejidad que supone tener que cumplir con la regulación. Al final, esto supone que los clientes cada vez externalizan más sus activades de procesamiento de fondos a infraestructuras del mercado, lo que pensamos que es el lugar natural para dar apoyo para el crecimiento del sector.

En respuesta a estas necesidades de los clientes, el proveedor de servicios post-trade Euroclear lanzó en marzo de 2021 una oferta para adquirir MFEX Group, una plataforma digital de distribución global de fondos cuyo propietario mayoritario era Nordic Capital. Consideramos que la combinación de la plataforma de distribución de MFEX con las operaciones post-trade de Euroclear a través del servicio FundSettle crean una oferta convincente tanto para distribuidores de fondos como para las gestoras de fondos.

En Euroclear nos hemos centrado en trading y custodia, aportando eficiencia operacional y escala, pero nos dimos cuenta de que existía una necesidad creciente de un modelo más holístico “end-to-end”, incluyendo la parte de distribución. En respuesta a esta demanda creciente, decidimos complementar nuestra oferta de fondos con servicios de distribución, pero dado que requiere tiempo desarrollar una red amplia de distribución, tomamos la decisión de comprar o asociarnos, lo que dio lugar a la adquisición de MFEX.

La operación se completó en septiembre de 2021, aportando un valor significativo a través de las sinergias de ingresos y expandiendo la oferta de servicios a los clientes al crear una nueva infraestructura de fondos en el mercado y un proveedor global líder en servicios de fondos. Al combinar nuestros servicios complementarios bajo la marca MFEX by Euroclear’, la nueva entidad está bien posicionada para maximizar las oportunidades de negocio en asociación con nuestros clientes.

Una operación con sinergias y valor añadido

FundSettle optimiza los procesos de back-office al ofrecer un punto de acceso sencillo a la gestión de órdenes, liquidaciones y servicio de activos, lo que da como resultado mayores eficiencias y un ahorro de costes. Al mismo tiempo, MFEX ofrece una solución de distribución de fondos completa para las gestoras. Por consiguiente, MFEX se beneficiará enormemente de las capacidades de trading y custodia de Euroclear, en combinación con su red de gestión de fondos.

Las características únicas de MFEX son extremadamente complementarias en relación con los servicios prestados a los clientes. Por un lado, Euroclear tiene actualmente un modelo muy escalable, con amplio alcance para inversores, mientras que MFEX es un campeón de la distribución, al haber establecido una red de más de 1.000 compañías de gestión de fondos. Tenemos una visión común sobre cómo vemos a la industria y la oportunidad para desarrollar una infraestructura abierta y neutral para el beneficio del mercado. Ambas compañías estamos muy alineadas en lo que queremos conseguir en términos de nuestra visión y hay un encaje cultural fuerte.

La adquisición es una progresión natural de una alianza desde un punto de vista interno, pero también desde el punto de vista del cliente, al proporcionar un único punto de entrada al tiempo que una oferta integrada de servicios, algo que están buscando los clientes.  

Se ha de tener en cuenta que la nuestra es una de las pocas industrias donde es posible crear un líder mundial en un periodo relativamente corto de tiempo, unos dos o tres años. Hemos identificado una serie de segmentos donde pensamos que existe una gran proyección de futuro para la nueva compañía, que exponemos a continuación.

 

Externalizando las infraestructuras del mercado

Pensamos que el futuro va a ser brillante para nuestro negocio. En los próximos años, los distribuidores de fundos continuarán externalizando a plataformas. En primer lugar, vemos que los distribuidores externalizarán servicios no clave, desde trading y custodia a optimización de procesamientos, y que los servicios de distribución reducirán su complejidad legal y regulatoria.

La segunda pata de crecimiento será con gestoras de fondos. A diferencia de los distribuidores, que requieren servicios estandarizados a un precio bajo, las gestoras están buscando activamente nuevos servicios que les ayuden a distribuir sus fondos, desarrollar su negocio en nuevos mercados y externalizar tareas no esenciales, mientras que mantienen el control sobre su distribución. En tercer lugar, creemos que habrá crecimiento en servicios dedicados que les apoyen en su desarrollo de negocio.

Incremento de la necesidad de análisis de datos

Tomar un acercamiento holístico para ayudar a las compañías de fondos de inversión a gestionar sus redes de distribución incluye asimismo la intermediación en la relación contractual, en la due dilligence y la gestión de datos de los fondos.

La demanda de análisis de datos seguirá creciendo… y Euroclear y MFEX cuentan con grandes cantidades de datos. Esto nos proporciona una oportunidad para industrializar la industria de fondos, que está rezagada respecto a los mercados de activos.

Las plataformas se están convirtiendo en mercados de servicios para diferentes participantes. En este entorno, después de la fusión MFEX y Euroclear seremos capaces de desarrollar servicios conjuntamente, pero también de operar como agregadores de servicios, al proporcionar un punto único de entrada al mercado.

Demanda de transparencia

Los clientes quieren saber quién está comprando sus productos y a través de qué canales. Debido a su tamaño y posición central, las infraestructuras de mercados juegan un papel clave al proporcionar transparencia a nivel del emisor. De aquí en adelante, será clave ser capaces de proporcionar análisis de datos que lleguen al nivel del inversor final.

Esto puede ser particularmente útil para una gestora que quiera lanzar una nueva estrategia. Por ejemplo, puede que quieran saber dónde, geográficamente, está la demanda inversora. Tras la fusión, Euroclear/MFEX será capaz de proporcionar un feedback concreto de esos tipos de campañas.

Otros servicios dedicados para clientes podrían ser la digitalización de compliance, la gestión de la incorporación de flujos de trabajo, proporcionar a los gestores un desglose más detallado de los activos subyacentes, o ayudar a los gestores de riesgo a gestionar la liquidez.

Y como los fondos ESG continúan creciendo, tener transparencia y conocimiento de los componentes subyacentes también será muy importantes. Uno de los problemas con la ESG es que se han producido numerosos ejemplos de “greenwashing”. Por tanto, los datos pueden jugar un gran papel aquí al resolver problemas como monitorizar la ESG y saber si los criterios son correctos. Los inversores querrán saber si una estrategia ESG ayudó a reducir la huella de carbono o el número de personas sintecho, o a mejorar la igualdad de género, pero los indicadores actuales de performance de los fondos ya no se miden solo en términos de retornos, y ese es un gran desafío para la industria porque no estamos acostumbrados a trabajar con ese tipo de datos.

 

Invirtiendo en gestión de activos, con Guinness AM

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Pixabay CC0 Public Domain. camino

Las compañías cíclicas, que se incluyen en el factor value, están declarando mayores incrementos de beneficios que las tecnológicas de crecimiento y hay que tener en cuenta que el factor value es barato en comparación con el factor de crecimiento.

Las compañías financieras representan el sector con mayor peso en el índice MSCI World Value y deberían beneficiarse de un mayor empinamiento de la curva de rendimiento, lo que aumentaría la rentabilidad de los bancos. Además, los tipos de interés a largo plazo deberían aumentar a medida que el crecimiento mundial se mantenga por encima de la tendencia, los temores de la variante delta se desvanezcan, la breve contracción se relaje y los bancos centrales comiencen a disminuir las compras de bonos.

En línea con las perspectivas del sector y su potencial de revalorización, la categoría sectorial VDOS de Financiero es la más rentable en el año (30,24%) y la segunda más rentable de todas las categorías, sólo por detrás de Renta Variable Internacional Emergentes Europa. De esta categoría de Financiero, con la mayor calificación de cinco estrellas de VDOS, el fondo más rentable es Guinness Global Money Mangers Fund con un 43,24% de revalorización en su la clase D de distribución en euros.

Invierte su cartera en empresas que ofrecen servicios de gestión financiera: principalmente gestión de activos, pero también gestión de patrimonios, Bolsas de valores, servicios de custodia y fiduciarios y otros proveedores de servicios especializados. Los activos para incluir en su cartera se seleccionan globalmente con el objetivo de invertir en 30 valores dentro del sector de servicios de gestión de la inversión (principalmente gestoras), ponderados por igual. Su estilo de inversión de mercado o blend dentro de este sector, pone el acento en encontrar valor.

La gestora cree que, a largo plazo, las empresas de gestión de activos pueden aumentar sus ganancias más rápido que los mercados de renta variable en general. Las empresas de gestión de activos de éxito pueden crecer muy rápidamente, particularmente en mercados alcistas. Sus características de rentabilidad-riesgo son especialmente atractivas desde el punto de vista de los accionistas, ya que tienden a requerir relativamente poco capital para crecer. La gestión de activos también es un sector global en crecimiento, con los activos bajo gestión aumentando más rápidamente que los mercados de renta variable subyacentes.

El equipo gestor está liderado por Will Riley, que se incorporó a Guinness AM en 2007 tras haber trabajado para PricewaterhouseCoopers desde el año 2000. Acreditado como Chartered Accountant desde 2003, se graduó en la universidad de Cambridge y tiene un máster en geografía.

También forma parte del equipo Tim Guinness, socio fundador de Guinness Asset Management y actual Presidente Ejecutivo de la gestora. Co-fundador de Guinness Flight Global Asset Management y, tras su adquisición por Investec, presidente de Investec Asset Management hasta el 2003, Se graduó en Ingeniería por la Universidad de Cambridge. Por último, Jamie Rosie se incorporó a Guinness en 2019 como analista y habiendo sido anteriormente gestor en Sustainable Ownership en RPMI Railpen hasta 2019 y analista temático en Berenberg hasta el 2016. Se graduó en Matemáticas en la universidad de Bath.

El proceso de inversión del fondo empieza con una selección top-down que tiene en cuenta los aspectos macroeconómicos de las distintas clases de activos. Pero tres cuartas partes de su proceso de inversión se basa en la selección bottom-up de compañías que ofrecen una valoración atractiva y están bien posicionadas para destacar por su comportamiento dentro del sector.

La selección comienza con un ranking de compañías en base a su calidad (retorno de flujos de caja sobre la inversión), valoración, sentimiento de mercado, y momentum respecto a sus competidoras. Las mejor posicionadas en ese ranking tendrán prioridad para la fase posterior de due diligence o análisis exhaustivo de la compañía que incluye un modelo de valoración, comparación con homólogas del sector y análisis de métricas tradicionales de valor.

Las mayores posiciones en la cartera del fondo son Blackstone (4,80%), KKR&Co (4,80%), Nasdaq Inc (4,20%), BlackRock In (4,10%) y Liontrust (4%). En cuanto a las temáticas, el fondo tiene más exposición en las compañías de gestión activa con mayor active share (23%), las de valor tradicional (18%), de gestión alternativa (14,10%), gestión de patrimonios (13,80%) y gestión pasiva (ETF/ distribución pasiva) (8%).

Con un patrimonio bajo gestión de 15 millones de dólares (aproximadamente 12,92 millones de euros) la evolución del fondo por rentabilidad lo sitúa entre los mejores de su categoría, en el primer quintil, durante 2017, 2019 y 2021, batiendo al índice de su categoría en 2020. A tres años su volatilidad es de 31,43%, reduciéndose hasta el 14,25% a un año, posicionándose entre los mejores de su categoría por este concepto, en el quintil cinco. También a un año registra una ratio Sharpe de 4,99 y un tracking error, respecto al índice de su categoría, del 12,31%. La inversión mínima requerida para suscribir la clase D de distribución en euros de este fondo es de 100.000 euros, aplicando a sus partícipes una comisión fija del 1%. Dispone también de una clase C en euros de acumulación, con un requerimiento de inversión mínima de 1.000 euros y una comisión fija del 1,50%.

La estrategia del fondo se basa en buscar compañías de calidad dentro de un segmento de amplio crecimiento en los últimos años y poco endeudadas, frente a otros segmentos del sector financiero más regulados. Dicha estrategia se beneficia de unos niveles elevados de remuneración al accionariado, gracias a sus fuertes niveles de flujos de caja que permiten a su vez una alta rentabilidad por dividendo. También es un sector con una beta relativamente alta y, por tanto, cabe esperar que el fondo se comporte mejor que el mercado cuando éste tenga un comportamiento positivo.

En los últimos 20 años, los activos bajo gestión se han multiplicado por 15, creciendo muy por encima de lo que podía esperarse. Esa tendencia ha creado un entorno de inversión muy favorable, que el equipo gestor espera que continúe y que incluya entre las compañías ganadoras: 1) aquellas capaces de un mejor desempeño que sus índices de referencia pero con un alto porcentaje de active share 2) las que operan a bajo coste con productos fácilmente accesibles, como los ETFs, o que pueden operar con grandes economías de escala, maximizando el apalancamiento operativo 3) compañías de gestión alternativa como los fondos de capital privado u otros productos diferenciadores que permitan diversificar y 4) gestoras tradicionales que se beneficien del crecimiento en el pool de activos.

Su evolución por rentabilidad en los últimos tres años, respecto al resto de fondos de su categoría, y la volatilidad incurrida en el mismo periodo, hacen a Guinness Global Money Managers Fund merecedor de la calificación cinco estrellas de VDOS.

Tribuna de Paula Mercado, directora de ánalisis de VDOS.

El caso del “retorno absoluto” mientras el crecimiento se reactiva en medio de la pandemia

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Nash, M. (2021). El caso del “retorno absoluto” mientras el crecimiento se reactiva en medio de la pandemia, con Jupiter Asset Management. Funds Society AMÉRICAS, septiembre 2021 (nº28), págs. 23- 25.. Nash, M. (2021). El caso del “retorno absoluto” mientras el crecimiento se reactiva en medio de la pandemia, con Jupiter Asset Management. Funds Society AMÉRICAS, septiembre 2021 (nº28), págs. 23- 25.

El caso del “retorno absoluto” mientras el crecimiento se reactiva en medio de la pandemia, con Jupiter Asset Management

 

La época posterior a la crisis financiera estuvo marcada por el bajo crecimiento y la baja inflación, debido a los errores de los responsables políticos. El dominio de los bancos centrales en ese entorno resultó ser un gran apoyo para los activos financieros. En ese mundo de rendimientos decrecientes y baja volatilidad, los resultados económicos fueron pobres, ya que la liquidez de los bancos centrales fluyó directamente hacia los activos financieros.

A medida que la economía mundial se recupera de la pandemia, el panorama de la formulación de las políticas ha cambiado drásticamente. Es poco probable que el gasto fiscal desaparezca a corto plazo, ya que se están abordando los problemas de desigualdad y calentamiento global. Los bancos centrales seguirán prestando su apoyo, pero se quedarán en un segundo plano, mientras se aseguran de que los sistemas bancarios gozan de buena salud para apoyar la recuperación.

Este entorno reflacionario será mejor para la economía mundial y peor para los mercados de renta fija

Este entorno reflacionario será mejor para la economía mundial y peor para los mercados de renta fija. El mayor crecimiento y la inflación harán que los rendimientos aumenten, por lo que se necesitará un enfoque más de “rentabilidad absoluta” para lograr rendimientos positivos en el espacio de la renta fija. Se necesitarán fondos con la capacidad de tomar posiciones cortas, ya sea directamente o para inversiones de valor relativo, además la flexibilidad para invertir en todo el universo de la renta fija para encontrar rendimientos será esencial.

Una estrategia para todas las estaciones

Los fondos de rentabilidad absoluta suelen tratar de obtener rendimientos positivos en todos los entornos de mercado. No tienen un índice de referencia, por lo que deben medirse por la habilidad del gestor a través de su nivel de rentabilidad ajustada al riesgo. Esto incorpora la cantidad de rendimiento logrado en relación con la cantidad de riesgo utilizado para lograrlo.

Su objetivo es gestionar el ciclo para los inversores y suavizar los rendimientos a medida que este avanza, superando los resultados en un mercado bajista, aunque a menudo serán inferiores en un mercado alcista. A menudo se incorporan métodos de protección contra las caídas para lograr este objetivo clave. Suelen tener una gran flexibilidad y aprovechan al máximo la diversificación, evitando los juegos de mercado puramente direccionales para lograr una baja correlación con los mercados más amplios. Suelen ser poco restrictivas y utilizar plenamente los derivados para conseguirlo.

Las estrategias de rentabilidad absoluta suelen utilizar un análisis fundamental top-down para identificar el entorno macroeconómico y proporcionar un marco para su estrategia principal

Las estrategias de rentabilidad absoluta suelen utilizar un análisis fundamental top-down para identificar el entorno macroeconómico y proporcionar un marco para su estrategia principal. Sin embargo, centrarse únicamente en un enfoque fundamental de la inversión ya no es suficiente para obtener mejores resultados en los mercados financieros modernos. El análisis macroeconómico ascendente, un enfoque más técnico que implica el estudio de los mecanismos individuales del mercado, es cada vez más común. Dado el crecimiento del tamaño de los mercados en la última década, éstos pueden repetir a menudo en la historia y ser impulsores clave de las clases de activos más amplios y potencialmente impactar directamente en los fundamentos económicos. Esto ha sido fundamental para obtener mejores resultados en los últimos…

Puede acceder al artículo completo, publicado en la revista de Funds Society de septiembre 2021, a través de este link.

COP26: un encuentro decisivo para acelerar la reducción de las emisiones

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Fredrika Carlsson Glasgow COP26
Pixabay CC0 Public DomainFredrika Carlsson. Fredrika Carlsson

La COP26 brinda a los gobiernos una oportunidad perentoria para dar un fuerte impulso a la transición hacia un mundo con bajas emisiones de carbono y encontrar formas mejores y más rápidas de mitigar el impacto del ser humano sobre el clima y la naturaleza. Concretamente, constituye una oportunidad para acelerar lo que sabemos que funciona: infraestructuras renovables, poner precio a las emisiones de carbono, regulaciones específicas para cada sector y normas de ámbito mundial.

También es una oportunidad para avanzar con decisión en lo que necesitamos que funcione: almacenamiento barato y escalable para los días sin producción de energías renovables, el hidrógeno como alternativa para el transporte pesado y la industria, y convencer a los consumidores para que cambien su forma de comprar, comer, conducir, invertir sus ahorros y calentar su casa.

Es necesario poner precio a las emisiones de carbono para alcanzar la neutralidad y llegar aún más lejos

Resulta difícil cuantificar qué coste tiene el dióxido de carbono para el planeta. Así pues, fijar un precio para el carbono que sea homogéneo en todo el mundo es un primer paso crucial que ayudará a integrar la descarbonización en la toma de decisiones de los políticos, las empresas, los inversores y los consumidores. De hecho, sin este sistema de «el que contamina, paga», será imposible reducir rápidamente las emisiones de carbono del mundo, y más aún superar la neutralidad para tener un saldo de carbono negativo. Por sí sola, la neutralidad en emisiones no impedirá que sigan subiendo los niveles absolutos de carbono, pese a que hoy en día se considera la forma más pragmática de limitar el calentamiento a 1,5 grados.

Más de 40 países ya han puesto precio de alguna forma a las emisiones de carbono. El régimen de comercio de emisiones (ETS) de la Unión Europea (UE), con sus 16 años de existencia, se amplió en 2021 junto con los impuestos al carbono en función de cada sector, mientras que el Reino Unido lanzó su propio sistema este año. China también ha lanzado un ETS, pese a seguir invirtiendo en nuevos proyectos de carbón. Algunos estados de EE.UU., como California y Washington, han puesto en marcha sistemas de limitación y comercio. Estos ejemplos son alentadores, pero será necesaria una mayor coordinación internacional —respaldada por las grandes potencias— para que los precios del carbono tengan un impacto real sobre las emisiones.

Los precios del carbono deben subir, a pesar de la inflación

Con un precio de alrededor de 3 dólares por tonelada, el precio internacional del carbono sigue siendo demasiado bajo para instigar un cambio y tiene que subir. Eso parece cada vez más probable. El FMI espera que los precios internacionales alcancen los 100 dólares por tonelada en 2030 (lo que podría ser incluso una estimación conservadora si la inflación se mantiene en niveles elevados) (1). En mayo, el precio del carbono en la UE alcanzó un récord de 50 dólares por tonelada en previsión de los impuestos al carbono, un 50% más que a comienzos de 2021, y desde entonces ha seguido subiendo, dado que el bloque trata de incorporar más sectores a sus marcos de precios del carbono (2).

Damos la bienvenida a estas subidas, hasta cierto punto. Si se producen de forma demasiado rápida y acusada, crearán presiones inflacionistas que podrían dañar la confianza en la transición energética. La reducción de las inversiones en combustibles fósiles también provocará presiones en los precios hasta que las energías limpias tengan más peso en el mix, algo que ya estamos viendo con el aumento de los precios del gas. Sin embargo, los costes de explotación en sectores como los suministros públicos están descendiendo espectacularmente a medida que se construyen nuevos activos renovables. Y los beneficios sociales y económicos de un mundo más limpio con menos contaminación atmosférica, menos vertidos de petroleros y mayor seguridad energética (con un menor riesgo de colas en las gasolineras) son obvios.

Muchas empresas ya cuentan con un mecanismo interno para el carbono y la última encuesta a analistas de Fidelity reveló que estos esperan que un tercio de las empresas que cubren adapten sus modelos de negocio durante los próximos tres años en previsión de un precio futuro del carbono. Tres cuartas partes de los analistas del sector energético de Fidelity creen que los precios del carbono serían la política más eficaz para ayudar a las empresas de sus sectores a alcanzar las cero emisiones netas.

Este liderazgo de las empresas debería dar a los gobiernos la confianza de que la COP26 es el sitio adecuado para diseñar un sistema internacional para las emisiones de carbono (3). Otras áreas en las que es vital alcanzar un acuerdo son el fin de las subvenciones a los combustibles fósiles y los incentivos a la electricidad de fuentes renovables, sobre todo en los mercados en desarrollo; e invertir en tecnologías vitales que todavía no se pueden desplegar plenamente, como las baterías y el hidrógeno.

Las tecnologías de la información tienen un papel protagonista en la transición. Pueden ayudar a la red a gestionar las cargas variables usando algoritmos. Pueden ayudar a los gobiernos, empresas y hogares a medir su huella de carbono, reduciéndola lo máximo posible y compensando lo que no se puede eliminar. Pueden mejorar la verificación de los datos y crear nuevos mercados de carbono. Pero no pueden resolverlo todo.

Se necesitan políticas coordinadas

Muchos sectores necesitarán intervenciones de las autoridades para llegar a las cero emisiones netas. Los inversores como Fidelity International pueden, y así lo hacen, dialogar activamente con las empresas en torno a la transición hacia un mundo con bajas emisiones de carbono. Tenemos objetivos de cero emisiones netas, invertimos en soluciones contra el cambio climático y estamos trabajando para reducir las emisiones dentro de nuestras carteras sin escurrir el bulto. Sin embargo, al final se necesitarán políticas coordinadas de las autoridades para hacer la transición con rapidez y escala, ya sea a través de legislación, incentivos, gasto público o una combinación de las tres.

Los mercados voluntarios para comerciar con carbono son un comienzo, pero los inversores necesitan reglas universales para medir las emisiones, así como una contabilidad climática y unos estándares de inversión reconocidos en todo el mundo, sobre todo para los bonos verdes. Los enfoques regionales no funcionarán, sobre todo en países donde existe una menor voluntad política para hacer la transición. Como decíamos, la COP26 brinda una oportunidad para hacer que este enfoque global sea una realidad.

Incorporar los precios del carbono a las carteras creará una hoja de ruta para otras materias primas «gratuitas», como el agua y la biodiversidad. Aunque esto podría tener un efecto inflacionista a corto y medio plazo, los costes para la vida y los medios de subsistencia derivados de la inacción serán infinitamente más caros. La década de 2020 será un periodo decisivo en el que la humanidad o bien actuará para preservar el planeta o bien se arriesga a sellar un destino muy diferente. La COP26 es una oportunidad para asegurarnos de que optamos por lo primero.

 

Tribuna de Andrew McCaferry, CIO global del área de gestión de activos de Fidelity International.

 

Anotaciones:

(1) Fuente: Bloomberg Green: Carbon Market Outlook: Bank of England Sees Prices Tripling With Push on Climate, Bloomberg; FMI: A Proposal to Scale Up Global Carbon Pricing, Blog del FMI

(2) Fuente: EU carbon price hits record €50 per tonne on route to climate target, EURACTIV.com

(3) Nota: Las negociaciones del artículo 6 (del Acuerdo de París) propician una oportunidad para crear un código mundial para los mercados de carbono

 

Nota: Este artículo se publicó originalmente en Business Times el 30 de octubre de 2021

 

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El valor de las inversiones y las rentas derivadas de ellas pueden bajar o subir y el inversor puede recibir menos de lo que invirtió inicialmente. Las rentabilidades pasadas no son un indicador fiable de los resultados futuros. Este documento tiene una finalidad exclusivamente informativa y está destinado exclusivamente a la persona o entidad a la que ha sido suministrado. Este documento no constituye una distribución, una oferta o una invitación para contratar los servicios de gestión de inversiones de Fidelity, o una oferta para comprar o vender o una invitación a una oferta de compra o venta de valores o productos de inversión. Fidelity no garantiza que los contenidos de este documento sean apropiados para su uso en todos los lugares o que las transacciones o servicios comentados estén disponibles o sean apropiados para su venta o uso en todas las jurisdicciones o países o por parte de todos los inversores o contrapartes. Se informa a los inversores de que las opiniones expresadas pueden no estar actualizadas y pueden haber sido tenidas ya en cuenta por Fidelity. Son válidas únicamente en la fecha indicada y están sujetas a cambio sin previo aviso. Este documento ha sido elaborado por Fidelity International. No puede reproducirse o difundirse a ninguna otra persona sin permiso expreso de Fidelity.

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