En su última entrevista, Stephane Parlebas y Demian Brasil, gestores de cartera Lyxor- Chenavari Credit Fund, apuntaron que “el riesgo de un colapso del mercado ha quedado atrás”. Por lo tanto, su mirada está puesta en buscar oportunidades de inversión en el mercado de renta fija, donde la estrategia que gestionan puede aportar diversificación con las estrategias direccionales de mercado.
Pregunta: En los últimos meses hemos visto que el mercado de crédito es volátil y disperso. ¿Qué oportunidades está creando esto?
Respuesta: Un contexto de alta volatilidad es favorable para las estrategias tácticas y dinámicas mientras el mercado se mantenga funcional. La liquidez es importante para permitir una transferencia eficiente del riesgo entre los diferentes participantes del mercado. Los inversores como nosotros pueden aprovechar las oscilaciones irrazonables de los precios para buscar oportunidades de inversión atractivas. A medida que la vida se normalice después del COVID-19, las mejores oportunidades surgirán de los sectores más afectados, incluida la hostelería. Además, los escenarios económicos adversos suelen desencadenar la consolidación en todos los ámbitos, y eso puede ser en sí mismo una gran fuente de alfa.
P: Pensando en cómo abordar el mercado crediticio europeo, vemos que las estrategias a long/short de crédito tienen una gran demanda en el contexto actual. ¿Podría explicar por qué? ¿Qué aportan ahora mismo a las carteras de los inversores?
R: Las estrategias long/short de crédito aportan diversificación con las estrategias direccionales de mercado. Además, tienen por objetivo proteger las carteras de amplias correcciones de mercado y ofrecen un patrón más estable y previsible de rendimiento, siempre que cumplan su promesa de generación de alfa. Después de un 2020 muy agitado, creemos que dos factores explican un aumento del apetito de los inversores hacia estas estrategias. Por un lado, el mercado ya descuenta una recuperación en el 2021 lo que ha se ha traducido en un estrechamiento de los spreads de crédito, que hace que la beta del mercado parezca menos atractiva. Esto podría llevar un trasvase de flujos desde estrategias direccionales a estrategias long/short siempre que hayan demostrado su capacidad para hacer lo que prometen. Y, en segundo lugar, el comienzo de 2020 ha sido una gran prueba para las estrategias de long/short. Ayudará a los gestores a asignar con confianza en aquellos fondos que se desempeñaron como se suponía en la fase de dislocación.
P: Vemos que el Lyxor Chenavari Credit Fund es una estrategia que permite capturar oportunidades en este contexto de mercado. ¿Podría explicarnos las principales estrategias que se aplican en el Fondo?
R: Actualmente implementamos dos subestrategias principales en el fondo. La primera es el crédito corporativo europeo diseñado para generar alfa basada en las oportunidades de valor relativo o direccionales. Nos centramos en la selección de nombres individuales en el espacio de high yield e investment grade con una calificación mínima de B-, no invertimos en colocaciones privadas o emisiones ilíquidas. Tenemos un enfoque largo/corto y nuestro objetivo es encontrar bonos con precio equivocado o créditos mal entendidos en el mercado. Implementamos nuestras operaciones de forma ágil y táctica a través de bonos e instrumentos derivados. La segunda subestrategia está centrada en crédito financiero europeo, en la que jugamos con el valor relativo de la estructura de capital de los bancos europeos, como los bonos AT1 convertibles contingentes (Coco), los bonos senior no preferentes, los bonos Tier 1 y 2, así como los CDS (credit default swaps). Nuestras inversiones están diversificadas en cuanto a duración, liquidez, geografía y tipología de emisores, como bancos regionales, bancos de inversión o compañías de seguros. Con el fin de permitir un enfoque de trading activo, nos centramos en instrumentos líquidos y limitamos las inversiones en bonos AT1 a un máximo del 15% con un promedio histórico de alrededor del 10%.
P: ¿Los pesos de las dos subestrategias son estáticos o cambian según el contexto? ¿Cuál tiene más peso en este momento?
R: Los pesos entre las dos subestrategias principales son muy dinámicos. Los co-gestores de cartera del fondo comparten sus opiniones diariamente, y las decisiones de asignación se revisan formalmente durante las revisiones quincenales de las carteras. El equipo examina factores como la política monetaria, los flujos técnicos, la regulación y las oportunidades de alfa en cualquier momento y los evalúa en función de las directrices del prospecto del fondo y de los límites internos, como la volatilidad objetivo y la máxima caída (max drawdown).En la actualidad, el crédito corporativo tiene un peso ligeramente mayor, ya que la creciente dispersión del crédito en el sector corporativo debería crear un terreno fértil para las oportunidades de creación de alfa.
P: ¿Cómo se ha comportado el fondo?
R: Nuestra estrategia ha tenido muy buen comportamiento durante este difícil año, a pesar de la disrupción del mercado que afectó a los mercados en el primer trimestre de 2020. El fondo terminó en marzo en positivo, +0,84% en dólares y del +0,36% en euros . A 23 de noviembre, el rendimiento del Fondo en lo que va de año ha alcanzado el +6% en euros y el +7% en dólares.
P: Por último, ¿cuáles son los principales riesgos del mercado crediticio europeo y cómo se posiciona el fondo para protegerse o para convertirlos en una oportunidad de inversión?
R: En nuestra opinión, destacaríamos tres riesgos: un error político, que el BCE no pueda cumplir su mandato o que el estímulo de los gobiernos se retire demasiado pronto. Por lo tanto, en general somos constructivos, pero dada la situación de las valoraciones, preferimos centrarnos en la generación de alfa con una beta limitada. Creemos que el recorrido de los índices de crédito es limitado a partir ahora, por lo que nos gustan como instrumentos de cobertura, mientras que seleccionamos los mejores largos en el mercado. En cuanto a los temas, hemos posicionado la cartera para que se beneficie de las fusiones y adquisiciones en el sector financiero y de un sesgo procíclico en el sector corporativo, con especial atención a las historias de cambio de rumbo.