Jorge y la «Escalera de Inferencias»

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Jorge y la "Escalera de Inferencias"
Foto: Alex Proimos . Jorge y la "Escalera de Inferencias"

Hoy he estado con Jorge, mando de una gran empresa nacional de servicios. Hemos tenido nuestra cuarta sesión de su proceso de coaching. Después de revisar con él su plan de acción, sus compromisos asumidos desde la sesión anterior y los frutos que éste le ha reportado, nos disponemos a abordar aquello que hoy desea alcanzar. Me dice: “Hoy me gustaría identificar qué puedo hacer con Carla, una de las integrantes de mi equipo. Desde que tuve con ella la reunión de evaluación del desempeño, su grado de implicación ha variado”.

“¿Qué pasó en esa reunión?”, le pregunto. “En esa reunión pasó lo que tenía que pasar: su desempeño ha sido bueno este año e incluso en ocasiones ha superado las expectativas que teníamos puestas en ella”. “Y eso, ¿es un inconveniente?”, le digo. “Un inconveniente no… , al contrario, es fantástico. La cuestión es que este buen desempeño no ha podido ser correspondido con un incremento en su retribución. La empresa está pasando por malos momentos, como todas, y ha congelado los sueldos de todo el personal desde hace dos años. Ella esperaba haber tenido una subida (en eso quedamos hace cuatro años cuando se incorporó) y ahora eso no es posible”.

“¿Qué cambios observas en ella?”, le señalo. “Ahora llega muchos días tarde, no siempre tiene los informes a tiempo y a menudo la encuentro hablando por teléfono en conversaciones privadas. No es la primera vez que me pasa esto con un subordinado. Mi jefe me dice que a la gente se la puede motivar de otras maneras, pero yo tengo muy claro que todos trabajamos por dinero, y cuando el dinero falla, la gente no se implica igual. Me piden que mi equipo esté involucrado, que haga más horas; que esté dispuesto a viajar y, encima, que ponga buena cara cuando el cliente llama quejándose por cualquier inconveniente; pero sin poder incentivar económicamente, es imposible. Ahí tienes la prueba, Carla”.

“¿Has tenido alguna conversación con ella sobre lo que observas?”, le pregunto. “Me hubiera gustado, pero tal y como estamos ahora de trabajo, es imposible. De todas formas, ¿para qué voy a reunirme con ella si no tengo nada diferente que decirle?”. “¿Qué se te ocurre que puedes hacer para solucionar esto?, apunto. “Ni idea. Lo he intentado todo. He hablado con mi jefe para hacerle ver que mi gente es la que tiene los salarios más modestos de la empresa y que por ese sueldo no se puede pedir más. Le he comentado lo que está pasando y que me como sigamos así, nos va a pasar con más gente. Cualquiera al que le pase esto coge la puerta y se larga”. “¿Podría ser que Carla estuviera haciendo estas cosas por algún motivo?”, le planteo. “Lo dudo, ella ha sido siempre responsable y justo después de nuestra conversación va y empieza a hacer estas cosas. Está claro, y yo no puedo darle respuesta a lo que quiere”.

Jorge está inmerso en una “Escala de Inferencias”, una escalera que Chris Argyris, psicólogo estadounidense, enunciara para explicar el proceso por el que las personas actuamos en función de que nos fijamos en una información u otra con respecto a lo que ocurre a nuestro alrededor. Y esa información en la que nos fijamos está filtrada por nuestros juicios previos. A las personas nos gusta que lo que llamamos “la realidad” sea coherente con nuestros esquemas, y esto nos hace inferir que lo que ocurre responde exactamente a ese esquema mental que poseemos, que se ha ido configurando a lo largo de nuestra existencia según nuestras experiencias concretas.

Las implicaciones de esta escalera de razonamiento condicionan lo que hacemos. Nuestros actos son la consecuencia de ella. Jorge no es capaz de encontrar otras maneras de hacer precisamente por la causa que ha asignado al comportamiento de Carla. Con su premisa se ciega a la posibilidad de generar nuevas conversaciones con ella que le permitan, en primer lugar, identificar realmente si lo que él ve tan claro es la causa real de los problemas de involucración que manifiesta su colaboradora, y en segundo lugar, en función de la información que de esta nueva conversación se derivara, influir positivamente para que ella cambie su comportamiento.

Este artículo fue publicado originalmente en el Observatorio de Recursos Humanos.

Columna de Elena Pérez-Moreiras, psicóloga experta en Coaching, especialista en Psicología Industrial. Pérez-Moreiras es socia y fundadora de RH Asesores en Recursos Humanos. También es miembro de la Junta Directiva de la Sección de Psicología del Trabajo y las Organizaciones del Colegio de Psicólogos de Madrid.   

Tendencias del “E-Commerce” en Asia

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Tendencias del “E-Commerce” en Asia
Wikimedia CommonsPhoto: PD Photo.org. Asia's E-Commerce Trends

En un viaje de análisis reciente, visité Pekín, Hong Kong, Tokyo y Melbourne y hablé con las empresas de Internet de sectores tan diversos como la automoción, viajes y bienes raíces. También me reuní con varias compañías de comercio electrónico con diferentes tasas de penetración en Internet. Mientras que la tasa de crecimiento de nuevos usuarios de Internet a lo largo de las distintas partes de Asia se estabiliza, la comparación de estas empresas me ofreció una interesante visión de las oportunidades y desafíos a los que se enfrentan las empresas de Internet más nuevas de la región.

La mayoría de las empresas de Internet de Asia todavía dependen principalmente de los ingresos por publicidad para ganar dinero. Con frecuencia, estas empresas también pueden aprovechar los servicios de suscripción cuya estructura de precios es por lo general un sistema sencillo de pago fijo. Dada la relativamente baja tasa de penetración de los canales on-line en la mayoría de las empresas del día a día, esto no es una sorpresa. En este mercado en crecimiento, las empresas compiten por los clientes on-line mediante la ampliación de sus fuerzas de ventas para promover sus marcas. El aumento de la productividad que sus clientes obtienen de la realización de sus negocios on-line crea suficiente retorno sobre la inversión (ROI) para justificar la inversión de capital en tecnología, como software y hardware. Esta tendencia ha beneficiado a las empresas de Internet en su desarrollo inicial.

Pero hoy en día, estamos viendo empresas de Internet más jóvenes que utilizan un modelo de negocio basado ​​en el rendimiento, produciendo ingresos sólo cuando se genera una venta. También estamos viendo el uso de nuevas tecnologías que los diferencian de los jugadores convencionales de Internet y podrían convertirse en una fuerza disruptiva en el mercado, como tecnologías para reducir el coste de la utilización de los servicios de Internet y atender a los pequeños comerciantes, que no es el segmento de mercado objetivo para empresas de Internet existentes.

En los mercados más desarrollados, como Japón y Australia, el foco de la monetización se ha desplazado desde el crecimiento del volumen de usuarios de Internet hacia aumentar el precio promedio por usuario. Este cambio trae retos para muchos modelos de negocio de operadores tradicionales. Para lograr un crecimiento, las empresas de estos mercados tienen que subir los precios. Necesitan saber que los clientes están dispuestos a pagar por sus productos y servicios. Otro reto surge a medida que se incrementan los jugadores cada vez más sofisticadas, incluyendo agencias de publicidad y los dueños de negocios, que exigen que los proveedores de Internet demuestren que las páginas vistas o el tiempo que los usuarios pasan en la página web, en realidad se traduce a un mayor retorno de la inversión. En las páginas web del sector inmobiliario o de automoción, por ejemplo, una mayor tasa de conversión de tráfico on-line reduce los costes incurridos por los agentes de bienes raíces o los concesionarios de automóviles en vender una propiedad o un automóvil. Las empresas de Internet pueden agregar más valor con la diferenciación de servicios, como información sobre el mercado que ayuda a atraer nuevos usuarios y aumentar «la lealtad» de los usuarios existentes.

Con más de mil millones de usuarios, Asia es ya el mercado de Internet más grande del mundo. Pero la tasa de penetración de Internet en la mayoría de los países en desarrollo de Asia sigue estando más de una década por detrás de las economías más avanzadas de la región. Probablemente tomará muchos años hasta que los mercados en desarrollo de Internet de Asia maduren. Los líderes regionales deben seguir invirtiendo en capacidades de I+D, ya que es probable que se enfrenten a retos en sus modelos de negocio existentes a medida que los mercados evolucionan. Además, el entorno será diferente debido a nuevas tecnologías, como los smartphones y 4G que eran limitados o inexistentes hace una década. Sólo las empresas de Internet que sean capaces de adaptarse a las nuevas tecnologías y seguir demostrando valor deberían poder sobrevivir a este panorama intensamente competitivo en el largo plazo.

Jerry Shih, CFA, analista de Matthews Asia

Los puntos de vista y la información expuestos suponen una opinión y análisis sobre las condiciones de mercado en un momento específico y son susceptibles de variar. No deben tomarse como una recomendación de compra o venta de un título específico o de los mercados en general. La temática contenida en este texto deriva de varias fuentes que se consideran fiables y precisas en el momento de su compilación. Matthews International Capital Management LLC no acepta ninguna responsabilidad por pérdidas directas o resultantes del uso de esta información. La inversión en mercados internacionales y emergentes puede conllevar riesgos adicionales, como los derivados de inestabilidad política y socio-económica, mercados ilíquidos, fluctuaciones de tipo de cambio, alta volatilidad y normativa limitada. Adicionalmente, los fondos invertidos en un solo país pueden estar sujetos a mayor riesgo de mercado que los fondos diversificados por su concentración en área geográfica determinada. La inversión en pequeñas y medianas empresas conlleva mayor riesgo que la inversión en grandes empresas, puesto que pueden ser más volátiles y menos líquidas que las grandes compañías. Este documento no ha sido revisado ni aprobado por ningún organismo regulatorio.

El panorama cambiante del reglamento de la propiedad en usufructo

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El panorama cambiante del reglamento de la propiedad en usufructo
Wikimedia CommonsFoto: Dietmar Rabich. El panorama cambiante del reglamento de la propiedad en usufructo

¿Se está preparando la Red de Control de Crímenes Financieros (FinCen) para imponer un significado más exigente al término de Propiedad de Usufructo y más desafiante con relación a las políticas y procedimientos de Diligencia Debida de Clientes (CDD) para la industria de servicios financieros estadounidense? El 5 de marzo del 2012 emitió un Aviso Previo de Propuesta de Reglamentación (ANPRM). Dicho aviso solicitó comentarios entorno al desarrollo de toda la industria inequívoca de las obligaciones de debida diligencia del cliente (CDD) de las instituciones financieras en la obtención de información de cuentas con Propiedad en Usufructo. Poco después, el 29 de octubre de 2012, fue la sede de un foro abierto para seguir recopilando comentarios. Los funcionarios del Tesoro aclararon en dicho foro que la definición del ANPRM de Propiedad en Usufructo abarca los conceptos de Propiedad y Control. En función de ayudar a los funcionarios del Tesoro, el gancho para la definición del ANPRM se refiere a individuos con control efectivo de cuentas de clientes y que pueden o no ser signatarios. La definición requiere un enfoque transparente para obtener información confiable de cuentas de clientes con Propiedades de Usufructo. Encajando con los requisitos que señalan los requerimientos de reporte existentes de FinCen FBAR con respecto a individuos que poseen firma o autorización sobre cuentas reportables basándose en las reglas del IRS de atribución de propiedad familiar.

Los comentarios en el foro apuntaban a una amplia gama de prácticas de los proveedores de servicios financieros. Algunos obtienen información de las propiedades en usufructo en cualquier circunstancia – otros sólo de ciertos clientes de alto riesgo o después de una alerta del sistema de monitoreo de transacciones. Instituciones financieras, tales como los fondos de inversión, generalmente no obtienen información de propiedades en usufructo. No tienen una razón reglamentaria o comercial aparente para hacerlo. Cuando se actualiza la información de la CDD, algunos acuerdos de depósitos de las instituciones financieras requieren a los clientes que informen a la institución financiera de cualquier cambio en la información de CDD. Una institución financiera consideró que la obtención de información sobre las propiedades en usufructo de ciertos clientes de alto riesgo proporciona el contexto para la identificación de actividades sospechosas. Se discutieron prácticas para la obtención de la verificación de la identidad de la cuenta de Propiedad en Usufructo, como se describe en el ANPRM; una vez más con una amplia gama de respuestas. Las respuestas iban desde el apoyo para el Programa de Identificación de Clientes (CIP), hasta reglas para cuestionar la viabilidad de los clientes auto-certificados. También se abordaron los desafíos planteados por el privilegio abogado-cliente, las relaciones de confianza y las relaciones intermediarias.

Los servicios financieros regulados son una industria con “ánimo de lucro” motivada por cuestiones prácticas. Existe una tensión natural entre consideraciones prácticas de la industria de servicios financieros y la declaración de la misión de FinCen. El foro ilumina un volumen creciente de preocupaciones por parte de la industria de servicios financieros con respecto a la elaboración de normas eventuales de FinCen. Los riesgos de reputación y existenciales de los miembros de la industria están aumentando. El Congreso de EE.UU., el FinCen y organismos afines están creando una mayor complejidad reglamentaria que afectan a toda la gama de partes interesadas del sector privado. Todos nosotros en la industria y aquellos de nosotros que le servimos hemos sido envueltos en un papel de guardianes.

Probablemente se puede decir que la FinCen está cobrando impulso para redefinir su definición de Propietario Beneficiario, incluidas las políticas y procedimientos CDD para la industria de servicios financieros relacionados de EE.UU. Al leer la historia reciente de las regulaciones de los EE.UU., tenemos que prepararnos para las capas adicionales de costo y complejidad que se avecinan.

Columna de opinión de Stanley Foodman, director ejecutivo de Foodman CPAs & Advisors. Foodman está especializado en contabilidad forense, litigación y tributación internacional.

Tecnología, tecnología, tecnología…

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Pudo haber sido Google; de hecho el interés de Mark Zuckerberg habría partido hace dos años cuando supo que la empresa de la gran G estaba rondando a su creador Jan Koum, para ver una eventual adquisición. Sin embargo fue Facebook, tras un café entre ambos fundadores que inició las discusiones a principios de 2012, el que concretó la compra de Whatsapp, negocio que culminó hace algunas semanas, sorprendiendo al mercado y a los mismos usuarios. Y es que ha sido un invierno boreal bastante movido para el sector tecnológico norteamericano. A esta sorpresiva y cuantiosa compra se suma el posterior anuncio de que la aplicación de mensajería permitirá hacer llamadas de voz, lo que ha puesto en extrema alerta a las compañías de telecomunicaciones en el mundo entero.

Lo anterior parece ser indicativo de un renovado apetito de estas empresas repletas de efectivo por hacerse con áreas de negocio claves de otros mercados y que hasta el momento habían estado muy alejadas de su core business.  

En la misma línea, el ya mencionado Google se está preparando para una futura e indudable era robótica digna de las mejores novelas de Isaac Asimov, luego de adquirir solo en los últimos meses tres compañías líderes –Boston Dynamic, Nest Labs y Deep Mind- en robótica avanzada e inteligencia artificial, elemento clave para que los robots puedan ir aprendiendo constantemente y de manera autónoma, intentando parecerse lo más posible al aprendizaje humano.

Esto, dado que algunos estudios muestran que cada vez nos informamos menos a través de los buscadores de Internet y más gracias a las personas, instituciones, empresas, etc. que seguimos en redes sociales tipo Facebook, Twitter e Instagram. Entonces, la idea de Larry Page y compañía es ir diversificando su negocio de Internet —que no durará para siempre— y apretando el acelerador en dispositivos “vestibles” como relojes con funciones de computador, lentes de realidad aumentada como Google Glass y otros. De hecho, es muy probable que después de estas adquisiciones la innovación en esta área de la automatización se acelere, con lo que podría haber tanta o más inversión y destinación de recursos a esta área que la que hubo hacia las redes sociales en los últimos cinco o seis años. 

Es más, según un paper de la Universidad de Oxford citado por Martin Wolf en unos de sus últimos artículos (“Esclavizar a los robots y liberar a los pobres”), el 47% de los empleos estadounidenses están bajo alto riesgo de automatización.

Como ya se ha dicho en varias partes estamos llegando a un punto donde en muchas industrias, gracias el rápido desarrollo de este tipo de máquinas, resulta más barato invertir en plantas robotizadas que contratar trabajadores. Esto da como resultado que la inversión estimada en este tipo de plantas robotizadas aumente agresivamente de aquí en adelante.

Por otro lado, Apple vive una cierta crisis de madurez, ya que ha visto mermado su envidiado potencial de crecimiento, acompañado de una caída en sus márgenes y en el número de nuevos lanzamientos. Teniendo esto en cuenta, estarían explorando nuevos negocios en artículos médicos y sensores que puedan ayudar a predecir ataques cardíacos, estudiando el sonido que hace la sangre mientras fluye por las arterias. Es así cómo su vicepresidente de operaciones, Jeff Williams, se reunió con Margaret Hamburg, jefa de la FDA (Administración de Fármacos y Alimentos de EEUU) para discutir estas «aplicaciones médicas móviles». Lo que reafirma que la tecnología “vestible” con cierta inteligencia es una tendencia que se viene con todo en el mundo y que 2014 debiese ser el año donde ésta “despegue” de manera significativa.

En resumen, innovaciones como la inteligencia artificial, la robótica, el Internet de las cosas y el análisis masivo de datos están produciendo y producirán enormes cambios en la manera en que trabajamos y vivimos. Lo importante es que nada de esto se construye de la noche a la mañana y que cuando vienen estas “discontinuidades” pueden surgir nuevas compañías exitosas sin necesariamente tener que competir con una ya establecida, siendo imperativo para ello no sobreestimar los efectos de la tecnología en el más corto plazo, pero tampoco y peor aún, subestimar sus beneficios de largo plazo.

Columna de opinión de Miguel Ángel Suárez, gerente de Renta Variable Internacional de LarrainVial Asset Management

¿Quién es el “dueño” de la relación con el cliente en la banca privada?, ¿banco o banquero?

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¿Quién es el “dueño” de la relación con el cliente en la banca privada?, ¿banco o banquero?
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Gobierno de Tailandia. . ¿Quién es el “dueño” de la relación con el cliente en la banca privada?, ¿banco o banquero?

Este es un debate que ha existido siempre y siempre existirá… el debate sobre la propiedad del cliente en el “ménage à trois, -cliente – banco – banquero-«, tiene diferentes puntos de vista, sobre todo dependiendo de quién lo diga y en qué momento. Es un triángulo muy difícil de separar ya que cada uno tiene un papel protagonista en el mismo y los tres están interrelacionados, teniendo al cliente como el eje principal de la relación.

La propiedad del cliente la determina la voluntad del cliente, y esto es algo que creo que no admite discusión. A partir de ese eje, el banco, a diferencia de un modelo broker, tiene que facilitar los elementos y servicios necesarios a su banquero – imagen, solvencia, producto, servicio, performance, capital humano… – para que éste pueda dar el mejor servicio a las necesidades de sus clientes.

Por otro lado, el banquero tiene que cumplir su parte del trato, que es facilitar clientes a los que poder atender. El banquero es el primer interesado en que las capacidades del banco sean máximas y diferenciales hacia sus clientes y prospectos, ya que ello supone fidelización, rentabilidad y crecimiento, además de clientes satisfechos que refieren nuevos clientes y, algo muy importante, capacidad para poder crecer con clientes potenciales que son abordados en “contactos fríos”. El banquero quiere el máximo respaldo posible por parte del banco. Es el médico de familia y necesita el hospital y los mejores especialistas de cada práctica.

Llegados a este punto aparece en escena un punto muy importante y de enorme sensibilidad, la retribución económica del banquero por sus servicios. Y éste suele ser un elemento también clave en estas situaciones: ¿me considero bien pagado por el trabajo que realizo y por los ingresos que genero? Y de nuevo tenemos que tener en cuenta que en este análisis el banquero analizará el nivel de “propiedad del cliente” que tiene de su cartera, y lo meterá en la ecuación “nivel de satisfacción de mi cliente con el banco”. Si el cliente está contento con los servicios que recibe del banco sencillamente no se irá, será muy complicado conseguir que se vaya a otra entidad. Luego no es un tema de propiedad del cliente sino de nivel de satisfacción del cliente con el servicio recibido. Este es el motivo por el que en un entorno de estabilidad y saber hacer de la entidad de la que sale el banquero, los “ratios clásicos” de traspaso de posiciones que le acompañan en su nuevo proyecto suelen ser del 25%-35% de la cartera que tenía en su entidad de origen, aunque sea de más del 50% el número de clientes que le acompañen sin abandonar su entidad anterior y, en muchas ocasiones, traspasando posiciones de otros bancos que incluso el banquero desconocía que tenía su cliente. Sin embargo este ratio suele ser mucho mayor cuando se trata de pocas cuentas y elevados volúmenes, ya que aquí también se cumple el que el 20% de los clientes tienen el 80% de la cartera.

Los clientes son el fondo de comercio de los banqueros. Es por lo que se les mide y es por lo que se les pregunta: ¿Qué cartera tienes? ¿Cuánto es heredada? ¿Cuántos clientes? ¿Qué ROA generas? ¿Descripción de los 10 mayores clientes? ¿Detalle de productos? … Por tanto, es normal que un banquero quiera convivir con sus clientes durante el mayor tiempo posible, y cualquier cambio que realice a un nuevo proyecto supone poner en riesgo su fondo de comercio.

El banquero, al igual que el banco, tiene dos posiciones muy diferentes dependiendo del momento en el que estemos hablando. Un banquero, desde su banco, cuando te habla de su cartera, te habla de sus clientes y enfatiza el nivel de propiedad de la relación con ellos. Sin embargo, cuando se plantea un nuevo proyecto siempre comenta que no sabe cuántos clientes van a querer irse con él y te explica que dependerá de muchísimos motivos, no presupuestando más de 50 millones de dólares de traspaso para el primer año sobre una cartera con un volumen de 250 – 300 millones de dólares (lo que supone un 15%-20%). Por tanto, el banquero es consciente del peso que tiene el banco en la propiedad del cliente y del peso que tiene él como banquero.

El banco, por su parte, después de que hayan pasado los cinco primeros minutos de saludos y conversación cordial pasará directamente a preguntarle al banquero por su cartera – volumen, clientes, ROA – y por su business plan – escenario de potencial traspaso de clientes y de activos -, tomando como referencia mínima estándar de la industria el tiempo que va a tardar en tener sus primeros 100 millones de dólares. Es decir, el banco analiza el nivel de propiedad que el banquero tiene sobre la cartera de clientes, y su valor será mayor o menor en función de la capacidad que tenga de traspaso.

Así es, claramente, como se produce el inicio de la relación banco – banquero. Sin embargo, esta valoración sobre la propiedad de la relación que el banquero tiene sobre sus clientes cambia totalmente cuando el banquero toma la decisión de dejar la entidad y abordar un nuevo proyecto. El banco defenderá que el banquero no es el dueño de la propiedad del cliente y que ésta propiedad le corresponde al banco. Además, es muy probable que el banquero hubiera asumido una serie de compromisos de acuerdos de no competencia, non soliciting (no captación de clientes) y otros, cuando firmó su contrato con la entidad, y cuyo objetivo es, precisamente, salvaguardar la relación con el cliente. En Suiza es una práctica muy habitual que el banquero tenga que estar periodos de “gardening leave” (continúan como empleados sin actividad profesional pero remunerados) de 3-6 meses (algunas entidades llegan a pedir hasta 12 meses), con el objetivo de que el banco pueda visitar a los clientes y presentarles a su nuevo banquero y de esa manera reducir la intensidad de la relación banquero-cliente.

En mi opinión, los diferentes puntos de vista son entendibles y lo que está claro es que dentro de un absoluto «fairplay» el cliente será quien decidirá el cuándo, cómo y con quién quiere estar, sin que se deba olvidar que el mismo banquero que hoy deja el banco es el mismo banquero al que se le comenzó preguntando “cuántos clientes y assets iba a traspasar”.

Columna de opinión de David Ayastuy, socio responsable de Nfoque Executive Search, firma especializada en banca privada y asset management.

¿Está sobrevalorada la bolsa?

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¿Está sobrevalorada la bolsa?
Photo: Jacob Garcia. Are Stocks Getting Stretched?

Acabamos de asistir al quinto aniversario del mercado alcista en EE.UU., que empezó después de que el S&P 500 tocara mínimos el 9 de marzo de 2009 . Con eventos como el de Ucrania y otros puntos geopolíticos calientes que han distraído nuestra atención, no hemos celebrado este quinto aniversario como se merecía, pero debemos reconocer que se ha alcanzado un hito importante.

¿Estamos encaminados a otro año de subidas, o se ha alcanzado el tope del mercado? Analicemos algunos métodos de valoración del mercado para ver dónde estamos.

¿Ha alcanzado la bolsa su justo valor?

Las valoraciones siguen acaparando las portadas de los periódicos. Los comentaristas dicen que las valoraciones están ya ajustadas, en especial en un mundo macroeconómicamente frágil. Sin embargo, si comparamos las valoraciones actuales con las alcanzadas en los dos picos anteriores del mercado, podemos ver que el sector privado se encuentra esta vez en mucha mejor forma:

 

Quisiera destacar que los beneficios por acción (BpA) son notablemente superiores, al tiempo que el ratio PER sobre beneficios publicados del mercado no ha alcanzado ni de lejos los niveles que vimos en la burbuja .com de marzo de 2000, ni siquiera los del máximo de octubre de 2007. Otros métodos de valoración históricos también sugieren que las valoraciones actuales no son excesivas.

¿Qué nos dicen los indicadores que miran al futuro, en lugar de al pasado? Si consideramos el PER estimado, calculado con el BpA de consenso para los próximos 12 meses, vemos que el mercado se encuentra valorado a niveles adecuados:

Para tener en cuenta los vaivenes del ciclo empresarial, podemos ajustar los beneficios a través del PER Shiller, que utiliza la media móvil de los beneficios de los últimos 10 años ajustados por la inflación. Este ratio nos dice que el mercado está algo caro:

Sin embargo, si contemplamos otros ratios, como la rentabilidad por dividendo ajustada por la inflación, o el precio dividido entre el cash flow libre, ambos seguidos por muchos analistas, el mercado aparece barato. Así, en su conjunto, yo diría que el mercado está correctamente valorado.

Las señales del mercado de crédito

También estudio el mercado de crédito para adelantar cómo puede evolucionar la bolsa. Los spreads del mercado de bonos miden el precio que tienen que pagar las empresas para acceder al crédito. Hemos visto cómo estos spreads se han mantenido, o incluso se han estrechado. Mis colegas en MFS son expertos en crédito y tanto los analistas de bonos con grado de inversión y los de high yield me aseguran que el mercado de crédito apunta a que vienen mejores tiempos.

Así, a aquellos que aseguran que el dinero fácil proporcionado por la Reserva Federal ha catapultado las valoraciones de la renta variable por encima de lo razonable, yo les diría que en este punto el mercado no está sobrevalorado por un exceso de liquidez – una buena noticia debido a que las comunicaciones de la Fed son cada vez más restrictivas de lo que esperábamos. Por otro lado, el estrechamiento de los spreads de crédito es un buen indicador de que los activos de riesgo, como lo es la renta variable, no están bajo presión.

Artículo de James Swanson, estratega jefe de MFS Investment Managers

Seguimos apostando por la renta variable, concretamente la británica y la japonesa

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Seguimos apostando por la renta variable, concretamente la británica y la japonesa
Foto: Diliff. Seguimos apostando por la renta variable, concretamente la británica y la japonesa

Si bien febrero fue un mes positivo para la renta variable, el mes de marzo se ha mostrado más complicado, ya que la atención de los inversores ha pasado a centrarse ahora en la crisis de Ucrania, un acontecimiento que podría condicionar el apetito por el riesgo en lo que queda de año. Hasta la fecha, las repercusiones de la crisis de Ucrania se han circunscrito en mayor medida a la deuda y la renta variable de los mercados emergentes, así como a los mercados de materias primas. En los niveles actuales, parece que la deuda de los mercados emergentes en moneda local ofrece valor, y en nuestro modelo de asignación de activos nos mantenemos sobreponderados en esta clase de activos, aunque esperamos que continúe la volatilidad a corto plazo en los mercados de deuda tanto en moneda fuerte como en moneda local. La renta variable emergente refleja las preocupaciones tanto por Rusia y Ucrania como por las perspectivas de menor crecimiento de Brasil y China. En las materias primas, Rusia representa un actor importante en el sector de la energía, pues suministra el 30% del gas de Europa, la mitad del cual se conduce a través de Ucrania. Cualquier medida adoptada por la UE para poner freno a las exportaciones de petróleo ruso podría situar con facilidad el petróleo Brent en la horquilla de los 140-160 dólares por barril y, por consiguiente, seguimos muy de cerca los acontecimientos.

Parece que la deuda de los mercados emergentes en moneda local ofrece valor

Por otra parte, los mercados de bonos high yield y con calificación investment grade apenas se han visto afectados por la crisis en Ucrania. Los mercados de divisas también la han soslayado, a excepción de algunas evidentes como el rublo. Los mercados de renta variable y renta fija de los países desarrollados se han visto influidos por otros factores, como los reveses derivados de la mayor fortaleza de la libra esterlina para la renta variable británica y las consiguientes revisiones a la baja de los beneficios relacionadas con el cambio de divisas, las adversas condiciones meteorológicas de EE. UU. y algunos resultados de empresas europeas peores de lo esperado, a pesar de los continuos indicios de recuperación macroeconómica. Los inversores de deuda pública de los países centrales se han centrado en la mayor fragilidad de los datos macroeconómicos estadounidenses, lo que ha resultado favorable para la clase de activos, a pesar de la continua reducción gradual de la expansión cuantitativa.

Seguimos apostando por la renta variable (concretamente, la británica y la japonesa)

En cuanto al posicionamiento, en nuestro modelo de asignación de activos seguimos apostando por la renta variable (concretamente, la británica y la japonesa). No obstante, reconocemos que es importante que las empresas consigan incrementar sus beneficios este año debido a la mejora de las valoraciones de las acciones que se ha producido en los últimos años y el respaldo menguante en forma de liquidez a la renta variable ahora que la expansión cuantitativa estadounidense comienza a desvanecerse. Las empresas que no han cumplido sus expectativas de beneficios en las últimas semanas se han visto castigadas, ya que las valoraciones dejan poco o ningún margen para las decepciones. En los mercados de renta fija, seguimos prefiriendo el crédito corporativo por encima de la deuda pública de los países centrales, aunque es probable que la rentabilidad total de los bonos high yield y los bonos con calificación investment grade sea modesta este año. Los inmuebles comerciales británicos nos siguen pareciendo interesantes por su atractivo rendimiento real, así como por el creciente interés que muestran los inversores en la clase de activos gracias a la continua recuperación macroeconómica del país.

Columna de opinión de Mark Burgess, director de Inversiones de Threadneedle

La deuda de los estadounidenses

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La deuda de los estadounidenses
Foto: Joshua Glassburn - US Navy. La deuda de los estadounidenses

Estados Unidos no puede más con su deuda. Pero no con la deuda del Estado, sino con la deuda de sus ciudadanos y de sus empresas. El déficit público se está reduciendo a una velocidad de vértigo. Pero los mismos votantes a los que preocupa que el Gobierno gaste más de lo que ingresa no son capaces de ahorrar.

Las cifras son brutales. Las familias estadounidenses deben 11,52 billones («trillion») de dólares. Las empresas, más de 16 billones. En total, la deuda privada es casi el doble que la pública. Y no hace más que aumentar. Paradójicamente, las empresas han aprovechado esta época de tipos de interés bajos para emitir deuda. Y las familias, aunque han restablecido parcialmente sus balances, no pueden ahorrar. Los salarios reales están bajando. Cuando las empresas invierten, lo hacen en maquinaria. Y, si crean empleo, saben que tienen un inmenso pool de desempleados en el que buscar trabajadores, de modo que, salvo en industrias muy concretas, como Internet, no ofrecen sueldos altos.

En un momento en el que la Reserva Federal está empezando a endurecer su política monetaria, y con el mercado esperando las primeras subidas de tipos de interés para dentro de unos 15 meses, esa enorme bolsa de deuda es un factor de preocupación. No hay que olvidar que la última crisis no estalló por el déficit público que George W. Bush había creado con sus bajadas de impuestos (el 11-S apenas tuvo repercusión en la economía, al igual que las guerras de Afganistán e Irak), sino por la deuda privada.

Ahora, además, hay otro factor de peligro: la deflación. Los precios apenas están subiendo y eso, en una economía endeudada y en la que el crédito apenas fluye, es peligroso. Estados Unidos necesita hoy inflación, es decir, hacer que el dinero valga menos, porque así las deudas también reducen su valor real, aunque desde el punto de vista nominal no caigan. La propia Reserva Federal está tratando de generar cierta inflación. Pero el crédito no fluye a la economía.

La inflación, sin embargo, es solo un parche, un remedio temporal que no soluciona el verdadero problema de fondo de Estados Unidos, y que es algo tan simple como que los salarios son demasiado bajos y los beneficios empresariales demasiado altos. Hoy, en todo el mundo -y EE.UU. no es una excepción- el factor capital prima sobre el factor trabajo. Eso ha quedado de manifiesto con los datos de crecimiento económico del último trimestre de 2013, que reflejaron un nuevo aumento de los beneficios empresariales. Mientras la balanza siga tan desequilibrada del lado del capital, la deuda de las familias seguirá creciendo, y las empresas tendrán incentivos para, también, endeudarse en Wall Street. La recuperación estará en la cuerda floja.

Columna de opinión del periodista Pablo Pardo, corresponsal del diario El Mundo en Washington y colaborador del Diario Las Américas

Un debate exhaustivo

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Un debate exhaustivo
Photo: acques Grießmayer. An Exhaustive Debate

Australia, uno de los países más contaminadores per cápita en el mundo desarrollado, está explorando maneras de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero y se ha fijado el objetivo de reducir las emisiones en un 5% por debajo de los niveles de 2000, para el año 2020. Una de sus iniciativas actuales, el mecanismo del precio del carbono, a menudo referido como el impuesto del carbono, requiere a los contaminadores que paguen una cantidad proporcional al equivalente de dióxido de carbono emitido durante un año determinado.

Sin embargo, el primer ministro Tony Abbott, elegido en septiembre, había hecho una promesa electoral de revocar este controvertido impuesto,  aprobado hace dos años. A la luz de este potencial cambio, el debate sobre la forma de lograr el objetivo de emisiones de 2020 está sobre la mesa.

Bajo el sistema actual, los contaminadores deben comprar unidades de carbono hasta el nivel de sus emisiones. Estas unidades se establecieron inicialmente a un ritmo de aproximadamente 21 dólares por tonelada. A mediados de 2015, el número de unidades es programado para ser nivelado y la tarifa a aplicar a partir de entonces será fijada por el mercado a través de un formato de subasta. A cualquier exceso de emisiones en esta etapa se le cobrará una prima del 100% sobre el precio de subasta para el período, aumentando teóricamente los incentivos de las empresas para reducir la contaminación.

Los defensores del sistema argumentan que es la solución más rentable, y eventualmente, el incremento de los costes se trasladará al cliente. Sin embargo, un reciente informe del gobierno mostró que, durante un período de 12 meses, hasta septiembre, las emisiones bajaron un decepcionante 0,3%, a pesar de los 6.300 millones de dólares que le ha costado a la industria.

A la luz de la oposición al mecanismo actual, el nuevo gobierno está promoviendo una política climática alternativa de Acción Directa. Los detalles han sido relativamente escasos hasta ahora, pero un elemento central del plan es el mecanismo de «subasta inversa» en la que se distribuiría un fondo de 1.400 millones de dólares a aquellas empresas que sean capaces de reducir las emisiones al menor coste. Los críticos argumentan que bajo este sistema, los mayores contaminadores no serán castigados por haber fallado en la producción nociva y el verdadero coste de reducir las emisiones sería mayor de lo que es el mecanismo actual.

Encuestas recientes muestran que el público aún no se decidido por alguna opción en concreto. El consenso general parece favorecer la eliminación del impuesto sobre el carbono pero se muestra todavía escéptico sobre la adecuación de la política de acción directa como reemplazo. Dado que el 40% de las emisiones de carbono están más allá del alcance del impuesto y tendría pocos incentivos dentro de la política de acción directa propuesta, es poco probable que cualquier resolución sea una solución definitiva.

En su forma actual, la eliminación del impuesto sobre el carbono aliviaría a corto plazo a las empresas australianas de una carga, pero las preocupaciones seguirían existiendo. Algunos dicen que los objetivos de reducción actuales son insuficientes, y las conversaciones sobre el clima mundial fijadas para el próximo año en París, pueden poner presión adicional sobre el gobierno para revisar sus objetivos de emisiones a largo plazo.

Colin Dishington, CA, analista de Matthews Asia

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Savia nueva para la renta fija española

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Savia nueva para la renta fija española
Foto: JRangel, Flickr, Creative Commons.. Savia nueva para la renta fija española

La renta fija representa aproximadamente el 75% de la cartera de los fondos de inversión españoles que, eso sí, está concentrada de forma mayoritaria en activos extremadamente conservadores. El peso de los bonos corporativos es completamente residual. La buena noticia es que poco a poco van llegando nuevas oportunidades de inversión que pueden generar una atractiva combinación de rentabilidad-riesgo, máxime cuando la caída generalizada de la percepción de riesgo soberano en los mercados está provocando un desplome en la rentabilidad exigida a los bonos públicos en el secundario.

Hablamos del MARF (mercado alternativo de renta fija), cuya puesta en marcha oficial tuvo lugar el pasado mes de octubre; en apenas ocho semanas experimentaba su primera emisión, 50 millones a cinco años al 7,5% lanzados por la constructora Copasa y es posible que en breve veamos una nueva colocación, esta vez de la empresa especializada en servicios TIC (tecnologías de la información y comunicación) Tecnocom, que ya ha comunicado a la CNMV que está estudiando esta posibilidad. Axesor ha realizado el rating de ambas compañías.

La constructora gallega tiene una calificación de BB con tendencia positiva. Su actividad se enmarca dentro de la obra civil y, aunque su correlación con el ciclo económico es menor que el de la construcción residencial, es un sector muy influenciado por factores macroeconómicos. De hecho, las perspectivas de inversión futura en los mercados desarrollados son conservadoras, con una necesidad menor de infraestructuras y la obligación de cumplir con los objetivos de déficit invita a pensar en tendencias de contención de gasto en esta partida. Es lo que ocurre en España, hasta el momento el mercado principal de Copasa, donde prevemos que continuará el declive de los fondos destinados a obra civil. En contraste, en los países emergentes se percibe una creciente necesidad de infraestructuras, así como un progresivo aumento de la renta per cápita y un constante incremento de la concentración de la población en núcleos urbanos. De este punto de vista, transporte, gestión del agua y otras infraestructuras básicas constituirán la punta de lanza de la actividad en obra civil. Todo este panorama, tanto doméstico, como internacional, ha marcado claramente el devenir de la constructora gallega, que no intensificó su proceso de internacionalización hasta el año 2011. Los dos hitos más destacados de esta transformación son el tren de alta velocidad Medina-La Meca (con un valor de cartera contratada de 720,2 millones de euros) y el proyecto de circunvalación de Sao Paulo (participación valorada en 122 millones de euros). La facturación en el exterior del grupo suponía el año pasado en torno al 16% de los ingresos totales; la progresiva internacionalización de la compañía es el gran reto que afronta la constructora siendo ya más del 60% de su cartera de pedidos procedente del exterior

El endeudamiento financiero de Copasa aumentó un 117,3% en el trienio 2010-2012, fundamentalmente por la concesión de la autovía Ourense-Celanova, de la que la compañía posee el 70%, hasta sumar 90,8 millones en términos netos en 2013. Nuestra estimación de ratio deuda financiera neta (DFN) sobre Ebitda para el cierre del año pasado se sitúa en un rango de 2,55 veces, que, aunque supone un claro incremento sobre 2012, sigue siendo significativamente inferior al promedio habitual del sector. El objetivo de Copasa al salir al MARF consistía en lograr una mayor profundidad en su financiación, más estabilidad y una alternativa compatible con el crédito a corto plazo que suministra el pool bancario. Se trata de un asunto esencial a la hora de pugnar por las licitaciones en el exterior, donde las exigencias de avales y garantías son crecientes. En esta tesitura, el sello que otorga un rating, con las obligaciones aparejadas de control interno, transparencia y rigor en la gestión, es algo muy apreciado por los inversores. Una circunstancia que también ha sido valorada por Tecnocom que, tras anunciar su intención de hacer una emisión de bonos y solicitar su admisión al MARF, informó de la puesta a disposición del público nuestro rating, situado en BB+ con tendencia estable.

Respecto a esta empresa, consideramos que mantiene una situación adecuada de liquidez, pese al impacto del ciclo económico en la capacidad de generación de caja. Tecnocom destaca por su alto nivel de capitalización financiera y un nivel de endeudamiento adecuado. Es reseñable también su capacidad de acceso al crédito bancario, como puso de manifiesto en el primer semestre de 2012, cuando logró cerrar una nueva financiación bancaria sindicada a largo plazo, a pesar de la fuerte restricción al crédito bancario que predominaba en ese momento en España. A igual que ocurriera con Copasa, Tecnocom ostenta un nivel de endeudamiento adecuado, como lo pone de manifiesto el ratio DFN/Ebitda que situó en 2013 en un confortable nivel de 1,83 veces. En cuanto a su perfil de negocio, la empresa ha logrado situarse como un referente como proveedor de servicios y sistemas de medios de pago, contando con una cartera de clientes de máximo nivel en los sectores de banca y seguros; industria, telecomunicaciones y energía. Es cierto que este portfolio relativamente concentrado y con un elevado poder de negociación lleva a la compañía a mantener unos márgenes operativos ajustados; aunque esta realidad se matiza con la obtención de ciertas ventas competitivas, como periodos de cobro que han mejorado progresivamente en los últimos ejercicios y una significativa cifra de anticipos de clientes.

Tecnocom procedió en 2013 a una importante reestructuración, que no solo ha repercutido en una mejora de la estructura de costes y gastos, sino que incidió también en unos resultados que arrojaron un incremento del beneficio bruto operativo del 48% respecto al ejercicio anterior. Además, la compañía cuenta con una serie de ‘palancas’ con las que puede mejorar su flexibilidad financiera si fuera necesario, como por ejemplo una cartera de clientes fácilmente factorizable o activos no estratégicos que, sin embargo, sí resultan atractivos para el mercado. Y es que el MARF no está concebido para solucionarle a las empresas problemas de liquidez, sino que está dirigido a compañías saneadas que buscan financiar sus proyectos de expansión. Estamos convencidos de que Tecnocom no será la única que siga los pasos de Copasa, esperamos más anuncios en los meses venideros y prevemos que poco a poco la savia nueva del MARF irá fluyendo en los mercados de renta fija.