El año 2013 presenta numerosos retos para el inversionista en renta fija. “El consenso apunta a que las tasas de interés no pueden bajar más, en particular en Estados Unidos”, apunta Scott MacLellan, cogestor de la estrategia de renta fija de corta duración en US de BlackRock, añadiendo que las tasas reales en Estados Unidos llevan en terreno negativo o prácticamente nulo los dos últimos años. En un entorno como este el activo “libre de riesgo” por definición, podría pasar a convertirse en el “activo de riesgo” por excelencia en 2013.
Así lo cree el equipo de BlackRock, afirmando que los inversionistas deberían hacer un examen de conciencia preguntándose qué tienen en cartera y por qué lo tienen. “Tras 30 años de mercado alcista en renta fija, la entrada masiva de dinero que hemos visto en este activo y las tasas en mínimos históricos, es el momento de reevaluar los portafolios de renta fija y darles un sesgo más flexible y más orientado al riesgo”, aseguran expertos de BlackRock.
“Tras 30 años de mercado alcista en renta fija, la entrada masiva de dinero que hemos visto en este activo y las tasas en mínimos históricos, es el momento de reevaluar los portafolios de renta fija y darles un sesgo más flexible y más orientado al riesgo”
Son puntos de vista ofrecidos por la gestora norteamericana en un seminario dirigido a un selecto grupo de inversores profesionales en Miami durante la pasada semana, en el que Scott MacLellan señalaba cómo las menores tasas de interés combinadas con mayores duraciones están erosionando el “colchón” de índices de referencia agregados de renta fija como el “Barclays US Aggregate”. De hecho, y para apoyar esta afirmación, BlackRock ha calculado que con la duración del Barclays US Aggregate Index en 2012, de 4,55 años, solo haría falta un incremento de 33 puntos básicos en el diferencial del índice (resultado de un incremento paralelo de las tasas de interés) para anular por completo el rendimiento del índice –annual break even-. La propuesta de BlackRock para mitigar este riesgo se centra en rebajar la duración y flexibilizar la cartera.
Así, esta versión de la “gran rotación” que propone la firma tiene mucho sentido para inversores muy acostumbrados a la renta fija, y que por tanto no se sienten cómodos pasando sus inversiones de renta fija al mercado bursátil.
Por un lado, la estrategia de corta duración es una propuesta dirigida a los inversionistas que quieren rebajar en general la duración de su portafolio de renta fija. Esta estrategia tiene una duración media inferior a los dos años y por prospecto, el 70% de los activos tienen que tener una duración inferior a los cinco años, y el 80% de los activos deben tener grado de inversión. “Para manejar el riesgo de tipos de interés se utilizan futuros, que neutralizan la duración de algunas emisiones. Así, es posible conseguir aminorar el riesgo de mercado del riesgo de duración y posicionar un portafolio con mayor precisión a lo largo de la curva de tipos”, explica MacLellan. En todo caso, las especificaciones por prospecto de esta estrategia dan al inversor la posibilidad de obtener un posicionamiento genuino a duraciones bajas. “Ahora existe tanta sensibilidad al movimiento de los tipos de interés, que la parte de duración larga de una cartera que promedia duración, puede limpiar la rentabilidad de un portafolio”, añade MacLellan.
“Esta estrategia está resultando una propuesta muy popular para dos tipos de inversores”, comentan los expertos de BlackRock, “por un lado, la estrategia es atractiva para los que están bajando la duración del portafolio para reducir riesgo, y por otro, para la masa de inversores que está abandonando los certificados de depósito bancarios dado su bajísimo rendimiento”, añade. En su conjunto, la estrategia maneja más de 64.000 millones de dólares.
Actualmente, la estrategia tiene cerca del 50% en deuda corporativa con grado de inversión, su principal inclinación activa “dados los factores técnicos que soportan la demanda de renta fija no gubernamental por su alta rentabilidad y la ausencia de oferta nueva, ya que la mayor parte de las nuevas emisiones se están dedicando a refinanciar deuda ya existente”, explica Scott MacLellan.
Otra opción para rebajar duración y flexibilizar la cartera que destaca BlackRock es la estrategia de renta fija global quesigue una filosofía de retorno absoluto, sin restricciones ni índice de referencia. “Su flexibilidad es aún más importante en momentos como el actual en los que la mayor parte de los índices de referencia tienen una alta concentración de bonos soberanos y duraciones más largas”, explica MacLellan, añadiendo que la principal característica de esta estrategia es la obtención de retornos muy competitivos con una volatilidad muy baja. Una característica distintiva de esta estrategia es que no tiene exposición a divisas.
El gestor que lidera la estrategia de corta duración en dólares de BlackRock desde enero de 2008 es Tom Musmanno, que fue nombrado como mejor gestor de la primera edición de Citywire 1000, una lista de los 1000 mejores gestores del mundo. En este ranking, Musmanno batió a 7.516 gestores de 35 países, responsables de 12,240 fondos, en un análisis a tres años de rentabilidad ajustada por riesgo. Para Citywire, el éxito de Musmanno ha estado en la habilidad para anticipar el efecto de los cambios de política monetaria de los bancos centrales sobre el mercado. Esta estrategia maneja 64.000 millones de dólares de activos, incluyendo mandatos y los fondos doméstico y offshore.
Tom Musmanno trabaja en BlackRock desde 1991, incluyendo su trayectoria en Merrill Lynch Investment Managers (MLIM) que se fusionó con BlackRock en 2006. En MLIM se desempeñaba como gestor de renta fija y mercados monetarios, habiendo sido previamente analista de renta fija en Merrill Lunch Private Client Group. Musmanno tiene un BS en finanzas por Siena College y un MBA en finanzas por la St. John’s University.