Hay poco más de 100.000 familias en Estados Unidos con un patrimonio neto superior a 25 millones de dólares. La mayor parte de estás familias han construido su riqueza a través de la creación y posterior venta de medianas empresas. Pero lamentablemente, los datos indican que los bisnietos del 98% de estas familias, no verán un centavo de esta riqueza, pues se habrá esfumado.
Las principales causas de esta dilapidación del dinero son la pobre comunicación, la falta de confianza entre los miembros de la familia y unos herederos poco preparados.
Divestopedia, recurso para los empresarios que desean vender su negocio al mejor precio y condiciones, propone 4 alternativas para preservar la riqueza familiar:
1. Reuniones familiares: si su la familia cuenta con tres o cuatro generaciones, y aún no les ha invitado a pasar las vacaciones juntos, ¡hágalo! Es el primer paso para crear lazos y construir una identidad familiar.
2. Altruismo familiar: hay distintas maneras de fomentar una tradición de dar entre los miembros de la familia. Una de las maneras más fáciles de poner en práctica un programa de donación, es crear un DAF (donor advised fund) para cada miembro, en el cada uno hace una donación y se beneficia de la deducción de impuestos, pero es la familia la que decide qué organizaciones recibirán el dinero.
3. Crear un Banco Familiar: la idea es que cada familiar entienda que el patrimonio puede ser utilizado para apoyar y recompensar el comportamiento positivo. El banco familiar proporcionará fondos para educación, aventuras empresariales y oportunidades para apoyar los objetivos de los miembros familiares. La principal distinción entre donar y el banco es la responsabilidad. Generalmente habrá algún tipo de proceso de aplicación y revisión. Se recomienda involucrar a asesores externos en el proceso de decisión. Además, debería haber algún plan de repago, así el banco puede perpetuar en futuras generaciones.
4. Comité de Inversiones: esto permite compartir el conocimiento y transferirlo entre generaciones, sobre todo si hay un miembro con un conocimiento en un ámbito específico del que pueda beneficiarse toda la familia. Los dos requisitos para formar un comité de inversiones son tener una bolsa de dinero o activos que gestionar y un grupo de personas dispuestas a asumir la responsabilidad. Se recomienda que el “patriarca” no participe, pero si un miembro de cada rama familiar, incluyendo nueras y yernos. El CFO o asesor financiero coordinará las reuniones y facilitará la agenda. El hecho de tener un comité de inversiones es positivo pues permite a los miembros sean testigos del nivel de gestión y rendimientos que la familia dedica a crecer y preservar la riqueza familiar.