Las noticias positivas sobre las vacunas y el consiguiente optimismo respecto a la salida de la crisis del COVID-19 impulsaron las aportaciones netas a ETFs globales a 122.500 millones de euros en noviembre, casi el triple de los 42.700 millones de euros captados en octubre, según los datos de Amundi ETF sobre el mercado europeo.
La gestora señala que “la confianza de los inversores propició que las asignaciones en renta variable global ascendieran a 105.400 millones de euros, más de seis veces las suscripciones de 17.400 millones del mes anterior. La renta fIja, por otra parte, experimentó una ligera disminución de las suscripciones hasta los 22.300 millones de euros, en comparación con los 25.400 millones de euros de octubre”.
Entre lo más destacado del mes sobre los flujos europeos, destaca que las entradas experimentadas en ETFs de renta fija representaron menos del 10% de los activos asignados a renta variable, con 1.500 millones de euros. “Esto refleja el reciente estrechamiento de los diferenciales de crédito, pero también es una señal de que los inversores no quieren asignar más a esta clase de activo”, afirman desde Amundi ETF.
En concreto, la deuda corporativa registró pequeñas salidas de 207 millones de euros y el mismo fenómeno se habría observado en la deuda soberana si no se hubieran registrado flujos significativos hacia los mercados emergentes. Según explica la gestora, “la confianza de los inversores en la capacidad de Asia para recuperarse de la crisis del coraonavirus permitió que la deuda de mercados emergentes y la deuda soberana china captaran 1.200 millones de euros y 1.100 millones de euros, respectivamente”. Como resultado, las suscripciones globales en deuda soberana alcanzaron 2.100 millones de euros.
En renta variable, las entradas en ETFs registrados en Europa se multiplicaron por más de seis, con 16.300 millones de euros invertidos en este tipo de activos, frente a los 2.600 millones de euros del mes anterior. Según apuntan los datos de la gestora, la renta variable global fue la asignación más demandada, captando 7.700 millones de euros. A diferencia de los meses anteriores, en los que los inversores habían favorecido los fondos sectoriales y temáticos y los fondos ESG frente a las estrategias smart beta y los principales índices, en noviembre los inversores se centraron en todas las estrategias de renta variable y regionales.
Las suscripciones en ETF regionales aumentaron en 14.600 millones de euros, mientras que los inversores asignaron 4.400 millones de euros a ETFs sectoriales o temáticos y 4.100 millones de euros a estrategias smart beta. La temática ESG siguió siendo muy popular, con suscripciones por valor de 6.400 millones de euros.
“Las estrategias favorecidas reflejan la confianza de los inversores en las perspectivas económicas. El sector financiero y el de consumo discrecional fueron dos de los sectores más atractivos, registrando entradas de 1.180 millones de euros y 498 millones de euros, respectivamente. Las estrategias value registraron suscripciones por valor de 2.300 millones de euros”, explican desde Amundi ETF.
Este ha sido el primer mes que Amundi ha clasificado los ETFs climáticos en una categoría específica. Un reciente acto delegado de la Comisión Europea sobre los índices climáticos europeos supone el reconocimiento oficial de esta serie de índices. Las suscripciones en productos denominados «climáticos» alcanzaron 1.200 millones de euros en noviembre. Actualmente, los inversores están rotando sus asignaciones a renta variable desde productos más tradicionales a asignaciones core ESG, así como a asignaciones satélites a ETFs climáticos.