Tal como lo define la Organización de Naciones Unidas (ONU), el desarrollo sostenible consiste en conseguir dar respuesta a las necesidades presentes sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades.
Un deseo de dejar un mundo mejor a las generaciones venideras que Janus Henderson ha situado en el foco de su filosofía de inversión desde hace ya veintinueve años, basada en la inversión sostenible y el liderazgo en ideas innovadoras. Una estrategia que no ha hecho sino fortalecerse durante los pasados meses, como consecuencia de los grandes cambios que la llegada de la pandemia ha forzado en nuestras vidas y que ha reforzado su compromiso de ofrecer a sus inversores los mayores estándares de transparencia y compromiso.
Uno de sus principales exponentes de esta filosofía de sostenibilidad y compromiso es Janus Henderson Global Equity, uno de los fondos más rentables en el año de la categoría VDOS de Etico, con una revalorización de 17,11% en su clase I NET de acumulación con cobertura en euros.
Aplica una estrategia integral de sostenibilidad que combina criterios positivos y negativos (exclusiones) tomando en consideración tanto los productos de un negocio (lo que hace) como las operaciones (cómo lo hace). Su marco de inversión es muy claro, basado en megatendencias ambientales y sociales y diez temáticas de sostenibilidad, que combinan con un enfoque bottom-up que incluye una revisión de operaciones, estados financieros y la valoración de empresas, así como una evaluación de los factores materiales de ESG integrados en el proceso de análisis.
El enfoque de inversión es explícitamente bajo en carbono y, al incorporar factores ambientales, sociales y de gobierno en el análisis, buscan construir una cartera con un perfil de riesgo favorable. Como resultado se obtiene una cartera global bien diversificada con características de riesgo equilibradas. El enfoque multitemático es un diferenciador importante que les permite hacer esto. El equipo cree que la integración de ESG mejora su capacidad para generar retornos atractivos ajustados por riesgo.
El gestor principal del fondo es Hamish Chamberlayne, CFA, director de Renta Variable Global Sostenible en Janus Henderson Investors. Chamberlayne es gestor de Cartera de las estrategias Janus Henderson Global Sustainable Equity e Institutional Global Responsible Managed, una función que ha desempeñado desde 2012. Chamberlayne se incorporó a Henderson en 2011 desde Gartmore, donde fue analista en el equipo global de renta variable. Con anterioridad, fue auditor senior en PricewaterhouseCoopers, donde cubrió una variedad de sectores, incluyendo energía, tecnología y comunicaciones.
Chamberlayne comenzó su carrera en Burlington Consultants realizando procesos de diligencia debida en negocios identificados como objetivos de adquisición por casas de capital privado. Es graduado en Química por el New College de la Universidad de Oxford. Cuenta con la certificación CFA y con 17 años de experiencia en el sector.
Janus Henderson Global Equity es un fondo de inversión responsable de renta variable global, con un proceso bottom-up, por fundamentales e implicaciones temáticas, que combina criterios de exclusión e inclusión junto con la integración de criterios ESG en el análisis y selección de valores. Es más, el fondo busca explícitamente una huella baja en emisiones de carbono y contribuye a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU.
Su proceso de inversión es disciplinado y repetitivo, diseñado para seleccionar las mejores ideas de sostenibilidad a nivel mundial y construir una cartera bien diversificada. La generación de ideas parte de un universo de 5.000 compañías que, al encuadrarse en un marco temático, queda reducido a unas 800. Las mejores ideas reducirán aún más el número de empresas hasta 120, por medio de análisis fundamental y ESG integrados. Como resultado se obtiene una cartera activa y diversificada que incluye entre 50 y 70 acciones, con una tasa de rotación inferior al 30%, sin restricciones sectoriales, con asignaciones regionales en línea con su índice de referencia (+/-3%) y niveles de efectivo de entre el 1% y el 3%.
El fondo busca tener un impacto positivo en la sociedad. Para ello, se apalanca en cinco temáticas medioambientales y cinco sociales. Evita las empresas e industrias que sean intensivas en emisiones de CO2. El resultado es que la huella de carbono del fondo es un 85% inferior a la del MSCI World. Con la transparencia como una de sus prioridades, el equipo gestor puede medir la contribución de la cartera a cada uno de los 17 ODS de las Naciones Unidas. Por ejemplo, el 68% del fondo contribuye a luchar contra la pobreza en el mundo; el 93%, a una educación de calidad y el 90% a igualdad de género.
Entre las cinco mayores posiciones en cartera encontramos acciones de Microsoft Corporation (5,39%), Adobe Inc (4,13%), Salesforce.com Inc (3,49%), Autodesk Inc (3,29%) y Humana Inc (2,94%). Por sector, las mayores ponderaciones corresponden a tecnologías de la información (41,90%), industrial (12,03%), financiero (11,76%), consumo discrecional (8,66%) y salud (5,57%).
La historia de rentabilidades del fondo lo sitúa entre los mejores de su categoría por este concepto, en el primer quintil, durante 2016 y 2020, batiendo al índice de su categoría en 2017, 2018 y 2019. A tres años, su controlado dato de volatilidad es del 19,06% y de 16,56% a un año, posicionándose en este último periodo entre los mejores de su categoría por este concepto, en el quintil cinco. También a un año, su Sharpe es de 1,33 y su tracking error, respecto al índice de su categoría, de 9,50%. La suscripción de la clase I NET de acumulación con cobertura en euros de Guinness Sustainable Energy Fund requiere una aportación mínima inicial de 750.000 euros, aplicando a sus partícipes una comisión fija de 0,75% y de depósito de hasta 0,0075%. Cuenta también con una clase A en euros con un coste de suscripción mínimo de 1.500 euros, que grava a sus partícipes con una comisión fija del 1,50% y de depósito del 0,01%.
A medida que las restricciones del confinamiento comenzaron a relajarse, la actividad económica fue repuntando, pero el éxito parcial del confinamiento en todo el mundo ha servido como recordatorio de que no va a ser un proceso fácil. Tiendas minoristas, restaurantes y ocio presencial son algunas de las actividades que continuarán teniendo dificultades hasta que se consiga recuperar una mayor normalidad. Por el contrario, la digitalización, una tendencia que el equipo gestor cree que está alineada con una economía sostenible, sigue acelerándose. La fortaleza de la economía digital, que ha visto una creciente demanda de sus servicios, ha servido para subrayar la idea de que muchas personas y muchas empresas pueden llevar una vida más baja en carbono.
Creen firmemente que la transición a una economía baja en carbono continuará. El impulso imparable de las tecnologías limpias, combinado con el aumento de las cargas regulatorias asociadas con el carbono, sigue haciendo que la inversión en combustibles fósiles sea menos atractiva y esperan, además, que continúe la normativa de apoyo a la transición a las energías limpias. Un número cada vez mayor de empresas en los sectores de generación de energía, transporte e industria se han comprometido con planes de inversión plurianuales alineados con la transición a una economía baja en carbono. Creen que en la próxima década es inevitable un enorme aumento de la capacidad de generación renovable, los avances en la tecnología de las baterías y una amplia aceptación de los coches eléctricos por parte de los consumidores. Creen asimismo que esta será la década en la que se alcanzará el pico máximo de demanda de petróleo.
Hay muchas otras áreas en las que esperan pocos cambios: la necesidad de servicios esenciales de salud, impulsados por el envejecimiento de la población, no ha hecho más que aumentar debido a esta crisis; sigue habiendo una gran necesidad de seguros y gestión de riesgos; el crecimiento de la población y la urbanización continuarán y con ella la necesidad de invertir en infraestructuras sostenibles, transporte público, edificios energéticamente eficientes y tecnología del agua. La innovación avanzará en relación con la economía circular y seguirá habiendo demanda de muchos bienes y servicios de consumo en relación con el deporte y el ocio, el entretenimiento y la alimentación saludable.
La rentabilidad de la Clase I Net de acumulación con cobertura en euros de Janus Henderson Global Equity a lo largo de su historia, respecto al riesgo incurrido medido por volatilidad, especialmente en los últimos tres años, lo hace merecedor de la calificación cinco estrellas de VDOS.
Tribuna de Paula Mercado, directora de Análisis de VDOS y quefondos.com