El presidente de México, Enrique Peña Nieto, presentó este lunes, cuando se cumplen 101 días de su llegada al poder, una iniciativa de reforma constitucional en materia de Telecomunicaciones, que ha contado con el apoyo de los principales partidos políticos del país (PRI, PAN, PRD y Partido Verde) y que busca principalmente propiciar la competencia en el sector. La reforma afectaría directamente a Carlos Slim, el hombre más rico del mundo y en cuyas manos está el control del 80% de la telefonía fija de México y el 70% de la telefonía móvil del país. Slim se enfrentaría a multinacionales con precios mucho más bajos a las actuales tarifas de telefonía.
Asimismo, los grandes hombres de la televisión abierta mexicana también se verían afectados por la reforma que será llevada al Parlamento. Emilio Azcárraga, propietario de Televisa, y la familia Salinas-Pliego, propietaria de TV Azteca, serían los otros dos grandes afectados. Televisa cuenta con el 70% de la audiencia de la televisión abierta del país. Todos ellos deberán enfrentarse a multinacionales
Peña Nieto explicó este lunes los grandes apartados de la Iniciativa de Reforma Constitucional en materia de Telecomunicaciones:
- Primero. La ampliación de los derechos de los mexicanos. Se garantiza la libertad de expresión y de difusión. Se precisa el derecho al libre acceso a la información, y se establece el de acceso a las tecnologías de la información y la comunicación, incluyendo el servicio de Banda Ancha.
- Segundo. Una nueva arquitectura institucional en favor de la competencia económica y la certidumbre legal. Dentro de este apartado, en plena congruencia con la evolución democrática del país, el Ejecutivo Federal ya no será quien otorgue ni revoque las concesiones en materia de radiodifusión y telecomunicaciones. “Como lo comprometí, las decisiones sobre cada concesión serán técnicas y no políticas”.
- Tercero. Se contemplan medidas específicas para acelerar la competencia en el sector de las telecomunicaciones y radiodifusión. El propósito de esas medidas es liberar el potencial del sector y hacerlo en el menor tiempo posible.
El ABC de la reforma
El presidente mexicano añadió que no obstante lo técnico y complejo que pueda parecer esta Reforma constitucional, “su finalidad última es tan sencilla como el ABC»:
- A. Asegurar cobertura universal. El objetivo es que los servicios de televisión, radio, telefonía y datos lleguen a todo el país. Los jóvenes del campo tienen los mismos derechos que los jóvenes de las ciudades a conectarse a Internet, a obtener información y a mantenerse en contacto con el mundo.
- B. Buenos precios. Las telecomunicaciones deben ser accesibles para todos los niveles socioeconómicos con tarifas competitivas a nivel internacional. Los hogares, lo mismo que las micro, pequeñas y medianas empresas deben beneficiarse de las tecnologías de vanguardia, y pagar sólo lo justo.
- C. Calidad en el servicio y en los contenidos. Los mexicanos merecen servicios que sean rápidos y confiables, así como una mayor diversidad de contenidos.
Asimismo, el presidente precisó que las telecomunicaciones “requieren también certidumbre legal, y especialmente mayores niveles de competencia. La ausencia de estos elementos impacta negativamente en la disponibilidad, el costo y la calidad de los servicios; también afecta el avance tecnológico y el nivel de inversiones que se realizan en el país”.
Pero aún hay un efecto más grave, continuó, “todas estas circunstancias reducen la productividad de México, evitando su capacidad para crecer y generar empleos mejor pagados”. Explicó que las concesiones que otorga el Estado a los particulares deben cumplir la condición elemental de servir al país, y que esta Reforma representa desafíos para las empresas del sector, pero también les abre nuevas oportunidades.