Lyxor hace un balance claro del entorno al que se enfrentaron los hedge funds en 2020: las condiciones de mercado resultaron sumamente atípicas como consecuencia de la pandemia y la falta de visibilidad sobre su duración y sus efectos económicos reales, además hubo una importante incertidumbre política y económica. Sin embargo, señala que “los hedge funds superaron con éxito la prueba de un repentino mercado bajista”.
En la última parte de 2020 y aprovechando el repunte de noviembre, todas las estrategias tendieron al alza, aunque la generación de alfa fue modesta. “La mayor parte de los gestores estaban adecuadamente posicionados de cara a las elecciones estadounidenses, si bien recibieron un impulso desigual tras el anuncio de la vacuna. Los gestores Event Driven y L/S Equity, que cuentan con el sesgo más largo hacia el mercado y el estilo Value, despuntaron. En cambio, los gestores que sobreponderaban las acciones Growth y teletrabajo en detrimento de las acciones Value y las principales víctimas del COVID-19 se vieron castigados, sobre todo en Europa, dado el extremo repunte de los valores financieros y de aerolíneas”.
De cara a 2021, la gestora espera que el contexto macroeconómico resulte, probablemente, más propicio el próximo año. “Con todo, los inversores tendrán que lidiar con activos saturados y caros, y buscarán medios alternativos para cubrir o diversificar sus riesgos en un entorno de reducidos rendimientos. Puesto que la dispersión de los activos se mantendrá a buen seguro elevada, como reflejo de la desigual recuperación y capacidad para adaptarse al mundo pos coronavirus, los inversores en busca de diversificación y alfa apostarán probablemente por los hedge funds”, concluye el informe.
Balance de 2020
Según indica en su informe Lyxor Weekly brief, los hedge funds se beneficiaron de la elevada dispersión de los activos, durante 2020. “Su gestión del riesgo y su capacidad de sincronización con el mercado contribuyeron de forma positiva, con un posicionamiento general cauto antes del desplome y una mayor asunción de riesgos con posterioridad. Algunas estrategias se vieron perjudicadas, como las CTA, debido a los giros de tendencia excepcionalmente rápidos y de amplio alcance. Y las estrategias L/S Equity Neutral también atravesaron dificultades para capear la tormenta de rotaciones de factores cuantitativos. Al principio, la brusca paralización de la actividad de fusiones y adquisiciones pilló desprevenidas a las estrategias Merger Arbitrage, aunque luego recuperaron el terreno perdido”, explica en el documento.
En noviembre, los hedge funds se anotaron una rentabilidad del 6,7%, sobre la base del índice HFRI Fund of Fund en USD. Los índices más reducidos que se centran en estrategias alternativas líquidas y fácilmente accesibles registraron rentabilidades positivas, aunque más moderadas. En términos generales, la gestora apunta que el arranque de 2020 no deparó grandes novedades, y los gestores estaban generalmente posicionados de cara a una leve recuperación económica al disiparse las incertidumbres comerciales. Y tras el desplome del mercado entre febrero y marzo, las rentabilidades se revelaron dispares, pero resilientes en general.
“El repunte entre marzo y septiembre favoreció a la mayoría de las estrategias. La mayor parte de los gestores habían mantenido el grueso de sus exposiciones durante el desplome. También generaron alfa a partir de activos sumamente dispersos. Las estrategias L/S Equity realizaron operaciones de arbitraje para sacar partido de la elevada dispersión bursátil, impulsadas por la sensibilidad de las acciones a las restricciones del COVID-19. Y las estrategias Special Situations recuperaron el terreno perdido, mientras que la recuperación de las estrategias Merger Arbitrage fue más lenta, dado que la actividad de fusiones y adquisiciones se mantenía estancadas”, explica el documento de Lyxor.
Pese al respiro de mitad de año, en septiembre y octubre volvieron las correcciones, y las rentabilidades mostraron una trayectoria más bien plana. El grueso de la generación de alfa procedió de los gestores de renta variable con un enfoque sectorial, así como de las estrategias Event Driven, que se beneficiaron del rebote del estilo Value y de la reanudación de la actividad corporativa. “La generación de alfa fue más deslucida en las estrategias L/S Equity diversificadas, al verse afectadas por la debilidad en el sector tecnológico y el repunte de los títulos Value. Los gestores Macro y CTA solo se beneficiaron en parte de su exposición a la renta variable”, matiza el informe.