Las tasas de interés globales, van a estar bajas por un período de tiempo muy, muy largo. Incluso, he llegado a pensar que nunca más vuelvan a subir (al menos, mientras mi generación esté viva), lo cual quiere decir que ver tasas de interés al 5%, como alguna vez las vimos antes de la crisis de 2008, va a ser imposible. Vivimos con la tasa de interés más baja de la historia (ver gráfico de la tasa de la FED), y nos tendremos que acostumbrar a vivir así.
Hay un pequeño tema, y es que muchas personas aún no son conscientes de ello: hace unos días, en una conversación con inversionistas, empecé la misma preguntando a las personas, cuál creían que iba a ser la tasa de interés promedio en USA para está próxima década (2020 – 2030), dando tres opciones a escoger: entre 0% y 1%; entre 1% y 2%; o mayor al 2%. Los resultados me sorprendieron, pues la respuesta mayoritaria fue entre 1% y 2% (aproximadamente el 45% de las respuestas), lo que muestra que los inversionistas no tienen en su cabeza que, entre 2008 y 2019, la tasa de interés promedio de la Fed fue de 0,6% (y la crisis de 2008, no es ni de cerca tan profunda como la que estamos viviendo durante los próximos años).
Varios son los motivos que me llevan a pensar por qué las tasas no van a subir. El primero, lo endeudado que está el mundo: con una deuda de cerca del 300% del valor de la economía global, cada porcentaje adicional de intereses, juega en contra de la economía. Así, sí partimos de que el endeudamiento global hoy es de 250 trillones de dólares, un 1% adicional de interés, representaría la necesidad de destinar, mal contados, cerca de 2,5 trillones de dólares solo para pagar intereses. Claro, hay un punto fundamental aquí, y esto es suponer que todo el endeudamiento se ajustaría a la nueva tasa de interés, lo cual no es cierto; sin embargo, sí todo el rollover de la deuda se haría a tasas más altas, por lo cual tarde o temprano esa tasa de interés más alta, sí conllevaría el efecto que anotamos. Para ponerlo en contexto, 2,5 trillones de dólares, es lo que vale una economía como Francia, que se puede catalogar como la 6ta o 7ma economía más grande del mundo.
Pero además, es que necesitamos una tasa de interés baja, porque la economía debe recuperarse. Y la verdad es que volver al punto inicial en el cual se encontraba la economía global antes de la pandemia. Si bien los analistas esperan que durante 2021 se va a dar un crecimiento de la economía, lo cierto es que el crecimiento va a ser muy inferior a la caída de 2020, y por ende, va a ser solo hasta finales de 2022 que llegaremos al mismo punto donde estábamos a finales de 2019.
Miremos las expectativas del FMI para las economías desarrolladas: este año caerá el 8%, y en 2021 subirá un 4,8%. Es decir, si la economía en 2019 terminó en 100, este año terminará en 92, y para finales de 2021 estará en 96,4…para llegar al mismo 100 la economía tendría que volver a crecer cerca del 4% en 2022. Es decir, terminaríamos con 3 años (2020, 2021, 2022) perdidos de crecimiento económico.
Para que se de esa recuperación económica, se necesitan tasas bajas por un período sostenido. Luego de la crisis de 2008, las tasas se mantuvieron en niveles cercanos a 0% durante casi 8 años (empezaron a subir en 2016), siendo que la crisis financiera de 2008 fue una crisis puntual del sector inmobiliario y financiero, que no afectó a la economía en general, como es la situación actual, donde se han afectado transversalmente todas las industrias y sectores. La tasa de desempleo es mucho mayor que la vivida 12 años atrás, el cierre de negocios mucho más marcado, la destrucción económica se está dando a mayor escala, por citar solo algunas diferencias.
El mundo encesta una tasa de interés baja por mucho tiempo, pues no “aguanta” un incremento. Creo que así va a darse, y que viviremos durante más de una década con tasas bajas, muy bajas. Eso tendrá muchas implicaciones, que analizaremos en otros espacios.