El mercado arranca con optimismo tras confirmarse el triunfo de Joe Biden en las elecciones presidenciales de EE.UU. Este sentimiento ya se dejó notar el viernes, lo que llevó al S&P500, el Nasdaq y el Dow Jones a cerrar cerca de sus máximos históricos. Ahora, el mercado mantiene el foco en la gestión de la pandemia, la política comercial y los posibles nuevos estímulos, en particular los fiscales y la inversión pública, para hacer frente a los efectos de la pandemia en la economía norteamericana.
Para Luca Paolini, estratega jefe Pictet AM, la situación a corto plazo no ha cambiado mucho para Estados Unidos. “El caso es que las elecciones han reducido la incertidumbre, lo que se ha notado con la subida la última semana en todo tipo de activos, excepto el dólar, aunque no cambia la situación general que vivimos desde septiembre, con un mercado en rango teniendo en cuenta la significativa caída de antes de las elecciones”, apunta.
Además, pese a que ya hay presidente, Didier Saint-Georges, director general y miembro del Comité de Inversiones Estratégicas de Carmignac, considera que el camino no será fácil. “La cuestión principal tras la elección de Joe Biden no son los litigios que el equipo de Trump iniciará ahora, sino la mayoría en el Senado con la que el próximo Presidente tendrá que gobernar. Todavía hay un estrecho camino para que esta mayoría sea democrática, si una de las dos segunda vuelta de Georgia, el 5 de enero, da la victoria a los demócratas, y se añade el voto del vicepresidente Kamala Harris, como presidenta del Senado. Pero incluso en este caso, el sesgo bastante conservador de algunos senadores demócratas sugiere que el programa económico más radical de la plataforma democrática podría ser difícil de llevar a cabo”, sostiene Didier.
Para Gilles Moëc, economista jefe de AXA IM, lo que realmente determine el éxito de Biden será la lucha contra el estancamiento secular. «El discurso de victoria conciliadora de Joe Biden probablemente ha reconfortado a los inversores dada su reacción positiva ante el fracaso de los demócratas, por ahora, para tomar el control del Senado, manteniendo así bajo control los aspectos más radicales de la plataforma de los demócratas sobre la regulación y los impuestos. El mercado se centra ahora en las posibilidades de un rápido empuje fiscal. Algunas señales alentadoras vinieron del líder de la mayoría republicana del Senado sobre un estímulo para finales de año, pero es probable que el paquete sea mucho más pequeño de lo que esperaban los demócratas, y la falta de cooperación de la Casa Blanca – mientras escribimos estas líneas Donald Trump todavía no ha concedido la victoria a Biden – no ayudaría a conseguir nada durante la transición», explica.
La reacción del mercado
«Hasta ahora, los mercados están básicamente de vuelta al nivel donde empezaron en lo que respecta a las elecciones estadounidenses. Parece haber un consenso de que el punto de máximo riesgo ha pasado y los inversores han vuelto a las posiciones que tenían antes de los comicios. Esto es casi una consecuencia mecánica de la caída de la volatilidad implícita después de las elecciones”, señala James Athey, director de inversiones de Aberdeen Standard Investments.
En opinión de Athey, la conclusión inmediata de las elecciones era que una carrera tan reñida y un Congreso tan dividido significaría un menor apoyo fiscal y aún más apoyo monetario. “Ahora parece que estamos ante una situación menos binaria. Ciertamente, nos encontramos en un mundo en el que la Fed va a ser la fuerza dominante pero hay algunos indicios de que los republicanos estarán de acuerdo en mantener nuevas conversaciones sobre los estímulos fiscales. Todos estos factores, junto a algunas buenas noticias en torno a la vacuna, están ayudando al mercado a alcanzar un frágil equilibrio. Los riesgos están bastante bien compensados en este momento entre más o menos apoyo fiscal, malas o buenas noticias en torno a la vacuna y una propagación más rápida o más lenta del virus. Los inversores ahora parecen estar sopesando esos factores más que el recuento de votos», argumenta el director de inversiones de Aberdeen Standard Investments.
Por su parte, Esty Dwek, responsable de estrategia global de mercado de Natixis IM Solutions (Natixis Investment Managers), no cree que las maniobras de Trump “cambien el resultado final” y anticipa un plan de estímulo fiscal de 1 a 1,5 billones de dólares, aunque, avisa: “no sabemos cuándo llegará” y duda de que pueda ser aprobado este año “dada la desconexión entre ambos partidos”. Esta incertidumbre sobre la magnitud del estímulo y cuándo pueda llegar podrá generar, en su opinión, cierta volatilidad en los mercados.
“Parece probable una división en el Congreso, lo que será visto como el mejor resultado para los mercados, ya que Biden no podrá gestionar los impuestos o la regulación como había anunciado. También se espera que tenga que elegir un gabinete centrista para que sea aprobado por el Senado. Desde el punto de vista comercial, los mercados creen que es probable que Biden reduzca algunos de los aranceles que gravan a China y adopte un enfoque más tradicional respecto a esta potencia ascendente. Dicho esto, no creemos que las tensiones se disipen por completo, pero es probable que mejoren las formas”, añade.
Observando los activos
Desde BlackRock Investment Institute (BII) consideran que una victoria demócrata sin el control del Senado reforzaría las tendencias del mercado, como la preferencia por acciones de rendimiento y crecimiento. “Un gobierno dividido por Biden podría frenar el estímulo fiscal y limitar las subidas de los rendimientos de los bonos y las expectativas de inflación. Es probable que Biden se concentre en la sostenibilidad, la regulación y una política comercial más predecible que apoye los activos de los mercados emergentes”, apuntan en su último boletín.
Dentro de las expectativas que hacen desde el instituto de BlackRock, esperan que las empresas tecnológicas y de salud, así como el factor calidad y las compañías de gran capitalización logren un buen desempeño bajo esta nueva administración. “Los activos de mercados emergentes deberían deberían rendir con un mejor sentimiento comercial, especialmente en la región asiática ex-Japón. Muchos países asiáticos han contenido el virus y están a la cabeza en el reinicio económico”, añaden.
Por su parte, Paolini apunta que la división del Congreso en EE.UU. será positivo para los activos de riesgo: “Este es quizá el mejor resultado para las clases de activos de más riesgo a medio plazo. Así, es previsible que los recortes de impuestos de sociedades de Trump se mantengan, los planes de Biden eran aumentar el impuesto de sociedades del 21 al 28 %, lo que habría reducido en alrededor de 10 % los beneficios por acción en el S&P 500 de 2020. A ello se añade que el nuevo paquete fiscal, que debe ser aprobado para finales de año, puede estar en línea con el compromiso esbozado en las negociaciones anteriores a las elecciones, con una propuesta más modesta. Esperamos que ascienda a 1,5 billones de dólares, 7% del PIB, significativamente por debajo de los 2,2 billones previstos en caso de victoria demócrata total. Pero cualquier estímulo fiscal por encima del billón de dólares es suficiente para mantener a la economía de EE.UU. en la recuperación. La cuestión es si será posible antes de final de año y los riesgos de implantación, aunque parece que los líderes republicanos serán constructivos”.
¿Qué esperar de la administración Biden?
Michael Strobaek, CIO global de Credit Suisse, sostiene que la gestión del COVID-19 será el reto más urgente al que Biden se tendrá que enfrentar. “A pesar de la reacción inicial de los activos de riesgo, no todo está bien. La pandemia sigue siendo un claro riesgo para las perspectivas económicas, con un posible efecto dominó en los mercados financieros. Si observamos la rapidez con la que la situación en Europa se ha deteriorado en el último mes, un patrón similar es, en nuestra opinión, muy plausible en los EE.UU. Muchos gobiernos europeos han estado imponiendo restricciones a la vida pública de nuevo y medidas similares bien puede ser necesario en los EE.UU., con una administración Biden más dispuestos a tomar tal acción”, señala Strobaek.
En opinión de los analistas de T. Rowe Price, las políticas propuestas por Biden podrían tener implicaciones “mixtas” para los inversores. “En el lado positivo, muchos consideran que Biden dará prioridad a importantes medidas fiscales, para ayudar a que la economía continúe su recuperación frente al impacto que ha causado la pandemia del COVID-19. Sin embargo, Biden también apoyará un aumento de impuestos para las empresas, que usará para financiar algunos gastos adicionales”, señalan en su último análisis.
Además, según el análisis que hacen desde BlackRock Investment Institute, la administración demócrata apoyará e impulsará la sostenibilidad a través de la regulación, en lugar de usar la política fiscal o el gasto en infraestructura ecológica. “También es probable que signifique un retorno a más comercio y política exterior predecible, incluso cuando la rivalidad entre EE.UU. y China está en un punto elevado de tensión”, señalan.
En el campo de las relaciones internacionales, Saint-Georges señala que Joe Biden tendrá las manos mucho más libres para volver a incluir a Estados Unidos en el Acuerdo de París sobre el cambio climático o a la Organización Mundial de la Salud, “pero la financiación asociada a tales decisiones seguirá necesitando el apoyo del Senado”, recuerda.
“Biden probablemente lo tenga aún más fácil para reestablecer las relaciones internacionales. Aunque no esperamos cambios significativos en política comercial, seguramente adopte un enfoque más multilateral, con normalización de relaciones con instituciones internacionales y una actitud menos confrontativa hacia China. De todas formas, EE.UU. y China siguen en una competición geopolítica secular prácticamente inevitable. Pero un enfoque más convencional de las relaciones internacionales, puede impulsar a los activos de mercados emergentes, que seguimos sobre ponderando”, añade Paolini.
Por último, otro elemento que los analistas señalan es el papel que pueda desempeñar la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), que en su última reunión ya dejó claro que está dispuesta a actuar para seguir apoyando la economía. “La Fed sigue siendo una fuerza motriz en los mercados. También lo es la trayectoria de COVID-19. Con el aumento de los casos en los EE.UU. y la campaña ya terminada, el gobierno federal puede reanudar las conversaciones sobre, y finalmente aprobar, otro proyecto de ley de alivio del coronavirus. El momento, la magnitud y el enfoque de esa ayuda podría depender, en parte, de los resultados de las elecciones clave al Senado, con algunos escaños potencialmente no decididos en los próximos días o semanas debido a la competitividad de las contiendas. Pero el estímulo sería bienvenido por los mercados, como lo demuestra el fuerte repunte de las acciones de EE.UU. el martes”, explican Matt Peron, director de análisis y gestor de carteras de Janus Henderson, y Jim Cielinski, responsable global de renta fija de Janus Henderson.