En medio de la profunda perturbación e incertidumbre causadas por la pandemia, se necesita incrementar políticas energéticas bien diseñadas para poner al mundo en el camino de un sistema energético sostenible que pueda cumplir los objetivos climáticos.
Este año ha sido testigo de grandes cambios en el sistema energético mundial. La crisis del COVID-19 ha causado más perturbaciones que cualquier otro evento en la historia reciente, dejando cicatrices que durarán años. La cuestión es si esta perturbación servirá para acelerar la transición a energías limpias y para alcanzar los objetivos internacionales de energía y clima.
El mundo trata de combatir una serie de desafíos globales, explicitados por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas. Uno de los 17 Objetivos es garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna para todos, en particular la estrategia de impacto ambiental. El fondo RobecoSAM Smart Energy hace suyo este objetivo y trata de beneficiarse de esta tendencia en ascenso.
La clase D en euros del fondo RobecoSAM Smart Energy se revaloriza un 20,74% en el año, uno de los retornos más altos de la categoría sectorial VDOS de Ecología en que se encuadra el fondo. Invierte en acciones de empresas que proporcionan soluciones competitivas y sostenibles para la creciente demanda de un suministro de energía fiable, limpio y asequible.
Con un enfoque en los proveedores de soluciones, invierte en los líderes tecnológicos y en los innovadores que se perfilan como ganadores de esta revolución global. Ofrece a sus inversores la posibilidad de participar en la megatendencia de la electrificación del suministro de energía y de la transición a nuevas formas de producción, distribución y gestión de la energía. El equipo gestor utiliza una selección de valores ascendente y sistemática que combina datos y análisis ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) propios en todo el proceso de inversión.
Thiemo Lang, PHD y gestor jefe de Carteras, es el responsable de la estrategia RobecoSAM Smart Energy, así como de la estrategia RobecoSAM Smart Mobility. Además, Lang es el gestor jefe de un mandato de subasesor, el del fondo Global EV Revolution. Antes de unirse a RobecoSAM, fue gestor jefe de Carteras en Lombard Odier Darier Hentsch et Cie., aplicando su estrategia Infology (estrategia en tecnología) que se centró en empresas del ámbito tecnológico de la energía y los nuevos materiales.
Anteriormente Themo Lang cogestionó diversos fondos institucionales y de inversión y fue responsable de la concepción y lanzamiento de Activest Lux NanoTech, en Activest (HypoVereinsbank), en Múnich. Comenzó su carrera de inversión como analista tecnológico en Activest, antes de ser ascendido a gestor de cartera. Con anterioridad, fue ingeniero de desarrollo en Siemens (Múnich). Obtuvo el Diploma de Electrónica en la Universidad de Stuttgart, y tiene un Doctorado en Óptica/Fotónica por el Instituto Nacional Politécnico de Grenoble. Se incorporó a RobecoSAM en 2007.
La estrategia invierte en empresas que ofrecen soluciones competitivas y sostenibles para nuestras necesidades de energía en los siguientes grupos de inversión: energía renovable, gas natural, sistemas de distribución de energía y eficiencia energética. La estrategia de inversión apunta a empresas con visión que proporcionen productos y servicios que ofrezcan soluciones competitivas y sostenibles para satisfacer las necesidades energéticas en los siguientes nichos o clusters:
- Energías renovables: incluye productores, e ingenierías de EERR (solar, eólica, hidráulica) así como suministradores de componentes como polisilicio, fabricantes de módulos solares, inversores, turbinas y multiplicadores para aerogeneradores.
- Distribución energética: empresas que facilitan la distribución eficiente de energía, tales como suministradores de equipamiento y servicios para la red eléctrica, suministradores de redes inteligentes y soluciones para ciudades inteligentes, sistemas operativos para la transmisión y distribución, empresas de servicios de GN y empresas de ingeniería y transporte de GNL.
- Gestión energética: empresas que ofrecen soluciones basadas en semiconductores para convertir la energía eléctrica eficientemente para su utilización en IT, comunicaciones, automoción y aplicaciones industriales; suministradores de almacenamiento de energía para aparatos electrónicos, EV, aplicaciones residenciales y gestión de red.
- Eficiencia energética: compañías que ofrecen tecnologías de ahorro energético y productos como iluminación eficiente, aislamiento y gestión energética para aplicaciones de gestión de edificios; automatización, reducción de fricción, intercambiadores de calor, motores eficientes para procesos industriales y sistemas de eficiencia energética, materiales ligeros o alternativas eficientes para el sector transporte.
A cierre de octubre, las mayores posiciones en la cartera del fondo incluyen acciones de ON Semiconductor Corp (5%), II-VI Inc (4,59%), Lumentum Holdings Inc (3,72%) y Marvell Technology Group Ltd. (3,69%). Por sector, tecnologías de la información (57,90%), industrial (19,50%), servicios públicos (13,40%), consumo discrecional (5%) y liquidez (4,20%) representan las mayores ponderaciones en la cartera, mientras que por región corresponden a Estados Unidos (49,10%), Japón (7,50%), Canadá (6,90%), Francia (6,10%) y China (5%).
Tomando como referencia el índice MSCI World (Net), la evolución histórica del fondo por rentabilidad lo posiciona en el grupo de los mejores de su categoría, en el primer quintil, durante 2017 y 2019, batiendo al índice de su categoría en 2020. A tres años registra un dato de volatilidad del 24,63% y del 23,83% a un año, con una ratio Sharpe en este último periodo de 1,46 y un tracking error, respecto al índice de su categoría, del 10,08%. La inversión en la clase D en euros del Multipartner Sicav – RobecoSam Smart Energy requiere una aportación mínima de 10 millones de euros, aplicando a sus partícipes una comisión de depósito de hasta un 0,30%. El fondo cuenta también con una clase N que no requiere una aportación mínima y comisiones fija y de depósito del 0,75 y 0,30% respectivamente.
El equipo gestor está ya preparándose para salir a la nueva realidad que nos ha traído la crisis del COVID-19 y uno de los temas que se comentan desde el confinamiento es lo agradecida que está resultando la naturaleza ante la inacción del hombre. La imagen clara de los cielos de nuestras ciudades nos hace no olvidar la presencia de otra crisis, postergada por unos meses, pero sobre la que hay que tomar acciones urgentes: la crisis climática.
Aunque lamentablemente para el medioambiente no se trate de algo permanente, según la Agencia Internacional de la Energía (IEA) las emisiones de CO2 disminuirán a nivel global cerca del 8% este año. Para hacernos una idea, para evitar alcanzar el límite de los 1,5°C de calentamiento referidos en el Acuerdo de París, implicaría una disminución cada año en las emisiones de carbono de aquí a 2030 de aproximadamente la misma dimensión que se estima se produzca a lo largo de este año.
Para lograr este objetivo se prevé que será necesario invertir 110 billones de dólares hasta 2050, en un escenario de transformación ajustado, o 130 billones de dólares para alcanzar la cota de emisiones cero (Beyond Crisis: Renewable energy for a Low-carbon Future, IRENA). Invertir en estas soluciones permite beneficiarse de la transición a una economía sin carbono participando en la electrificación del suministro de energía o en la eficiencia energética, disfrutando con ello de un potencial de crecimiento a largo plazo.
A pesar del reto que supone la situación actual de los mercados, las perspectivas a medio-largo plazo en las principales áreas en que invierte el fondo reflejan individualmente un fuerte crecimiento estructural en varios años. Los operadores de redes inteligentes (incluyendo la integración de generadores de energía descentralizados con soluciones de almacenamiento localizadas; la movilidad inteligente (vehículos eléctricos y autónomos, incluyendo la construcción de la infraestructura necesaria para la recarga y transporte público); la eficiencia energética derivada del uso del big data (al estar convirtiéndose en cada vez más importante en los centros de datos, IoT, conducción autónoma y conexión 5G).
A raíz del Pacto Verde europeo (Green Deal) están surgiendo oportunidades en este espacio. El pacto surge como la necesidad de ese crecimiento acompañado de una sostenibilidad medioambiental, es decir hacia una recuperación verde. Pocas tecnologías tienen la transversalidad y la capacidad de integrar y acoplar sectores como lo hace el hidrógeno, que puede ser producido a partir de fuentes de energías renovables, contribuyendo a una descarbonización plena y logrando la neutralidad climática que está persiguiendo Europa.
Si observamos en detalle esta tendencia de conservación de nuestro entorno, se pueden señalar las dos siguientes sub-tendencias y su evolución tras este periodo tan complejo que vivimos: el aumento considerable del papel de los gobiernos en los asuntos económicos y sociales, con un entorno tendente a una mayor regulación medioambiental y social y que las tecnologías inteligentes disfrutarán de una cierta aceleración, una vez que el mundo entienda la necesidad de reorganizar sus sistemas de producción, particularmente en las cadenas de suministro.
La devastadora llegada del COVID-19 está sirviendo de catalizador para un nuevo planteamiento de la mitigación y gestión de riesgos dentro de la operación y las cadenas de suministro. Es en estos momentos donde se observa que el despliegue de la automatización y la robótica, la electrificación de la movilidad, la logística, los edificios inteligentes y los modelos de economía circular se verán favorecidos por las nuevas políticas de recuperación.
A nivel global, se espera un gasto por parte de los fabricantes de 26.000 millones de dólares en gestión y análisis de información para 2026, comparado con los 5.000 millones de 2020. En ese mismo sentido, la relocalización de fábricas que se ha iniciado trae consigo un aumento en la automatización y la robótica, y no sólo por la reducción de costes sino también para amortiguar el efecto sufrido en la actual epidemia de cara a posibles nuevas epidemias en el futuro.
Robecosam Smart Energy es un fondo de energía inteligente, lo que nos lleva directamente a relacionarlo con energías limpias o nuevas energías (las energías renovables crecen a pesar de la crisis actual) y en el necesario almacenamiento energético y la mayor electrificación esperada a nivel mundial, que seguirá necesitando de una distribución apropiada y lo más personalizada posible (redes inteligentes). Es particularmente clave la eficiencia energética (edificios, procesos industriales y transporte), lo que convierte a este fondo en un claro representante de la preservación del planeta al promover con su inversión la energía limpia con las menores emisiones posibles y la mayor eficiencia en el empleo de los recursos renovables y no renovables.
Su evolución por rentabilidad en los últimos tres años, respecto al resto de fondos de su categoría, y la volatilidad incurrida en el mismo periodo, hacen a la clase D en euros de Multipartner Sicav – Robecosam Smart Energy merecedor de la calificación cinco estrellas de VDOS.
Tribuna de Paula Mercado, directora de Análisis de VDOS