Las aseguradoras tienen cada vez más una elevada exposición a los criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) como gestores de activos, como inversores y como empresas en sí mismas que tienen que rendir cuenta de su actividad. Este ha sido uno de los puntos comunes en los que han coincidido los participantes en el encuentro ISR ‘El sector asegurador en la inversión sostenible’, que ha organizado Spainsif, el Foro Español de Inversión Sostenible.
El protagonismo del sector asegurador en la sostenibilidad y en la inversión responsable queda reflejado en todas sus facetas de actividad, como ha reconocido Francisco Javier Garayoa, director general de Spainsif: “En este segundo encuentro ISR sobre las implicaciones del sector asegurador destacaría el triple protagonismo de las compañías aseguradoras, como entidades que atienden los riesgos ESG a nivel general (sanitarios, ambientales,…), como inversores institucionales que demandan productos ESG y como oferentes de productos desde sus gestoras de activos y redes comerciales. Todo esto, sin olvidar los riesgos y oportunidades que presenta la transición energética y su tratamiento desde el compromiso con la sociedad”.
El encuentro ha contado con dos ponencias especializadas. En la primera exposición, Elena Tejero, representante de la dirección general de seguros y fondos de pensiones del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, ha resaltado el papel que está jugando la regulación. Por una parte, la directiva sobre la taxonomía ambiental, para facilitar las inversiones sostenibles, contemplando a las empresas no financieras, entre ellas las aseguradoras, y la obligación de informar anualmente sobre la proporción del volumen de negocios, los gastos de capital y los gastos operativos asociados con actividades económicas ambientalmente sostenibles.
Por otra parte, destaca la estrategia de la UE para finanzas sostenibles y la publicación de la renovada Directiva de divulgación de información no financiera (NFRD), que entrará en vigor a partir del próximo 10 de marzo, y que establece la obligación de las empresas de más de 500 empleados, también las aseguradoras, de informar sobre determinados indicadores clave. Además, Tejero ha resaltado que las aseguradoras tendrán que cumplir con las exigencias de sostenibilidad en Solvencia II, a través de los análisis de escenarios para el cambio climático, contemplando un enfoque prospectivo en la inversión y suscripción de productos, así como un análisis de sensibilidad de los activos hacia una transición económica baja en carbono.
En la segunda ponencia especializada, María Aránzazu del Valle, secretaria general de UNESPA, la Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras, ha compartido el compromiso del sector asegurador con la sostenibilidad y la inversión sostenible, recogido en el plan de acción de la asociación, para contribuir a la transición hacia una economía descarbonizada.
En relación con el marco regulatorio europeo, Del Valle ha señalado la relevancia de la normativa de divulgación de información no financiera, en vigor a partir del 10 de marzo, y la necesidad de contar con un calendario rápido y razonable para contribuir a generar seguridad jurídica en materia de sostenibilidad. Además, ha recordado que “las aseguradoras juegan un papel fundamental en la lucha contra el cambio climático, porque conocen los riesgos, y facilitan las medidas de prevención y reparación de los daños provocados por el clima».
Aseguradoras en las finanzas sostenibles
El encuentro ha contado también con una mesa redonda virtual, moderada por Carlos Magán, socio de Afi Inversores Globales, sobre el rol de ‘Las aseguradoras como inversores institucionales e intermediarios financieros sostenibles’, en las que han participado expertos de MAPFRE AM, Willis Towers Watson, DWS Iberia y Corporance Asesores de Voto.
Raúl Mateos, head of Advisory Investments de Willis Towers Watson, ha animado a las aseguradoras a liderar con sus productos e inversiones la lucha contra el cambio climático, señalando que “al margen del documento de divulgación que preocupa a la industria aseguradora europea, debemos tomar la iniciativa con aportaciones como el TCFD y ver la sostenibilidad no solo como un elemento regulatorio, sino como una oportunidad de inversión”.
Por su parte, Rafael Aldama, responsable de Ventas Institucional de DWS Iberia, ha señalado que “el mayor desafío que presentan las aseguradoras es a nivel de reporting, y las gestoras de activos podemos ayudar a trasladar una información más ordenada y estandarizada para facilitar las inversiones».
Finalmente, Juan Prieto, fundador de Corporance Asesores de Voto, ha afirmado que es necesario “apoyar a las aseguradoras como agente clave de la sostenibilidad, en su triple papel de inversor, proveedor de cobertura y gestor de riesgos, mediante una regulación que no penalice las inversiones a largo plazo y en pymes, impulsando los flujos financieros hacia una economía más sostenible; de ahí la relevancia de una taxonomía clara y una mejora de los estándares de información no financiera”. Aspecto, este último en el que han coincidido todos los ponentes del panel.