El “new normal” del renminbi

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El “new normal” del renminbi
Wikimedia CommonsPhoto: Elyyo. The Renminbi's New Normal

Los movimientos en los mercados monetarios chinos de las últimas semanas han causado una gran alarma entre la prensa financiera. Los movimientos en estos mercados no son solo lineales, son también saludables para una economía que busca incrementar el papel de los mercados en los recursos de asignación. Aquellos que creen que estos movimientos indican estrés financiero, o dibujan paralelismos entre la volatilidad reciente y la que precedió a la crisis subprime de Estados Unidos, deben estar mirando por la parte incorrecta del telescopio.

En primer lugar, pongamos en contexto la reciente volatilidad. El renminbi (RMB) se ha depreciado un 1,4% con respecto al dólar americano en el mes de febrero, lo que supone que es la divisa asiática que peor se ha comportado. Las semanas recientes han sido sin duda un puñado de periodos de depreciación sostenida. Una comparación histórica parece inapropiada, especialmente desde que el RMB está cambiando hacia un régimen flexible de tipo de cambio. ¿No debería estar el banco central de China gestionando la divisa con la vista puesta en el futuro y no hacia el pasado?

De hecho, la experiencia de países que han hecho exitosamente la transición de un tipo de cambio fijo a un régimen de tipo de cambio flexible sugiere que es trabajo de las autoridades el fomentar el sentido de “two-way-risk”,  lo que supondría que la moneda se puede apreciar o depreciar, y así animar a los inversores a tomar posiciones largas y cortas. En otras palabras, una evolución exitosa hacia un régimen más flexible en realidad parece requerir un aumento de la volatilidad. Incluso después de los giros de las últimas semanas, la volatilidad implícita del RMB es tan solo la mitad de la del dólar de Singapur, otra moneda gestionada, y alrededor de un cuarto de la del yen japonés, que es una de las monedas más negociadas libremente en el mundo. Una vez más, creo que esto es saludable y también es necesario para lograr el objetivo de China de liberalizar aún más sus mercados de capital. Considere esto el “new normal”.

Entonces, ¿por qué se ha sorprendido tanto el mercado? Porque estando largo de RMB, esperando que la divisa se aprecie, ha sido un trade muy sencillo por muchos años.

Y durante los últimos años, la gente no ha estado utilizando la cabeza a la hora de comprar RMB. Parecen estar olvidando la causa y efecto. La apreciación de la moneda, en sí misma, no es un objetivo noble ni deseable. La gestión del valor de la moneda no es más que un medio para un fin. ¿Qué pudo ser ese «fin»?

Uno de esos «fines» podría haber sido controlar la inflación. Una apreciación de la moneda es una herramienta útil para frenar la inflación a través de los precios de importación. Supongamos por un momento que el precio del petróleo es constante a 100 dólares por barril. Ese mismo barril de petróleo sería un 20% más barato, con un tipo de cambio de 6 RMB/USD que a 8 RMB / USD. De hecho, hay una extraña correlación entre la inflación y la apreciación del RMB desde que las autoridades chinas pasaron de ser un tipo de cambio fijo a uno gestionado en 2005.

Cuando los salarios no pueden seguir el ritmo de la inflación, una moneda en constante apreciación es necesaria para ayudar a que las importaciones sean más baratas, y mantener la inflación bajo control. Pero ahora que el crecimiento salarial está superando la inflación, hay menos necesidad de apreciar la moneda. De hecho, la economía china ha llegado a un punto en que un RMB continuamente al alza no es deseable. Considere la posición de los exportadores chinos. Mientras que el RMB se ha apreciado un 9% en relación con el dólar en los últimos tres años, se ha apreciado en un asombroso 14% con respecto a un cesta ponderada por volumen de negociación. En un mundo de relajación cuantitativa, donde tres de los cuatro bloques monetarios más grandes del mundo están compitiendo para devaluar sus monedas, el RMB se sitúa en desventaja competitiva.

Y por último, pero no menos importante, la apreciación de la moneda en una sola dirección ha propiciado comportamientos de riesgo, lo que en conjunto ha aumentado el riesgo sistemático de la economía china. Entre aquellos que han hecho apuestas de una sola dirección se encuentran los hedge funds globales, que han registrado grandes beneficios por estar sistemáticamente cortos de dólar frente al renminbi.

Según un proverbio de Confucio, el bambú no se rompe, ya que se dobla con el viento. Del mismo modo, una mayor volatilidad en la moneda china debería ser bienvenida en lugar de rechazada, si el país quiere cumplir su ambición de alcanzar una economía liberalizada.

Teresa Kong, CFA, Portfolio Manager de Matthews Asia

Los puntos de vista y la información expuestos suponen una opinión y análisis sobre las condiciones de mercado en un momento específico y son susceptibles de variar. No deben tomarse como una recomendación de compra o venta de un título específico o de los mercados en general. La temática contenida en este texto deriva de varias fuentes que se consideran fiables y precisas en el momento de su compilación. Matthews International Capital Management LLC no acepta ninguna responsabilidad por pérdidas directas o resultantes del uso de esta información. La inversión en mercados internacionales y emergentes puede conllevar riesgos adicionales, como los derivados de inestabilidad política y socio-económica, mercados ilíquidos, fluctuaciones de tipo de cambio, alta volatilidad y normativa limitada. Adicionalmente, los fondos invertidos en un solo país pueden estar sujetos a mayor riesgo de mercado que los fondos diversificados por su concentración en área geográfica determinada. La inversión en pequeñas y medianas empresas conlleva mayor riesgo que la inversión en grandes empresas, puesto que pueden ser más volátiles y menos líquidas que las grandes compañías. Este documento no ha sido revisado ni aprobado por ningún organismo regulatorio.

¿Coaching? ¿Y eso qué es?

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¿Coaching? ¿Y eso qué es?
Foto: Mohican20. ¿Coaching? ¿Y eso qué es?

Buenas noches, diario. Hoy comienzo mi caminar junto a ti. Mi caminar en mi camino de acompañar a otros en el suyo. Hace ya años que comencé este viaje, cada día más apasionante. Hoy quiero hablarte de Juan. Juan es un hombre de 40 años, profesional incansable y entregado. Ha llegado al coaching invitado por su empresa a un gran reto: dirigir la sucursal española. Hasta ahora se encargaba del área comercial; su principal ocupación era velar por los clientes. Está muy ilusionado, pero preocupado. La realidad es que su empresa ha apostado por él sin tener total confianza en su futuro éxito.

Juan llega a la sesión algo desconfiado. Anteriormente había venido a nuestras oficinas para realizar un assessment center, condición esencial para ser promocionado. No entendía por qué la organización, después de tanto tiempo y habiendo demostrado su gran capacidad, tenía que hacerle pasar por esto. Después le dicen que tiene que hacer un proceso de coaching. “¿Coaching? ¿Y eso qué es?”, se preguntaba algo malhumorado.

Cuando le explico el qué, el para qué y el cómo de un proceso de coaching me mira como alucinado: «¿Que esto es para lo que yo quiera?… ¿Seguro?». A partir de ahí la cosa cambia. Le pido que piense en la meta que desea alcanzar en su proceso de mejora, que verbalice lo que para él sería un reto extraordinario conseguir. Él mira al infinito, piensa, reflexiona y me dice: «No sé, la verdad es que, así dicho, me es muy difícil pensar en lo que quiero alcanzar. “¡Estoy con tanto follón, tengo tantas cosas que hacer!, ¡para mí es tan importante dar la talla!… Pues no sé… mejorar… mejorar en lo que necesite…Y ¿qué es lo que necesitas?”, le pregunto.

Dedicamos una parte importante de la sesión a delimitar lo que realmente necesita, lo que realmente quiere. Sin ello el proceso de desarrollo será baldío. Ya en 1964 Edwin A. Locke, psicólogo norteamericano, había comenzado sus investigaciones sobre fijación de objetivos y desarrollo de personas. Después de 25 años, y con la colaboración de su colega Gary P. Latham, llegaría a enunciar la teoría de fijación de objetivos, que dice que las personas que se fijan metas tienen un rendimiento superior a las que no lo hacen; que las personas que se fijan metas claras y precisas tienen un rendimiento superior a aquellas que se marcan metas mal definidas; que si estas metas son retadoras el rendimiento será superior que si se marcan metas fáciles de obtener; y que si obtienen retroalimentación durante el proceso, lograrán un mayor desempeño.

Juan ya tiene claro lo que quiere; ha comprobado que eso es un reto, un reto alcanzable; ahora irá poco a poco analizando sus progresos, decidiendo si va o no por buen camino. Mi papel es ayudarle a hacer su propia evaluación de sus progresos, ayudarle a mirarse avanzar, ayudarle a utilizar sus mejores recursos, poniéndolos al servicio de sí mismo, del ser precioso que ya es y de aquel que desea llegar a ser.

Este artículo fue publicado originalmente en la Revista del Observatorio de Recursos Humanos.

Columna de Elena Pérez-Moreiras, psicóloga experta en Coaching, especialista en Psicología Industrial. Pérez-Moreiras es socia y fundadora de RH Asesores en Recursos Humanos. También es miembro de la Junta Directiva de la Sección de Psicología del Trabajo y las Organizaciones del Colegio de Psicólogos de Madrid.

¿“Ser o no ser” un contribuyente estadounidense?

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¿“Ser o no ser” un contribuyente estadounidense?
Foto: James Montgomery Flagg. ¿“Ser o no ser” un contribuyente estadounidense?

Si existiera una idea general de lo que constituye ser un “contribuyente norteamericano” según el Código de Rentas Internas, a millones de individuos no les tomaría por sorpresa que pueden estar enfrentándose a fuertes penalidades, multas y posible enjuiciamiento por no cumplir con sus obligaciones de declaración de impuestos internacionales a los Estados Unidos.

La primera parte de la ley es la más fácil de comprender. Un ciudadano estadounidense es un contribuyente estadounidense. No importa dónde viva, con qué frecuencia viaje, con quién esté casado o incluso si declara y paga impuestos en otro país. No hay excepciones. Sin embargo, ser un contribuyente estadounidense no significa necesariamente que tiene que pagar impuestos. Lo que significa es que si tiene ingresos internacionales o activos, individuales o en conjunto, como una estructura de negocios fuera de los Estados Unidos, que sobrepase cierto monto en agregado, estará obligado a reportarlo en las declaraciones anuales de impuestos al Departamento de Rentas Internas de los Estados Unidos.

Un residente permanente legal (LPR) de los Estados Unidos es también un contribuyente estadounidense con las mismas obligaciones que los ciudadanos estadounidenses. Estas obligaciones solo se descontinuarán si, mientras reside fuera de los Estados Unidos, está sujeto al régimen fiscal de ese país y lo notifica a la Secretaría del Departamento de Rentas Internas de los Estados Unidos. Para que sea aceptado su cambio de estado, el país extranjero involucrado deberá tener un convenio fiscal con los Estados Unidos donde se exponga que no ha renunciado a sus derechos anteriormente.

La categoría final se refiere a “persona extranjera” (FP). Cualquier persona que no sea ciudadano estadounidense o residente permanente legal, podría estar dentro del régimen de contribuyente estadounidense porque:

  • Está viajando a los Estados Unidos y se ha pasado del umbral de días de estancia en el país establecido por el Departamento de Rentas Internas (Prueba de Presencia Sustancial).
  • No ha sobrepasado el umbral del Departamento de Rentas Internas, pero está en proceso de cambio de estado para convertirse en residente permanente legal.

El cálculo del umbral de días del Departamento de Rentas Internas se explica a continuación. Se considera el año calendario existente (el año fiscal que se está reportando) y los dos años precedentes. Como mínimo, necesita haber estado en los Estados Unidos durante el año calendario existente (incluidos los días de viaje), por 31 días. Luego tome el número actual de días que estuvo en los Estados Unidos durante el año existente, los días del primer año precedente (dividido por 3) y los días del segundo año precedente (dividido por 6) y sume las tres cifras. Si el número total de días que ha estado en los Estados Unidos durante el año de calendario existente y los dos años precedentes es igual o mayor a 183 días, entonces se considera que tiene obligaciones de reporte como un contribuyente estadounidense. Además, si usted es una “persona extranjera” y su estancia en los Estados Unidos supera los 180 días de cualquier año calendario, usted ha cruzado el umbral del Departamento de Rentas Internas para ese año.

Ésta no sería considerada una verdadera legislación tributaria si no estuviera acompañada de un complejo número de excepciones. A continuación se muestras algunas:

  • Si usted es un ciudadano o residente extranjero que se desplaza diariamente hacia los Estados Unidos, sus días de viaje pueden no ser contados en el anterior número de días, para determinar si sobrepasa o no el umbral (ejemplo: residentes canadienses o mexicanos que trabajan legalmente en los Estados Unidos).
  • Los individuos relacionados con gobiernos extranjeros, sus familias, profesores, aprendices y estudiantes deben estar exentos de contar sus días físicos en los Estados Unidos para los propósitos de determinar si sobrepasan o no el umbral.
  • A las personas extranjeras que estén recibiendo tratamiento médico, o que su regreso haya sido retardado por razones médicas, no se les deben contar esos días.
  • A las tripulaciones de transporte que están en tránsito y no están forman parte de ningún negocio en los Estados Unidos se les pueden excluir los días de escala.
  • Si usted piensa que puede estar incumpliendo sus obligaciones como contribuyente estadounidense, no espere a que el Departamento de Rentas Internas lo contacte. Consulte a un abogado de Impuestos Legales con licencia en los Estados Unidos y un contador certificado para informarse.

Stanley Foodman es director ejecutivo de Foodman CPAs & Advisors.

¿También yo me haré millonario con mi nuevo app?

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¿También yo me haré millonario con mi nuevo app?
Jan Koum, Whatsapp co-founder. Can that Cool App I Created Make Me a Billionaire, Too?

El mundo entero está maravillado con el monto de las recientes operaciones que se han firmado en Silicon Valley. Muchas adquisiciones se centran sobre compañías de software que eran meros start ups hace unos años. Lo cierto es que California vive una nueva “Fiebre del Oro”. ¿Quién sabe cuál será la siguiente aplicación de software que se va a vender a uno de los gigantes de internet por miles de millones de dólares? Los sótanos y garajes de la zona están en ebullición, con equipos de programadores/entrepreneurs soñando con hacerse ricos.

Pero todas estas adquisiciones, ¿qué implicaciones tienen para los que invertimos en el mercado? La primera pregunta que debemos hacernos siempre debe ser fundamental. ¿Estas adquisiciones están añadiendo valor? Si la actividad de M&A va a lograr que mejoren los flujos de caja futuros de las empresas compradoras, todo será para bien. Sin embargo, éste no suele ser el caso.

Si bien muchos tipos de adquisiciones contribuyen a crear valor para el accionista, hay muchas otros que no. Algunas operaciones están diseñadas para agregar una línea de ingresos sobre una base de costes fijos. Estas transacciones, bien ejecutadas, proporcionan mejores márgenes y un mayor retorno de capital para los accionistas. Un ejemplo de estas transacciones es la integración horizontal — adquirir una empresa similar, en un negocio similar para quedarse con los ingresos sin duplicar los gastos.

Otro formato es el de la integración vertical — adquirir un proveedor para facilitar el control sobre la cadena de producción o distribución-. Por ejemplo, la adquisición de una red de ventas puede facilitar la vida a una empresa manufacturera, la adquisición de una extractora de petróleo por parte de una refinería sería otro ejemplo, o bien la adquisición de una empresa de medios de pago por parte de una tienda por internet, que le ayude a controlar el aspecto financiero de la venta de bienes y servicios online.

Un tercer tipo positivo de adquisición puede tener un objetivo de diversificación. Al igual que los inversores buscan un equilibrio en el riesgo de sus portafolios diversificando sus posiciones, las empresas pueden hacer lo mismo diversificando sus líneas de negocio. La adquisición de otra empresa puede ayudar a amortiguar los efectos del ciclo económico, o a regularizar los beneficios, puesto que un negocio puede hacerlo bien, mientras otro vive horas bajas.

Estas tres categorías de adquisiciones forman parte de lo que yo llamo “motivaciones legítimas para el M&A”. Pero, ¿cómo podemos detectar si las razones para comprar otra compañía no son tan válidas?

Primero hay que analizar qué ha motivado la adquisición. Cuando una empresa agota su crecimiento orgánico, o sufre un parón en su crecimiento interno, el equipo gestor puede verse tentado a salir fuera para comprar ese crecimiento. La literatura académica sugiere que adquirir crecimiento generalmente es sinónimo de sobrepagar y como consecuencia, destruir valor para el accionista.

Otras compañías hacen uso de las adquisiciones para expulsar a la competencia o evitar invertir en su propio negocio. En estos casos, el poco noble resultado es que el equipo gestor se enriquece, pero los accionistas no.

En segundo lugar, se debe analizar el precio que se está pagando por las adquisiciones. Durante un ciclo típico, el precio que se paga para comprar otra compañía conlleva una prima, que sirve para convencer a sus accionistas de que vendan su participación a la empresa compradora. Si echamos mano de nuevo a los estudios académicos, estos sugieren que en general el comprador paga demasiado, resultando en un disgusto para los accionistas de la empresa que compra. De media, la prima que se paga es un 30% o 40% superior al precio de mercado.

Los puntos citados son de utilidad para seleccionar compañías individuales.

Sin embargo, en un sentido más amplio, me gusta vigilar la actividad corporativa por ser un buen indicador adelantado de problemas en el mercado o bien de que nos estamos acercando a un pico del mismo. Mirando datos históricos, tanto los picos del mercado como las recesiones frecuentemente vienen precedidos por periodos de una actividad corporativa desenfrenada. En estos periodos de euforia, un 7% de las empresas cotizadas se ven envueltas en operaciones corporativas. En estos momentos, solo hay un 3% implicado.

Está claro que estamos asistiendo a algunas adquisiciones estelares en el mercado, especialmente en el mundo de la tecnología. El sector está en una carrera constante por acumular usuarios que se conviertan en ingresos por publicidad.

A pesar del precio desorbitado de estas operaciones, todavía no se percibe una oleada general de fusiones y adquisiciones en otros sectores. De hecho, el nivel de fusiones no llega ni siquiera a su media histórica. Respecto a los precios pagados, la prima media por adquisición excluyendo el sector tecnológico también esta por debajo de la media histórica.

Nos mantenemos alerta respecto a las tendencias corporativas. El tiempo dirá si los magnates tecnológicos de Silicon Valley están tomando decisiones acertadas con estas compras. Sin embargo, hasta que la moda no se generalice –y ya vemos algunos precios cuestionablemente altos en otros sectores del mercado como el energético y el de consumo discrecional y cíclico- no parece haber llegado el momento de preocuparse. La actividad corporativa va al alza, pero respecto a sus medias históricas todavía permanece alejada de la zona de riesgo.

Columna de opinión de James Swanson, estratega jefe de MFS

La oportunidad en deuda privada

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La oportunidad en deuda privada
Photo: Uploaded by Meckimac . The Opportunity in Private Debt

Los inversionistas de renta fija han escuchado la misma historia una y otra vez: en los últimos años no se ven oportunidades en inversiones tradicionales de renta fija. Como resultado, los inversionistas tienen que explorar otras aéreas para encontrar retornos significativos. Vemos una oportunidad en el mercado de deuda privada; con una prima un 5% superior a los bonos high yield comparables se compensa la iliquidez de esta clase de activo, uno de los grandes obstáculos a considerar antes de invertir. Esta consideración pierde un poco de validez ya que nuestros clientes tienen un 85% de su portafolio en inversiones líquidas (por ejemplo, menos de una semana de liquidez). Las políticas monetarias expansivas de los bancos centrales han generado muchas oportunidades para prestar al rango intermedio del mercado.

Algunos datos sobre la deuda privada

La deuda privada es a menudo utilizada por pequeñas y medianas empresas en busca de capital y financiamiento. Estas compañías son conocidas como “pymes” (pequeñas y medianas empresas), se definen como aquellas con EBIDTA de 15 a 100 millones de dólares y necesidades de capital desde 50 a 500 millones de dólares.[1]  Debido a su tamaño, las pymes tienen acceso limitado al mercado de capital líquido, que exige mínimos de emisión altos. La emisión promedio por bono en el índice iBoxx High Yield Corporate Bond es de 855 millones de dólares.[2]

Hay diferentes tipos de títulos de deuda privada; los más comunes son los préstamos colateralizados (primera y segunda jerarquía); deuda subordinada y no garantizada, e instrumentos híbridos (combinación de préstamos colateralizados  y subordinados). Las dos principales fuentes de deuda privada son compañías privadas y patrocinadores de private equity. Las compañías privadas buscan capital para adquisiciones, refinanciamiento o aumento de capital. El private equity también se interesa por el mercado de deuda privada cuando se realizan compras apalancadas con financiamiento ajeno, adquisiciones, o existe necesidad de refinanciamiento.[3]

Los inversionistas en deuda privada ganan en base a: 1) los retornos acordados en el contrato y 2) la posible apreciación del capital. La base del retorno es lo establecido en el contrato (en general son cupones del 10-15%), más costos de entrada y costos en caso de cancelar el contrato antes del vencimiento. Generalmente el inversionista tiene la posibilidad de adquirir participación en la compañía y mejorar su retorno al beneficiarse de la apreciación del capital. En caso de liquidación de la compañía, el inversionista privado tiene prioridad frente a los accionistas.

Para entender la relación riesgo/retorno de las inversiones en deuda privada puede ser útil compararla con bonos high yield y operaciones de private equity (ver Tabla 1). La deuda privada es más ilíquida que los bonos high yield; cuando comparamos con private equity observamos dos diferencias: 1) La deuda privada tiene un periodo de inversión más corto (3-5 años); y 2) tiene un flujo de caja atractivo (hoy en día prevemos en promedio un flujo alrededor del 9%).

Tabla 1

 

Oportunidades en deuda privada: demanda favorable y oferta dinámica

Nos gustan los retornos atractivos y el perfil de riesgo que ofrece la deuda privada. La deuda privada es un mercado sumamente especializado y por ello, requiere de gerentes con una sólida trayectoria y amplia red de contactos que les permita acceder a buenas oportunidades. En los últimos meses, hemos estudiado varias alternativas, enfocándonos en las siguientes cualidades:

  • Historial a través de varios ciclos económicos.  Buscamos gerentes con un largo historial a través de diferentes ciclos económicos. Muchos fondos tienen un índice de quiebra de 0% pero existen desde 2009, un periodo con un volumen de quiebra bajo en todos los sectores de renta fija. Queremos encontrar un equipo que tenga un buen historial en momentos difíciles.
  • Acceso a patrocinadores de private equity. Queremos trabajar con gerentes que tengan acceso directo a patrocinadores de private equity. Esto es importante porque nos asegura que tiene acceso a las mejores oportunidades y prioridad para invertir. El acceso prioritario les permite evitar los costos de entrada una vez cerrado el negocio que de otra manera asumirían los inversionistas del fondo.  
  • Procesos de inversión y auditoría. Queremos ver una buena trayectoria como también claros procesos de inversión. Equipos con experiencia y una infraestructura que permita una due dilligence profundo. 
  • Alineación de intereses.  Siempre  buscamos alineación de intereses a la hora de invertir; en este caso, buscamos aporte de capital al fondo por parte de los gerentes o socios de la firma.  
  • Distribución de dividendos.  En línea con nuestra filosofía de inversión, buscamos gerentes que paguen distribuciones de un 75% de sus rendimientos brutos. Eso significa una TIR bruta del 13% al 17% al año con un yield anual actual del 9%.

 

Análisis de Ignacio Pakciarz, CEO, e Ilina Dutt, Research Analyst. BigSur Partners. Puede acceder al análisis completo a través de este link.

 

 

 



[1]Rocaton Insights: Opportunities in Private Middle Market Lending January 2013

[2]iShares, data as of January 31, 2014

[3]ICG “What is Private Debt?”

¿Cuál es el motivo de la renovada turbulencia en los mercados emergentes?

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¿Cuál es el motivo de la renovada turbulencia en los mercados emergentes?
Foto: NOAA. ¿Cuál es el motivo de la renovada turbulencia en los mercados emergentes?

No hay un contagio masivo, sino una fuerte vulnerabilidad en tiempos de aversión al riesgo.

Una combinación de factores globales y regionales puede subyacer a la venta masiva actual, que involucra notablemente a los mercados emergentes de bonos. El principal factor global es el tapering, es decir, la reducción de los estímulos monetarios de la Reserva Federal de EE. UU., que fue anunciada hace ya tiempo y que ahora se encuentra en pleno proceso.

La Reserva Federal quería transmitir tranquilidad en lo que respecta al ritmo del tapering, que no es probable que se acelere si los datos económicos internos no son demasiados fuertes. El informe más reciente del mercado de trabajo se encontraba, en realidad, en el lado más sensible de las expectativas. Sin embargo, la mayoría de los inversores que se apegan a los mercados emergentes para obtener rendimientos adicionales ya han mostrado signos de decepción ante la evidencia de un deterioro económico que puso algo de presión a las monedas locales. El final previsto para la política de dinero barato, que es el motor principal de la búsqueda de rendimientos, vino acompañado de una mayor preocupación con respecto a la habilidad de los «cinco frágiles», Sudáfrica, Turquía, India, Indonesia, Brasil, de financiar el crecimiento con inversiones extranjeras. Los inversores probablemente no estaban bien preparados para que los aspectos básicos específicos de cada país volvieran a mover los mercados.

Los principales problemas de cada país

Existen varias situaciones críticas que vale la pena evaluar. Turquía, con un déficit de cuenta corriente superior al 7,4 %, depende fuertemente de los flujos externos. El Banco Central acaba de aumentar todas sus principales tasas de interés en una reunión de emergencia, en un intento por detener la corrida cambiaria desencadenada por la reciente agitación política y las preocupaciones sobre la vulnerabilidad del país. Las acciones inmediatas pretenden dar inicio a la restauración de la credibilidad del Banco Central en lo que respecta a la administración eficiente de la política monetaria, con una tasa de inflación controlada.

En India, Sudáfrica y Brasil se tomaron acciones similares, las cuales aumentaron las tasas de interés durante seis reuniones consecutivas. Argentina, a quien le quedan pocas reservas para defender la moneda, optó por una devaluación masiva, y creemos que será difícil restaurar la estabilidad del peso. Por su parte, China debería estar en una mejor posición, pero también surgieron preocupaciones sobre la salud del sector financiero a partir de algunos informes que indicaron que un fondo fiduciario (parte del sector bancario informal) estaba cayendo en default. El rescate previsto puede salvar el día, pero muy probablemente no brinde un alivio duradero ya que no disipa la amenaza de que se produzcan otros incidentes similares. Por último, ha habido un mayor número de problemas nuevos que sobrecargaron al mercado, por lo que el apetito de riesgo de los inversores presentó una caída. Dados todos estos factores, los inversores piden mayores primas de riesgo y no podemos descartar que vaya a continuar la fijación de precios nuevos en la clase de activo en los próximos meses.

Columna de opinión de Yerlan Syzdykov, titular de Bonos de Alto Rendimiento y Mercados Emergentes Globales de Pioneer Investments

La locura del «bitcoin»

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La locura del "bitcoin"
Foto: Isokivi. La locura del "bitcoin"

MtGox, el mercado japonés de intercambio de bitcoins, ha cerrado. Como siempre con el bitcoin, nadie sabe nada. Por ejemplo: ¿cuántas personas se han visto afectadas? Según la web ‘Two-Bit Idiot’, 550.000 individuos de todo el mundo han visto sus cuentas en bitcoin congeladas. Al margen de este espectacular número, hay indicios de que del MtGox han sido robados a lo largo de años nada menos que el 6% de los bitcoin que hay en el mundo, lo que equivale a unos 370 millones de dólares.

Sea la cifra que sea, es casi seguro que quienes tengan bitcoin en MtGox pueden irse despidiendo de su dinero. El bitcoin no está regulado. Es una moneda producto de un programa informático creado de forma anónima, que la genera automáticamente. En la actualidad, se generan 25 nuevos bitcoin cada 10 minutos y, según la web especializada Blockchain, hay unos 12,5 millones de estas monedas en el mundo, almacenadas en monederos electrónicos. Pero, cada cuatro años, el ritmo de creación se reduce a la mitad. En torno al año 2140 habrá 21 millones de bitcoins en circulación. Y, entonces, el programa dejará de hacer más monedas virtuales.

El bitcoin ha sido recibido por una pequeña parte de la opinión pública con júbilo. Para los autoproclamados ‘libertarios’, esta divisa virtual supone el principio del fin de la presunta ‘tiranía’ de los estados, que tienen el monopolio de la creación de dinero. Y que, además, crean dinero fiduciario (‘fiat’) es decir, sin ninguna base en otro activo. Esta teoría, que encaja bien en las tesis del excandidato republicano a la presidencia Ron Paul y en ciertos sectores del ‘Tea Party’, insiste en que el dinero debe basarse en un activo de referencia (en este caso, el oro), y en que todo el mundo debe estar legalmente capacitado para emitir su propio papel-moneda, ya que luego será el mercado el que determine qué dinero es solvente y qué dinero no.

El cierre de MtGox pone de manifiesto la falacia de esta teoría. En primer lugar, si no hay regulación, hay riesgo de fraude masivo y, lo que es peor, de que los ahorradores pierdan todo lo que tienen. Algunos dicen que eso está bien, y que cada cual debe asumir su responsabilidad. El problema es que eso suena bien hasta que le afecta a uno. Si George W. Bush no hubiera rescatado los bancos en Estados Unidos, la gente habría perdido todos sus ahorros. Pretender que la autorregulación financiera funciona es el equivalente a quitar la Policía de las carreteras. En teoría, nadie va a poner su automóvil a velocidades que sean peligrosas para su vida. En teoría, claro…

Hay otro problema. Todo el dinero es ‘fiat’, fiduciario. Es decir, depende de la fe que pongamos en él. Eso también se aplica al oro. El oro, en sí mismo, no tiene otro valor que sus usos industriales. Si históricamente se le ha otorgado valor como medio de cambio o depósito de riqueza—que es lo que es el dinero—es por convención social y cultural. La oferta de oro, además, no se adecua a la marcha de la economía. Puede haber descubrimientos de oro que disparen la cantidad de ese metal en circulación y, por consiguiente, hundan su valor y generen inflación. O a la inversa: puede haber escasez de oro para sostener los intercambios comerciales, las transacciones financieras y el ahorro. En ese caso, los precios no bajan inmediatamente, sino que la actividad económica se paraliza.

El bitcoin replica ese esquema. Al generarse automáticamente, y al irse produciendo de forma cada vez más lenta, su precio está destinado a subir en relación a las divisas convencionales, como el dólar, el euro o el yen.

Eso lo convierte en un activo ideal para especular con él, pero no en un medio de pago.

La triste historia de MtGox debería ser una advertencia para aquéllos que sostienen que hay que volver al patrón oro y que los Estados deben dejar de tener el monopolio de la emisión de dinero. El sistema que tenemos no es perfecto. Pero MtGox ha dejado claro que los hay mucho peores.

Gente que se equivoca

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Gente que se equivoca
The Crystal Ball. Obra de John William Waterhouse. Gente que se equivoca

¿Alguien puede predecir lo que va a ocurrir en el mercado financiero con total seguridad? La respuesta, estoy seguro, todos la sabemos. Pero por si queremos reconfirmarla, la respuesta es no, nadie sabe lo que va a ocurrir en el mercado financiero con exactitud. Traigo este tema por varios motivos: el primero, porque está poniéndose “de moda”, pues a nivel internacional está tomando relevancia la importancia de contar con un asesor financiero en este momento; y la segunda, porque se ha comprobado a nivel internacional que a los que más les creen, son los que más se equivocan.

Me voy a centrar en el segundo tema. La evidencia ha encontrado que en general un “forecaster” de los mercados tiende a tener menos de la mitad de predicciones como ciertas. Es decir, que son más veces las que falla que las que le atina, y se ha encontrado, en muchos casos, que en la mayoría por cada tres predicciones acertadas falla 10. Y que el dinero ganado por esas predicciones es, en promedio, menos de un dólar cuando se ponen sobre la mesa los aciertos versus los errores. Esto es una efectividad muy baja, pero en general, se le sigue creyendo a muchos “gurús” de los mercados por muchas razones.

Entre esas razones los investigadores han encontrado dos como las más relevantes, que cito a continuación:

1. Alguna de las predicciones ciertas fue muy acertada, y eso queda en la psiquis de la gente. Así, en el recuerdo de los inversionistas queda aquella predicción realizada que fue cierta y que colocó al analista o predictor como un gurú en el tema de mercados.

2. La exposición mediática lleva a que las personas en general tiendan a pensar que ese analista “le pega” a todo. Los investigadores han encontrado que el analista que más sale en la televisión es al que más confianza le tienen los inversionistas. Eso ha llevado a que también muchos presentadores de cadenas como CNBC, que los inversionistas ven todo el tiempo, sean tomados como gurús en estos temas. Pero, y aquí es donde deben sorprenderse, muchos de ellos ni siquiera tienen inversiones en activos financieros. 

Entonces, viene la pregunta: ¿qué hacer si no se puede confiar ni siquiera en las predicciones? La respuesta es muy sencilla. Tenga un portafolio diversificado, acorde a su perfil de riesgo; no persiga el mercado, aproveche los ciclos para comprar barato y vender luego de alguna valorización (no al revés, como pasa muchas veces); no salga “corriendo” cuando las cosas van mal; piense en el largo plazo; y, sobre todo, llame y hable con su asesor financiero. Éstas son claves que no fallan.    

Las opiniones aquí expresadas son a título personal y no reflejan necesariamente la posición de Old Mutual Skandia sobre los temas tratados

Columna de Manuel Felipe García Ospina, analista financiero

Manteniendo la llama olímpica de la seguridad para el retiro

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Manteniendo la llama olímpica de la seguridad para el retiro
David Wise wins gold in halfpipe in Sochi. Photo: Sochi 2014. Carrying the Torch for Retirement Security

Me gusta todo lo que tiene que ver con los Juegos Olímpicos, en particular lo que nos enseña la destreza deportiva, el patriotismo y la dedicación sin compromiso.

Me siento inspirado en los muchos ejemplos de concentración, perseverancia y fuerza. Para mí, los Juegos Olímpicos unen el límite de lo imposible con lo posible. Existe una emoción humana real, ya que el margen de la victoria se mide constantemente en milésimas de segundo. La mayoría de los atletas se preparan la mayor parte de su vida para eventos que sólo duran minutos, o menos.

A diferencia de la preparación de estos atletas olímpicos, la mayoría de los trabajadores dedican poco tiempo a planear su retiro, un caso que pudiera durar 20, 30 o incluso 40 años. De acuerdo con el Employee Benefits Research Institute (Instituto de Investigación de Prestaciones para Empleados), menos del 2% de los trabajadores estadounidenses identifican como su principal problema financiero un plan para el retiro, y el 43% de los trabajadores reportó que ninguno de ellos, o su cónyuge, esté actualmente ahorrando para el retiro.[1]

No estoy diciendo que construir un retiro seguro sea fácil. También requiere dedisciplina. Esa disciplina viene de nosotros, como personas debemos cambiar nuestra pasión de gastar por la pasión de ahorrar.

De muchas formas, la clave para un retiro seguro es igual a la clave del éxito de los atletas olímpicos. Como los atletas, los ahorradores deben establecerse metas, desarrollar un plan de juego, tener compromiso a largo plazo y tomar acciones.

Uno de los deportes olímpicos de invierno que me fascina es el salto de esquí, debido al coraje, control y estabilidad que se debe tener al esquiar una colina a velocidades que exceden los 80 kilómetros por hora, sin mencionar la parte de volar en el aire la altura equivalente a un estadio de futbol para después, aterrizar.

2014 es el año en el que por primera vez las mujeres competirán en este evento. Justo antes del final del año, Jessica Jerome, de 26 años de edad, se convirtió en la primera mujer en ganar en las Pruebas Olímpicas de Estados Unidos en el salto de esquí. Ella no decidió a los 25 ser una atleta de salto de esquí, es algo que ella ha venido trabajando desde que tenía 7 años de edad. Y estoy seguro que su primer salto no fue en una colina de 70 metros.

Ha trabajado casi 20 años para obtener un lugar en los Juegos Olímpicos. Un retiro seguro puede tomar dos veces ese periodo, pero no requiere de tanta intensidad de esfuerzo. Para construir un retiro sólido, la clave es iniciar a edad temprana, pero únicamente de manera lenta y segura se gana la carrera. Ahorrar 5 dólares al día, los 365 días al año por 40 años se traduce en más de $500,000 dólares en ahorro; a $10 dólares al día se convierte en un retiro millonario [2].

Tal vez lo que más me guste sobre los Juegos Olímpicos es que para la mayoría de los atletas, el viaje comenzó muy atrás y parecía un sueño inalcanzable. Los trabajadores de todo el mundo ahora tienen una oportunidad de inspirarse en este ejemplo, dedicando más tiempo en definir cómo sería su retiro ideal, y poniendo el plan en acción para convertir esos sueños en realidad.

[1] 2013 Retirement Confidence Survey, Employee Benefits Research Institute, Marzo 2013.

[2] Asume el 8% de crecimiento anual. Esto se compara con los ingresos históricos anuales para S&P 500 del 11.3% desde 1964 hasta 2013, y 9.1% desde 2004 hasta 2013, fuente.

Columna de opinión de Dan Houston, presidente de Servicios para el Retiro, Seguro y Servicios Financieros, Principal Financial Group (Estados Unidos).

 

 

Oportunidades en los mercados emergentes

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Oportunidades en los mercados emergentes
Foto: Xavier68, Flickr, Creative Commons.. Oportunidades en los mercados emergentes

2013 fue un pésimo año para invertir en los mercados en desarrollo. Tanto los bonos como las acciones sufrieron un desgaste importante, mientras los llamados mercados del primer mundo subían como la espuma. El principal motivo fue la mejora de la situación en los Estados Unidos, que llevó a muchos inversionistas a deshacer posiciones en bonos emergentes para ir comprando bonos americanos y europeos, produciendo una pérdida de valor importante en sus monedas versus el dólar y el euro.

En unos pocos meses vimos cómo el bono del tesoro americano a diez años, referente claro de los instrumentos de renta fija, pasó de rendir un 1,60% a superar el 3% anual, atrayendo así a muchos nuevos inversionistas. Dicho movimiento produjo un efecto bola de nieve en los inversionistas institucionales, que temieron salidas de capitales importantes de países de menor calidad, buscando refugio en el dólar y otras divisas y economías desarrolladas. Los mercados accionarios de Nueva York subieron por encima del 30%, sin embargo en América Latina vimos varias plazas perdiendo un 20% de su valor.

La reducción del plan de estímulo a través de compra de bonos, “tapering”, por parte de la Reserva Federal americana, envió el mensaje a los mercados de que la economía estadunidense estaba bien encaminada por la ruta del crecimiento. Ello implicaba que las medidas de apoyo que habían tenido en los tres años previos podían no ser necesarias en el futuro, y se abrían las puertas a potenciales subidas de tipos de interés en un horizonte ya no tan lejano.

Todo ello es cierto; sin embargo, los factores que nos llevaron a creer en los mercados emergentes en el pasado no han desaparecido. A diferencia de los años anteriores, hay que ser más selectivo y diferenciar aquellos países más vulnerables a las salidas de capitales, por depender de la financiación extranjera para mantener sus economías, de aquellos con balances más sólidos.

Analicemos los factores positivos que siguen existiendo en gran parte de estos países y también veamos los riesgos que puede implicar invertir en los mismos. Las tasas de crecimiento siguen siendo muy superiores a las de los países desarrollados. Adicionalmente, se han creado unas clases medias incipientes, con poder de consumo, que están ayudando a sustituir la demanda externa por demanda interna. Hay que tener también en cuenta que son poblaciones mucho más jóvenes demográficamente, lo que les ayudará en el futuro.

Otros factores  positivos son el menor endeudamiento de sus economías respecto al tamaño de sus PIB. También cuentan con un nivel de reservas muy superiores a las anteriores crisis. De hecho, cuando se analizan los criterios que se utilizaron en el Tratado de Maastricht para permitir a los distintos países europeos formar parte del euro, la mayor parte de ellos no los cumplirían hoy en día, a diferencia de la mayoría de países latinoamericanos y del sudeste asiático que los cumplirían de forma holgada.

Los niveles de productividad siguen mejorando. Hemos visto casos de empresas americanas que producían en China en el pasado, que están moviendo sus plantas a México y Centro América por mayor competitividad en precio, mejor calidad y por proximidad al mercado del norte. Es curioso, pero también algunas multinacionales están volviendo a fabricar en EE.UU. al no haber tanta diferencia de precio y sí de calidad. Como última ventaja está la diferencia en la valoración de las acciones y bonos emergentes en comparación con los de países desarrollados: en este momento sus múltiplos son mucho mas bajos que los de EE.UU. y Europa.

Sin embargo, los riesgos siguen presentes. El primero es el de devaluación en algunas monedas que puedan llevar a espirales inflacionistas con las consecuencias que pueden producir en su competitividad. La inestabilidad política se debe seguir teniendo en cuenta. En los próximos 12 meses vamos a ver elecciones en muchos de estos países que pueden llevar al poder a candidatos menos abiertos al libre mercado.  Por último, el gran peso de la economía china y su desaceleración de los últimos años puede enviar una señal de inquietud afectando a otros mercados.

En nuestra opinión, existe una oportunidad clara de ganancias en el medio y largo plazo. Pero, a diferencia de otros momentos en el tiempo, no todos los mercados van a evolucionar de la misma forma. Hay países, especialmente los BRIC, que evitaríamos, y en cambio, buscaríamos compañías y sectores, que se beneficien más del aumento en el consumo y de las reformas internas que se están llevando a cabo en algunos de estos países.

Ahora más que nunca hay que buscar aquellos gestores que ayuden a elegir entre las diferentes opciones, estar dispuesto a asumir volatilidad y tener paciencia. De ser así, pensamos que se podrán cosechar buenos beneficios en plazos razonables.

Santiago Ulloa, Managing Partner We Family Offices