Q-Impact, el área de inversión de impacto de Qualitas Equity, ha anunciado la ampliación del tamaño objetivo de su primer fondo Q-Impact I, FESE, hasta los 50 millones de euros. Los gestores del fondo han tomado esta decisión tras invertir alrededor del 70% de los 27 millones de euros que alcanzaron en su primer cierre en siete empresas españolas y comprobar el interés mostrado por los inversores en esta clase de activos.
El vehículo Q-Impact I busca obtener una rentabilidad financiera similar a la de otros fondos de capital crecimiento, además de una rentabilidad social y ambiental. La entidad tiene una estrategia de inversión alrededor de los principales retos que tenemos hoy en España: el paro juvenil, que triplica la media de la UE, las personas en riesgo de pobreza y exclusión, que ya son más de 12 millones afectadas, las ayudas a personas con discapacidad, el despoblamiento del entorno rural, que ha perdido 6 millones de habitantes en los últimos 10 años, la eficiencia energética o la generación eléctrica contaminante.
Para ello, Q-Impact invierte en empresas rentables que ofrezcan soluciones dirigidas a mejorar, entre otras cosas, la preparación de los jóvenes para facilitar su inserción en el mercado laboral, la inclusión en la sociedad de personas provenientes de colectivos vulnerables, la vida de personas con discapacidad y personas mayores mediante productos adaptados y servicios de asistencia, o mitigar el despoblamiento rural que afecta a cerca de 7.000 municipios por toda España.
En el ámbito de la transición ecológica, el objetivo de la empresa es catalizar la inversión en mercados poco atendidos, como la generación renovable en las islas españolas donde está la generación más contaminante, o la financiación de autoconsumo y eficiencia energética. Desde su lanzamiento, Q-Impact ha invertido ya en estas siete empresas que aúnan su objetivo financiero y social.
Un Inicio es una cocina industrial que da empleo a jóvenes en alto riesgo de exclusión. Auara es la compañía que lanzó el primer envase 100% reciclado de agua embotellada y promueve proyectos de agua en países en desarrollo. Robotix “Hands on Learning” está especializada en soluciones formativas de robótica y programación para fomentar las vocaciones técnicas en los alumnos en edad escolar y prepararles así para las carreras del futuro. Linkia FP se dedica a la formación profesional online y presencial. Perfecta Finance aspira a convertirse en el primer fondo de titulización para activos de autoconsumo solar en España y a poder catalizar este mercado de financiación para aumentar la penetración de la generación distribuida. Talento y Experiencia es un centro especial de empleo que ofrece servicios de alto valor añadido en procesos industriales dando empleo y formación a personas con discapacidad. Por último, Menorca 2020, un proyecto de desarrollo de varias plantas solares hibridadas con baterías, en la isla de Menorca, orientadas a reducir las emisiones en Mahón, una de las ciudades más contaminadas de España debido a la antigua planta eléctrica de gasóleo que aún opera en la isla.
Con la ampliación del tamaño objetivo de su primer fondo, Q-Impact busca seguir impulsando la inversión de impacto a mayor escala, contribuir al crecimiento de este tipo de empresas, y consolidarse como referente en el incipiente sector de la inversión de impacto en España, que apenas representa el 0,1% de la inversión de impacto en el mundo, donde empieza a ser una tesis de inversión ya consolidada y con presencia activa de las grandes gestoras internacionales.
Pablo Valencia, socio de Q-Impact, comentó: “Las personas del mundo de la inversión tenemos hoy un papel que va más allá de la generación de riqueza. Los grandes indicadores de desarrollo nos dicen que nunca hemos estado mejor y, sin embargo, este desarrollo no llega a todo el mundo. En España, la mitad de nuestros jóvenes está en paro, y uno de cada cuatro españoles está en riesgo de pobreza o exclusión, y además estamos llevando al planeta al límite para las próximas generaciones”.
“Por ello, es necesario que todos nos involucremos y tomemos acciones inmediatas para mejorar la situación social y medioambiental. A través de la inversión de impacto movilizamos fondos para invertir de forma rentable y además obtener beneficios sociales medibles. Alinear rentabilidad e impacto social no sólo es posible, es necesario”, añadió.