El 2020 ha sido un año inédito y, paradójicamente, ha creado oportunidades en los mercados. En un evento online, representantes del Comité Estratégico de Inversión de Carmignac compartieron sus perspectivas para el sector financiero, así como los puntos de entrada que identifican actualmente para sus inversiones, especialmente en los mercados de crédito y de renta variable.
Para Didier Saint-Georges, miembro del Comité Estratégico de Inversión, dos factores clave han permitido alcanzar este buen desempeño: aprender de los errores del pasado y la creación del Comité Estratégico. Otro de los retos que tenían por delante era la creación de alfa en este contexto, algo que, en su opinión, han logrado gracias a la incorporación de nuevo talento en los dos últimos años: gestores con experiencia, perspectivas distintas y, sobre todo, libertad para tomar decisiones.
“La disciplina y no pasar nada por alto nos permite tomar decisiones con determinación y mantener una gestión fundada en las convicciones de nuestros gestores”, afirmó durante la apertura de “La Rentrée Carmignac”. En ese sentido, hizo hincapié en que, ya que este año era mejor no replicar ningún índice, la selección de los títulos ha sido igual de importante que la gestión de los riesgos. “2020 ha supuesto un ensayo a gran escala de la eficacia de este rigor. Y hemos salido airosos”, aseguró.
Motores para la renta variable
Frédéric Leroux, responsable del equipo Cross Asset y gestor de renta variable, analizó la coyuntura de los mercados y señaló que, actualmente, están recibiendo “una de cal y otra de arena”. En ese sentido, destacó el apoyo monetario, tributario y fiscal sin precedentes proporcionado por bancos centrales y gobiernos a raíz de la incertidumbre por el COVID-19, algo que ha generado gran liquidez, contribuyendo a la supervivencia de muchas compañías. A esto se suma la revisión al alza de los beneficios de las empresas, que supone “un segundo motor para los mercados”.
Sin embargo, advirtió de que la confianza, otro factor determinante del sentimiento de los inversores, permanece “muy negativa”. “Cuando los mercados pierden puntos porcentuales durante varios días, empieza a cundir el pánico y hay mucho pesimismo, lo que se observa en las salidas de los fondos de renta variable en beneficio de la renta fija”, señala.
Aun así, Leroux consideró que no existe “tanta euforia” ni “sobreexposición” a la renta variable, lo que supone un “motor extraordinario” para este mercado. En concreto, reveló que el núcleo de las inversiones de Carmignac lo componen títulos de crecimiento a largo plazo y todos aquellos sectores que se están beneficiando de las medidas de distanciamiento físico. En ese sentido, no cree que las acciones del sector tecnológico estén sobrevaloradas, como apuntan algunos analistas, y animó a observar de cerca los valores cíclicos que “sufren actualmente”, pero que se beneficiarán de una eventual recuperación.
De hecho, reveló que la gestora cuenta con un “plan B”, que aplicaría si Joe Biden ganase las elecciones estadounidenses, los demócratas se hicieran con el control del Senado y en seis meses hubiese una vacuna disponible. “El enfoque sería totalmente diferente al actual: habría un crecimiento más fuerte y la inflación podría aumentar, lo que trastocaría la visión de los mercados”, apuntó.
En ese caso, en renta variable, se centrarían en esos valores cíclicos más perjudicados, como son los industriales de mucha calidad, los emergentes favorecidos por el crecimiento global y “los más olvidados”: los bancarios, que se beneficiarían de un alza de los tipos. “Hay que estar preparados, y lo estamos”, sentenció.
La paradoja del crédito
En renta fija, señaló que las posibilidades de apreciación de los bonos gubernamentales con los tipos de interés tan bajos son muy limitadas, pero también lo son los riesgos de esta clase de activo, gracias a las medidas de los bancos centrales. Mientras, en crédito corporativo también se ha producido un apoyo favorable por parte de las autoridades, pero advirtió de que es importante ser más cautos para evitar “accidentes”.
El responsable de crédito de Carmignac, Pierre Verlé, profundizó en esta área al ser consultado por la “paradoja” que supone el hecho de que los impagos de las empresas pueden incrementarse, al tiempo que existen numerosas oportunidades para esta clase de activo. “La razón de ser del crédito son precisamente esos impagos: se pagan primas porque hay un riesgo”, afirmó al destacar la importancia de “deconstruir” los modelos de actividad empresarial para analizar el riesgo de impago y su coste potencial.
“Este miedo asociado a los impagos es lo que crea precisamente oportunidades. Las medidas adoptadas por los bancos centrales han hecho que entre mucho capital a los mercados y, pese a ello, existe mucha inquietud respecto al crédito: ahí podemos crear valor con un buen proceso de selección”, insistió.
La ISR en el centro
Por su parte, Maxime Carmignac, managing director de Carmigac UK, anunció el lanzamiento del modelo START (System for Tracking and Analysis of a Responsible Trajectory), un sistema de análisis interactivo que combina un enfoque cuantitativo -con datos de proveedores externos- con uno cualitativo, proporcionado por los analistas de la entidad. El objetivo es integrar los criterios ESG en el proceso de inversión de los 22 fondos de Carmignac.
“La inversión responsable es un medio y no un fin como tal. Es algo natural de Carmignac, que se interesa por la inversión duradera”, afirmó. Durante su presentación, hizo hincapié en la necesidad de centrarse en empresas que busquen erradicar las emisiones de dióxido de carbono, garanticen los derechos de sus asalariados y apuesten por el buen gobierno.
En “La Rentrée Carmignac” también participaron la responsable de renta fija, Rose Ouahba; y el de renta variable, David Older; así como Mark Denham, jefe de renta variable europea; y Xavier Hovasse, responsable de renta variable emergente.
Édouard Carmignac fue el encargado de cerrar el evento aportando su mirada sobre la coyuntura actual. El que es fundador, presidente y CIO de la gestora reveló que, durante las primeras semanas del brote de coronavirus, analizaron el contexto para poner en pie las coberturas que vieron necesarias, del mismo modo que reaccionaron en la crisis del 2008. En ese sentido, destacó que la pandemia ha acelerado la revolución tecnológica. “Tenemos un nuevo panorama, y la prolongación de esta crisis va a hacer que esa tendencia sea irreversible”, aseguró.