Los avances hacia una vacuna efectiva contra el COVID-19 y el mayor control de la pandemia ayudarán a que, poco a poco, las economías y los países recuperen la normalidad. Sobre cómo será esa posible recuperación y qué papel tendrán las potencias mundiales han hablado las gestoras durante las primeras presentaciones de sus perspectivas para 2021.
En opinión de Monica Defend, directora global de análisis de Amundi, «la duración de la pandemia determinará en última instancia la forma de recuperación, y es probable que ésta varíe significativamente de un país a otro. La recuperación lenta, desigual y a múltiples velocidades será diferente según el sector y el país, y como tal los inversores deben aprovechar estas divergencias en los perfiles de crecimiento».
En este sentido, la gestora sostiene que tratar de etiquetar la forma de la recuperación en V, U o K puede resultar engañoso. “Esto dejará la puerta abierta a un perfil de crecimiento errático a corto plazo y, en última instancia, tenderá a confirmar nuestro escenario central de una recuperación lenta, desigual y de múltiples velocidades dependiendo del país y del sector. La disponibilidad de una vacuna es un punto de inflexión y una noticia alentadora, aunque el desarrollo técnico y una amplia distribución llevarán tiempo”, señala Amundi en sus perspectivas para 2021.
Para Sasha Evers, director general de BNY Mellon para Iberia y Latinoamérica, de cara al próximo año nos encontraremos con “un mundo un poco bipolar”: una economía real muy real muy afectada por el COVID-19 y un mercado entusiasmado con la posibilidad de una vacuna. “Nuestro escenario base es una recuperación en V, que ya empieza a descontar el mercado, y con algo de inflación en la segunda mitad. A partir del segundo trimestre, podremos esperar una recuperación que vendrá ayudada por las vacunas y por todos los estímulos monetarios y fiscales”, afirma.
En las últimas estimaciones que hizo pública la OCDE, se estima que el crecimiento mundial en 2021 alcance el 5%. Para el organismo internacional, será clave el crecimiento de China, que se espera sea del 8% para 2021, y el de Estados Unidos, estimado en el 4% para el próximo ejercicio. «En 2021 vemos que la recuperación económica está lista para continuar y ser más autosuficiente, ya que las últimas innovaciones sanitarias permiten la normalización de la actividad del sector privado. Sin embargo, con unos tipos de interés reales negativos en todas las economías avanzadas y, con la probabilidad de que sigan así durante 2021 y más allá”, señala Evan Brown, responsable de estrategia Multi-Asset de UBS AM.
Asia, EE.UU. y Europa
Y es que, según las gestoras, las principales potencias mundiales volverán a cargar sobre sus espaldas las expectativas del crecimiento global. Sebastien Galy, responsable de estrategia macroeconómica en Nordea AM, apunta que deberíamos asistir a una economía mundial liderada por China y a una recuperación moderada en Europa y Estados Unidos. “China muestra la evolución más halagüeña, en vista del repunte continuado de su economía, que sigue progresando a un ritmo más que aceptable. El consumo también debería mostrar una mejora continuada a medida que el mercado laboral del país se ajuste. La demanda del gigante asiático ya está apuntalando la producción en Alemania, y ello debería beneficiar al resto de la región Asia-Pacífico. No obstante, cabe destacar que China se encuentra en proceso de sustituir algunas importaciones en sectores clave en un momento en el que las tensiones regionales están aumentando. Si bien ello constituye un acontecimiento importante en un horizonte a cinco años, nos seguimos centrando en el repunte de su economía”, sostiene Galy.
Junto con China, Estados Unidos será el otro de los principales actores que, para Galy, puede protagonizar una recuperación en forma de W. En opinión de Stefan Kreuzkamp, Global CIO de DWS, el principal reto a que se enfrentará la administración de Joe Biden será gobernar y tomar medidas con un Congreso dividido. “Creemos que el papel de Estados Unidos se notará sobre todo en el comercio global. El mercado ve positivo la vuelta a la multilateralidad en las relaciones comerciales, incluido con China. No es que la posición hacia el país asiático vaya a cambiar, pero sí lo hará el tono de confrontación. También será positiva su apuesta por el desarrollo sostenible y su gasto en infraestructuras”, señala Kreuzkamp.
Respecto al papel que pueda jugar Europa, Galy apunta que el crecimiento se está ralentizando a raíz de los confinamientos en varios países y debería empezar a repuntar en enero. “La opinión de consenso prevé que las economías del Viejo Continente se recuperarán ampliamente de manera uniforme, pero lo más probable es que exista una cierta dispersión y que los países del norte de la región registren un mejor desempeño. Por ejemplo, se espera que las economías de los países nórdicos crezcan a una tasa del 3,5 %. Con todo, Europa seguramente crecerá a un ritmo aceptable en vista de que sus economías se encuentran muy por debajo de su potencial”, afirma.
Mercados emergentes
Respecto a los mercados emergentes, Irina Topa-Serry, Emmanuel Makonga y Shirley Shen, analistas de AXA Investment Managers explican que, al igual que en las economías avanzadas, la pandemia ha provocado un aumento masivo del gasto público en los mercados emergentes, «todavía no se vislumbra en el horizonte una crisis en ellos».
Tal y como comentan los expertos, a pesar de que los niveles de deuda han estado aumentando en las economías en desarrollo desde la anterior crisis financiera, «no ha sido hasta hace poco cuando se han registrado en la deuda de las empresas privadas en lugar de en la deuda pública». Y es que, en líneas generales, «el aumento de la deuda pública no se percibía como una amenaza inmediata antes de la pandemia.