La pretensión gubernamental era reducir las comisiones de las afores en forma gradual hasta “parámetros internacionales”, no bajarlas a casi 0,50% de una vez, como plantea la iniciativa finalmente presentada. El problema fue de formas: si el gobierno cambió de parecer, debió explicar o conciliar en vez de sorprender. La reacción de algunos, al decir que se acabará la competencia o desaparecerán Afores ¿Fue sensata o desmedida?
¿De verdad se acabaría la competencia?
No. Ni hay motivos para que desaparezca gestoras. Sobre los 4,47 billones de pesos que suman los ahorros a septiembre, impacta la diferencia de aplicar 0,54% en vez de 0,92%. El SAR acumulará progresivamente más dinero, de modo que en pocos años estará ganando lo que ahora. ¿Cuánto tiempo se requiere?
Un ejercicio simple: en diez años, a septiembre de 2020, con tasa de contribución neta cercana a 5,5% (bruta de 6,5%) los recursos administrados aumentaron en promedio 12,56% anual.
En adelante, con ahorro obligatorio neto de 14,46% como gran impulsor, más rendimientos y las contribuciones de trabajadores nuevos, podemos asumir que el incremento exponencial de la base del SAR superaría 22,5% anual (entendiendo que hay margen para generar rendimientos mayores a 3%). Pero seamos conservadores y dejemos el aumento en 20%.
- Aplicando 0,92%, las Afores tienen potencial de ganar hoy 1,5 veces lo que en septiembre de 2015, cuando el cargo era de 1,11%. Cobrando el tope de 0,54%, en junio de 2021 estarían en condiciones de generar alrededor de lo mismo que hace cinco años. Nadie se inconformó entonces.
- En tres años, los ahorros llegarían a 7,73 billones de pesos, suficiente para que los ingresos por comisiones de 0,54% equivalgan al monto que potencialmente el gremio genera en doce meses, a septiembre de 2020. A partir de ahí, la base acumulada podría producir más ganancias que las que se pueden lograr ahora.
¿Cuál es el problema?
A los trabajadores no los motiva la comisión baja sino el rendimiento alto. Para una cuenta promedio de 350 mil pesos, el beneficio anual del recorte drástico sería de 1.330 pesos. La reducción puede llegar a pesar, según el tiempo restante de vida laboral, el saldo acumulado y los aumentos reales de salario. Véase en la gráfica la relación precio – cuota de mercado:
- La proporción de recursos de XXI Banorte cae constantemente desde 2012 pese a haber absorbido los de Bancomer y Afirme Bajío. Inbursa ha dejado ir dos tercios de su cuota. Ambas pierden participación no obstante estar entre las cuatro baratas
- Azteca casi triplica su participación y Coppel la cuadruplica aun cuando son las caras. En 2010 eran las últimas en ahorro administrado con una cuota marginal. La más barata, PensionIssste, pierde, recupera y luego mantiene la proporción.
Las gestoras de mejor desempeño elevarían rápido su base de cobro y generarían ingresos superiores a los que producen ahora con 0,92%. Su problema latente es el traspaso de cuentas (por los afiliados o asignación de Consar). La cantidad de dinero que ceden puede impactarles más que la mera baja de comisiones. No es cuestión de tamaño: las que pierden recursos por traspasos no son necesariamente las pequeñas.
Sí, Inbursa se considera pequeña ahora cuando hace diez años era de tamaño medio y, antes, de las grandes. Puede conformarse con seguir perdiendo mercado (sin dejar de ser negocio) con su estrategia de riesgo moderado, o intentar recuperarlo con la explotación del régimen, de modo tal que potencie su desempeño.
Del máximo de 21 Afores quedan 10, y… ¿Restando?
En doce años, menos de la mitad. De 2010 a la fecha desaparecieron otras cuatro, 29% del total, por fusión o adquisición. El gremio se redujo y la concentración aumentó por factores diferentes al precio del servicio. Peces chicos comieron a preces grandes. Sí, es posible que haya menos competencia, que los trabajadores tengan menos de dónde escoger por nuevas adquisiciones estratégicas. Antes de la iniciativa ya se rumoraba de la venta de una que otra.
En suma: con comisiones elevadas o bajas, la pérdida de participación es inevitable por cuestiones de desempeño. ¿Habrá cambios sustanciales al regimen de inversión para tratar de impulsar el rendimiento?
Columna de Arturo Rueda