Oficinas en Houston de Republic Wealth Advisors. Mercer compra una RIA de Houston con 230 millones en activos
Mercer Global Advisors realizó la adquisición de Republic Wealth Advisors, un RIA con sede en Houston que administra activos por cerca a 230 millones de dólares.
Republic, que además de su sede en Houston tiene oficinas satélite en Austin, Texas, y Bartlesville, Oklahoma, atiende a aproximadamente 190 familias.
Los antiguos copropietarios de la firma, Frederick M. Hanish, Kenneth J. Landgraf y David H. Levy, se unirán a Mercer junto con Patrick T. Moore, un asesor principal y otros miembros del personal.
Dave Welling, director ejecutivo de Mercer Advisors, dijo: «Estamos encantados de unir fuerzas con el equipo de Republic y esperamos servir a sus clientes con servicios de gestión de patrimonio ampliados. También estamos entusiasmados de expandir nuestra presencia tanto en Houston como en Austin. Sumar a Fred, Kenny, David y Pat a nuestro conjunto existente de asesores construye nuestro banco de talento ya profundo y rodea al equipo de Republic con nuevos recursos y capacidades para promover su éxito y crecimiento».
Con sede en Denver, Mercer Advisors administra 17.000 millones de dólares y es propiedad mayoritaria de Oak Hill Capital y Genstar Capital.
Este martes EE.UU., Canadá y México firmaron cambios al nuevo acuerdo comercial para Norteamérica, pero es probable que el acuerdo no sea ratificado hasta el próximo año e inclusive el 2021.
Según Manuel Romo, director general de Citibanamex, «el acuerdo del T-Mec alcanzado por Estados Unidos, México y Canadá significa que estamos un paso más cerca de finalizar este importante acuerdo comercial. Citi y Citibanamex han sido testigos de los muchos beneficios de la integración norteamericana ya que servimos a clientes en los Estados Unidos, México y Canadá, y aplaudimos la modernización y las mejoras realizadas en este nuevo acuerdo. Invitamos a las autoridades a que aprueben rápidamente este importante acuerdo y esperamos que los tres países lo ratifiquen». Analistas de Citibanamex añadieron hoy que “esto sentaría las bases para una ratificación en los Congreso de los Estados Unidos y Canadá en las próxima semanas, lo que eliminaría este factor de incertidmumbre para la economía mexicana”.
Por su parte, BBVA México calificó como positivo para la economía mexicana el anuncio sobre la conclusión de las negociaciones del acuerdo comercial T-MEC. Eduardo Osuna Osuna, vicepresidente y director general del banco, coincidió en que el T-MEC será un mecanismo que permitirá al país atraer mayores montos de inversión que impulsarían el crecimiento económico, luego que desde que empezó la incertidumbre en relación con el futuro de la relación comercial entre los tres países, en 2016, la inversión privada en México ha estado estancada.
Por su parte, desde Monex comentan que «los inversores habían depositado un notable optimismo sobre el encuentro entre el ejecutivo y el Partido Demócrata norteamericanos ayer para ultimar los detalles del acuerdo comercial T-Mec entre EE.UU., México y Canadá. El presidente del Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes, Richard Neal, afirmó que los legisladores demócratas y la administración del presidente Donald Trump han avanzado en tres de las cinco áreas de negociación. Nancy Pelosi, la representante de los Demócratas, ratificó el progreso de las negociaciones pero decepcionó a los inversores que habían esperado una conclusión del acuerdo en el día. El estancamiento de las conversaciones del T-Mec reduce las probabilidades de que el acuerdo sea ratificado por el Congreso norteamericano antes de acabar el año. De quedar pospuesta para el 2020, año de elecciones presidenciales en los EE.UU., los demócratas podrían incrementar su resistencia al entregar el acuerdo T-Mec como carta de triunfo de la administración de Donald Trump».
Si bien Nancy Pelosi ha dicho que la votación en la Cámara Baja se llevará a cabo antes de que termine el actual periodo de sesiones (20 de diciembre de 2019), aún existe la posibilidad de que ésta se posponga a 2020, debido al proceso de juicio político en contra de Trump por abuso de poder y obstrucción a la justicia. Para Actinver, y dado lo anterior, «existe una ventana de tiempo pequeña para que la ratificación en el Congreso americano quede lista este año. El mejor escenario sería que el texto final se presente ante la Cámara de Representantes antes de la siguiente semana y que la votación para la ratificación se lleve a cabo el 18 de diciembre. Esto daría espacio para que la Cámara de Senadores apruebe el acuerdo antes de que termine el año legislativo. Por el contrario, si el Congreso se concentra en la política interna, la ratificación del acuerdo podría llegar hasta enero de 2020».
Según el Comité de Acuerdos de la Cámara de Representantes de los EE.UU., los cambios son:
Se removió el lenguaje que resultaba ambiguo en el proceso de resolución de disputas y se crearon reglas para iniciar controversias de inconformidad sobre asuntos laborales y de protección al medio ambiente.
En el tema de protección ambiental, se lograron acuerdos para que EEUU apoye con recursos al Banco de Desarrollo de Norte América para que fondee proyectos que ayuden a proteger el medio ambiente en México y EEUU.
En el tema laboral, se creó un nuevo mecanismo de solución de disputas laborales entre México y EEUU, el cual operará de forma expedita. En este sentido, el país acusado será el responsable de demostrar la invalidez de las acusaciones.
Se estableció un Comité, con presencia de expertos externos, que supervisará la implementación de la Reforma Laboral en México. Para ello, se establecieron metas específicas para poder medir los avances. Además, se creará la figura de “Enviado Laboral” el cual tendrá residencia en México y estará encargado de evaluar las prácticas laborales en nuestro país.
Se recortó el periodo de protección de patentes para medicamentos biológicos, esto de acuerdo con la agenda del Partido Demócrata para disminuir los costos de provisión de medicamentos.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Reserva Federal. La Fed mantiene tasa de interés, y no proyecta recortes en 2020
La Reserva Federal decidió mantener este miércoles el rango de las tasas de interés de fondos federales en el rango de 1,50% a 1,75%. La decisión se tomó por unanimidad, por primera vez desde mayo. El comunicado apenas vio cambios con respecto al de octubre, aunque, de acuerdo con Santiago Fernández de Intercam, es de destacar que la Fed ya no considera incierto su escenario base de ver una expansión sostenida, un mercado laboral sólido y una inflación cercana a su objetivo de 2%. Esto justifica las nuevas proyecciones del organismo, que no sugieren mayores recortes a las tasas de interés en 2020; mientras que sólo ven un alza en 2021 y otra más en 2022. El tono del comunicado fue neutral, y todavía subraya la importancia de nueva información económica para definir ajustes futuros de política monetaria.
Para el directivo, «la evaluación de la economía sigue siendo la misma: existe un mercado laboral fuerte, las tasas de desempleo son históricamente bajas y el consumo se mantiene firme. Reconocen debilidad en la inversión privada y en el sector exportador, además de que la inflación que se mantiene por debajo de su objetivo de 2%, pero reafirman que la postura monetaria actual es la adecuada para lograr su mandato. Consideran que seguirán revisando nueva información con respecto al desempeño de la economía global y de presiones inflacionarias en EE.UU. para tomar decisiones futuras, pero ya no consideran que exista incertidumbre sobre su escenario base».
Ningún miembro proyecta mayores recortes a las tasas de interés en los próximos tres años y sólo 4 consideran prudente elevar las tasas de interés en 2020. Con ello, la mediana de estimados espera ver la tasa mantenerse en 1,6% en 2020, subir a 1,9% en 2021 y 2,1% en 2022; con una tasa neutra en 2,5% en el largo plazo.
En conferencia de prensa, Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, reafirmó que los recortes vistos en meses pasados son suficientes para respaldar la expansión y asegurar a la economía ante riesgos externos. Pero cualquier evento que provoque un cambio material en su evaluación de la economía, será considerado para futuros ajustes de política monetaria. Finalmente, sobre los programas de compras en el mercado de dinero para garantizar liquidez y reservas, confirmó que las compras se mantendrán hasta el segundo trimestre de 2020, para garantizar el funcionamiento ordenado de los mercados de fondeo.
«La reacción en los mercados fue muy limitada, al cumplirse con expectativas. Consideramos que la política monetaria seguirá siendo dependiente de los datos económicos, con una alta probabilidad de que no veamos más movimientos en las tasas de interés sino hasta la segunda mitad de 2020. Sólo un deterioro sustancial del consumo y los servicios, una desaceleración sensible en la generación de empleo o un escenario de deflación podrían obligar a mayores recortes; y sólo un alza sostenida de la inflación por encima de su objetivo abriría posibilidades de ver ajustes al alza en las tasa», concluye Fernández.
Los riesgos geopolíticos que dominaron la actualidad en 2019 (como la guerra comercial) han remitido. Si esta frágil calma persiste en 2020, en la opinión de Wen-Wen Lindroth, estratega jefe de Inversión cross-asset y analista senior de deuda corporativa en Fidelity International, se debería ver un aterrizaje suave en el crecimiento del PIB mundial.
La oleada sincronizada de políticas expansivas de los bancos centrales en 2019, más el impulso a la confianza de los consumidores derivado de la fortaleza del empleo, deberían ser suficientes para evitar por ahora una recesión mundial en las grandes economías. Sin embargo, persisten algunas áreas problemáticas, sobre todo en el sector manufacturero e industrial.
En Fidelity International creen que la inflación volverá a hacer acto de presencia en 2020 a medida que las presiones salariales aumenten (en un contexto de bajas tasas de desempleo) y los aranceles tiren al alza de los costes de producción, o bien porque su retirada desencadene un fuerte repunte del crecimiento.
Los recortes de los tipos de interés de la Reserva Federal en 2019 están beneficiando al mercado estadounidense de la vivienda, lo que brinda un importante apoyo a la economía. La previsión de Fidelity International es que el PIB estadounidense crezca un 1,9%, suponiendo que el presidente Trump y su homólogo chino Xi firmen el acuerdo de “Fase 1” y suspendan la escalada de los aranceles.
Aunque Trump seguirá presionando a la Fed para que recorte tipos en las fechas previas a las elecciones, el estado de la economía y los máximos históricos en las bolsas apuntan por ahora a una pausa en los estímulos.
La dinámica de final de ciclo parece que durará todavía otro año. Se podría asistir a un rebote de la tolerancia al riesgo en previsión de que las manufacturas y las exportaciones arrojen buenas noticias, lo que reforzaría los argumentos a favor de una subida de la inflación en EE.UU.
Por su parte, las economías europeas deberían escapar a la recesión también, con un crecimiento del PIB del 1-1,5%. En esta coyuntura, en Europa se mantendrán los tipos negativos y los rendimientos del Bund se moverán entre -20 y -60 puntos básicos.
El Bund podría acercarse al cero si las negociaciones comerciales avanzan excepcionalmente bien, pero parece poco probable que haya rendimientos positivos mientras el Banco Central Europeo continúe con su postura expansiva. Si el conflicto comercial se encona de nuevo, en Fidelity International esperan que la atención gravite hacia los estímulos presupuestarios en los diferentes países. A corto plazo parece poco probable que cuaje un presupuesto para el conjunto de la UE.
En Fidelity International esperan que el crecimiento chino se frene en 2020, pero de forma controlada gracias a los estímulos específicos. Incluso si se resuelve el conflicto comercial, seguirá habiendo riesgos en la economía china.
Los mercados emergentes, que sufren las consecuencias de las tensiones comerciales con especial dureza, serán vulnerables a la fortaleza del dólar y a una postura más restrictiva de la Fed. Actualmente, las políticas monetarias de los mercados emergentes siguen siendo expansivas y, en conjunto, estas economías probablemente consigan un crecimiento sólido en 2020.
Aun así, los inversores en los mercados emergentes tendrán que ser selectivos y sortear los riesgos específicos, en concreto el descontento social agitado por el populismo y que ya se ha cobrado varios jefes de estado durante los últimos doce meses.
En la opinión de Fidelity International, los riesgos políticos nacionales e internacionales siguen siendo los riesgos de acontecimientos extremos más importantes de cara a 2020. Los bancos centrales, después de llevar el testigo todo lo lejos que han podido durante la última década, parecen cada vez más agotados. Será determinante la forma en que los gobiernos afronten cuestiones como el crecimiento, la desigualdad y la evolución demográfica durante la próxima década.
Foto cedidaLos delegados de las entidades bancarias firmantes durante la presentación del acuerdo en el IFEMA. Los bancos españoles se comprometen a reducir la huella de carbono en sus balances
Los principales bancos españoles se comprometen a reducir la huella de carbono en sus carteras de crédito, en un plazo determinado y de forma ponderable según criterios homologados internacionalmente. Este acuerdo se produce con motivo de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP25), celebrada en Madrid, y se ha desarrollado en línea con los objetivos del Acuerdo de París.
En virtud de este pacto, los bancos firmantes se comprometen a desarrollar las metodologías necesarias para valorar el impacto que pueden tener en sus balances las actividades de sus clientes desde un punto de vista de medioambiental. De este modo, pretenden asegurar que sus balances estén alineados con el Acuerdo de París y con el Acuerdo español sobre el clima, según han declarado en un comunicado. El principal objetivo de ambos es mantener la temperatura media mundial por debajo de 2 ºC sobre los niveles preindustriales y continuar los esfuerzos para limitar el aumento a 1,5 ºC.
Este pacto reúne a más de 20 entidades bancarias como Banco Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Banco Sabadell, Bankinter o Unicaja, entre otros. Su presentación tuvo lugar este lunes en el Pabellón de España en el IFEMA, durante la celebración de la COP25. Según José María Roldán, presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), este acuerdo pone de manifiesto que “los bancos son conscientes de que tienen en sus manos el modo de hacer frente a los desafíos y también de aprovechar las oportunidades que ofrece la lucha contra el cambio climático, por esa razón quieren contribuir a realizar los cambios necesarios para lograr una economía baja en carbono y resistente al clima”.
Las entidades se proponen también trabajar juntas y apoyarse mutuamente para desarrollar aquellas metodologías necesarias en la medición del impacto climático. Los firmantes del acuerdo son libres de elegir sus propios métodos, si bien están dispuestos a compartir experiencias entre sí, a fin de hacer posible la comparación de resultados y mejorar los datos obtenidos. Además, “harán todo lo posible para adaptarse a las mejores prácticas y estándares internacionales en este terreno”, según el comunicado.
“La descarbonización de la economía es un enorme desafío. La única manera de encontrar el camino correcto es a través de la construcción de consensos entre los reguladores, las autoridades de supervisión y el sector privado. A través de la firma de estos compromisos, estamos demostrando que las entidades bancarias somos conscientes de nuestras responsabilidades ante el cambio climático”, subrayó José María Méndez, director general de la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA).
El acuerdo recoge que, en un plazo máximo de tres años, las entidades “habrán establecido y publicado los objetivos específicos del sector, basados en escenarios para la alineación de las carteras con los objetivos del Acuerdo de París”. Tras la firma del acuerdo, podrían comenzar a verse los primeros frutos de este compromiso en un año, ya que, según han confirmado, los bancos se proponen publicar e implementar en ese plazo un conjunto de medidas en diálogo permanente con sus clientes para fomentar el cambio hacia tecnologías, modelos de negocio y sociedades bajas en carbono y resilientes al clima. Cada entidad, además, informará anualmente sobre su progreso individual y cada dos años sobre el progreso colectivo alcanzado en el desarrollo de este compromiso.
Inicialmente, los bancos firmantes centrarán sus esfuerzos en los sectores, dentro de sus carteras, más intensivos en carbono y más vulnerables al clima, puntos clave para la transición hacia una economía baja en carbono y para construir resiliencia en aquellas comunidades más expuestas a los efectos del cambio climático. Se proponen también involucrar a sus clientes en este proceso de transición.
La adhesión del Instituto de Crédito Oficial (ICO) a este acuerdo “refuerza el compromiso del banco público de contribuir, desde el modelo de colaboración público-privada, a la iniciativa del sistema bancario de promover un modelo de crecimiento más sostenible. Por ello, asume como propios los objetivos de París y participa en todos”, ha declarado José Carlos García de Quevedo, presidente del ICO.
Foto cedidaGiorgio Semenzato, CEO y cofundador de Finizens y presidente de la comisión de Inversión y Wealthtech de Madrid Capital Fintech. Giorgio Semenzato
La firma de gestión de patrimonios especializada en inversión pasiva indexada Finizens ha anunciado una nueva política de comisiones que incluye una reducción progresiva del 0,02% anual en la comisión de gestión de su Plan de Inversión. Esta medida, que entrará en vigor a principios de 2020, se enmarca en la filosofía que han denominado “Tú por delante” y que representa el sólido compromiso a largo plazo de la firma por poner los intereses del cliente siempre por delante.
En palabras de Giorgio Semenzato, CEO de Finizens, “nuestra misión ha sido siempre poner por delante las necesidades de nuestros clientes y sus beneficios. La piedra angular de nuestro modelo es ofrecer al inversor, sea cual sea su perfil patrimonial y de riesgo, una forma de invertir transparente, con comisiones más bajas y, en definitiva, más rentable. Por ello, y como culminación a nuestros tres años de recorrido en el mercado, hemos querido premiar de nuevo la confianza y el respaldo de nuestros clientes con una bajada automática y progresiva de comisiones que redundará en rentabilidades aún mayores para ellos”.
Actualmente, las comisiones de gestión de Finizens se sitúan entre el 0,15% y el 0,42% anual, dependiendo del patrimonio invertido. El objetivo de la filosofía “Tú por delante” anunciada por la entidad persigue que sus clientes puedan beneficiarse de la cifra mínima de comisión, independientemente de su patrimonio. Por ello, a partir de 2020, los clientes de Finizens verán su comisión reducida un 0,02% cada año de forma automática, hasta alcanzar el mínimo de 0,15% anual (IVA incluido).
La medida se aplicará a todos los clientes de la entidad que, a la fecha de su entrada en vigor, tengan contratados Finizens Plan de Inversión o Finizens Premium, así como a nuevos clientes de dichos planes. La compañía busca seguir reduciendo de manera contundente los costes de servicio para aumentar la rentabilidad final de la inversión, de forma que todos los clientes vean su patrimonio aumentado año tras año y puedan alcanzar de forma más rápida sus objetivos financieros.
El principal objetivo de esta iniciativa es seguir ofreciendo un servicio de primera calidad, priorizando en todo momento las necesidades del inversor. “Nuestros clientes declaran un nivel de satisfacción con nuestro servicio 19 veces superior al de la banca. Queremos seguir ofreciéndoles una experiencia de inversión única y, con esta nueva medida, con la que les ofrecemos las comisiones más competitivas del mercado, damos un paso más para aumentar su beneficio. Su satisfacción es nuestro mayor éxito”, subraya Semenzato.
Según datos del Observatorio de Gestión Pasiva presentado este año por Finizens, entre 2008 y 2018, la gestión pasiva ha generado una rentabilidad acumulada de hasta un 76,1% por encima de la gestión activa. A partir de ahora, tras la entrada en vigor de esta nueva política, la firma hará incrementar el rendimiento de las inversiones de sus clientes, que disfrutarán de un beneficio doble: una rentabilidad superior a la media que proporciona la gestión pasiva automatizada como tal y la ganancia extra que otorgará Finizens con esta nueva reducción de comisiones que pone al cliente por delante.
Wikimedia Commons. Última reunión del año: Los bancos central mueven su última ficha antes de que acabe el año
La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) y el Banco Central Europeo (BCE) acaparan hoy y mañana las miradas en una semana en la que la política está siendo la gran protagonista debido al proceso de impeachment de Donald Trump y a las elecciones que se celebrarán este jueves en el Reino Unido.
Pese a la agenda política, los bancos centrales son y han sido durante todo el año uno de los principales actores del mercado, y hoy y mañana moverán su última ficha antes de que 2019 termine. En ambos casos, los expertos y analistas apuntan a que no se esperan grandes novedades en ambas reuniones, pero advierten que las instituciones monetarias podrían emprender caminos diferentes.
“Es probable que las reuniones de los bancos centrales no cambien, y se espera que tanto la Fed como el BCE permanezcan en espera. La Fed continuará inyectando liquidez hacia el final de año para garantizar una transición sin problemas. Y creemos que Lagarde analizará el impacto de las medidas recientes antes de realizar cualquier cambio de política, mientras continúa presionando por apoyo fiscal”, sostiene Esty Dwek, jefa de estrategia de mercados globales de Natixis IM.
La Fed comenzó su reunión ayer rodeada de los rumores de posibles nuevas bajadas de tipos de interés. Según François Rimeu, estratega senior de La Française AM, la Fed mantendrá los tipos en un rango de entre el 1,5% y el 1,75% para la tasa de los fondos federales. De hecho, el mercado tiene totalmente descontado que no se producirá otra bajada de tipos.
“No esperamos ningún cambio en la orientación hacia el futuro, lo que pone de relieve las incertidumbres que aún persisten debido a los acontecimientos mundiales. Los riesgos de inflación seguirán calificando como atenuados. Creemos que la Reserva Federal describirá la actual postura sobre la política monetaria como apropiada», apunta.
En general, esta reunión no debería tener un impacto relevante en el mercado, en parte porque éste está pendiente de otros eventos: el curso de la guerra comercial entre Estados Unidos y China. “Después de tres recortes preventivos de los tipos, creemos que es el momento de que el Powell adopte una postura de esperar y ver, la cual, podría mantener varios meses”, añade Rimeu.
Por su parte Juan Ramón Casanovas, Head of Private Portfolio Management de Bank Degroof Petercam Spain, sostiene que, tal y como ya indicó Powell en octubre, “los tipos actuales son los correctos y que solo los tocaría si los riesgos a la baja se incrementasen. Y la economía americana sigue gozando de una buena salud, y así lo refleja el último dato de crecimiento del PIB, que con un 2,1% volvió a sorprender al mercado. Pero Donald Trump ha tomado como referencia para exigir a la Fed nuevas rebajas de tipos el dato de confianza de los empresarios del sector manufacturero (PMI manufacturero). Este dato lleva desde el mes de agosto mostrando una ligera contracción económica, mientras su homólogo del sector servicios indica que el crecimiento continúa”.
Los nuevos recortes llegarán, en opinión de Franck Dixmier, director global de renta fija en Allianz Global Investors, ya en 2020. “Anticipamos un recorte de tipos, o tal vez más, dado que las perspectivas de crecimiento de EE.UU. son cercanas o ligeramente inferiores a su potencial, y las tensiones geopolíticas persiste. La evolución económica en el primer semestre de 2020 será, por lo tanto, decisiva para la posición futura de la política monetaria de Estados Unidos. La variable clave será la evolución de las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China, ya que las tensiones actuales están afectando tanto al clima empresarial como a la confianza del consumidor. En particular, la Fed necesitará controlar si la desaceleración del sector industrial resulta contagiosa y se extiende al sector de servicios, que es un elemento clave del crecimiento futuro.
Perspectivas en la zona euro
Las gestoras consideran algo más interesante la reunión del BCE, la última del año pero la primera de política monetaria para su nueva presidenta, Christine Lagarde. “Tendrá que definir su postura sobre la política monetaria y la forma de administrarla en los próximos meses. Los elementos interesantes a ambos lados del Atlántico serán las nuevas previsiones de cada banco central. En septiembre, el BCE estaba claramente del lado pesimista al ajustar a la baja sus expectativas de crecimiento e inflación. La Fed tiene pronósticos estables en comparación con junio”, destacan desde Natixis IM.
Parte de los analistas y gestoras defienden que la nueva presidenta del BCE está apuntando hacia un cambio de estrategia en su política monetaria, lo que se ha traducido en subidas en las rentabilidades de los bono. De cara a la reunión de los próximo días, la previsión es que no haya ningún cambio en el frente de política monetaria y que el foco siga estando puesto en el cambio de liderazgo.
“El BCE publicará sus primeras expectativas sobre 2022; esperamos un IPC armonizado del 1,7%, una cifra de compromiso que no cuestiona en ningún sentido la política monetaria actual”, explica Konstantin Veit, gestor de carteras de Pimco. Según la gestora, “el BCE está indicando a los responsables políticos que la política monetaria ha alcanzado sus límites, pero que las compras de activos estará ahí para apoyar la política fiscal tanto tiempo como sea necesario”.
Según argumenta Germán García Mellado, gestor de renta fija de A&G, la atención de los inversores se centrará en la rueda de prensa, así como en la situación macro actual, con las nuevas proyecciones para la economía de la eurozona. “Creemos que Lagarde optará los próximos meses por intentar construir consensos sobre los próximos pasos a dar en materia de política monetaria, sobre todo tras la fuerte oposición que se encontró su predecesor con el último paquete de estímulos monetarios. Habrá que prestar especial atención a la rueda de prensa, donde la presidenta del BCE probablemente deje la puerta abierta a mayores estímulos si la situación macro continúa deteriorándose, a la vez que insista en la necesidad de aplicar medidas fiscales expansivas. Los inversores empezarán a valorar la habilidad de Lagarde para comunicar información a los mercados, aspecto especialmente relevante en la política monetaria actual”, afirma.
Keith Wade, economista jefe de la gestora Schroders, apunta que lo más interesante lo veremos ya de cara al próximo año. “Esperamos que la nueva presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, mantenga el rumbo marcado por su predecesor Mario Draghi, con la posibilidad de otro recorte de tipos en el nuevo año. Lagarde forma parte de un grupo creciente que pide medidas de estímulo fiscal, recortes de impuestos y gasto en infraestructura para impulsar el crecimiento”, explica Wade.
En opinión de Franck Dixmier, director global de Renta Fija de Allianz Global Investors, anticipa «un probable recorte en los tipos de los depósitos en el primer semestre de 2020, en línea con las expectativas del mercado y nuestro escenario de un probable deterioro en el contexto macroeconómico. Bajar los tipos de los depósitos es el elemento más consensuado en un Consejo de Gobierno altamente dividido. Por otro lado, las compras de activos netos, que han sido muy controvertidas y discutidas por algunos, deberían mantenerse al nivel actual de 20.000 millones de euros al mes».
Futuros de tipos bajos
Desde AXA IM descartan que la tasa de facilidad de depósito del BCE pueda salir del territorio negativo antes de finales de 2021. “Creemos que la política monetaria ha encontrado su suelo efectivo, el flujo de datos de actividad está dando argumentos al BCE de que el nivel actual de acomodación es el correcto, pero hemos visto que algunos agentes del mercado han ido varios pasos más allá y han mencionado la posibilidad de que el banco central pueda optar por salir de las tasas negativas [de la facilidad de depósito] con relativa rapidez. El anuncio realizado por el Riksbank [el banco central de Suecia] de que tiene la intención de volver a poner a cero en diciembre su tasa de recompra ha dado credibilidad a estas expectativas. Sin embargo, nosotros no creemos que el BCE puede tomar esa decisión con facilidad y no esperamos un aumento de la tasa de depósito en todo nuestro horizonte de pronóstico, que llega hasta finales del año 2021”, afirma Gilles Moëc, Chief Group Economist de AXA IM.
Ante el horizonte de un entorno de tipos de bajos e incluso negativos, desde Pimco se muestran muy críticos. Creemos que la política de tipos negativos podría hacer más daño que beneficio a las economías y los mercados, debido a su impacto en los bancos, las compañías de seguros y los fondos de pensiones, así como también un posible efecto adverso en el consumo”, explica Nicola Mai, gestor de carteras y analista de crédito soberano en Pimco.
En opinión de la gestora, los persistentes tipos bien negativos o bien muy bajos, junto a la expansión del balance de los bancos centrales, probablemente continuarían beneficiando a los activos de riesgo durante un tiempo, ya que los inversores se ven forzados a una “búsqueda de rendimiento”. Sin embargo, cree que esta política podría ser dañina en el medio y largo plazo.
Para Mai habrá tres claras consecuencias de una a política de tipos negativos, que califica de “una moneda con dos caras”: dañará el sistema bancario, desencadenan desafíos significativos para otras partes del sistema financiero y los tipos negativos nominales podrían no reducir el ahorro, sino incrementarlo.
Pixabay CC0 Public DomainMartin Fisch. Martin Fisch
Cuando la temperatura cae por debajo de cero y hay suficiente humedad en el aire, pequeños cristales de hielo chocan entre sí para formar copos de nieve. A medida que cae en la tierra, cada copo sigue su propia trayectoria pasando por diferentes condiciones climáticas, haciendo que su forma sea única.
Al igual que los copos de nieve, no hay dos ciclos de mercados financieros idénticos. Sin embargo, al igual que con la formación de los copos de nieve los ciclos del mercado siguen patrones similares. Todos los ciclos comienzan con desequilibrios de oferta y demanda en la inversión.
Oferta demanda en la inversión
Al principio del ciclo, los mercados están en proceso de recuperación de una corrección, o de algo peor, y la incertidumbre es alta. Los inversores se encuentran desmoralizados y disponen de poco capital, resultando en una baja demanda y una abundante oferta en inversiones. El resultado, junto con el potencial de rendimientos descomunales, son primas de riesgo anormalmente altas tipificadas, por ejemplo, por episodios en los que los rendimientos de los bonos de alto rendimiento aumentan en 800 puntos básicos o más sobre los de los bonos del Tesoro estadounidense.
A medida que unos pocos toman ventaja de la situación, la oferta es absorbida. Los mercados financieros que cotizan en bolsa comienzan a generar unos fuertes rendimientos junto con niveles decrecientes de volatilidad. Este atractivo perfil de rendimiento y riesgo crea confianza y atrae más capital a los mercados. La demanda aumenta, lo que hace que la oferta de activos mal valorados se reduzca aún más, acelerando los rendimientos financieros y reduciendo la volatilidad de los precios de los activos.
La oferta y la demanda alcanzan un equilibrio y las primas de riesgo regresan a su normalidad histórica a mediados del ciclo, en esos periodos, los diferenciales de la deuda high yield se sitúan en torno a los 500 puntos básicos por encima de los bonos del Tesoro. Los mercados financieros funcionan correctamente, distribuyendo el capital de manera adecuada según el riesgo fundamental percibido y el potencial de rendimiento.
Sin embargo, los mercados son sistemas humanos complejos. Sus acciones no pueden predecirse con certeza, y son autorreferenciales, como cuando las compras engendran nuevas compras o las ventas engendran nuevas ventas. A pesar de las perspectivas cada vez menores de los rendimientos descomunales típicos del inicio del ciclo, la demanda de los inversores se acelera. Con un nivel de confianza alto, el apalancamiento a menudo se emplea para impulsar los rendimientos con el fin de compensar la escasez del potencial rendimiento en comparación con las fases tempranas y de mitad de ciclo. El riesgo y las recompensas, así como la diligencia debida se desvanecen a medida que los inversores buscan igualar los rendimientos que se obtuvieron al principio del ciclo. Aquí es generalmente cuando ocurren los errores y el capital no se asigna correctamente.
La ironía de la estabilidad del mercado a mitad del ciclo, cuando la oferta y la demanda están relativamente equilibradas, es la que en última instancia siembra las semillas de la inestabilidad futura. La demanda supera la oferta y se crean desequilibrios en el mercado.
¿Dónde estamos en la actualidad?
Conforme nos acercamos al final de 2019, y se materializan los tremendos perfiles de riesgo y rendimiento, no solo de este año, sino de los últimos 11, me sorprende la forma en que a los participantes del mercado les encanta hablar y escribir sobre la longevidad del ciclo. Pero, ¿importa realmente la duración del ciclo? ¿Es realmente un factor de riesgo? No lo cero. Los mercados corrijen porque se producen desequilibrios, no por su longevidad. Lo que es importante aquí es la etapa del ciclo y el equilibrio entre el rendimiento y el riesgo. ¿Estamos en el principio, en la mitad o en el final del ciclo? Si estamos en el final del ciclo, ¿dónde fue asignado incorrectamente el capital y donde corren un mayor riesgo los inversores?
En MFS IM creemos que el mercado exhibe síntomas de una dinámica de ciclo tardío. En los años 1990 y 2000, hubo unos excesos observables en los sectores de tecnología y en el de los bienes raíces. Este exceso en el ciclo del capital es menos obvio, pero como escribí en mi columna mensual del mes de octubre “Estas son las cuestiones que me quitan el sueño por la noche”, cada vez es más evidente que los directores corporativos han diseñado métricas financieras y políticas de rendimiento para mantener apaciguados a los inversores en el corto plazo.
Los rendimientos de los mercados de renta variable y renta fija crecieron de forma lineal y casi indiscriminada en este ciclo. La beta del mercado o de las clases de activos probablemente representen casi todo el rendimiento de la cartera, con un alfa que ha sido probablemente un contribuyente mínimo (1). Este es un comportamiento típico de mediados a finales del ciclo, cuando la demanda del inversor abruma la oferta disponible y el capital se asigna de forma indiscriminada.
Elegir sabiamente
Mirando hacia el futuro, en contra de los que creemos que es un contexto de ciclo tardío, creemos que una selección prudente de títulos y una prevención de errores son vitales. Esto es por lo que enfatizamos la importancia de poseer empresas y emisiones de deuda con flujos de efectivo duraderos, soportados por una propiedad intelectual única y altas barreras a la entrada.
Si bien las predicciones de futuras nevadas pueden ser imprecisas, no se necesita ser un meteorólogo para explicar por qué está nevando. Conocemos las condiciones requeridas para una nevada. Y aunque los mercados pueden ser aún más impredecibles que la meteorología, no es necesario ser un estratega de inversión para darse cuenta de en qué estado del ciclo del mercado estamos cuando los riesgos son elevados y las perspectivas de rendimiento son escasas.
Tribuna de opinión de Robert M. Almeida, gestor de carteras y estratega global de inversiones de MFS Investment Management.
(1) Beta es una medida de la volatilidad de una cartera en relación con el mercado general. Una beta menor a 1.0 indica menor riesgo que el mercado; Una beta mayor que 1.0 indica un riesgo mayor que el mercado. Es más confiable como medida de riesgo cuando las fluctuaciones de rendimiento de la cartera están altamente correlacionadas con las fluctuaciones de rendimiento del índice elegido para representar el mercado. Alpha es una medida del rendimiento ajustado al riesgo de la cartera. En comparación con la beta de la cartera, un alfa positivo indica un rendimiento de cartera mejor que el esperado y un alfa negativo peor de lo esperado.
Pixabay CC0 Public Domain. Amundi lanza un fondo de renta variable emergente para invertir en las oportunidades que ofrece el desarrollo de nuevas rutas comerciales en el mundo
Las tensiones comerciales entre países no son un motivo para obviar las posibilidades que el comercio internacional ofrece. Por ello, Amundi ha anunciado el lanzamiento del nuevo fondo Amundi Funds New Silk Road, una estrategia que busca oportunidades de inversión en los mercados que se benefician del desarrollo de las nuevas rutas comerciales en Asia, Europa, Oriente Medio y África.
Según explica la gestora, el comercio internacional puede ser una oportunidad de inversión. Utilizando la antigua Ruta de la Seda como inspiración, China propuso la iniciativa Belt and Road (BRI,por sus siglas en inglés) en 2013, que actúa como catalizador para las nuevas rutas comerciales y el crecimiento a través de Asia, Europa, Oriente Medio y África y estimula el crecimiento económico y la formación de capital más allá de China. Este nuevo ecosistema abarcará más de 65 países, con un billón de euros en inversiones previstas en 1.700 proyectos de infraestructuras.
Amundi Funds New Silk Road busca un crecimiento del capital a largo plazo más allá del amplio universo de la renta variable de mercados emergentes, invirtiendo en acciones de compañías que obtienen ingresos significativos en estos mercados y / o tienen negocios importantes que se benefician del desarrollo de las nuevas rutas de la seda. “En lugar de limitarse exclusivamente a las inversiones que podrían beneficiarse directamente de los efectos del BRI de China, también busca beneficiarse de las derivadas de segundo y tercer nivel del BRI e iniciativas similares dirigidas al crecimiento del comercio a lo largo de las nuevas rutas de la seda”, explican desde la gestora.
El proceso de inversión está diseñado para “navegar por las cuestiones geopolíticas de las nuevas ruta de la seda”, matiza, integrando el análisis top down con el stock picking. Las ideas de inversión que mejor encajan en la temática proceden principalmente de los equipos de renta variable emergente, respaldados por el análisis fundamental. “Una vez se han identificado las acciones adecuadas, la integración de las visiones macro de mercados emergentes combinadas con un profundo análisis por países, estilos y sectores, impulsan las asignaciones. Finalmente, la cartera se optimiza utilizando técnicas propias de construcción de cartera para alcanzar una distribución equilibrada del riesgo”, añaden desde la firma.
El objetivo es contar con una cartera de 60-90 valores de alta convicción. Esto es lo que persigue el lanzamiento de las soluciones de New Silk Road Cross Asset, que han captado más de 459 millones de euros desde abril de 2019. Nicholas McConway, responsable de estrategias temáticas y concentradas, lidera el equipo de Estrategias de New Skill Road. La estrategia está cogestionada por Giampaolo Isolani, responsable Solution & Market Intelligence y Deirdre Maher, responsable de mercados frontera – renta variable. Además, los tres gestores se benefician del apoyo, análisis y generación de ideas de otros especialistas, como los 28 integrantes del equipo de renta variable emergente.
El equipo forma parte de la plataforma de Amundi de Inversión en mercados emergentes, que fue creada en 2011 y gestiona alrededor de 45.000 millones de euros en estrategias dedicadas a renta variable de mercados emergentes, renta fija y cross asset y cuenta con 69 profesionales de inversión (gestores y analistas).
En relación al lanzamiento, Yerlan Syzdykov, responsable global de mercados emergentes, señaló que “Amundi Funds New Silk road tiene como objetivo invertir en todas las áreas relacionadas con el proyecto BRI, en vez de invertir directamente donde invierte BRI. Hemos observado que muchos proyectos exclusivamente BRI pueden no ofrecer las oportunidades de inversión más atractivas. Por lo tanto, estamos dispuestos a mirar más allá de China y las infraestructuras para buscar oportunidades de inversión que creemos que se beneficiaran de la expansión esperada del comercio y del crecimiento económico asociado a las nuevas rutas de la seda”.
Pixabay CC0 Public Domain. Sébastien Galy (Nordea AM): "La Fed bajará los tipos dos veces hasta mediados de 2020, pero luego los subirá"
Uno de los indicadores de confianza empresarial más importante de EE.UU., el que elabora The Conference Board, está cerca de mínimos históricos y esto, según Sébastien Galy, economista jefe de la gestora nórdica Nordea AM, está teniendo ya consecuencias muy negativas para la economía. «Esta perturbación está empezando a afectar a los consumidores, que están gastando menos de lo previsto en un momento en el que el gasto público y, en especial, el comercio no están ayudando. Prevemos que este contagio se propagará y que el ahorro privado aumentará a medida que se afiance esta percepción tan negativa», sostiene este experto.
En este contexto, la gestora nórdica prevé un ciclo completo de recortes de tipos de interés por parte de la Fed, en lugar de un ajuste de mediados de ciclo. «Lo más probable es que veamos un recorte de tipos en diciembre y que, para mediados de 2020, los tipos de la Fed hayan descendido en torno a 50 puntos básicos. Dado que se trata de una perturbación puramente temporal, esperamos un repunte económico rápido hasta mediados de 2021, cuando la Fed debería retomar las subidas de tipos», ha explicado Galy durante un encuentro informativo.
El ritmo de estas subidas de tipos dependerá, no obstante, de si cambia o no el color de la Administración estadounidense. Nordea AM no prevé la reelección de Donald Trump en las próximas elecciones en EE.UU. y, por lo tanto, anticipa que el ritmo de estas subidas de tipos debería ser lento con un Gobierno demócrata. «Probablemente nos encontremos en un período de contracción presupuestaria por las presiones de los republicanos para controlar el gasto público», añade este economista.
Estrategia de inversión
En sus perspectivas para 2020, Nordea AM espera que la ralentización económica continúe hasta el primer semestre de 2020, antes de que China encabece un repunte económico que debería extenderse lentamente hasta 2021. Por este motivo, mantienen su temática de «japonización» con un marcado énfasis en renta fija y a la espera de que, con el tiempo, surjan oportunidades en renta variable. «La escasez de activos refugio debería impulsar la demanda de activos percibidos como más seguros, desde deuda pública japonesa hasta bonos garantizados europeos, sobre todo en Italia y Grecia», destaca Galy.
Respecto a los mercados emergentes, Nordea AM espera un repunte tanto de la economía china como de la india antes de que termine el segundo semestre de 2020, si bien tendrá un carácter moderado. Ello, sugiere, dejaría a la renta variable emergente en una posición en cierto modo atractiva, pero no de forma generalizada. «Los valores de crecimiento de EE.UU., que generalmente están muy expuestos a las economías emergentes deberían mostrar un buen comportamiento y la renta variable de Asia-Pacífico y Latinoamérica debería repuntar ante el aumento de la demanda de materias primas», señala.
En conclusión, la preferencia de este experto gira en torno a carteras ampliamente diversificadas y resistentes, con un porcentaje elevado de activos defensivos, como infraestructuras cotizadas y bonos garantizados, sobre todo de Italia y Grecia.