El PIB de Estados Unidos registró una contracción anualizada de 32,9% en el segundo trimestre del año, lo que derivó en un ajuste de las perspectivas de crecimiento para el 2020.
“Hemos reducido nuestro pronóstico para el PIB del tercer trimestre a +19,3% de +28,6% para tener en cuenta las restricciones adicionales impuestas en el tercer trimestre”, dice el informe realizado por David Page, Head of Macro Research en AXA Investment Managers.
Sin embargo, el directivo adelantó el ajuste del pronóstico para el PIB de 2020 que, según el nuevo análisis con una mayor contracción: caerá un 4,7% en lugar del 4,5% estimado previamente.
De todas maneras, Page resalta que esta perspectiva es “aún más optimista que el consenso del -5,5%”.
Por otra parte, el jefe de análisis de Monex Europe, Ranko Berich aseguró que este revés de la economía estadounidense “tiene el potencial de ser particularmente dañino para grandes sectores del mercado laboral” sobre todo lo relacionado con ocio y hospitalidad.
“Debido a la probable desaceleración en la recuperación, existe un alto riesgo de que muchos de estos trabajadores se enfrenten a un despido más permanente, creando una mayor cicatriz en el mercado laboral y un mayor dolor de cabeza para el FOMC”, alertó Berich.
Page, por su parte, recordó que la finalización del subsidio de desempleo este viernes 31 de julio evidencia un riesgo de que la pérdida de trabajo “pese más sobre los ingresos de los hogares, lo que aumenta la perspectiva de una desaceleración más persistente”.
En cuanto a los mercados financieros, se enfocaron en el debilitamiento de las solicitudes de desempleo que “enviaron los rendimientos estadounidenses a 10 años a mínimos históricos (situándose por debajo del cierre de marzo) y redujeron el dólar en un 0,25% más”, consigna AXA IM.
Por otra parte, los rendimientos a 2 años se mantuvieron prácticamente sin cambios.
Todos los componentes del PIB registraron datos negativos en el segundo trimestre.
El gasto de los hogares se contrajo un 34,6% entre abril y junio en datos anualizados, lo que supone la peor lectura desde que hay registros. En el primer trimestre había descendido 6,9%.
Por otro lado, el gasto en bienes descendió un 11,3%, mientras que el gasto en servicios se desplomó un 43,5%.
Sin embargo, en general, se espera que este déficit sea compensado en gran medida en el cuarto trimestre, respondiendo a una recuperación en V, que se ha visto perjudicada por una ola de segundos brotes en varios estados, concluye AXA IM.