Las mujeres en el lugar de trabajo: cómo entender las políticas de permisos en las empresas

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Una de las principales conclusiones de nuestro informe «La igualdad empieza en casa: el permiso de paternidad» fue que disponemos de muy pocos datos sobre las políticas de permiso parental en las empresas, pese a que es una de las medidas más importantes para impulsar la igualdad de género. 

Esta información podría proporcionar información clave sobre la bolsa de talento con la que cuentan las empresas que podrían ser objeto de inversión a largo plazo. Por eso nos pusimos en contacto con las empresas del FTSE 350 que cotizan en el Reino Unido para recopilar datos sobre sus políticas de permisos parentales -maternidad y paternidad-, sus limitaciones y su impacto empresarial y esto es lo que hemos averiguado.

1) Abismo entre los permisos de maternidad y paternidad

El permiso de maternidad es, como era de esperar, mucho más generoso que el de paternidad. Casi todos los sectores ofrecen al menos 20 semanas de permiso de maternidad remunerado -por encima del requisito de la paga legal por maternidad (SMP)-, y sólo los sectores industrial, tecnológico y de consumo cíclico ofrecen menos. Incluso así, la media es de más de 16 semanas para estos sectores. Esto contrasta fuertemente con el permiso de paternidad, en el que la mayoría de los sectores ofrecen dos semanas de permiso remunerado en línea con el mínimo legal en el Reino Unido.

El sector financiero se distingue por ofrecer un permiso de paternidad más generoso que cualquier otro, gracias a un pequeño número de empresas que ofrecen políticas especialmente generosas. Si excluimos estos casos atípicos, el promedio de permisos de paternidad se reduce a los mismos niveles que en otros sectores, lo que pone de manifiesto lo bajo que está el listón para el permiso de paternidad.

2) Factores que impulsan las políticas de los permisos

En todos los sectores, las políticas de bajas laborales se centran en la «atracción y retención de talento». Este reconocimiento de que las políticas son importantes para crear y mantener una reserva de talento diversa es alentador, pero no se refleja en las políticas de la mayoría de las empresas.

Los «estándares de la industria» son también un factor importante. Esto crea la posibilidad de un círculo virtuoso en el que las empresas que compiten en el mismo sector y en la misma cantera de talento se vuelven más generosas con los permisos. Sin embargo, también existe un claro riesgo de que las normas del sector creen un «bucle de fatalidad» en el que las políticas de permisos se vean ancladas, en lugar de impulsadas, por la norma del sector. Este es un riesgo particular para el permiso de paternidad.

3) Costes y beneficios de las políticas

Las empresas subrayaron los beneficios para la retención y la satisfacción de los empleados, así como para la reputación general de la empresa, y más de la mitad de las compañías informaron de su importancia de moderada a importante. Esto coincide con la evidencia de que estos factores también juegan un papel en la determinación de las políticas de vacaciones de la empresa.

Por otro lado, los costes de la cobertura de los empleados en excedencia se consideraron como el impacto negativo más notable, con un 36% de importancia moderada o importante. Sin embargo, en promedio, las organizaciones son más propensas a mencionar los beneficios positivos que los impactos negativos.

4) ¿Cómo están cambiando las políticas de bajas?

Casi una cuarta parte de las empresas encuestadas informaron de que las políticas no han cambiado en los últimos cinco años; casi la mitad son más generosas; y algo menos de un tercio son significativamente más generosas. En las empresas cuyas políticas se han vuelto más generosas, la duración de los permisos -sobre todo los de maternidad- es mayor por término medio.

La generosidad existente se citó como una barrera clave para las políticas más benévolas, lo que constituye un motivo de preocupación. Mientras que las políticas de baja por maternidad pueden considerarse relativamente buenas en la mayoría de las empresas, las prestaciones por baja de paternidad son muy bajas. Es necesario un cambio de mentalidad para reconocer que dos semanas no es algo generoso. Esto está muy por debajo de las siete semanas que nuestro modelo identificó como el mínimo ideal para los padres, que ayudaría a impulsar la participación femenina en el trabajo remunerado. Esperamos volver a realizar esta encuesta en el futuro para seguir la evolución de estas políticas.

5) Políticas de representación y permisos

Combinamos los resultados de nuestra encuesta con las métricas ESG de Bloomberg, y encontramos pruebas provisionales de que las empresas con políticas de permisos más generosas para hombres y mujeres tienden a tener una mayor proporción de mujeres en su plantilla.

No podemos confirmar si un permiso parental más generoso conduce a un mayor número de mujeres trabajadoras, o si un mayor número de mujeres trabajadoras da lugar a políticas más generosas. Sin embargo, nuestros modelos macroeconómicos sugieren que la mejora de las políticas impulsa la participación femenina en la economía en general.

También hay pruebas de que la proporción de mujeres en la plantilla está relacionada con el enfoque más extendido de las empresas sobre el permiso parental. Por ejemplo, aquellas con una mayor proporción de mujeres en su plantilla son más propensas a citar la retención y la atracción de talentos como motor de las políticas de permisos, mientras que las que tienen una menor representación son más propensas a citar los requisitos legales.

Por qué esto es importante

La lógica de maximizar el capital humano, independientemente del género, para garantizar el acceso a una oferta de mano de obra de alta calidad en un contexto de envejecimiento de la población, se aplica también a nivel empresarial. Este estudio sugiere que unas políticas más generosas pueden beneficiar a las empresas en términos de reputación, compromiso y retención del personal.

También hay un mensaje clave para los responsables políticos: está claro el papel que desempeñan los requisitos legales en las políticas de permiso parental. Si bien se ha avanzado en la ampliación de las bajas por maternidad en las últimas décadas, el Reino Unido se queda atrás en su oferta de baja por paternidad de dos semanas (frente a una media de nueve semanas en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico).

Los beneficios positivos que puede tener el permiso de paternidad en la participación de las mujeres sugieren que poner el listón más alto a nivel macro podría contribuir a igualar el terreno de juego para hombres y mujeres, y cambiar los incentivos a nivel de empresa.

Tribuna elaborada por Abigail Watt, economista del abrdn Research Institute.

Análisis de los efectos secundarios de la crisis de Ucrania para los inversores en renta fija

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Max Kukuruziak. Max Kukuruziak

Los efectos secundarios de la invasión rusa de Ucrania, de la que ya ha se cumplido más de un mes, están empezando a notarse en múltiples sectores. British Steel anunció recientemente un incremento sin precedentes del 25% en sus precios ante el «fuerte aumento de los costes». Otros fabricantes de acero europeos se han visto afectados de la misma manera y, a no ser que se produzca una rápida reducción del precio de la electricidad y otros costes, es probable que veamos movimientos similares de más compañías del sector.

El gobierno británico también ha pedido a los fabricantes de ladrillos de Reino Unido que se preparen para frenar la producción en caso de que la escasez de energía haga necesario un racionamiento energético. Las industrias de alto consumo, como los fabricantes de ladrillos, a menudo son los primeros afectados por el racionamiento energético, ya que la prioridad es reservar la electricidad para los consumidores. Es posible que esta situación repercuta en el sector de la construcción, ya que las constructoras residenciales y las empresas de construcción dependen en gran medida de los fabricantes de ladrillos.

La causa última de ambas situaciones hay que buscarla en las trágicas escenas que vemos desarrollarse en Ucrania. Sin embargo, incluso si la paz se consiguiera mañana, sería ingenuo pensar que el suministro de recursos naturales de Rusia volvería inmediatamente a los niveles anteriores a la guerra. Es probable que muchos de estos problemas adicionales en las cadenas de suministro se mantengan, aunque sea por debajo de los actuales niveles de crisis.

La inflación se encuentra en un punto de inflexión

El principal problema de los bancos centrales es que gran parte del aumento de la presión de los precios que hemos observado desde la recuperación posterior a la pandemia obedecía a problemas en las cadenas de suministro. Estos problemas se han prolongado durante mucho tiempo y es probable que este segundo impacto en la cadena de suministro derivado de la crisis ucraniana siembre aún más expectativas de inflación en la mente de los consumidores, los fabricantes y los trabajadores.

Es poco probable que el incremento de los precios de la energía y de otros productos que estamos experimentando se repita en un plazo de doce meses, por lo que se suavizarán algunos de los astronómicos datos interanuales de inflación general y costes de producción.  Sin embargo, el debate en torno a la inflación y la política de los bancos centrales se centra en si las expectativas de inflación a largo plazo están aumentando y, por lo tanto, si los bancos centrales consideran que están perdiendo el control de esas expectativas y, por ende, de la propia inflación.

La tasa de inflación prevista a cinco años para Europa ha vuelto a niveles que no se veían desde 2013, mientras que la inflación prevista a cinco años para EE.UU. se encuentra en 

un nivel no visto desde 2014. Es importante tener en cuenta que los tipos reales previstos a cinco años de Europa se sitúan en el -1%, mientras que los de EE.UU. lo hacen en el -0,45%. Este hecho subraya el dilema de la Reserva Federal y otros bancos centrales: se enfrentan a crisis de suministro sucesivas que se han desatado (en términos económicos) el doble de rápido. Esta crisis se produce en un momento en el que el BCE (y otros bancos centrales) se dan cuenta de que su capacidad para cambiar esa dinámica de oferta es limitada a través de la política monetaria. No obstante, la política monetaria es todo lo que tienen y no pueden simplemente sentarse y no hacer nada, ya que el nivel actual de tipos reales negativos agravará el problema.

¿Aumentarán los tipos reales?

¿Hasta dónde podrían llegar los tipos reales para contrarrestar este problema? Si volvemos la vista a 2018, la Reserva Federal creyó que tenía un problema de inflación en ciernes y, por supuesto, quiso normalizar la política monetaria, por lo que situaron los tipos reales a cinco años dentro de cinco años en el 1% antes de que el mercado comprendiera que no existía un problema de inflación y que la Reserva Federal simplemente había cometido un error de política monetaria. Actualmente, dado el entorno económico actual, muchos se atreverían a decir que si la Reserva Federal subiera los tipos en la medida en que algunos prevén, estaría repitiendo ese error.

Sin embargo, independientemente de si eso es correcto o no, ya nos encontramos en la trayectoria hacia tipos reales positivos y podríamos experimentar algo similar a los niveles observados en 2018. El proceso tardará entre 12 y 18 meses antes de que podamos evaluar si el giro de política está justificado o no, pero para nosotros, que la Reserva Federal se quede de brazos cruzados no es realmente una opción.

 

Tribuna de Mark Nash, responsable de Inversiones alternativas de renta fija en Jupiter Asset Management y gestor de la estrategia Jupiter Strategic Absolute Return Bond.

 

The value of active minds – pensamiento independiente: Una característica clave del enfoque de inversión de Jupiter es que evitamos la adopción de una visión de la casa, prefiriendo permitir a nuestros gestores de fondos especializados formular sus propias opiniones sobre su clase de activos. En consecuencia, debe tenerse en cuenta que todas las opiniones expresadas -incluidas las relativas a consideraciones medioambientales, sociales y de gobernanza- son las del autor o autores, y pueden diferir de las opiniones mantenidas por otros profesionales de la inversión de Jupiter.

Información importante: Este documento está destinado a los profesionales de la inversión* y no es para uso o beneficio de otras personas, incluidos los inversores minoristas, excepto en Hong Kong. Este documento tiene únicamente fines informativos y no constituye un asesoramiento de inversión. Los movimientos del mercado y de los tipos de cambio pueden hacer que el valor de una inversión baje o suba, y usted puede recuperar menos de lo invertido originalmente. Las opiniones expresadas son las de las personas mencionadas en el momento de la redacción, no son necesariamente las de Jupiter en su conjunto y pueden estar sujetas a cambios. Esto es especialmente cierto durante los periodos en los que las circunstancias del mercado cambian rápidamente. Se hace todo lo posible para garantizar la exactitud de la información, pero no se ofrece ninguna garantía. Los ejemplos de participaciones tienen únicamente fines ilustrativos y no constituyen una recomendación de compra o venta. Emitido en el Reino Unido por Jupiter Asset Management Limited (JAM), con domicilio social: The Zig Zag Building, 70 Victoria Street, London, SW1E 6SQ está autorizada y regulada por la Financial Conduct 

Authority. Emitido en la UE por Jupiter Asset Management International S.A. (JAMI), con domicilio social: 5, Rue Heienhaff, Senningerberg L-1736, Luxemburgo, que está autorizada y regulada por la Commission de Surveillance du Secteur Financier. Para los inversores de Hong Kong: Publicado por Jupiter Asset Management (Hong Kong) Limited (JAM HK) y no ha sido revisado por la Securities and Futures Commission. Ninguna parte de este documento puede ser reproducida de ninguna manera sin la autorización previa de JAM/JAMI/JAM HK.

*En Hong Kong, los profesionales de la inversión se refieren a los inversores profesionales, tal y como se definen en la Ordenanza de Valores y Futuros (Cap. 571 de las Leyes de Hong Kong), y en Singapur, a los inversores institucionales, tal y como se definen en la Sección 304 de la Ley de Valores y Futuros, Capítulo 289 de Singapur.

Demasiado barato para ignorar

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Pixabay CC0 Public Domain. Descuentos

¿Cuál es la definición de barato? Es cuando un activo es adquirible por debajo del precio vigente o del valor real. En nuestro mundo financiero y en mi opinión, es cuando los bonos transan dislocados de sus fundamentales crediticios.

Imagina. Quieres comprar un computador, y revisas los precios todos los días en diferentes sitios web, pero se acerca el Black Friday. Nosotros nos pasamos la vida buscando empresas para saltar a la mejor oferta. Creo que ahora es nuestro Black Friday. Algunas compañías están en una condición inmejorable, incluso mejor preparadas para enfrentar situaciones, como las que vivimos en tiempos de COVID-19.

Sí, pero no olvidemos que hay una guerra y esa podría ser una de las razones por la que todo está tan barato.

¿Vamos a tener impacto? Definitivamente. ¿Es América Latina la región que más se puede beneficiar de este conflicto? Diría que sí. Esto, porque -en términos relativos- estamos geográficamente lejos y no tenemos una exposición comercial o bancaria profunda en Rusia y Ucrania.

Entonces, revisemos uno de los principales índices en Latinoamérica: “J.P. Morgan CEMBI Broad Latin America Index”.

Cuando analizamos la distribución por sector, casi el 30% está relacionado con commodities: Oil&Gas representan cerca de un 15%, Metal&Mining un 8,5%, mientras que el Pulp&Paper un 5,2%.

Las economías de América Latina son importantes exportadores de materias primas y creemos que este ciclo de commodities fortalecerá a la región.

Hablemos del petróleo. Cuando tienes compañías que tienen un costo de producción cercano a los 30 dólares por barril (compañías que sobrevivieron 2020 con un promedio del petróleo de 35 dólares por barril) y petróleo transando a niveles de 100 dólares operando al 10% con métricas crediticias mejores que nunca, uno empieza a pensar que algo está fuera de lugar. Habiendo dicho eso, creemos que el precio del petróleo debería mantenerse a estos niveles por un tiempo prolongado debido a una sustitución del gas por petróleo; la demanda por viajes ha incrementado más rápido de lo esperado; los países que conforman la OPEC y sus aliados no han sido capaces de cumplir sus cuotas con una caída de alrededor de 700.000 barriles diarios menos que sus cuotas acordadas de acuerdo a S&P Global Platts survey; muy bajos inventarios en la OECD y un CAPEX que ha disminuido alrededor de 35% en los últimos siete años cuando uno compara con el periodo entre 2010-2015

El segundo sector más relevante es el financiero, que representa alrededor del 21% del índice. Cuando pienso en un sector mejor preparado que en el 2019 para enfrentar una crisis como la del COVID-19, pienso en el sistema bancario Latinoamericano. Capital más fuerte, calidad de activos sólida, mejor rentabilidad e inflación ayudarán a los márgenes del sector bancario.

Por último, pero no menos importante, siguiendo la discusión sobre las tasas, un muy buen análisis realizado por Tellimer, publicado el 14 de febrero pasado, muestra que EMBI ha rentado -en promedio- un 17% en los 12 meses posteriores al inicio de las subidas de la Fed durante los últimos ciclos de alzas.

No les quiero quitar más tiempo hablando de cada sector, pero intenté al menos darles una idea de la mitad de los nombres del Universo. Así que cierro con una frase de John Templeton: “El momento de máximo pesimismo es el mejor momento para comprar y el momento de máximo optimismo es el mejor momento para vender”.

 

La oportunidad que presenta la deuda corporativa latinoamericana

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Pixabay CC0 Public Domain. alpaca

El año 2021 fue volátil para los mercados y la deuda corporativa latinoamericana no fue la excepción. Una alta inflación, alzas en la tasa del tesoro americano y expectativas de endurecimiento de la política monetaria, fueron algunas de las fuentes de incertidumbre. A pesar de esto, nuestra estrategia LatAm High Yield, que invierte en deuda corporativa latinoamericana con calidad crediticia bajo investment grade, se aprovechó de los buenos fundamentos de las compañías, el bajo nivel de defaults y la buena selectividad, para cerrar el año con un retorno de 4,28%, 202 puntos base sobre su índice de referencia.

América Latina debería experimentar un crecimiento por encima de su potencial este año, beneficiándose de un fuerte crecimiento y una alta liquidez global, tasas de interés aún bajas, precios de materias primas fuertes y monedas depreciadas. Ahora bien, varios países han comenzado a implementar políticas monetarias más restrictivas respondiendo a mayores presiones inflacionarias. Adicionalmente, las elecciones presidenciales en Brasil y Colombia, el nuevo gobierno en Chile y el desarrollo de la Convención Constitucional, podrían generar volatilidad en el corto plazo.

El proceso de desendeudamiento por parte de las compañías debería continuar en los próximos trimestres. Esto, unido a la fortaleza de los bancos regionales y mercados de capitales abiertos, nos lleva a estimar defaults en 2022 por debajo del promedio. Además, las valorizaciones de la clase de activos siguen siendo atractivas. Si bien la volatilidad podría mantenerse en el corto plazo, vemos espacio para la compresión de spreads producto de los sólidos balances y las bajas expectativas de default. Por otro lado, si lo comparamos con otras regiones emergentes y con Asia en particular, los fundamentos corporativos de nuestra región se ven aún mejor. El sector high yield asiático tiene una porción significativa en el sector inmobiliario chino, que hoy se encuentra bajo mucha presión de incumplimientos en sus bonos.

Dado lo anterior, mantenemos una visión positiva respecto a la deuda high yield en Latinoamérica. Un devengo interesante y una potencial compresión de spreads, podría llevarnos a retornos entre 7-10% en dólares para los próximos 12 meses. Además, nuestra estrategia está posicionada con niveles de duración bajo (~3.1 años a fines de enero), lo que disminuye el impacto del aumento de tasas esperado a nivel global. 

El foco es en compañías con negocios sustentables, con estricto respeto a temas medioambientales, sociales y gobierno corporativo. Buscamos empresas con niveles de deuda saludable, alta capacidad de generación de caja y con un potencial de desapalancamiento dado el crecimiento esperado de los resultados operacionales.

Históricamente la deuda corporativa latinoamericana ha otorgado a los inversores tasas de rendimiento ajustados por riesgo superiores a los bonos corporativos de otras regiones, tanto emergentes como desarrolladas. Asimismo, entrega una fuente de diversificación adicional a los portafolios de renta fija global, con índices de volatilidad históricamente menores en comparación a otras clases de activo de renta fija.

Otra característica relevante que ha mostrado este activo es que cuando los yields son superiores al promedio histórico, la performance del Asset class los meses siguientes es muy destacada. Esto ha sido así para nuestra estrategia en los períodos en los que el yield del portafolio se encuentra sobre el promedio de aproximadamente 6%.

Estamos acostumbrados históricamente a una volatilidad macro, política, económica de los países latinoamericanos, sin embargo, a nivel corporativo la dinámica ha sido distinta. Desde mediados de la década anterior las compañías iniciaron un proceso de “desapalancamiento” muy importante, lo que unido a una mejora significativa en los gobiernos corporativos ha llevado en los últimos años a tener tasas de default menores a los promedios históricos.

Por último, vemos oportunidades muy interesantes en la parte de crédito privado. Hoy el portafolio tiene un 10% en transacciones de crédito privado lo cual planeamos aumentar a medida que veamos un pipeline de transacciones con atractivos retornos esperados y estructuras con colaterales sólidos. 

Finalmente, como Compass Group ratificamos nuestro compromiso con la región y con la clase de activos. Es así como el último trimestre del año lanzamos nuestro fondo Compass Latin American High Yield Fund, el cual forma parte de nuestra estructura SICAV en Luxemburgo. Este fondo será manejado por el mismo equipo que hoy gestiona más de USD 800m en estrategias de crédito latinoamericano. Los gestores cuentan con una larga trayectoria en la clase de activo, respaldados por más de 50 profesionales dedicados a cubrir la región.

Disclaimer

Las opiniones expresadas en este comentario son las de Compass y no pretenden ser un consejo de inversión ni predecir o proyectar el rendimiento futuro de ningún producto de inversión. Las opiniones son actuales hasta el 31 de enero de 2022 y están sujetas a cambios en cualquier momento en función de las condiciones del mercado y otras condiciones actuales. No se garantiza ninguna previsión. Este comentario se proporciona como una fuente de información general y no es una recomendación, solicitud u oferta para comprar, vender o mantener cualquier ni una oferta para comprar, vender o mantener un valor específico o para participar en una estrategia de inversión, ni debe ser la base de una decisión de inversión. Las decisiones de inversión deben tomarse siempre en función de los objetivos específicos del inversor, sus necesidades financieras, su tolerancia al riesgo y su horizonte temporal. Las ofertas de inversión sólo se realizan de inversión sólo se realizan a través de un folleto, un contrato de suscripción, un contrato de cuenta gestionada por separado, un memorando de colocación privada u otros materiales de oferta.Las opiniones, proyecciones y estimaciones están sujetas a cambios sin previo aviso. Se aconseja a los inversores que comprendan plenamente todos los riesgos asociados a cualquier inversión que planeen realizar. En ningún caso Compass asume ninguna responsabilidad, ya sea directa o indirecta, resultante del uso de las opiniones expresadas, así como cualquier representación o garantía, ya sea expresa o implícita, en relación con cualquier información tratada en el comentario. Una decisión de inversión debe basarse en sus procedimientos habituales y procedimientos habituales y exhaustivos de diligencia debida. El rendimiento pasado no es garantía de resultados futuros. Factores de riesgo: El rendimiento de la inversión y el valor del capital fluctuar, y es posible perder dinero invirtiendo. La inversión internacional conlleva riesgos adicionales, como las fluctuaciones monetarias, las condiciones políticas o económicas que afectan al país extranjero y las diferencias en la contabilidad. Las inversiones internacionales entrañan riesgos adicionales, como las fluctuaciones monetarias, las condiciones políticas o económicas que afectan al país extranjero y las diferencias en las normas contables y la normativa extranjera.

 

Invertir en un mundo incierto

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Pixabay CC0 Public DomainAlexandre Boucey. Alexandre Boucey

El conflicto militar en Ucrania lleva al mundo a ser testigo de una crisis humanitaria en directo y a enfrentarse a factores y situaciones que no se contemplaban en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Nuestro equipo envía su cariño a las víctimas y las familias de todas las personas afectadas. Aunque desde comienzos de año el índice MSCI World ha caído un 8% en dólares, sigue acumulando una subida superior al 10% durante los últimos 12 meses. Esta caída del mercado, bastante limitada, se ha debido a un ajuste a la baja más que a una caída de las expectativas de beneficios del mercado.

Las estimaciones de beneficios a plazo, quizá optimistas, han subido efectivamente un 3% en los últimos dos meses. Históricamente, ha sido la solidez de los beneficios en épocas complicadas, bien la crisis financiera global, bien la COVID-19, lo que ha permitido que nuestras carteras globales participaran relativamente poco de los caídas, lo cual no ha sucedido hasta ahora en 2022 puesto que los beneficios del mercado se han mantenido en lo que llevamos de año.

Cabe destacar que el ajuste a la baja ha respondido a las valoraciones, cayendo en mayor medida las acciones más caras. Si dividimos el índice MSCI World en cinco quintiles atendiendo a los múltiplos de finales de 2021, el quintil superior ha perdido un 15% y el segundo, un 9%, mientras que los otros tres tan solo han caído entre el 1% y el 4%.   Aunque nos hemos centrado en gran medida en las valoraciones en los últimos años, reduciendo las inversiones en las compañías de más estilo growth y más caras según se han reajustado, además de evitar siempre los emisores totalmente growth más caras, la alta calidad de la cartera lleva a que sean algo más caras que el mercado; aproximadamente la mitad de la ponderación de las carteras se enmarca en el segundo quintil.  Así pues, el ajuste a la baja del mercado ha supuesto un obstáculo, si bien ha brindado la ventaja de hacer que algunas compañías —tanto dentro como fuera de las carteras actuales— presenten valoraciones más interesantes.  El último aspecto que mencionar tiene que ver con las variaciones de los sectores. Consumo estable, un sector fundamental de nuestras carteras globales, ha aguantado relativamente bien este año. Sin embargo, fijándonos en los demás sectores que han registrado una rentabilidad relativa positiva en 2022, nuestra filosofía implica que no invirtamos en energía (el emisor destacado de este año), materiales o servicios públicos, infraponderándonos significativamente al mismo tiempo en sector financiero, entre otras razones, porque evitamos los bancos.

Seguimos centrados en el compounding a largo plazo, algo para lo que el mercado se está encontrando con dificultades. Lo que buscamos en una acción es sencillo, pero difícil de encontrar.  Lo primero es dar con compañías con activos intangibles dominantes y sostenibles, por ejemplo, marcas o redes de distribución.  Dichos activos deben potenciar la capacidad de fijación de precios, que definimos como la capacidad de repercutir la inflación de los costes de producción al consumidor final.  Se trata de un aspecto especialmente importante en el entorno inflacionario actual. Un historial de márgenes brutos elevados y estables ante aumentos en los costes de los insumos es señal de capacidad de fijación de precios.  También exigimos la capacidad de impulsar los beneficios de manera sostenida y orgánica, más que por unos ingresos cíclicos volátiles, con un elemento recurrente sustancial. Tales ingresos recurrentes pueden proceder de una compra reiterada de un champú o una crema facial o de relaciones y contratos de larga duración.  La combinación de capacidad de fijación de precios (que protege los márgenes) e ingresos recurrentes (que protege las ventas) debería traducirse en beneficios robustos. Dada la dependencia en activos intangibles en lugar de activos tangibles, estos beneficios deberían generarse a unos retornos sobre el capital elevados y, por tanto, las sólidas ganancias deberían traducirse en flujos de efectivo sólidos.

Lamentablemente, el compounding exige más que un producto sólido y sostenible en el que confiar un crecimiento con rentabilidades elevadas.  También exige un equipo adecuado que no solamente siga innovando y publicitándose para mantener y mejorar los activos intangibles, sino que además haga un uso adecuado de los flujos de caja libre restantes.  Algunas compañías son buenas compradoras, pero no la mayoría y, por tanto, deben centrarse en devolver el excedente de efectivo a sus accionistas. La prueba definitiva son las valoraciones. Nos gusta poseer compañías que consideramos que van a revalorizarse de manera razonable, basándose en el compounding para ofrecer rentabilidad, pero pagar demasiado por ellas supone el riesgo de destrucción permanente de capital.

Nos atenemos a este proceso para seleccionar compañía desde hace 25 años.  Tanto este historial como unos fundamentos de economía básicos sugieren que los beneficios de nuestras carteras globales deberían ser relativamente resilientes en caso de un descenso de la rentabilidad del conjunto del mercado, por la inflación o la reacción de los gobiernos a esta o por una crisis geopolítica.

El mercado sigue mostrándose vulnerable, en especial, si se agrava la crisis geopolítica actual; el índice MSCI World presenta un múltiplo de los beneficios a plazo superior a 17 veces, un nivel nunca alcanzado entre 2003 y 2019 y esto se debe a que las estimaciones de beneficios han subido un 57% desde junio de 2020 y se encuentran un 23% por encima de su máximo anterior a la pandemia de COVID-19. En un mundo marcadamente incierto, consideramos razonable limitar la incertidumbre poseyendo una cartera de compounders relativamente previsibles, en particular, al estar disponibles con una moderada prima en clave de flujos de caja libre frente al mercado. 

Columna de Bruno Paulson, portfolio manager del equipo de International Equity de Morgan Stanley Investment Management.

 

INFORMACIÓN IMPORTANTE

Los puntos de vista y las opiniones pertenecen al autor en la fecha de publicación, podrán variar en cualquier momento debido a las condiciones del mercado o económicas y podrían no llegar a materializarse. La información que aquí se recoge representa el modo en que el equipo de inversión suele aplicar su proceso inversión en condiciones normales de mercado. Esta comunicación general, que no es imparcial, se facilita únicamente con fines informativos e ilustrativos y no deberá considerarse una recomendación. La información no aborda los objetivos financieros, la situación o las necesidades específicas de ningún inversor en concreto. Las inversiones entrañan riesgos, incluida la posible pérdida del capital principal.

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Consideraciones sobre riesgos

No existe garantía de que una cartera vaya a alcanzar su objetivo de inversión. Las carteras están sujetas al riesgo de mercado, que es la posibilidad de que bajen los valores de mercado de los títulos que posee la cartera. Los valores de mercado pueden cambiar a diario por acontecimientos económicos y de otro tipo (por ejemplo, catástrofes naturales, crisis sanitarias, atentados terroristas, conflictos y disturbios) que afecten a mercados, países, compañías o gobiernos. Resulta difícil predecir el momento en que se producirán tales acontecimientos, así como su duración y sus posibles efectos adversos (por ejemplo, para la liquidez de las carteras). En consecuencia, su inversión en esta estrategia podrá comportar pérdidas. Tenga en cuenta que esta estrategia puede estar sujeta a determinados riesgos adicionales. Los cambios en la economía mundial, el consumo, la competencia, la evolución demográfica y las preferencias de los consumidores, la regulación pública y las condiciones económicas podrían afectar negativamente a compañías con negocios globales y tener un impacto desfavorable en la estrategia en mayor medida que si los activos de esta estuvieran invertidos en una variedad más amplia de compañías. En general, los valores de los títulos de renta variable también fluctúan en respuesta a actividades propias de una compañía. Las inversiones en mercados extranjeros comportan riesgos específicos como, por ejemplo, de divisa, políticos, económicos y de mercado. Las acciones de compañías de pequeña y mediana capitalización entrañan riesgos específicos, como una limitación de líneas de productos, mercados y recursos financieros y una volatilidad de mercado mayor que los títulos de compañías más grandes y consolidadas. Los riesgos de invertir en países de mercados emergentes son mayores que los riesgos asociados a inversiones en mercados desarrollados extranjeros. Los instrumentos derivados pueden incrementar las pérdidas de forma desproporcionada y tener un impacto significativo en la rentabilidad. También pueden estar sujetos a riesgos de contraparte, liquidez, valoración, correlación y de mercado. Los títulos ilíquidos pueden ser más difíciles de vender y de valorar que los que cotizan en mercados organizados (riesgo de liquidez). Las carteras no diversificadas a menudo invierten en un número más reducido de emisores. En consecuencia, los cambios en la situación financiera o el valor de mercado de un solo emisor pueden causar una mayor volatilidad. Las estrategias ESG que incorporan inversión de impacto y/o factores medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG) podrían provocar que la rentabilidad relativa de la inversión se desvíe de otras estrategias o índices de referencia generales del mercado, en función de que los sectores o las inversiones de que se trate gocen o no del favor del mercado. Por tanto, no se garantiza que las estrategias ESG vayan a traducirse en rentabilidades de inversión más favorables.

El desperdicio: el talón de Aquiles del sistema alimentario

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Pixabay CC0 Public Domain. alimentos

Según el Informe de las Naciones Unidas sobre el Índice de Desperdicio de Alimentos 2021, en todo el mundo desperdiciamos 1.300 millones de toneladas de alimentos cada año. Resulta asombroso que un tercio de todos los alimentos producidos en el mundo se pierda o se desperdicie. La cifra de alimentos desperdiciados equivale a los alimentos necesarios para satisfacer las necesidades de más de 1.200 millones de personas. Al mismo tiempo, el número de personas que sufren hambre en el mundo se estima en cerca de 800 millones.

Después de permanecer prácticamente sin cambios entre 2014 y 2019, la prevalencia de la desnutrición subió a casi el 10% en 2020, desde el 8,4% del año anterior. Por lo tanto, es obvio que atajar el desperdicio de alimentos es una clave en la solución para reducir el hambre, además de poder solventar este problema, según la ONU: «La reducción del desperdicio de alimentos ofrece otras grandes ventajas para diferentes sectores: para las personas y el planeta, mejorando la seguridad alimentaria, abordando el cambio climático, ahorrando dinero y reduciendo las presiones sobre la tierra, el agua, la biodiversidad y los sistemas de gestión de residuos».

El origen de este desperdicio

Antes de indagar sobre las soluciones con las que evitar el desperdicio de alimentos, empecemos con datos y cifras que nos permitan comprender mejor la magnitud del problema.

Cuando hablamos de desperdicio de alimentos, debemos diferenciar entre dos clases de desperdicio: la pérdida de alimentos y el desperdicio de los mismos. En primer lugar, la pérdida de alimentos. Se trata de la categoría más importante, hace referencia a aquellos alimentos que se han producido y no han llegado al consumidor final debido a un factor no intencionado. Normalmente, esto se debe a una infraestructura ineficiente en la cadena de suministro del producto y a pérdidas de producción y cosecha. Y en segundo lugar, el desperdicio de alimentos que se refiere a los alimentos que han sido rechazados intencionadamente, principalmente por razones estéticas (forma, color, etc.), planificación inadecuada y educación del consumidor.

Tratemos de simplificar los términos, hablaremos del desperdicio de alimentos como la suma de la pérdida y el desperdicio de alimentos que se produce durante la producción, el procesamiento, la distribución y el consumo. De hecho, el desperdicio se produce a lo largo de toda la cadena de valor, desde la granja hasta la mesa, con distintas causas. Por ejemplo, durante la fase de distribución, el desperdicio se produce porque es costoso transportarlo y respetar la cadena de frío, por lo que, a falta de un comprador inmediato, la respuesta más beneficioso para el productor es tirarlo.

Si prestamos atención a las cifras, se desperdician 220 kg de alimentos por persona al año o más de 2.000 dólares de gasto por consumidor estadounidense. Todas esas cifras se han actualizado recientemente y han demostrado que los datos anteriores, publicados en 2011, subestimaban claramente la magnitud del problema.

Todos los productos se ven afectados por el desperdicio de alimentos, sin importar la categoría. En el caso de las frutas y verduras, el 45% termina desperdiciándose, el 30% en el caso de los cereales o el 20% de la carne y las aves de corral. La variación de los porcentajes se explica por la naturaleza de los productos (fragilidad, tiempo de conservación…), su precio y su imagen cultural. Las verduras, por ejemplo, son frágiles, a menudo baratas y pueden ser objeto de rechazo por parte del inconsciente colectivo en caso de aspecto imperfecto. Mientras que la carne es robusta, cara y a menudo se considera un signo de éxito social.

Por países, no existen mayores sorpresas. Los países que más desperdician son los más poblados, destacan China, India y Estados Unidos. Sin embargo, si se observan los datos per cápita, América del Norte, Europa y los países industrializados de Asia encabezan la lista, mientras que el África subsahariana y el sur y el sureste de Asia se sitúan en la parte baja de la clasificación. Pero en general, la diferencia entre el mejor y el peor país no es tan grande y es interesante prestar atención al detalle, ya que hay diferencias significativas con respecto a las fases en las que se produce el despilfarro.

Un estudio del Foro Económico Mundial pone de manifiesto (véase el gráfico siguiente) que en los países desarrollados la proporción más importante de residuos se produce durante la fase de consumo, en la que los alimentos se rechazan principalmente por la percepción que tiene el consumidor de cómo debe ser un producto de calidad desde el punto de vista estético. La repercusión de este comportamiento social es una mayor cantidad de residuos alimentarios durante las fases de producción y distribución, ya que los agricultores y los minoristas tienden a rechazar los productos poco estéticos porque saben que los consumidores no los comprarán.

En los países en desarrollo, en cambio, el desperdicio de alimentos se debe principalmente a la ineficiencia de las infraestructuras, sobre todo durante el transporte y el almacenamiento de los productos. En esta situación, el despilfarro es menos intencionado y las soluciones para atajarlo serán, por supuesto, diferentes a las de los países desarrollados.

Figura 1

 

Tribuna de Clément Macloud, gestor de cartera de fondos temáticos de ODDO BHF.

Más allá del ruido: solo otra montaña rusa

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Es difícil pensar en una vuelta atrás a la forma de trabajar, vivir y consumir previa a la pandemia. La transformación estructural habida en las sociedades y las economías ha sido rápida y de gran calado, y como motores del cambio hay tendencias imparables, como la digitalización y la descarbonización.

Incluso antes de que 2021 tocase a su fin, los inversores ya habían empezado a ajustar las ponderaciones de determinados sectores y activos a la «vida después del COVID-19». Desde entonces, el rápido aumento de la incertidumbre y la volatilidad en 2022 en medio de unos mercados erráticos y tensiones geopolíticas ha hecho que identificar fuentes estables y diversificadas de rentabilidad sea más urgente que nunca.

A dicho fin, los responsables de asignar activos pueden considerar un enfoque diferente: en lugar de centrarse en fuerzas incontrolables —desde la inflación y los precios de las materias primas, a los tipos de interés y la tensión geopolítica— quizá sea mejor tratar de buscar una combinación adecuada de exposiciones a renta variable y renta fija con potencial de generar rentabilidad a largo plazo.

La clave para ello son unas estrategias que se centren en identificar empresas con potencial de explotar una historia secular a largo plazo, basada en productos y servicios atractivos, diferenciados y creadores de valor para los clientes.

Más allá de tratar de evitar o predecir lo impredecible, creemos que un enfoque equilibrado podría ser la mejor apuesta para generar crecimiento durante muchos años.

Un enfoque de renta variable en varias capas

Actualmente, creemos que los temas a largo plazo fortalecidos por la pandemia serán los que impulsen el crecimiento económico en el futuro cercano. Entre dichos temas están las tecnologías avanzadas, donde hemos observado un giro significativo a aplicaciones tecnológicas basadas en la nube, y una transición hacia el software y las infraestructuras como servicio (SaaS e IaaS).

Las cambiantes preferencias de los consumidores son otro tema al que prestar atención. Los nuevos hábitos crean nueva demanda, y los clientes que han abrazado el comercio electrónico no volverán probablemente a los métodos antiguos. A su vez, esto debería seguir teniendo un impacto positivo en el gasto personal.

Más en general, el sector de consumo discrecional tiene potencial para experimentar un repunte. Si bien presenta uno de los peores comportamientos en este comienzo de 2022 lastrado por la inflación rampante en los bienes básicos y las materias primas y por la incertidumbre geopolítica, las valoraciones de las empresas de crecimiento a largo plazo de mayor calidad parecen ahora atractivas.

A esto hay que añadir las buenas expectativas para el gasto en consumo. La sólida recuperación del empleo, y por tanto del crecimiento de los salarios, junto con el cuantioso ahorro acumulado en general durante la pandemia, podrían ayudar a este sector a capear los retos para la confianza del consumidor.

Los inversores que adapten sus carteras de renta variable a estas cambiantes tendencias podrían beneficiarse de una menor volatilidad sin sacrificar rentabilidad, gracias a su exposición a negocios de probada solidez y con capacidad de generar flujos de caja y aprovechar los momentos de debilidad del mercado para mejorar su posición competitiva.

En esta línea, sectores como el financiero y la energía presentan riesgos potenciales a largo plazo por las dificultades para mantener su crecimiento de volumen en el negocio core y orgánico, combinado con los obstáculos macroeconómicos.

Reducción del riesgo en la deuda

El COVID-19 también ha tenido un notable impacto en la renta fija. Por ejemplo, la contracción de los diferenciales tras la pandemia volvió menos atractiva la remuneración obtenida por la exposición al riesgo crediticio a comienzos de año, pese a unos fundamentales positivos. Aunque los diferenciales se han ampliado a lo largo del primer trimestre, consideramos prudente para los inversores reforzar su exposición a deuda pública reduciendo al mismo tiempo el riesgo global de crédito.

Una cosa son los riesgos conocidos y otra, quizá más preocupante, es el impacto de los riesgos no conocidos. Lamentablemente, estos últimos están creciendo; nadie pudo haber pronosticado la invasión de Ucrania. Y el conflicto Rusia/Ucrania ha complicado la tarea de la Reserva Federal de EE.UU. (Fed), ya difícil de por sí, de articular un aterrizaje suave en la economía estadounidense.

Creemos que estos riesgos justifican un enfoque más prudente hacia los productos de diferenciales. Los activos de titulización respaldados por hipotecas residenciales de alta calidad son un área que podría ofrecer atractivo. En cuanto al crédito corporativo, si bien aún restan oportunidades atractivas en los segmentos con calificaciones más altas del universo sin categoría de inversión, es decir, bonos BB —sobre la premisa de que un número considerable de estas empresas conocidas como “estrellas ascendentes” podría ser revisado al alza hasta el estatus investment grade durante 2023—, el incierto entorno sugiere que subir un escalón en la calidad puede ser lo prudente.

Observando los sectores con un horizonte a largo plazo, el financiero —en especial, los bancos— también presentan atractivo. Los diferenciales se han ampliado con respecto a otros sectores del mercado corporativo, y dada la vigorosa actividad de emisiones, el reposicionamento es ahora posible.

Además, los inversores en renta fija deberían verse atraídos por el hecho de que los bancos estén limitados en cuanto a las actividades que pueden ejercer para impulsar su crecimiento, ya que ello limita su riesgo de crédito.

Buscando el equilibrio

Desde una perspectiva general, con un entorno macroeconómico complicado y la hipótesis de un conflicto duradero en Ucrania, creemos que los problemas en las cadenas de suministro y los elevados precios de las materias primas podrían seguir pesando como una losa en la rentabilidad de mercado.

Esto subraya la importancia de la flexibilidad al ajustar la asignación de activos a lo largo del tiempo en función de los riesgos y oportunidades en las diferentes clases de activos dependiendo de las condiciones de mercado. Para hacer esto eficazmente se requiere integración entre equipos, comunicación constante y ajustes dinámicos en cada asignación de la cartera, así como en la mezcla general entre renta variable y renta fija.

Esto último se basa en unas asignaciones que garanticen la diversificación, no solo entre los diversos instrumentos de renta fija, sino también equilibrando acciones con negocios estables bajo múltiples escenarios económicos con otras empresas más cíclicas que puedan beneficiarse de fases de recuperación económica cuando esta se produzca.

 

Columna de Greg Wilensky, director de renta fija estadounidense, y Jeremiah Buckley, gestor de carteras y responsable de la gestión compartida de las estrategias US Growth & Income y Balanced en Janus Henderson Investors.

 

 

Accede a través de este enlace al documento  «Miedo frente Optimismo», elaborado por el equipo de Construcción y estrategia de carteras de Janus Henderson, sobre cómo encontrar el equilibro adecuado con los fondos mixtos.

 

Información importante: 

Los puntos de vista que aquí figuran corresponden a la fecha de publicación. Se ofrecen exclusivamente con fines informativos y no deben considerarse ni utilizarse como asesoramiento de inversión, jurídico o fiscal ni como oferta de venta, solicitud de una oferta de compra o recomendación para comprar, vender o mantener ningún valor, estrategia de inversión o sector de mercado. Nada de lo incluido en el presente material debe considerarse una prestación directa o indirecta de servicios de gestión de inversión específicos para los requisitos de ningún cliente. Las opiniones y los ejemplos se ofrecen a efectos ilustrativos de temas más generales, no son indicativos de ninguna intención de operar, pueden variar y podrían no reflejar los puntos de vista de otros miembros de la organización. No se pretende indicar o dar a entender que cualquier ilustración/ejemplo mencionado forma parte o formó parte en algún momento de ninguna cartera. Las previsiones no pueden garantizarse y no es seguro que la información proporcionada sea completa o puntual, ni hay garantía con respecto a los resultados que se obtengan de su uso. A no ser que se indique lo contrario, Janus Henderson Investors es la fuente de los datos y confía razonablemente en la información y los datos facilitados por terceros.La rentabilidad histórica no predice las rentabilidades futuras. La inversión conlleva riesgo, incluida la posible pérdida de capital y la fluctuación del valor.
 

No todos los productos o servicios están disponibles en todas las jurisdicciones. El presente material o la información contenida en él podrían estar restringidos por ley y no podrán reproducirse ni mencionarse sin autorización expresa por escrito, ni utilizarse en ninguna jurisdicción o en circunstancias en que su uso resulte ilícito. Janus Henderson no es responsable de cualquier distribución ilícita del presente material a terceros, en parte o su totalidad. El contenido de este material no ha sido aprobado ni respaldado por ningún organismo regulador.
 
Janus Henderson Investors es el nombre bajo el cual las entidades que se indican ofrecen productos y servicios de inversión en las siguientes jurisdicciones: (a) En Europa, Janus Henderson Investors International Limited (n.º de registro 3594615), Janus Henderson Investors UK Limited (n.º de registro 906355), Janus Henderson Fund Management UK Limited (n.º de registro 2678531), Henderson Equity Partners Limited (n.º de registro 2606646), (cada una de ellas registrada en Inglaterra y Gales en 201 Bishopsgate, Londres EC2M 3AE y regulada por la Autoridad de Conducta Financiera) y Henderson Management S.A. (n.º de registro B22848, en 2 Rue de Bitbourg, L-1273, Luxemburgo y regulada por la Commission de Surveillance du Secteur Financier) ofrecen productos y servicios de inversión; (b) En EE. UU., los asesores de inversión registrados ante la SEC filiales de Janus Henderson Group plc; (c) En Canadá, a través de Janus Henderson Investors US LLC, solo para inversores institucionales de determinadas jurisdicciones; (d) En Singapur, Janus Henderson Investors (Singapore) Limited (número de registro de la sociedad: 199700782N). Este anuncio o publicación no ha sido revisado por la Autoridad Monetaria de Singapur; (e) En Hong Kong, Janus Henderson Investors Hong Kong Limited. Este material no ha sido revisado por la Comisión de Valores y Futuros de Hong Kong («SFC»); (f) En Taiwán (República de China), Janus Henderson Investors Taiwan Limited (con funcionamiento independiente), Suite 45 A-1, Taipei 101 Tower, No. 7, Sec. 5, Xin Yi Road, Taipéi (110). Tel.: (02) 8101-1001. Número de licencia SICE autorizada 023, emitida en 2018 por la Comisión de Supervisión Financiera; «(g) En Corea del Sur, Janus Henderson Investors Limited (Singapur), exclusivamente para Inversores profesionales cualificados (según se definen en la Ley de servicios de inversión financiera y mercados de capitales y sus subreglamentos); (h) En Japón, Janus Henderson Investors (Japan) Limited, regulada por la Agencia de Servicios Financieros y registrada como Entidad de servicios financieros que realiza actividades de gestión de inversión, asesoramiento de inversión y actividad de agencia y actividades de instrumentos financieros de tipo II; (i) En Australia y Nueva Zelanda, por Janus Henderson Investors (Australia) Limited ABN 47 124 279 518 y sus entidades relacionadas, incluida Janus Henderson Investors (Australia) Institutional Funds Management Limited (ABN 16 165 119 531, AFSL 444266) y Janus Henderson Investors (Australia) Funds Management Limited (ABN 43 164 177 244, AFSL 444268); (j) En Oriente Medio, Janus Henderson Investors International Limited, regulada por la Autoridad de Servicios Financieros de Dubái como Oficina de representación. No se realizarán transacciones en Oriente Medio y cualquier consulta deberá dirigirse a Janus Henderson. Las llamadas telefónicas podrán ser grabadas para nuestra mutua protección, para mejorar el servicio al cliente y a efectos de mantenimiento de registros reglamentario.

 

Fuera de EE. UU: Para uso exclusivo de inversores institucionales, profesionales, cualificados y sofisticados, distribuidores cualificados, inversores y clientes comerciales, según se definen en la jurisdicción aplicable. Prohibida su visualización o distribución al público. Comunicación Publicitaria.

Janus Henderson, Knowledge Shared y Knowledge Labs son marcas comerciales de Janus Henderson Group plc o una de sus filiales. © Janus Henderson Group plc.

 

 

 

 

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Incluso antes de que 2021 tocase a su fin, los inversores ya habían empezado a ajustar las ponderaciones de determinados sectores y activos a la «vida después del COVID-19». Desde entonces, el rápido aumento de la incertidumbre y la volatilidad en 2022 en medio de unos mercados erráticos y tensiones geopolíticas ha hecho que identificar fuentes estables y diversificadas de rentabilidad sea más urgente que nunca.

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La clave para ello son unas estrategias que se centren en identificar empresas con potencial de explotar una historia secular a largo plazo, basada en productos y servicios atractivos, diferenciados y creadores de valor para los clientes.

Más allá de tratar de evitar o predecir lo impredecible, creemos que un enfoque equilibrado podría ser la mejor apuesta para generar crecimiento durante muchos años.

Un enfoque de renta variable en varias capas

Actualmente, creemos que los temas a largo plazo fortalecidos por la pandemia serán los que impulsen el crecimiento económico en el futuro cercano. Entre dichos temas están las tecnologías avanzadas, donde hemos observado un giro significativo a aplicaciones tecnológicas basadas en la nube, y una transición hacia el software y las infraestructuras como servicio (SaaS e IaaS).

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A esto hay que añadir las buenas expectativas para el gasto en consumo. La sólida recuperación del empleo, y por tanto del crecimiento de los salarios, junto con el cuantioso ahorro acumulado en general durante la pandemia, podrían ayudar a este sector a capear los retos para la confianza del consumidor.

Los inversores que adapten sus carteras de renta variable a estas cambiantes tendencias podrían beneficiarse de una menor volatilidad sin sacrificar rentabilidad, gracias a su exposición a negocios de probada solidez y con capacidad de generar flujos de caja y aprovechar los momentos de debilidad del mercado para mejorar su posición competitiva.

En esta línea, sectores como el financiero y la energía presentan riesgos potenciales a largo plazo por las dificultades para mantener su crecimiento de volumen en el negocio core y orgánico, combinado con los obstáculos macroeconómicos.

Reducción del riesgo en la deuda

El COVID-19 también ha tenido un notable impacto en la renta fija. Por ejemplo, la contracción de los diferenciales tras la pandemia volvió menos atractiva la remuneración obtenida por la exposición al riesgo crediticio a comienzos de año, pese a unos fundamentales positivos. Aunque los diferenciales se han ampliado a lo largo del primer trimestre, consideramos prudente para los inversores reforzar su exposición a deuda pública reduciendo al mismo tiempo el riesgo global de crédito.

Una cosa son los riesgos conocidos y otra, quizá más preocupante, es el impacto de los riesgos no conocidos. Lamentablemente, estos últimos están creciendo; nadie pudo haber pronosticado la invasión de Ucrania. Y el conflicto Rusia/Ucrania ha complicado la tarea de la Reserva Federal de EE.UU. (Fed), ya difícil de por sí, de articular un aterrizaje suave en la economía estadounidense.

Creemos que estos riesgos justifican un enfoque más prudente hacia los productos de diferenciales. Los activos de titulización respaldados por hipotecas residenciales de alta calidad son un área que podría ofrecer atractivo. En cuanto al crédito corporativo, si bien aún restan oportunidades atractivas en los segmentos con calificaciones más altas del universo sin categoría de inversión, es decir, bonos BB —sobre la premisa de que un número considerable de estas empresas conocidas como “estrellas ascendentes” podría ser revisado al alza hasta el estatus investment grade durante 2023—, el incierto entorno sugiere que subir un escalón en la calidad puede ser lo prudente.

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Además, los inversores en renta fija deberían verse atraídos por el hecho de que los bancos estén limitados en cuanto a las actividades que pueden ejercer para impulsar su crecimiento, ya que ello limita su riesgo de crédito.

Buscando el equilibrio

Desde una perspectiva general, con un entorno macroeconómico complicado y la hipótesis de un conflicto duradero en Ucrania, creemos que los problemas en las cadenas de suministro y los elevados precios de las materias primas podrían seguir pesando como una losa en la rentabilidad de mercado.

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Esto último se basa en unas asignaciones que garanticen la diversificación, no solo entre los diversos instrumentos de renta fija, sino también equilibrando acciones con negocios estables bajo múltiples escenarios económicos con otras empresas más cíclicas que puedan beneficiarse de fases de recuperación económica cuando esta se produzca.

 

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Incluso antes de que 2021 tocase a su fin, los inversores ya habían empezado a ajustar las ponderaciones de determinados sectores y activos a la «vida después del COVID-19». Desde entonces, el rápido aumento de la incertidumbre y la volatilidad en 2022 en medio de unos mercados erráticos y tensiones geopolíticas ha hecho que identificar fuentes estables y diversificadas de rentabilidad sea más urgente que nunca.

A dicho fin, los responsables de asignar activos pueden considerar un enfoque diferente: en lugar de centrarse en fuerzas incontrolables —desde la inflación y los precios de las materias primas, a los tipos de interés y la tensión geopolítica— quizá sea mejor tratar de buscar una combinación adecuada de exposiciones a renta variable y renta fija con potencial de generar rentabilidad a largo plazo.

La clave para ello son unas estrategias que se centren en identificar empresas con potencial de explotar una historia secular a largo plazo, basada en productos y servicios atractivos, diferenciados y creadores de valor para los clientes.

Más allá de tratar de evitar o predecir lo impredecible, creemos que un enfoque equilibrado podría ser la mejor apuesta para generar crecimiento durante muchos años.

Un enfoque de renta variable en varias capas

Actualmente, creemos que los temas a largo plazo fortalecidos por la pandemia serán los que impulsen el crecimiento económico en el futuro cercano. Entre dichos temas están las tecnologías avanzadas, donde hemos observado un giro significativo a aplicaciones tecnológicas basadas en la nube, y una transición hacia el software y las infraestructuras como servicio (SaaS e IaaS).

Las cambiantes preferencias de los consumidores son otro tema al que prestar atención. Los nuevos hábitos crean nueva demanda, y los clientes que han abrazado el comercio electrónico no volverán probablemente a los métodos antiguos. A su vez, esto debería seguir teniendo un impacto positivo en el gasto personal.

Más en general, el sector de consumo discrecional tiene potencial para experimentar un repunte. Si bien presenta uno de los peores comportamientos en este comienzo de 2022 lastrado por la inflación rampante en los bienes básicos y las materias primas y por la incertidumbre geopolítica, las valoraciones de las empresas de crecimiento a largo plazo de mayor calidad parecen ahora atractivas.

A esto hay que añadir las buenas expectativas para el gasto en consumo. La sólida recuperación del empleo, y por tanto del crecimiento de los salarios, junto con el cuantioso ahorro acumulado en general durante la pandemia, podrían ayudar a este sector a capear los retos para la confianza del consumidor.

Los inversores que adapten sus carteras de renta variable a estas cambiantes tendencias podrían beneficiarse de una menor volatilidad sin sacrificar rentabilidad, gracias a su exposición a negocios de probada solidez y con capacidad de generar flujos de caja y aprovechar los momentos de debilidad del mercado para mejorar su posición competitiva.

En esta línea, sectores como el financiero y la energía presentan riesgos potenciales a largo plazo por las dificultades para mantener su crecimiento de volumen en el negocio core y orgánico, combinado con los obstáculos macroeconómicos.

Reducción del riesgo en la deuda

El COVID-19 también ha tenido un notable impacto en la renta fija. Por ejemplo, la contracción de los diferenciales tras la pandemia volvió menos atractiva la remuneración obtenida por la exposición al riesgo crediticio a comienzos de año, pese a unos fundamentales positivos. Aunque los diferenciales se han ampliado a lo largo del primer trimestre, consideramos prudente para los inversores reforzar su exposición a deuda pública reduciendo al mismo tiempo el riesgo global de crédito.

Una cosa son los riesgos conocidos y otra, quizá más preocupante, es el impacto de los riesgos no conocidos. Lamentablemente, estos últimos están creciendo; nadie pudo haber pronosticado la invasión de Ucrania. Y el conflicto Rusia/Ucrania ha complicado la tarea de la Reserva Federal de EE.UU. (Fed), ya difícil de por sí, de articular un aterrizaje suave en la economía estadounidense.

Creemos que estos riesgos justifican un enfoque más prudente hacia los productos de diferenciales. Los activos de titulización respaldados por hipotecas residenciales de alta calidad son un área que podría ofrecer atractivo. En cuanto al crédito corporativo, si bien aún restan oportunidades atractivas en los segmentos con calificaciones más altas del universo sin categoría de inversión, es decir, bonos BB —sobre la premisa de que un número considerable de estas empresas conocidas como “estrellas ascendentes” podría ser revisado al alza hasta el estatus investment grade durante 2023—, el incierto entorno sugiere que subir un escalón en la calidad puede ser lo prudente.

Observando los sectores con un horizonte a largo plazo, el financiero —en especial, los bancos— también presentan atractivo. Los diferenciales se han ampliado con respecto a otros sectores del mercado corporativo, y dada la vigorosa actividad de emisiones, el reposicionamento es ahora posible.

Además, los inversores en renta fija deberían verse atraídos por el hecho de que los bancos estén limitados en cuanto a las actividades que pueden ejercer para impulsar su crecimiento, ya que ello limita su riesgo de crédito.

Buscando el equilibrio

Desde una perspectiva general, con un entorno macroeconómico complicado y la hipótesis de un conflicto duradero en Ucrania, creemos que los problemas en las cadenas de suministro y los elevados precios de las materias primas podrían seguir pesando como una losa en la rentabilidad de mercado.

Esto subraya la importancia de la flexibilidad al ajustar la asignación de activos a lo largo del tiempo en función de los riesgos y oportunidades en las diferentes clases de activos dependiendo de las condiciones de mercado. Para hacer esto eficazmente se requiere integración entre equipos, comunicación constante y ajustes dinámicos en cada asignación de la cartera, así como en la mezcla general entre renta variable y renta fija.

Esto último se basa en unas asignaciones que garanticen la diversificación, no solo entre los diversos instrumentos de renta fija, sino también equilibrando acciones con negocios estables bajo múltiples escenarios económicos con otras empresas más cíclicas que puedan beneficiarse de fases de recuperación económica cuando esta se produzca.

 

Columna de Greg Wilensky, director de renta fija estadounidense, y Jeremiah Buckley, gestor de carteras en Janus Henderson Investors.

 

 

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Gestión de carteras en un escenario inflacionario

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Pixabay CC0 Public DomainDuongTranQuoc. DuongTranQuoc

En las últimas dos semanas de marzo, hubo un rally de renta variable, con la renta variable de mercados desarrollados recuperando parte de sus pérdidas en lo que va de año.  El S&P 500 (USD) terminó el mes obteniendo una rentabilidad positiva de 3.7%(1), el MSCI Europe (EUR) obtuvo 1.0% (1)  y el MSCI Japan (JPY) 5.0% (1), por otro lado, el MSCI Emerging Markets (USD) corrigió un -2.2% (1).  El precio del petróleo continuó subiendo debido a la guerra geopolítica entre Rusia y Ucrania, con el índice de referencia WTI, llegando a alcanzar los 123 USD por barril (2), para después volver a bajar hasta 100 USD por barril (1) a finales de mes, pues los confinamientos en China pesaron sobre la demanda.  El índice VIX corrigió significativamente desde los 36,5 puntos (3), cerrando marzo en 20,61.  Los bonos registraron una oleada de ventas y la tir del bono del Tesoro estadounidense a 10 años alcanzó 2,3% (1) a finales de marzo.

¿Es el rally una reversión a la media a corto plazo?

Las oleadas de ventas masivas que han tenido lugar este año parecen haber sido impulsadas por el sentimiento de los inversores, no por una recesión de beneficios. Los países exportadores de materias primas han obtenido la mayor rentabilidad. La mayoría de la renta variable ya no parece cara (4) con la excepción de Estados Unidos. Todavía se espera que los beneficios crezcan en torno al 9% en los próximos 12 meses (5).

Sin embargo, el riesgo es que los mercados corrijan de nuevo y las expectativas de crecimiento para 2022 se rebajen. Además, el escenario macroeconómico actual refuerza dos resultados: una inflación más alta y un crecimiento más débil. Tanto la guerra en Ucrania como los nuevos confinamientos en China ejercen una presión al alza sobre la inflación y una presión a la baja sobre el crecimiento, además de contribuir a las interrupciones de la cadena de suministro, particularmente en los productos básicos rusos.

La Fed sube los tipos y señala un endurecimiento en la política monetaria

La política del banco central también está siendo observada de cerca.  A medida que la inflación de Estados Unidos alcanzó 7.9% en febrero (6), nivel máximo en los últimos 40 años, la reunión de la Reserva Federal de marzo trajo la primera subida de tipos desde 2018. El presidente Powell señaló un endurecimiento agresivo, citando un posible aumento de 50 puntos básicos en mayo. Asimismo, indicó que la economía debería ser capaz de soportar el ritmo, al igual que el mercado laboral, que está «ajustado a un nivel no saludable (7)” — otro reconocimiento de que la Fed puede estar por detrás de la curva—.  Los futuros de los Fondos Federales están reflejando la alineación del mercado y la Fed, con 7-8 subidas de tipos en 2022 y 4 en 2023.

Implicaciones de la inversión

Mantenemos una exposición baja a renta variable, lo que refleja nuestro posicionamiento defensivo. Además de la exposición a materias primas para las carteras que lo permiten, incluimos más coberturas de inflación e iniciamos otras frente al riesgo de un menor crecimiento, como el oro. Asimismo, también elevamos la duración.

Breakevens de inflación de 10 años

Iniciamos una sobreponderación a los breakevens de inflación de 10 años en EE.UU. como cobertura frente a una inflación prolongada en 2022 y unas expectativas de inflación descontroladas en Estados Unidos.  A pesar de unas valoraciones que ya son elevadas, el significativo encarecimiento de las materias primas que se ha producido recientemente impulsa aún más la inflación subyacente.  Hemos aumentado nuestra exposición a la inflación estadounidense en mayor medida que a la inflación europea, pues consideramos que la primera es más estructural que en Europa, donde solo se han visto afectados algunos de los principales componentes (alimentación y energía).  Por su parte, Estados Unidos está experimentando una inflación más generalizada, con subidas salariales que también refuerzan esta dinámica.

Energía

Ampliamos nuestra sobreponderación a energía, que esperamos que continúe beneficiándose de unos precios de equilibrio más altos.

Oro

En las carteras que lo permiten, iniciamos una sobreponderación al oro, como diversificador de riesgos geopolíticos, en especial ante los temores relacionados con la ralentización del crecimiento global.  Las sanciones contra Rusia han reforzado la función del oro como moneda de último recurso. En comparación con otras materias primas, el oro sigue presentando una valoración atractiva.

Duración

Pasamos de una posición de infraponderación en duración a una neutral. Es posible que las tires a largo plazo permanezcan en rango, al deteriorarse las perspectivas de crecimiento por las perturbaciones en el suministro de materias primas.  Es de esperar que los bancos centrales, liderados por la Reserva Federal, sigan subiendo los tipos según se ralentice el crecimiento para mantener controlada la inflación, lo cual permitirá que los tipos del extremo frontal evolucionen con un sesgo al alza.

Renta variable de la zona euro, sector financiero y acciones británicas

Redujimos nuestra exposición a renta variable de la zona euro dados sus lazos más estrechos con Rusia, en comparación con Estados Unidos, y el aumento del riesgo de recesión en Europa. Trasladamos estas circunstancias en una menor inversión en bancos europeos, que en algunas carteras expresamos liquidando las inversiones en el sector financiero global. Iniciamos una sobreponderación en renta variable británica, para ganar exposición a bancos del Reino Unido, así como a materiales, energía y consumo estable. Se trata no solo de una decisión defensiva, sino también de una cobertura frente a la inflación por la alta exposición a materias primas, con respecto a Europa.

Internet en China

Suprimimos nuestra posición en acciones de Internet de China por el aumento de la volatilidad global a raíz del conflicto entre Rusia y Ucrania, el potencial agravamiento de las tensiones entre Estados Unidos y China y los nuevos confinamientos decretados en China. Aunque son atractivas más a largo plazo, es probable que a corto plazo sigan sometidas a presión por el negativo sentir del mercado.

 

Posicionamiento táctico

A continuación, proporcionamos nuestras opiniones tácticas:

MSIM

Fuente: Equipo MSIM GBaR, a 31 de marzo de 2022. La información que aquí se recoge reviste fines meramente ilustrativos y no constituye una oferta o una recomendación para comprar o vender títulos concretos ni para adoptar una estrategia de inversión determinada. Los puntos de vista tácticos que figuran anteriormente son un reflejo general de las opiniones y las decisiones de nuestro equipo, que se expresan para comunicarse a nuestros clientes. La información que aquí se incluye no pretende abordar los objetivos financieros, la situación o las necesidades específicas de ningún inversor en concreto.

 

Tribuna de Andrew Harmstone, senior portfolio manager en el equipo Global Multi-Asset, y Manfred Hui, Managing Director y codirector de cartera global y analista de investigación en el equipo Global Balanced Risk Control (GBaR) de Morgan Stanley Investment Management.

 

Anotaciones:

(1) Bloomberg, 31 de marzo de 2022.

(2) Bloomberg, WTI – Precio al contado del petróleo crudo, 8 de marzo de 2022.

(3) Bloomberg, 7 de marzo de 2022.

(4) Numerosas acciones se negocian a sus valoraciones medianas de 10 años o por debajo de ellas. Fuente: Datastream, IBES, MSIM. 25 de marzo de 2022, según la PER a 18 meses frente la mediana a 10 años, donde se refleja un descuento del -26,4% frente al MSCI Brazil, del -21,8% frente al MSCI China, del -15,2% frente al FTSE 100, del -10,9% frente al TOPIX, del -6,8% frente al MSCI EM Asia USD y del -6,1% frente al Eurostoxx 600.

(5) Fuente: Datastream, IBES, MSIM. 23 de marzo de 2022. Expectativas de crecimiento de los BPA a 12 meses correspondientes al MSCI EM del 9,4% y del 8,7% para el MSCI World.

(6) Oficina de Estadísticas de Empleo de Estados Unidos, noticias económicas, resumen del índice de precios al consumo de febrero de 2022, publicado el 10 de marzo de 2022. La cifra interanual del IPC subyacente no incluye ajuste estacional. www.bls.gov/news.release/pdf/cpi.pdf

(7) Transcripción de la rueda de prensa del presidente Powell, 16 de marzo de 2022. www.federalreserve.gov/mediacenter/files/FOMCpresconf20220316.pdf

 

 

 

INFORMACIÓN IMPORTANTE

Los puntos de vista y las opiniones pertenecen al autor en la fecha de publicación, podrán variar en cualquier momento debido a las condiciones del mercado o económicas y podrían no llegar a materializarse. La información que aquí se recoge representa el modo en que el equipo de inversión suele aplicar su proceso inversión en condiciones normales de mercado. Esta comunicación general, que no es imparcial, se facilita únicamente con fines informativos e ilustrativos y no deberá considerarse una recomendación. La información no aborda los objetivos financieros, la situación o las necesidades específicas de ningún inversor en concreto. Las inversiones entrañan riesgos, incluida la posible pérdida del capital principal

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La rentabilidad de los índices se facilita con fines meramente ilustrativos y no pretende describir el rendimiento de una inversión concreta. La rentabilidad pasada no es garantía de resultados futuros. Consulte el apartado Información importante para conocer las definiciones de los índices.

CONSIDERACIONES SOBRE RIESGOS

No existe garantía de que la estrategia vaya a alcanzar su objetivo de inversión. Las carteras están expuestas al riesgo de mercado, que es la posibilidad de que los valores de mercado de los títulos de la cartera bajen y que, por consiguiente, el valor de las acciones de la cartera sea inferior al que usted pagó por ellas.  Los valores de mercado pueden cambiar a diario por acontecimientos económicos y de otro tipo (por ejemplo, catástrofes naturales, crisis sanitarias, atentados terroristas, conflictos y disturbios) que afecten a mercados, países, compañías o gobiernos. Resulta difícil predecir el momento en que se producirán tales acontecimientos, así como su duración y sus posibles efectos adversos (por ejemplo, para la liquidez de las carteras).  En consecuencia, su inversión en esta cartera podrá comportar pérdidas. Tenga en cuenta que esta estrategia puede estar sujeta a determinados riesgos adicionales. Existe el riesgo de que la metodología de asignación de activos y los supuestos del asesor con respecto a las carteras subyacentes sean incorrectos a la luz de las condiciones reales del mercado, por lo que la cartera podría no alcanzar su objetivo de inversión. Las cotizaciones también suelen presentar volatilidad y existe una posibilidad significativa de pérdida. Las inversiones de la cartera en pagarés vinculados a materias primas implican riesgos sustanciales, incluido el riesgo de perder una parte significativa del valor de su capital principal. Además de los riesgos relacionados con las materias primas, estas inversiones pueden estar sujetas a otros riesgos específicos, como el riesgo de pérdida de intereses y del capital principal, la ausencia de un mercado secundario y el riesgo de mayor volatilidad, los cuales no afectan a los títulos tradicionales de renta variable y de renta fija. Las fluctuaciones de las divisas podrían anular las ganancias por inversiones o acentuar las pérdidas por inversiones. Los títulos de renta fija están sujetos a la capacidad del emisor de realizar puntualmente los pagos del capital principal y los intereses (riesgo de crédito), a las variaciones de los tipos de interés (riesgo de tipos de interés), a la solvencia del emisor y a la liquidez del mercado en general (riesgo de mercado). En un entorno de subidas de los tipos de interés, los precios de los bonos pueden caer y dar lugar a periodos de volatilidad y a aumentos de los reembolsos en las carteras. En un entorno de caídas de los tipos de interés, la cartera puede generar menos ingresos. Los títulos más a largo plazo pueden ser más sensibles a las variaciones de los tipos de interés. Los títulos de renta variable y extranjeros suelen ser más volátiles que los títulos de renta fija y están supeditados a riesgos de divisa, políticos, económicos y de mercado. La valoración de los títulos de renta variable fluctúa en respuesta a actividades específicas de las compañías. Las acciones de compañías de pequeña capitalización entrañan riesgos específicos, como una limitación de líneas de productos, mercados y recursos financieros y una volatilidad de mercado mayor que los títulos de compañías más grandes y consolidadas. Los riesgos de invertir en países de mercados emergentes son mayores que los riesgos asociados a inversiones en mercados desarrollados extranjeros.  Las participaciones de fondos cotizados entrañan muchos de los mismos riesgos que las inversiones directas en acciones ordinarias o bonos y su valor de mercado fluctuará a medida que varíe el valor del índice subyacente. Al invertir en fondos cotizados y otros fondos de inversión, la cartera absorbe tanto sus propios gastos como los de los fondos cotizados y los fondos de inversión en los que invierte. La oferta y la demanda de fondos cotizados y de fondos de inversión pueden no estar correlacionadas con las de los títulos subyacentes. Los instrumentos derivados pueden ser ilíquidos, incrementar las pérdidas de forma desproporcionada e imprimir un efecto negativo potencialmente amplio en la rentabilidad de la cartera. Un contrato de divisas a plazo es una herramienta de cobertura que no implica ningún pago inicial. El uso de apalancamiento puede incrementar la volatilidad de la cartera.