En un GEO anterior (en el sector de la atención sanitaria de septiembre de 2019), escribíamos sobre algunas de las virtudes del sector de la atención sanitaria, una de ellas, su previsibilidad. Vender productos esenciales no discrecionales implica que las compañías de atención sanitaria sean relativamente inmunes a las turbulencias económicas, a diferencia de la mayoría de las empresas.
La crisis actual ha puesto a prueba el sentido común de multitud de maneras, también qué cabe esperar de las compañías de atención sanitaria. En general, el sector ha demostrado su resiliencia, particularmente en relativo. De hecho, los beneficios de consenso para 2020 del sector han descendido solo un 3,8% desde comienzos de marzo, frente al -26,7% del índice MSCI World. Sin embargo, por debajo de las cifras de los titulares existen variaciones inusualmente amplias. Algunas compañías han demostrado ser bastante previsibles, mientras que otras han anunciado resultados recientemente que apenas podían imaginarse hace tan solo unos pocos meses, tanto al alza como a la baja.
Los obstáculos a corto plazo, como las medidas de distanciamiento social, anulan algunas oportunidades
El principal aspecto negativo al que se ha enfrentado el sector es que las cirugías en hospitales se han evitado en todos los casos salvo en los más urgentes y esenciales. El resultado ha sido un entorno especialmente complicado para los fabricantes de dispositivos médicos. Para compañías tradicionalmente previsibles que venden, por ejemplo, prótesis, obtener resultados un 30% menores con respecto a sus estimaciones de beneficios para 2020 no es inusual, sorprendentemente. Incluso categorías de productos que antes se considerarían en absoluto discrecionales, como los marcapasos, han resultado ser vulnerables al descenso de las ventas (la división de estos aparatos de cierta compañía líder decreció orgánicamente un 25,7% en el segundo trimestre). Los hospitales también se han visto claramente afectados por esta dinámica, así como las compañías que suministran pruebas diagnósticas. Por otra parte, las compañías de ciencias de la vida han acusado la inactividad de los investigadores y el distanciamiento social ha limitado la capacidad de instalar nuevos equipos.
Las farmacéuticas han evolucionado mejor, en general, si bien determinados productos que deben ser administrados por médicos han acusado la situación. En general, la historia en lo que va de año ha sido la marcada solidez de la demanda en el primer trimestre al cundir el pánico sobre la disponibilidad de medicamentos, seguido por un segundo trimestre más débil impulsado por la reducción de existencias al resultar el pánico algo excesivo.
La crisis también ha servido para recordar el propósito de las compañías de atención sanitaria. Si bien el sector es criticado con frecuencia por los políticos, en especial, en la antesala de las elecciones, y los analistas no tardan en apuntar los riesgos medioambientales, sociales y de gobierno corporativo, a veces parece que se olvida que estas compañías ofrecen productos y servicios que mejoran y a menudo salvan la vida. Son estas compañías las que se encuentran en primera línea en la búsqueda de soluciones para la crisis actual. El tiempo dirá si los vientos que vendrán de la esfera política serán algo más favorables, pero unas pocas compañías altamente innovadoras ya se están beneficiando de la dinámica actual, en particular, aquellas capaces de ofrecer pruebas precisas de COVID-19, así como las que se encuentran en disposición de ayudar a las farmacéuticas a investigar y desarrollar tratamientos y vacunas. Una de las posiciones del equipo en el sector de la atención sanitaria ofreció unas orientaciones iniciales sobre sus resultados del segundo trimestre que apuntaban a entre un crecimiento orgánico plano y una caída del 15%, si bien terminó anotándose un avance del 11% e indicando un crecimiento del 15% para el tercer trimestre.
De cara al futuro
En última instancia, la pregunta que nos hacemos es si las compañías lastradas por la COVID-19 han sufrido daños permanentes en sus beneficios o si 2020 no será más que una gran anomalía. En el caso de aquellas que han salido beneficiadas de la situación relacionada con la COVID-19, estamos tratando de establecer en qué medida serán duraderos sus nuevos ingresos.
En cuanto a si habrá un tratamiento o una vacuna eficaces y, en su caso, cuándo y qué compañías serán las que más se beneficiarán, generalmente consideramos que estos tipos de predicciones están plagados de riesgo. Sin embargo, confiamos razonablemente en que las compañías de nuestras carteras participen del éxito, pues cualquier avance satisfactorio requerirá la asistencia de las compañías del ámbito de las ciencias de la vida líderes del mundo y puede que del fabricante de agujas y jeringuillas líder a escala global. Además, dada la dificultad de fabricar vacunas a gran escala, no resulta escandaloso sugerir que los dos fabricantes de vacunas líderes del mundo podrían tener un papel que desempeñar al respecto.
Impacto en nuestras carteras
En general, no podemos afirmar que la parte correspondiente a atención sanitaria de nuestras carteras globales haya demostrado estar completamente protegida de las consecuencias negativas de la pandemia, pero sí que determinadas partes de ellas han salido muy beneficiadas y, en general, consideramos que están ofreciendo la resiliencia a la que aspiramos; los beneficios de consenso para 2020 de nuestras posiciones en atención sanitaria han caído entre un 2% y un 6% en el caso de nuestras carteras globales desde marzo, frente al -4% del índice MSCI World Health Care y el -27% del índice MSCI World (1), esto a pesar de una exposición mínima a los subsectores farmacéutico y biotecnológico, especialmente defensivos, pero de menos calidad. Es clave destacar que, dada la naturaleza esencial de los productos y los servicios que ofrecen las compañías de la cartera, confiamos en que los segmentos más afectados se recuperen con relativa rapidez, de forma que no haya efectos sustanciales para los beneficios o el «compounding» a largo plazo que estas compañías pueden ofrecer.
Columna de Marcus Watson, Executive Director y gestor de carteras en el equipo International Equity de Morgan Stanley Investment Management.
Anotaciones:
(1) Fuente: FactSet, agosto de 2020. El índice MSCI World Health Care mide el rendimiento de acciones de compañías de atención sanitaria de mediana y gran capitalización de 23 países de mercados desarrollados
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