La inversión sostenible alcanzó los 285.454 millones de euros gestionados en España durante 2019, un incremento del 36% respecto al año anterior, según los datos del estudio La Inversión Sostenible y Responsable en España 2020, elaborado por Spainsif.
El estudio se ha presentado en el XI Encuentro Anual de la entidad, evento patrocinado por Amundi, BBVA, Morningstar y VDOS. Por primera vez en formato online, el evento ha contado con más de 250 asistentes. En él se ha subrayado el crecimiento de la Inversión Sostenible durante 2019, incentivado por el Plan de Acción de Finanzas Sostenibles de la Comisión Europea, el desarrollo de la Taxonomía de actividades verdes, el estándar de bono verde europeo y el aumento de la demanda de las inversiones según criterios ambientales, sociales y de buen gobierno (ESG).
El estudio destaca la consolidación de la Inversión Sostenible en España, fruto de una mayor demanda del inversor ESG y de la tendencia hacia una Inversión Sostenible de calidad, alineada con el futuro marco regulatorio de la UE. Asimismo, subraya el crecimiento de la invesión minorista, que pasa del 15% en 2018 al 19% en 2019. Javier Garayoa, director general de Spainsif, subrayó durante la presentación la urgencia de contar con equipos de análisis y gestión formados en aspectos ESG y la necesidad de ofrecer productos sostenibles tanto para los inversores institucionales como para los ahorradores.
Joaquín Garralda, presidente de Spainsif, también ha resaltado que no sólo se aprecia un aumento notable en el volumen de activos gestionados bajo criterios ESG, sino que “se están experimentando cambios estructurales muy relevantes en la ISR, impulsados principalmente por la Unión Europea. Cambios que están siendo recibidos positivamente por el sector financiero en lo que atañe a la clarificación de los estándares de medición y, en consecuencia, permitiendo una clasificación más rigurosa de los tipos de ISR”.
En su ponencia especializada sobre la Ley de Cambio Climático y Transición Energética Española, Valvanera Ulargui, directora general de la Oficina Española de Cambio Climático, ha valorado el carácter anticipado de este proyecto, que supone “una muy buena carta de presentación para los fondos de recuperación europeos, y donde el sector financiero es tractor y protagonista, con un papel determinante en las decisiones de inversión que se tomen a lo largo de 2020 y 2021, para financiar aquellos sectores adecuados para la transición ecológica e identificar a aquellos sectores que necesiten de un mayor apoyo para avanzar”.
Además, Ulargui ha destacado lo oportuno de la celebración del evento, en un momento de confluencia de dos crisis globales como la pandemia COVID-19 y el cambio climático, que incentivan la aparición de nuevas formas de relacionarse con el sector financiero y apremian la aplicación de un marco normativo que “anticipa riesgos, evita daños y reduce costes de reparación”.
En el evento también se ha presentado el estudio Las inversiones y el cambio climático, que confirma la sensibilidad del inversor sostenible respecto a las finanzas ligadas con la transición energética. Javier Garayoa, director general de Spainsif, ha subrayado la oportunidad de acelerar en las inversiones de transformación y establecer los mecanismos necesarios para garantizar la transición justa.
El impacto del COVID-19 en la ISR
Por otro lado, en una mesa redonda moderada por José Manuel Marqués, director de la División de Innovación Financiera del Banco de España, se ha analizado el impulso que el COVID-19 ha tenido en las inversiones sostenibles durante la pandemia, que se han mostrado como un valor seguro y más rentable que otro tipo de inversiones.
Alberto Gómez-Reino, director de Sustainable Investment & Institutional Asset Allocation en BBVA; Jorge Diaz, responsable de Ventas para Cliente Institucional en Amundi; Dámaso Zagaglia, asociado del equipo Second Party Opinion de ISS ESG; Tomás Conde, ESG senior advisor en la Asociación Española para las Relaciones con Inversores (AERI); y Carlos Bravo, secretario confederal de Políticas Públicas y Protección Social de CCOO, han coincidido en destacar el protagonismo que tendrá la regulación sobre finanzas sostenibles en la recuperación económica y en la aceleración de la transición hacia una economía baja en emisiones de gases de efecto invernadero.