Javier Seijo, socio responsable de Asesoramiento Fiscal a Cliente Privado en EY Abogados, ha analizado el contexto y los pasos que deben dar los grandes patrimonios en este nuevo panorama donde, según ha señalado en el encuentro de Banca Privada 2020, “la subida de impuestos va a ser generalizada”.
Concretamente, ha analizado la subida del impuesto sobre la renta, sobre la que se produce un incremento del tipo marginal del 47% para las rentas a partir de 300.000 euros, un incremento con la introducción de un tipo especial en las rentas del ahorro a partir de 200.000 euros al 26% y se elimina o reduce, “sin motivo”, según expresa Seijo, la reducción por las aportaciones a planes de pensiones individuales.
“Es un tiro de gracia a un sistema de previsión social muy necesario en una situación en la que en el futuro quién sabe cuál será el ahorro previsional que tendremos”, añade. “Desde el punto de vista de las rentas del ahorro, es una medida que va a atacar a la clase media o las que no tengan capacidad de ahorro”.
Otro de los impuestos que va a sufrir un incremento es el impuesto sobre sociedades, unas medidas que, según Seijo, también afectarán a la estructura de la empresa familiar. “Lo que parece es que la tributación se va a quedar en una exención del 95%, pero no afecta solo a las sociedades y plusvalías sino también a los paquetes de 20 millones”, explica.
Otra modificación significativa y que puede afectar a la fiscalidad familiar y empresarial es la reforma del régimen de trasparencia fiscal internacional. “Es una medida que viene de la Unión Europea, pero en España le hemos dado una vuelta de tuerca y de repente ha desaparecido el refugio seguro de las sociedades holding. Una sociedad holding era una sociedad en la que se tenía el 5% del capital de otra con la intención de dirigir y gestionar mi inversión. Era una estructura muy habitual para canalizar las inversiones en el extranjero”, explica.
Otra medida en el impuesto sobre patrimonio es, según Seijo, “cargarse el refugio” que se usaba para evitar pagar patrimonio a través del United Link. “Era uno de los grandes productos para minimizar el impacto fiscal. Además, en el impuesto sobre patrimonio también se ha incrementado la tributación al subir la tarifa del 2,5 al 3,5% a partir de 10 millones”, expone Seijo.
Según resume, tenemos en renta, sociedades y patrimonio, los grandes tributos, un incremento significativo de la tributación.
¿Qué podemos hacer?
Ante todos estos cambios, Seijo recomienda, teniendo en cuenta la anunciada reforma de la fiscalidad patrimonial y el debate de si Madrid es un paraíso fiscal, revisar todas las estructuras de empresa familiar.
Otro elemento fundamental es la protección patrimonial y el diferimiento de rentas. “El gobierno parece que le ha puesto fecha final a las sicavs y no sabemos lo que pasará. ¿Qué vehículo nos queda para el diferimiento? Somos partidarios de revisar las operaciones de transformar la sicav en otro vehículo, como fusionarte con un fondo o transformarla en una sociedad normal, con mucho cuidado porque son operaciones que pueden dar lugar a riesgo”, advierte. “Si la sicav española está tocada de muerte toca buscar un producto de diferimiento similar”, completa.
¿Y luego qué hago con el dinero? Seijo señala que se puede aportar a un vehículo de diferimiento como un seguro, ya que nos permite cumplir un requisito de protección, confidencialidad e inembargabilidad. “Es un buen refugio. El seguro sustituye perfectamente a una sicav si lo hacemos de manera ordenada”, señala.
Otro de los elementos que el experto considera esenciales a tener en cuenta de cara a futuro es la posibilidad de anticipar rentas al 2020, tanto salariales como ganancias de capital. “La subida de tipos de gravamen en el ahorro o en las rentas del trabajo puede dar lugar a ahorro significativo. Esa anticipación se puede llevar a cabo y se puede jugar con este tipo de elementos”, recomienda.
“De cara a la reforma de la fiscalidad patrimonial, nuestra recomendación es revisar toda la estructura del cliente y buscar productos que cumplan el requisito de inembargabilidad o de diferimiento. El gran debate de la reforma de fiscalidad es que si los estados no pueden gravar a las empresas lo que si gravaran serán al empresario y profesional y ahí es donde se está dirigiendo la fiscalidad”, reflexiona.
A modo de conclusión Seijo recomienda hacer los deberes: “Vienen momentos complicados y tensos. Desde un punto de vista político ya se ha puesto el ojo sobre patrimonios y sucesiones. Habrá que reaccionar y prevenir”.