La recuperación registrada en los mercados durante el segundo y tercer trimestres parece ahora mostrarse más dudosa. Una segunda ola de COVID-19 en Europa y Estados Unidos y las elecciones presidenciales en la primera economía del mundo causan intranquilidad e incertidumbre en los mercados. Y por si las elecciones no fueran suficientes, el Congreso y la Casa Blanca están en medio de las negociaciones sobre el próximo paquete de estímulo fiscal y el Senado ha iniciado el proceso de confirmación para la Corte Suprema de EE.UU.
Sin embargo, esta intensa actividad política no es ya tan importante para los mercados financieros como la etapa del ciclo en que estamos, tal como demuestra la evolución de los principales índices estadounidenses. El índice NASDAQ se revaloriza un 31,36% desde comienzos de año y el S&P 500 logra situarse un 7,98% respecto al cierre del pasado año. Un comportamiento excelente apoyado por la imparable subida de un sector tecnológico que se ha visto muy beneficiado de los cambios provocados en la sociedad por la irrupción del COVID-19 en nuestras vidas.
Pero no todas las compañías van a tener una evolución futura tan positiva, incluso dentro del sector tecnológico, por lo que es muy importante identificar y seleccionar las de mayor calidad y con mejores expectativas de continuidad y de crecimiento de su negocio. Esta es la propuesta del Santander Go North American Equity, uno de los diez fondos con mejor comportamiento de la categoría VDOS de renta variable internacional USA en que se encuadra. En el año obtiene una rentabilidad del 48,13% en su clase B de capitalización.
Invierte sus activos en una cartera diversificada de valores emitidos por empresas estadounidenses y canadienses que buscan una apreciación del capital a largo plazo. Se gestiona activamente con el objetivo de superar el rendimiento obtenido por el índice S&P 500 neto de comisiones durante un período de 3 a 5 años. En condiciones normales de mercado, invierte principalmente en acciones de compañías establecidas de gran capitalización, buscando oportunidades de inversión atractivas, con un proceso de selección de valores basado en el análisis individual bottom-up.
Componen su cartera compañías de alta calidad con ventajas competitivas sostenibles a largo plazo. La selección de valores se focaliza en el crecimiento de capital a largo plazo, en lugar de en eventos a corto plazo, para crear una cartera concentrada de 30 a 45 posiciones con ideas de alta convicción y un elevado active share, lo que supone una composición que difiere en gran medida de la de su índice de referencia, el S&P 500.
El equipo gestor, que pertenece a Morgan Stanley, es el CounterPoint Global Investment Team liderado por Dennis Lynch, formado por más de 20 profesionales de la inversión. La gestión del fondo es una gestión de equipo, no individualizada.
Dennis Lynch es el responsable del equipo Counterpoint Global de Morgan Stanley Investment Management. Incorporado a Morgan Stanley en 1998, cuenta con 26 años de experiencia en inversiones. Con anterioridad, trabajó como analista del sell-side en JP Morgan Securities. Lynch se graduó en Ciencias Políticas por Hamilton College y tiene un MBA con honores en finanzas por la Columbia University.
El equipo sigue un disciplinado proceso de inversión en el que la primera fase consiste en la Generación de Ideas. Para lograr esta generación de ideas se hace a través de una serie de actividades tanto individuales como colectivas, tales como redes de contactos, redes de conocimiento, discusiones de equipo, reconocimiento de patrones, sensibilidad a valoración convencional y sesgos sistemáticos y análisis continuo de las posiciones en cartera. En la siguiente fase se analizan y valoran las ideas identificadas, buscando valores que residan en la intersección entre la percepción de la calidad de la compañía por parte del equipo gestor, su calidad de crecimiento y sus características riesgo/retorno. La valoración se centra en el Retorno sobre Capital Invertido (ROIC, por sus siglas en inglés) y en el Rendimiento de Flujo de Caja Libre del ejercicio.
El análisis de cambio disruptivo se ocupa, en la tercera fase del proceso inversor, de identificar y analizar grandes ideas y temas emergentes que habitualmente pueden tener consecuencias de gran alcance, como nanotecnología, infraestructuras o el desabastecimiento de agua en el mundo. Por último, se construye una cartera en la que la ponderación de cada compañía viene determinada principalmente por el grado de convicción. Cada miembro del equipo participa en la selección de valores, con la implicación de al menos dos de los gestores más senior en las decisiones finales. El objetivo es una cartera bien diversificada, revisando mensualmente cada factor para asegurarse de que el riesgo de la cartera es más idiosincrático que sistemático.
Según los últimos datos disponibles, las mayores posiciones en esta cartera corresponden a acciones de Shopify Inc (7,50%), Amazon.com (6,71%), Square Inc (6,19%), Spotify Technology (5,40%) y Veeva Systems (4,93%). Las tecnologías de la información (39,33%), servicios de comunicación (17,66%), salud (14,46%), consumo discrecional (10,75%) y materiales (5,07%) representan los sectores con mayor ponderación en la cartera.
La historia de rentabilidades del fondo lo sitúa entre los mejores de su categoría por este concepto, en el primer quintil, durante 2016 y 2020, batiendo al índice de su categoría en 2018. A tres años, su dato de volatilidad es del 26,78% y del 27,67% a un año. En este último periodo, su Sharpe es de 1,69 y su tracking error, respecto al índice de su categoría, del 13,56%. La suscripción de la clase B de capitalización de Santander Go North American Equity requiere una aportación mínima inicial de 25.000 euros, aplicando a sus partícipes una comisión fija del 1,50% y de depósito de hasta un 0,30%. El fondo dispone también de una clase A con un requerimiento de inversión mínima de 500 dólares (aproximadamente 425 euros) y unas comisiones fijas y de depósito de 2 y 0,30%, respectivamente.
El equipo se focaliza en valorar las expectativas de las compañías en un horizonte temporal de cinco años y en formar una cartera de empresas únicas, con fuertes ventajas competitivas sostenibles y cuyo valor de mercado pueda incrementarse significativamente, por causa de sus fundamentales.
La rentabilidad de la clase B de capitalización del Santander Go North American Equity a lo largo de los últimos tres años, respecto al riesgo incurrido medido por volatilidad, lo hace merecedor de la calificación cinco estrellas de VDOS.
Tribuna de Paula Mercado, directora de Análisis en VDOS