Tras la Cumbre sobre la Ambición Climática, convocada en el quinto aniversario del Acuerdo de París el pasado 12 de diciembre, los países que representan el 65% de las emisiones mundiales de CO2 y el 70% de la economía mundial se han comprometido con un nivel de emisiones netas cero o directamente con la neutralidad en carbono.
La Universidad de Oxford, en colaboración con el Grupo Pictet, ha elaborado un informe con el objetivo de derribar los mitos y los clichés que existen alrededor del cambio climático. Ideas como que realmente no existe, que no somos los humanos los causantes o que es incluso beneficioso. El estudio certifica una tendencia clara hacia el calentamiento global, impulsado por emisiones humanas de CO2, que tienen un impacto nocivo en los cultivos y provocan mayores olas de calor. 189 países han ratificado en 2020 el Acuerdo de Paris y el grupo de países encargado de legislar el objetivo de emisiones netas cero para 2045 o 2050 emite más de la mitad del CO2 global y consume dos tercios del carbón mundial.
Los autores de este informe, los profesores Cameron Hepburn y Moritz Schwarz de la Universidad de Oxford, señalan que “en medio del torbellino de opiniones sobre calentamiento global, gobiernos, empresas e inversores no son a menudo capaces de apreciar la aplastante evidencia científica que respalda el impacto de la humanidad en el planeta». Por su parte Laurent Ramsey, CEO de Pictet AM, afirma que “el cambio climático afecta al futuro de cada uno de nosotros, con independencia de dónde vivamos o nuestro estatus. Cuanto mejor comprendamos hechos indiscutibles, mejor podremos planificar el futuro y cambiar el rumbo a mejor”.
A pesar de que las temperaturas medias fluctúan de año en año, hay una muestra clara de la tendencia hacia el calentamiento global. Desde 1861-1880, la temperatura media ha ascendido 1ºC, y con la trayectoria actual la temperatura global podría aumentar alrededor de 3ºC (2,1 a 3,9) para final del siglo. Esta subida se debe esencialmente a las emisiones humanas de CO2. Y aunque es posible limitar el calentamiento a menos de 1,5ºC, dada la infraestructura fósil existente, es poco probable sin un esfuerzo adicional de los gobiernos.
El cambio climático ha tenido efectos muy negativos en los rendimientos de los cultivos, por las tensiones entre el calor y el agua y por la disminución de biodiversidad. Se prevé una reducción del rendimiento neto del 7 % en cultivos básicos (trigo, arroz, maíz y soja) por cada 1ºC que aumente la temperatura. Aunque es probable que haya más tierras cultivables en Rusia, Canadá y norte de EEUU, las reducción de terreno agrícola en el sur y Centroamérica será superior, creando riesgo de escasez y desafíando la seguridad internacional. Se estima que con un incremento de 2ºC, un 18 % de insectos, 16 % de plantas y 8% de vertebrados perderían más de la mitad de su hábitat geográfico. Si la subida fuese de 4ºC aparecerían olas de calor húmedas, con temperaturas superiores a los 55 ºC . Y si el aumento de la temperatura media global superara los 6ºC el cuerpo humano perdería su capacidad de emitir calor sudando, siendo inviable la actividad al aire libre. Un aumento de la temperatura superior a 10ºC expondría la mayor parte de grandes áreas pobladas a condiciones prácticamente imposibles para la vida a la que estamos acostumbrados.
Es importante recalcar que Incluso sin subsidios las energías renovables pueden ser más baratas. Los subsidios mundiales para financiar las energías renovables son de 100.000 millones de dólares/año, excluyendo conexiones de red eléctrica y gestión de suministro. En cambio, los subsidios mundiales para combustibles fósiles fluctúan entre 100.000 y 500.000 millones/año. En 2017 fueron 300.000 millones de dólares. Sin embargo, desde 2016 la inversión en renovables ha superado a la de fósiles. Eliminar CO2 de la atmósfera cuesta de 92 a 232 dólares por tonelada. Puede ayudar a abordar el cambio climático, pero es poco probable que sea económicamente sensato crear una industria global capaz de eliminar CO2 a la escala y ritmo en que se emite. No emitirlo es más barato que retirarlo.
Países con emisiones netas cero para 2045 o 2050
189 países han ratificado en 2020 el Acuerdo de París. Ocho han legislado emisiones netas cero para 2045 o 2050 y otros 18 trabajan en una legislación de emisiones netas cero. Además, 99 países discuten esfuerzos similares. Más aún, tras la Cumbre sobre Ambición Climática de diciembre de 2020, países que representan alrededor de 65% de las emisiones mundiales de CO2 y 70% de la economía mundial, se han comprometido con emisiones netas cero o neutralidad en carbono. Además 6.225 empresas que suponen más que el PIB combinado de EEUU y China ya presentan compromisos de reducciones de entre 1,5 y 2,2 giga toneladas de CO2 para 2030.
Per cápita, China emite menos de la mitad de emisiones de EE.UU. Tiene el mayor programa de despliegue solar, eólico, nuclear e hidroeléctrico del mundo y está en proceso de fijar precios de emisiones de CO2, aunque continúa construyendo nuevas centrales eléctricas de carbón. Sus emisiones aumentaron 4,7 % en 2018 mientras que las de la UE cayeron 0,7%, la única región importante en reducirlas.
La emisión de CO2 en 52 países y 24 subregiones recaudó 79.620 millones de dólares en 2018, aproximadamente 20% de las emisiones mundiales, pero la mayoría de los precios son demasiado bajos para la reducción necesaria.