El comportamiento del mercado europeo de ETFs se caracterizó en septiembre por la continuidad. Es decir, siguiendo la tendencia experimentada en agosto, el interés de los inversores por los ETFs y en concreto por los ETFs de renta variable volvió a ser muy significativo.
Según los datos del último informe Money Monitor de Lyxor, los fondos ETFs recibieron 5.100 millones de euros en septiembre. Y, en caso de la renta variable, los fondos y los ETFs disfrutaron de 18.800 millones de euros de nuevos activos netos, distribuidos en 12.500 millones en fondos y 6.200 millones en ETFs.
En cambio, los ETFs de renta fija arrojaron -100 millones de euros y los ETF ESG (basados en criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo) prosiguieron su sólida tendencia y marcaron otro mes récord con unos flujos netos de activos por valor de 3.900 millones de euros.
Esta cifra supera en 3.700 millones de euros el récord registrado por los ETFs ESG en junio. Como consecuencia, los flujos hacia este tipo de fondos representan ahora más de la mitad de los flujos totales acumulados por los ETF en 2020. Si analizamos el tipo de fondo ESG que resultó más atractivo, se observa que, desde enero de 2017, los ETFs de renta variable han recibido la mayor parte de los flujos en el segmento ESG, lo que supone el 80% de los flujos de entrada totales en los ETF ESG (48.000 millones de euros). “Más recientemente, los ETFs de renta fija han atraído mayores flujos en el sector ESG y experimentan ahora un crecimiento constante”, matiza el documento.
Según explica el informe de Lyxor, las asignaciones de los inversores se concentraron principalmente en la renta variable mundial por medio de exposiciones generales o sectoriales. “La renta fija experimentó discretas entradas netas de capitales. Los inversores mostraron una creciente preocupación por las exigentes valoraciones de los bonos, y comenzaron a deshacer sus posiciones en la deuda corporativa durante el mes”, matiza el documento.
En cambio, el informe destaca que los ETFs smart beta mostraron una “trayectoria prácticamente plana”, y algunos inversores se aventuraron hacia el segmento value, atraídos por los diferenciales de valoración históricamente elevados entre los títulos de crecimiento y los títulos de valor.
A la hora de analizar el comportamiento de los ETFs de renta fija, el informe apunta que, en lo que va de año, recaudaron 4.700 millones de euros, casi el doble del importe acumulado a lo largo del mismo periodo en 2019 (2.800 millones de euros). Dentro de esta tendencia, el mercado de bonos verdes se está beneficiando de la creciente demanda de activos verdes por parte de los inversores.
“Los responsables políticos de todo el mundo están intensificando su compromiso con los objetivos del Acuerdo de París. Más allá de los emisores soberanos, la UE cuenta también con una ambiciosa agenda verde en el marco del plan de inversiones del Pacto Verde Europeo y el fondo de recuperación pos-COVID-19 de 750.000 millones de euros, de los cuales en torno al 30% se destinará a proyectos respetuosos con el clima”, apunta el informe.