Bolsa Colombia y Dólar: ¿qué muestra la historia?

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Bolsa Colombia y Dólar: ¿qué muestra la historia?
Mattbuck. Bolsa Colombia y Dólar: ¿qué muestra la historia?

La historia de la última década de la Bolsa de Colombia y el dólar nos muestra una relación diciente: ha existido una tendencia inversa, y no es posible tener un alto precio de las acciones, con un dólar apreciado frente al peso. Esto quiere decir, o se tienen acciones altas o se tiene un dólar alto, pero las dos, simultáneamente, parece imposible.

La gráfica siguiente muestra esa relación, y cómo en momentos en los cuales alguna de las variables se desajustó, el tiempo tendió a corregirlo (esa variable generalmente fue el dólar, aunque a finales de 2010 y principio de 2011, la que estuvo desajustada fue el IGBC, y eso explica la caída posterior que tuvo). El desequilibrio más grande fue el de 2008, cuando era evidente que un dólar a $1.700 no era sostenible, y tenía que subir (incluso, de no haberse presentado el evento de Lehman Brothers, el dólar se hubiera ajustado, no tan alto como llegó, pero lo hubiera hecho).

 

 

En un momento en el cual la mayoría de analistas esperan una caída del precio del peso colombiano, la pregunta lógica que surge es si el índice IGBC puede seguir subiendo. La respuesta, observando la gráfica anterior, luce evidente: se está generando un nuevo desequilibrio, el cual tarde o temprano debe ser corregido. Si observamos con detenimiento, y suponiendo que el dólar llegue a $2.100; el IGBC debería, según esta relación histórica, ubicarse en niveles cercanos a los 12.000 puntos (o inferiores), relativamente lejos de los 13.650 puntos en los que se ubica actualmente.

Una pregunta lógica es cómo estar tan seguros de que en la tendencia actual es el IGBC la variable desajustada, y no el dólar? La respuesta es relativamente sencilla: las monedas emergentes se están depreciando frente al dólar norteamericano. En la medida que la FED termine sus estímulos y suba la tasa de interés (por allá en 2015), la valorización que vimos de monedas emergentes en los últimos años va a desaparecer. A los inversionistas más inquietos, les debe haber llamado la atención lo que viene sucediendo con monedas de otras latitudes, como la Rupia de Indonesia, la Rupia de India o la Lira turca, todas ellas altamente afectadas recientemente. Si es un inversionista más sofisticado, mire lo que pasa con las monedas de Ucrania, Kazajstán, o más cercanamente, Brasil. Comprobarán que es más fácil que el IGBC corrija a la baja; que todas las monedas del mundo emergente al unísono, al alza.

Una de las frases que vengo acuñando con los inversionistas con los que me siento a discutir estos temas, es que “así como nos quedamos esperando por 10 años un precio del dólar igual al de marzo de 2003, nos vamos a quedar esperando que el IGBC vuelva a los 16.000 puntos que rozó en octubre de 2010”. Para que vean lo que quiero decir, observen con atención la siguiente gráfica:

 

 

Es claro que aunque la tendencia sea decreciente, existirán algunos momentos en que el IGBC suba (así como el dólar subió); pero que el inversionista que quiera sacar provecho de la situación tiene que ser activo, y no sólo sentarse y esperar el largo plazo. No por lo menos en las acciones colombianas.

 

*Por favor tener en cuenta que: “Las opiniones aquí expresadas son a título personal y no reflejan necesariamente la posición de Skandia sobre los temas tratados”.

Más dinero, más desarrollo, más desafíos para invertir en América Latina

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Parece que fue hace mucho tiempo, pero tan solo sucedió hace 10 años. Un empresario latinoamericano, dueño de diversos negocios en la región, se encontraba en Nueva York agotado después de un día intenso de trabajo. Había estado negociando intensamente las condiciones de un acuerdo con inversionistas. Lejos de casa, cansado de tanto trabajo, comenzó a sentir la falta de algún entretenimiento.  Lo que sugirió a continuación, estuvo fuera de las normas aceptadas en los negocios.

Aunque particularmente pintoresco, este ejemplo de comportamiento profesional inapropiado se hace menos factible que ocurra hoy en día dando muestra del progreso en el intercambio y la inversión en América Latina a través de estrategias de private equity, fusiones y adquisiciones, entre otras. El cambio en el nivel de profesionalismo es parte del resultado de un ambiente de negocios en ebullición en países como Colombia, Perú y México.

El ascenso de varios países latinoamericanos en el mundo de las inversiones a través de los tratados de libre comercio ha refinado a todos los partícipes. Los negocios de familia y compañías locales, antes menos sofisticados, se comenzaron a tornar en maquinarias eficientes y objetos de inversión por parte de inversionistas globales. 

México, el segundo socio de comercio global más importante para los Estados Unidos, ha visto un éxito sorprendente en el área de private equity en los últimos dos años. De acuerdo con la Latin America Private Equity and Venture Capital Association, esto se vio enfatizado en el primer semestre del 2012 cuando hubo 228 millones de dólares en inversiones, lo cual fue un incremento exponencial de los 84 millones en la misma etapa en el 2011. Desde el 2011, el número total de negocios en el área de private equity en México se ha más que duplicado.

El año pasado en su reporte anual Doing Business, la International Finance Corporation (IFC por sus siglas en inglés)y el Banco Mundial  le otorgaron a Colombia el sexto lugar en la categoría de protección a los inversionistas. Aunque ningún país latinoamericano ha alcanzado una de las 30 primeras posiciones en la métrica de facilitación para hacer negocios; muchos de ellos han mejorado considerablemente en los últimos cinco años. Entre estos están Chile (40 a 33), Colombia (66 a 45) y México (62 a 43).

Impulsada por años récord en el 2010 y 2011, la actividad de fusiones y adquisiciones, se ha disparado vertiginosamente en América Latina. Los líderes en estas áreas, Brasil, México, Colombia y Chile han estimulado la explosión de transacciones en el segundo trimestre del 2012, lo cual sobrepasó los niveles antes de la recesión y alcanzó los $60 mil millones.

Con toda esta inversión, más compañías están buscando grupos de private equity que los ayuden a resolver problemas más complejos que el flujo de fondos. Estas empresas necesitan disminuir la deuda en sus balances, lograr una oferta pública, establecer alianzas estratégicas, crecer y finalmente terminar saliendo de la inversión. Éstas ven a los fondos de private equity como el medio para lograr sus fines estratégicos.

Aun así, las concepciones erróneas y obstáculos abundan. Algunas compañías todavía tienden a comparar capital con deuda, haciendo que las tasas de retorno de las firmas de private equity parezcan demasiado altas. Muchos accionistas temen perder control de sus compañías ante la entrada de nuevos socios, lo que da muestra de que persisten los malentendidos fundamentales sobre las diferencias entre inversores financieros e inversores estratégicos. En los mismos países, es difícil que equipos externos aprendan y entiendan las normas de un determinado país sin ayuda de consultores locales.

Y, por supuesto, existe otro obstáculo omnipresente que es la barrera idiomática y que ha estado presente desde el comienzo de los tiempos. Aunque muchos integrantes de grupos de private equity e inversionistas hablan adecuadamente en su segunda lengua, el contexto y significado puede perderse en la traducción, especialmente cuando se negocia a altos niveles.

Los directores de private equity tienen algunas reglas fundamentales que deben ser seguidas para tener éxito en América Latina. Deben concentrarse más en las reglas básicas de negocios y menos en índices como EBITDA. Deben tener empleados que hablen español y portugués y mantener una presencia física en los principales mercados. Las valoraciones deben estar atadas a resultados reales, no a  proyecciones irrealistas.

El potencial de inversión en América Latina antes un diamante en bruto y poco conocido está siendo pulido.  Todavía le quedan algunas aristas por limar.

                                                                            

 

 

Volatilidad en aumento: ¿Por qué? ¿Y cómo invertir?

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Volatilidad en aumento: ¿Por qué? ¿Y cómo invertir?
. Volatilidad en aumento: ¿Por qué? ¿Y cómo invertir?

Desciende abruptamente el precio de las acciones y de los bonos

Como venimos analizando durante las últimas semanas, parece haber aumentado la volatilidad desde las bajas registradas durante el verano, y ha aumentado la incertidumbre de los inversionistas. A pesar de que hubo ciertos aspectos positivos (como la confirmación de que, finalmente, se está expandiendo la economía de Europa después de seis trimestres de contracción), la atención de los inversionistas se centró la semana pasada en la creciente violencia en Egipto y en las preocupaciones de que la Reserva Federal se esté preparando para restringir su programa de compra de activos.

Durante la semana pasada, las acciones experimentaron sus peores pérdidas semanales en lo que va del año del año: el índice Dow Jones Industrial Average cayó un 2,2% hasta cerrar en 15.081, el índice S&P 500 disminuyó un 2,1% hasta cerrar en 1.655 y el índice Nasdaq Composite cayó un 1,6% hasta cerrar en 3.602. Los mercados de renta fija no quedaron inmunes a la volatilidad, ya que la rentabilidad de las letras del Tesoro experimentó su alza más importante desde junio (el precio se mueve en dirección opuesta a la rentabilidad). La rentabilidad de las letras del Tesoro de referencia a 10 años aumentó del 2,58% al 2,83%.

Aumentan los riesgos geopolíticos

Además del número de víctimas, la violencia y la conmoción política en Egipto han empezado a afectar la percepción de los inversionistas. La creciente violencia en ese país es un síntoma del aumento en la inestabilidad geopolítica que observamos en la mayor parte del Medio Oriente y el norte de África. A pesar de que es imposible predecir las consecuencias políticas, hay una cuestión clara: durante el año pasado, la inestabilidad ha generado alteraciones considerables en la producción de petróleo y en las exportaciones desde Irán, Irak, el sur de Sudán, Libia, Nigeria y Siria. A pesar de que está aumentando la producción energética en Norteamérica, la reducción en el suministro desde el Medio Oriente y África ayuda a explicar por qué el petróleo es uno de los pocos productos básicos que ha experimentado alzas de precio durante este año.

¿Empezará la desaceleración por parte de la Reserva Federal en septiembre?

Además del enfoque en los riesgos geopolíticos, los inversionistas siguen muy conscientes del momento y del alcance de cualquier cambio posible que se implemente en la política monetaria. La semana pasada, los datos económicos fueron mixtos (e incluyeron algunas lecturas débiles relacionadas con la manufactura y la producción industrial); sin embargo, los inversionistas se centraron en una cifra en particular: el informe semanal sobre solicitudes de seguro de desempleo, que fue más firme de lo esperado.

El motivo por el cual esta cifra tuvo una influencia tan abrumadora en la psicología de los inversionistas es que la Reserva Federal ha manifestado de manera elocuente que está muy centrada en las condiciones del mercado laboral. Los funcionarios de la Reserva Federal han sido bastantes coherentes en decir que, si sigue mejorando el mercado laboral al ritmo actual (aproximadamente 190.000 empleos nuevos por mes), es posible que la Reserva empiece a restringir la compra de activos (también conocida como “desaceleración”) durante este otoño, probablemente en la próxima reunión, que se llevará a cabo a mediados de septiembre. En este contexto, la cifra clave que debemos observar tendrá que ver con el informe de empleo de agosto, que se publicará el 6 de septiembre. Si coincide el crecimiento del empleo correspondiente a agosto con el ritmo reciente, es probable que el banco central empiece a disminuir sus compras de bonos durante el próximo mes.

Se debe considerar la reducción de la exposición a las áreas vulnerables del mercado

Entonces, ¿cómo afecta todo esto a los inversionistas? En primer lugar, diríamos que es probable que siga aumentando la volatilidad. Las valoraciones accionarias son razonables, aunque parece alta la sensación de inercia y crecen los riesgos generales.

Además de la decisión sobre desaceleración por parte de la Reserva Federal, en un futuro cercano, los inversionistas deberán lidiar con otra posible batalla relacionada con el presupuesto en Washington. La conclusión es que, en este entorno, creemos que los inversionistas deberán considerar reducir su exposición a las áreas del mercado bursátil que tienen valoraciones exageradas y a los activos que son vulnerables al aumento de las tasas de interés real.

En la primera categoría podemos incluir las acciones estadounidenses de baja capitalización y el sector de bienes discrecionales del consumidor. En la segunda categoría podemos incluir las letras del Tesoro a largo plazo, los valores del Tesoro protegidos contra la inflación (Treasury Inflation-Protected Securities, TIPS) y las áreas del mercado bursátil que se consideran representativas del mercado de bonos, como el sector de servicios públicos.

 

Mirando con lupa

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Mirando con lupa
. Mirando con lupa

Hemos vuelto a lo básico, ya dicho y confirmado por entidades como Goldman Sachs (la cual, quizá, tienen un peso de opinión mayor al mío; por eso, lo que decimos desde hace un mes, ahora sí se va a volver tema de discusión en los círculos de los analistas), sobre lo que debe ocurrir con las inversiones en Mercados Emergentes durante los próximos años: toca revisar con lupa quién es quién, los fundamentales que hay detrás, y las oportunidades que brinda cada uno. Esto era algo inevitable, pues en el nuevo ambiente económico, ya no todos somos tan llamativos como éramos hasta hace sólo unos meses.

Un reciente informe de GS precisamente mostró que durante los últimos años las correlaciones de las monedas emergentes con las desarrolladas han sido particularmente altas (entre 40% a 50%), cuando esa variable era alrededor del 10% antes de la crisis financiera. Pero más llamativo aún, es que en los últimos meses la correlación ha vuelto a bajar. Aunque se mantiene en más del doble de los niveles antes de la crisis financiera, ya está en cerca de la mitad de lo que tuvimos durante los últimos años, en la época de la “danza de los millones”.

En columnas recientes he hecho el llamado a los analistas a mirar con detalle variables como los déficit de cuenta corriente, el aumento en el endeudamiento gubernamental y empresarial (que lo llamo el apalancamiento emergente), y, en general, todas las variables de libro de texto que vuelven a ser altamente atractivas para el futuro.

Esto quiere decir que el lema de “invertir en países emergentes”, deja de ser cierto, y en vez de mirar el bosque, debemos mirar los árboles. ¿Quiere esto decir que debemos salir corriendo de los emergentes? La respuesta es no, pero ahora ya no los debemos empaquetar a todos en un solo grupo, sino empezar a mirar caso por caso específico. Esto, de forma lógica, demandará mayor tiempo de análisis (antes era solo invertir en el agregado, sentarse y esperar a que de retornos); mayores recursos para mirar en quién puedo confiar y en quién no.

Aunque he visto a muchos analistas positivos porque las economías emergentes ahora son más robustas, tienen mayores reservas internacionales y en muchos casos las prudencia fiscal ha sido la regla en los últimos años; las cifras que sigo tienen para mí una alta relevancia: el endeudamiento emergente se ha disparado (lo he dicho repetidamente en las últimas tres semanas); lo cual, unido a una baja tasa de interés en moneda fuerte, y por consiguiente a una posibilidad de fondos de cobertura de apalancamiento muy barato, están creando un “caldo de cultivo” perfecto para que, el que quiera especular contra un país emergente relativamente mal parado, lo puede hacer y lo puede obligar a doblegarse.

Candidatos, hay unos cuantos, y los analistas los identifican más que todo en Europa Central y en Asia; pero que quede claro, esto no implica salir corriendo de Asia, simplemente que, repito, se debe mirar caso por caso. Lo interesante de esto, es que ya todas las instancias empiezan a alinearse con la estrategia que hemos venido hablando recientemente, lo cual debe ser el trabajo de los analistas y asesores financieros en los próximos años.

Oportunidad inédita para Paraguay

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Oportunidad inédita para Paraguay
Horacio Cartes, presidente de Paraguay. Oportunidad inédita para Paraguay

Con una optimista perspectiva de crecimiento económico para este año (un 12,5%, según la Cepal; un 13%, según el Banco Central), Paraguay se prepara para estrenar un nuevo gobierno la semana que viene.

Retorna el viejo Partido Colorado (oficialmente, «Alianza Nacional Republicana»), que gobernó 60 años antes de caer, por vez primera, en 2008, frente a una coalición formada por su histórico rival, el Partido Liberal, y un candidato extrapartidario, el obispo Fernando Lugo, quien no terminó su mandato al ser depuesto por un juicio político en que el Parlamento se pronunció en su contra por abrumadora mayoría.

Los gobiernos del Mercosur (y luego la Unasur) reaccionaron apresuradamente ante el episodio y suspendieron a Paraguay de esos organismos. Calificaron de «golpe de Estado» lo que había sido un procedimiento constitucional, llevado a cabo por los poderes legítimos del Estado (Legislativo y Judicial). Predominaron la camaradería con el presidente «amigo», la simpatía por su presunto progresismo y la voluntad de hacer ingresar en el Mercosur a Venezuela por la ventana, eludiendo la negativa paraguaya. El atropello fue tan grosero que el propio presidente uruguayo, José Mujica, votante de todo, lo confesó paladinamente: «Lo político primó sobre lo jurídico».

La elección aportó un juicio inequívoco: los dos partidos que votaron la destitución de Lugo obtuvieron más del 90% de los votos, y los opuestos, todos sumados, no llegaron al 10%. El propio ex presidente resultó electo senador con un 9% de votos, adquiriendo así un estatus que en lo personal le es valioso, pero que en lo político desnuda la disminución de su respeto, luego de la nube de hijos naturales que le aparecieron como impensado fruto de sus tiempos de sacerdocio.

Desgraciadamente, el Mercosur sigue en su errática línea de conducción y, al tiempo que levanta la suspensión de Paraguay, confirma la presidencia pro témpore de Venezuela, hiriendo así -innecesariamente- a quien fue mal sancionado y no puede aceptar, lógicamente, la presidencia de un país cuya integración ni siquiera aprobó (y cuya membresía es de muy dudosa validez).

El retorno del coloradismo es juzgado por algunos como una deriva hacia el pasado autoritario de esa colectividad, que acompañó los 35 años de la tiranía de Stroessner. La historia reciente nos dice lo contrario. Ante todo, porque el fin de la dictadura lo provocó el mismo Partido Colorado, desde un ejército comandado por el general Andrés Rodríguez, quien destronó al anciano dictador, fue revalidado por el voto popular y condujo, luego, una abierta reinstitucionalización democrática.

El Partido Colorado que retorna al poder, entonces, es otro. Ha pasado por el llano y se ha recompuesto en él, preservando una organización que ha sido revalidada ahora sin el apoyo clientelístico de la administración. A su frente queda ahora un presidente que no tiene larga experiencia política ni tradición partidaria, pero que tampoco arrastra los pesados lastres del pasado. Sus primeros pasos han sido auspiciosos, pues ha consolidado una fuerte mayoría parlamentaria.

Horacio Cartes recibe un país que en los últimos años ha mostrado notables indicadores de crecimiento y vive un vigoroso tiempo de cambio. El año pasado fue negativo por los efectos de la sequía y de un brote de aftosa que afectó su exportación de carne, pero la emergencia ha pasado y se espera terminar el año igualando, o superando, el récord de 2010, en que un 13% de expansión del PBI le proyectó como excepcional a nivel mundial. La revolución sojera y el desarrollo ganadero lideran esta expansión, sustentada además en una fuerte reserva financiera y un clima de inversión creciente, que mira hacia la construcción, el turismo y la agroindustria. Digamos, simplemente, que hoy Paraguay ha superado a la Argentina en exportación de carne. Por estas razones, tanto en Brasil como en la Argentina y Uruguay crece el interés por invertir allí, retroalimentando esa expansión en curso.

Todo indica que los precios internacionales que han liderado el crecimiento sudamericano tendrán un aflojamiento, pero todavía con un nivel más que suficiente para sustentar un proceso de modernización como el que Paraguay requiere. Hay un ambiente internacional francamente optimista. Se trata ahora de que el nuevo gobierno preserve el clima de estabilidad, maneje su mayoría parlamentaria con sabiduría, trate de disminuir esas crispaciones tan propias de una política que aún arrastra años de enfrentamientos y no recaiga en el clientelismo y el caudillismo personalista. La situación pondrá a prueba el pragmatismo presidencial de exitoso empresario privado, que tendrá que manejarse en los vericuetos de una política compleja, con sus tiempos y exigencias. Su desafío intransferible es impedir que la política dañe la economía.

Paraguay arrastra una endémica pobreza. Con un 49%, supera largamente el promedio de América latina (28,87% de la población, según la Cepal). La habitual tentación es explotarla con un Estado prebendario, que suele dar alguna respuesta electoral rápida, pero compromete el futuro. El Estado no debe comprar conciencias ni atar al ciudadano a la dádiva. El reclamo público siempre exigirá resultados milagrosos. Se trata de racionalizarlo con avances realistas, acompasados al crecimiento económico.

La oportunidad es inédita. El viejo aislamiento paraguayo ha quedado en los libros. El nuevo presidente se enfrenta a una cita con la historia. Todo está dado, entonces, para un gran salto.

Columna de opinión de Rafael Fernández, director del Grupo Empersarial Arcallana, Fundador de URBA Inmobiliaria y Director de FLEX – Soluciones Financieras – Paraguay

 

¿Cómo afrontará Latinoamérica un parón súbito en la inversión?

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¿Cómo afrontará Latinoamérica un parón súbito en la inversión?
Wikimedia CommonsBy Hans Hillewaert. How Will Latin America Weather a “Sudden Stop” in Investment?

Desde mayo, se ha retirado más de un cuarto de la inversión internacional en fondos de mercados emergentes de los últimos cinco meses, según los datos más recientes de Emerging Portfolio Fund Research. Para las economías latinoamericanas, esto probablemente se traduzca en un menor crecimiento, pero en esta ocasión el impacto podría ser más suave.

El “parón súbito” que hemos visto en los flujos de inversión este año está típicamente asociado con casos de depreciación de las divisas, ampliación de los déficit por cuenta corriente y un menor crecimiento del PIB. En términos generales, estos síntomas están ahora presentes en América Latina. Las ventas recientes siguieron al anuncio de que la FED estaba considerando menores compras de bonos más adelante en el año. Sin embargo, la desaceleración en el crecimiento y el incremento en los déficit externos en la región comenzaron antes de eso, principalmente por un debilitamiento en la demanda externa de los bienes exportados y por la caída en los precios de las commodities ante un crecimiento global por debajo de potencial – con una preocupación especial por las perspectivas de demanda de China.

Episodios previos en los que el flujo de capitales se dio la vuelta, por ejemplo en 1994, generaron trastornos significativos en toda América Latina; provocaron una aguda contracción de la actividad económica doméstica y propiciaron la adopción de medidas de ajuste de urgencia y la concesión de créditos multilaterales y bilaterales para ayudar a algunos países a mantenerse al corriente en sus pagos externos. Esto ocurrió porque los países de la región estaban endeudados en divisas, y tras una corrección significativa en los tipos de cambio hizo falta un endurecimiento de la política fiscal para afrontar el servicio de la deuda. Es decir, el shock externo se amplificó a nivel interno.

En nuestra opinión, aunque el parón súbito en la inversión seguirá provocando una ralentización del crecimiento en la región, esta vez el impacto en las economías latinoamericanas será más suave. Es así porque ahora las condiciones macroeconómicas en la región son más sólidas. Vemos cinco diferencias importantes en relación a la situación de los noventa.

Primero, los déficits por cuenta corriente en general son menores. En segundo lugar, la situación fiscal es más fuerte, con algunos países que incluso gozan de superávit. En tercer lugar, las reservas de divisas extranjeras son mayores, tanto en términos absolutos como en relación al PIB, las importaciones o los pagos de deuda. La dos últimas diferencias son las más importantes: los tipos de cambio son ahora flexibles (ver gráfico),y el sector público en la mayoría de los países es acreedor neto del resto del mundo en divisa fuerte.

Así, los movimientos en las divisas van a servir de colchón parcial del shock externo, previniendo así una contracción más severa de la economía doméstica en los países con flexibilidad en el tipo de cambio. En nuestra opinión, esto también significa que la dinámica de los ajustes será diferente, ya que la depreciación no propiciará medidas fiscales indeseables pro-cíclicas. Por tanto, creemos que aunque las salidas de flujos provoquen un comportamiento macro más discreto, la mayor parte de los países de la región tienen fundamentos suficientemente sólidos para aguantar un shock externo.

El ajuste en los bonos probablemente resultará en una mayor diferenciación en función de su calidad crediticia. Así, existe una gran probabilidad de que los países con mejores fundamentales vayan a tener un mejor comportamiento durante los próximos trimestres. Favorecemos los países con menores déficits por cuenta corriente y menores desequilibrios fiscales; bajos pagos de deuda externa; y baja proporción de inversores extranjeros en valores domésticos. Seguimos creyendo que México es candidato a comportarse bien en los próximos meses, al tiempo que seguimos creyendo en la significativa vulnerabilidad de Venezuela.

Fernando J. Losada es economista senior para Latinoamérica de AllianceBernstein

Objetivo Birmania

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Objetivo Birmania
By Justin Blethrow. Myanmar Rising

Este verano, zigzagueando entre tormentas, en nuestro viaje para analizar el país nuestro avión finalmente consiguió rebotar sobre la pista del Aeropuerto Internacional de Rangún en Birmania (Myanmar). Cuando se construyó el aeropuerto, hace más de 60 años, se consideraba uno de los más modernos del Sudeste Asiático, pero posteriormente cayó en el abandono y se quedó anticuado. Ahora, tras ser modernizado en 2007 con la ayuda de una compañía de Singapur, se ha convertido en un brillante aunque pequeño edificio con un aire decididamente aséptico. Después de que los oficiales de inmigración, uniformados de blanco inmaculado, nos enviaran a la tórrida noche de Rangún, pensamos que la remodelación del aeropuerto era un buen ejemplo de la evolución en otros muchos aspectos de esta nación anteriormente marginada.

Durante varias décadas, el socialismo en Myanmar convirtió a una tierra rica en arroz, teca y recursos naturales en uno de los países más pobres de la tierra que además se enfrentaba a serios problemas políticos y diplomáticos. Solo muy recientemente se han levantado las sanciones tras la disolución en 2011 del gobierno militar de opresión. Tras tres décadas bajo esta junta militar, Myanmar ha abierto sus puertas al cambio. Áreas como la agricultura, la minería, las manufacturas y el turismo parece florecer llenas de potencial.

Descrita antaño como el “cuenco de arroz de Asia,” Myanmar era famoso hace tan solo una generación por su exportación de arroz fragante Paw San. Sus exportaciones de arroz se marchitaron considerablemente desde entonces aunque esta misma primavera, capital japonés ha invertido en la producción de arroz en Myanmar importando arroz birmano por primera vez en cuatro décadas. Myanmar también fue una de las primeras naciones en extraer petróleo, pero nacionalizó su industria de gas y petróleo en 1962 aislándola durante décadas. Sin embargo, recientemente, el gobierno está abriendo a petroleras extranjeras 30 yacimientos offshore intactos de petróleo y gas natural. La agencia de gas y petróleo del país, aparentemente está plagada aún de inexperiencia, fallos de gestión y nepotismo, mientras Myanmar está bajo creciente presión para solucionar sus propios problemas de carencia de fuentes de energía. Sin embargo en junio, EE.UU. anunció una nueva alianza con Myanmar para “colaborar en una mayor transparencia y buen gobierno” de su sector energético. Esta asociación tiene como objetivo aportar apoyo político y asistencia técnica para implementar las mejores prácticas internacionales al tiempo que mejorar la responsabilidad financiera, la seguridad y la administración medioambiental de recursos.

La carencia de infraestructuras en Myanmar y la envergadura de la inversión necesaria para que lleguen a niveles similares a los de sus vecinos regionales constituye otro obstáculo para su éxito. En nuestra opinión, las infraestructuras del país, si bien básicas, son bastante sólidas y gozan de un mantenimiento relativamente bueno comparado con lo que hemos visto en otros mercados frontera. Las decenas, o incluso centenas de miles de millones de dólares que serían necesarios para poner a Myanmar en términos comparables a los del resto de la región podrían obtenerse si se continúa dando un proceso de transición política tranquilo. Myanmar cuenta además con una localización estratégica, por lo que varios países necesitan seguir alimentando una buena relación. De hecho, muchos países de la región han mantenido, o bien retomado, relaciones existentes desde tiempos inmemoriales con Myanmar.

La gran oferta de mano de obra y disponibilidad de terreno también ofrecen oportunidades para la actividad manufacturera a gran escala. A esto podría sumarse la necesidad de muchas grandes corporaciones de diversificar su exposición geográfica. Aunque todavía estemos siendo testigos de los primeros pasos del viaje económico de Myanmar, continuaremos monitorizando su desarrollo con gran interés, incluyendo las elecciones generales y la apertura de un mercado bursátil, ambos previstos para 2015.

Columna de opinión del equipo de Asia Emergente de Matthews Asia

Los puntos de vista y la información expuestos suponen una opinión y análisis sobre las condiciones de mercado en un momento específico y son susceptibles de variar. No deben tomarse como una recomendación de compra o venta de un título específico o de los mercados en general. La temática contenida en este texto deriva de varias fuentes que se consideran fiables y precisas en el momento de su compilación. Matthews International Capital Management LLC no acepta ninguna responsabilidad por pérdidas directas o resultantes del uso de esta información. La inversión en mercados internacionales y emergentes puede conllevar riesgos adicionales, como los derivados de inestabilidad política y socio-económica, mercados ilíquidos, fluctuaciones de tipo de cambio, alta volatilidad y normativa limitada. Adicionalmente, los fondos invertidos en un solo país pueden estar sujetos a mayor riesgo de mercado que los fondos diversificados por su concentración en área geográfica determinada. La inversión en pequeñas y medianas empresas conlleva mayor riesgo que la inversión en grandes empresas, puesto que pueden ser más volátiles y menos líquidas que las grandes compañías. Este documento no ha sido revisado ni aprobado por ningún organismo regulatorio

Apalancamiento emergente

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Apalancamiento emergente
Wikimedia CommonsFoto: Jebulon. Apalancamiento emergente

Quizá sea altamente repetitivo con este tema, pero si hay algo que me preocupa es lo que viene sucediendo con los emergentes y que, por lo menos en América Latina, parece que nadie quiere darse cuenta. Un informe hoy de Credit Suisse, confirmó mis fuertes sospechas: los emergentes están fuertemente apalancados, lo cual puede traer graves consecuencias cuando, el mundo feliz en el que hemos vivido la última década, tienda a desaparecer.

El mencionado informe da cuenta de que el sector corporativo emergente tiene, como porcentaje del PIB, un endeudamiento cercano al 100%; lo cual, comparado con 1997, es un 40% superior. Cabe recordar que en 1997 fue la Crisis Asiática, comenzada en Tailandia, que supuso un choque muy fuerte para una economía que tenía una fotografía muy parecida a la que hoy tienen los emergentes. Esto es terriblemente malo, porque de llegar una destorcida muy fuerte de la política monetaria de la FED, las cosas pueden ser muy feas. El mismo informe muestra que hoy, los emergentes son, después de Japón, los más apalancados operativamente.

Cuando el sector corporativo está tan apalancado, toca ir a ver si esa deuda es en moneda extranjera o en moneda local. Si es en moneda extranjera, la secuencia de hechos es más o menos así: disminuye la liquidez global; empieza a subir el precio del dólar, no de una manera ordenada, sino todo lo contrario, muy desordenada, altamente volátil, y en unos porcentajes muy grandes; el sector corporativo ve altamente impactados sus estados financieros; los gobiernos se estresan, y suben tasas de interés para evitar que la moneda local continúe depreciándose, a la vez que los Bancos Centrales tratan de ayudar, vendiendo una gran cantidad de sus reservas internacionales; las tasas internas de la economía suben; la inflación sube; y, finalmente, la economía se resiente por las mayores tasas de interés, una moneda depreciada, una baja propensión a consumir por parte de los individuos ante la fuerte incertidumbre que despiertan estos hechos, y un sector corporativo que no quiere saber nada de inversión.

Muchos dirán que en 2008 no ocurrió eso, y la economía global estaba en crisis. La explicación radica en que el mayor incremento en el apalancamiento emergente se ha dado en los últimos cuatro años; y por poner un ejemplo, el sector corporativo pasó de tener una proporción de deuda como porcentaje del PIB de menos del 70% en 2009, a cerca del 100% que relatamos el día de hoy. Recordemos: desde 2008 han entrado al mundo emergente 300 mil millones de dólares, de los cuales 292 mil millones se destinaron a colocaciones de deuda. Y que en endeudamiento público ha crecido a razón del 30% anual en los últimos años…una salvajada, si me permiten la expresión.  

Vuelvo y repito algo que dije en un comentario hace algunas semanas: la mayoría, por no decir que todos, los que trabajan en mercados financieros en América Latina, no estuvieron en la crisis asiática, ni en la de Rusia. La mayoría de los que trabajan en esto, han visto la foto feliz de los últimos 10 años, y no han estado sumergidos en ninguna crisis emergente. No saben cómo se produce, y con seguridad, no saben cómo sortearla; lo cual podría llevar, si nos llega a tocar un escenario de crisis, a un pánico generalizado que termine golpeando fuertemente nuestros mercados.

Con una diferencia radical entre hoy y la crisis asiática: hoy hay mucho más dinero flotando por los mercados financieros, por lo cual cada situación negativa se siente mucho más: los flujos salen a manos llenas, las ventas absolutas son más grandes y, por ende, las afectaciones, mayores.

Ojalá la situación no sea tan dramática como lo he presentado aquí, pero mi única intención, es que los analistas empiecen a ver las variables claves, los déficit de cuenta corriente, el mismo apalancamiento, y de que las autoridades dejen de creer que hemos hecho las cosas tan bien, que no tenemos ningún problema. El hecho es que los especuladores han esperado pacientemente a que los bancos centrales emergentes compren reservas, para que cuando quieran “jugar” en contra de nosotros, la batalla sea más divertida. 

El daño potencial de un escenario de tasas al alza

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El daño potencial de un escenario de tasas al alza
By Almonroth . The Damage Potential of Rising Rates

Los objetivos iniciales del “Gran Experimento” de la Reserva Federal— mantener las tasas bajas, crear tasas reales negativas y amortiguar las consecuencias presupuestarias del estímulo fiscal—ya se han cumplido con creces. Los inversionistas se enfrentan ahora a la amenaza de subidas en las tasas de los bonos. Pueden resultar varios escenarios, alcistas y bajistas. ¿Cuáles son y qué puede provocarlos? ¿Qué riesgos conllevan para los portafolios de inversión?

Definición de duración: la desagradable exactitud matemática de las duraciones largas

La duración es la medida de la sensibilidad de un instrumento de renta fija a las subidas en las tasas de interés. Por lo general, cuanto mayor es el vencimiento del instrumento, más larga es su duración, y su precio será más sensible a variaciones en las tasas de interés. Esto sucede porque el valor del instrumento es la suma de sus flujos de caja futuros (pagos del cupón y devolución del principal), descontados a la tasa de interés demandada en ese momento por los inversionistas para ese instrumento hasta su vencimiento.

El valor temporal del dinero

Cuando suben las tasas, el inversionista tiene que descontar implícitamente todos los pagos de cupón y devoluciones de principal a un tipo más alto. Y ese tipo compuesto forma parte del “valor temporal del dinero”. Así, si los cupones y el pago del principal de un bono se extienden mucho en el tiempo, el efecto del tipo de descuento en estos flujos es grande. La reacción típica del mercado es hacer caer de forma mucho más dramática el valor de los bonos con vencimiento mayor frente a los bonos a corto plazo.

El valor actual

Considere dos bonos con diferentes vencimientos: un bono del Tesoro a 2 años y otro a 30 años. Para un bono del Tesoro a 2 años de 1.000 dólares con un rendimiento del 1%, el principal que se repagará en 2 años es un componente relevante del valor actual del bono. Los intereses pagados (4 pagos de $5 = $20 vs. $1.000  del principal) representan una parte pequeña de su valor actual. En cambio, para el bono de 1.000 dólares a 30 años con rendimiento del 3%, el pago del principal, que se hará en un futuro lejano, es una parte más pequeña de su valor actual. El pago de intereses (60 pagos de $15 = $900 vs. $1.000 de principal) representa un componente mucho más relevante del valor actual del bono.

Muchos escenarios de tasas de interés pueden revelarse durante los próximos meses

Un escenario “extremo” sugerido por algunos sería la peor pesadilla de duración del mercados – una aniquilación a gran escala de los Treasuries y el dólar. Este evento podría producirse si los inversionistas pierden la fe en las autoridades políticas y monetarias de EE.UU. como resultado de una devaluación extrema de la divisa combinada con la incapacidad simultánea de poner freno a los déficits federales. Los que argumentan que vamos por este camino señalarán a las interminables rondas de expansión cuantitativa (QE) y a la parálisis política para la aprobación de un plan presupuestario a largo plazo. A pesar de que comprendemos estos motivos de preocupación, no pensamos que sean convincentes ni a corto ni a medio plazo por varias razones. Sin embargo sí pensamos que se pueden ir revelando varios escenarios para las tasas  de interés que discutimos en este el informe “The Damage Potential of Rising Rates” al que pueden acceder a través de este link.

Columna de Michael Temple, director de Análisis de Crédito, EE.UU., Pioneer Investments

El proceso electoral en India y las nuevas tecnologías

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El proceso electoral en India y las nuevas tecnologías
Wikimedia CommonsNarendra Modi, likely candidate for Prime Minister in the Indian general elections due in May of 2014. . Tech-Savvy Elections in India

Las incontables coaliciones de castas y los intereses encontrados hacen que el proceso democrático en India sea famoso por su complejidad. Ante lo extendida que está la pobreza y la cantidad de población que vive en áreas rurales, el índice de participación electoral presenta retos únicos.

Como niño en la India recuerdo a los políticos transportando gente desde las áreas rurales para que asistieran a mítines políticos, ofreciendo transporte gratis, comida y algo de dinero para cubrir los gastos a todo aquel dispuesto a participar – todo en aras de conseguir una alta participación electoral. ¿Qué ha cambiado desde entonces? Los partidos políticos se han apuntado a las nuevas tecnologías para llegar a sus votantes.

Vemos el cambio en un mitin político organizado por Narendra Modi, el actual dirigente del estado occidental de Gujarat para primeros de agosto. A diferencia de otros mítines, en este que organiza Modi que previsiblemente será el candidato a primer ministro del partido Bharatiya Janata en la próximas elecciones nacionales, se ha habilitado el registro por internet y además permite realizar donativos voluntarios de unos 8 centavos que irán a la beneficencia.

Las próximas elecciones federales en India previsiblemente pondrán de manifiesto el extenso uso de internet y de otros medios de comunicación electrónicos. En un país de 1.200 millones de habitantes y aproximadamente 250 millones de hogares, se estima que en torno a 155 millones tienen televisión. Adicionalmente, la mayoría de estos hogares tienen TV por cable o satélite con acceso a múltiples canales, lo que permite que los espectadores puedan escuchar diversos puntos de vista políticos. Además, en el país hay más de 860 millones de teléfonos celulares, que ofrecen a los políticos más opciones para llegar a los votantes a través de las redes sociales.

El próximo ganador de las elecciones en India ¿será el que mejor se apoye en las nuevas tecnologías para empujar a sus votantes a la acción? Si esto es así, Modi podría jugar con ventaja. Con más de 2 millones de seguidores en Twitter –más que ningún otro político indio- ha sido uno de los primeros en adoptar la tecnología en el panorama político de la India (Shashi Tharoor, miebro del Parlamento, se le acerca con 1,84 milliones de seguidores.) En las recientes elecciones del estado de Gujarat, Narendra Modi también hizo uso extensivo de la proyección en 3D, una tecnología audiovisual especializada, para multiplicar la llegada de sus mítines.

Queda por ver su el resultado de las próximas elecciones puede verse influenciado por la presencia de sus candidatos en internet. Entre tanto, cabe esperar que al menos sirva para impulsar un debate público más robusto sobre los problemas más acuciantes del país.

Columna de opinión por Sudarshan Murthy, CFA. Analista financiero en Matthews Asia

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