En Columbia Threadneedle Investments intentan no caer en la tentación de decir “vivimos en tiempos sin precedentes”. Al fin y al cabo, según apuntan Natasha Ebtehadj, gestora de carteras, y Felicity Long, gestora de carteras de clientes, siempre suceden cosas extraordinarias y es precisamente la forma en la que se afrontan esos acontecimientos lo que añadirá valor para los clientes. Ahora bien, no cabe duda de que actualmente los inversores atraviesan una de las etapas más importantes de la historia económica reciente, que podría acabar conociéndose como la “Gran Recesión del Coronavirus”.
En medio de esa recesión, los mercados parecen mantener un pulso entre las ingentes y aparentemente inagotables medidas de intervención en los mercados por parte de las autoridades políticas y las cambiantes repercusiones económicas de la coexistencia con la COVID-19. Qué tendencia se alzará con la victoria no queda claro, y esa falta de claridad se refleja tanto en la mayor incertidumbre que rodea todas las previsiones económicas como en la manera en la que el equipo gesto de las carteras multiactivos de Columbia Threadneedle Investments decide asumir riesgo.
Riesgo de renta variable
Como se ha comentado con anterioridad, en Columbia Threadneedle siguen “inclinándose” hacia el riesgo en general, como es el caso desde finales de marzo, al considerar que los mercados de renta variable y crédito corporativo ofrecen oportunidades para cosechar atractivas rentabilidades ajustadas al riesgo. Esperan que, en cierta medida, los inversores se verán compensados con creces por los futuros riesgos económicos, por muy sustanciales que sean. No obstante, en este artículo se centran en el riesgo de renta variable.
En este entorno plagado de incertidumbre, y habida cuenta de la enorme respuesta política destinada a contrarrestar el impacto de la paralización de la actividad económica, en Columbia Threadneedle están adoptando una estrategia dual en relación con sus preferencias de renta variable regional. En su conjunto, Estados Unidos y Asia ofrecen una combinación de características defensivas y cíclicas que resultan coherentes con su énfasis general en la calidad. A continuación, la gestora analiza región por región.
Estados Unidos: características defensivas de calidad
El mercado estadounidense acoge algunas de las firmas de calidad que saldrán victoriosas de esta crisis, a medida que las tendencias estructurales se aceleran en ámbitos como los medios de pago distintos del efectivo, el trabajo inteligente y el consumo en línea, por citar algunos. Por lo tanto, sus posiciones en títulos como Microsoft, Mastercard y Amazon deberían revelarse rentables.
También se trata de un mercado más orientado a la economía nacional, de ahí que presente una menor exposición (beta) al crecimiento mundial y el comercio internacional. Las exportaciones solo representaron el 12% del PIB en 2018, lo que contrasta con el 47% de la UE y, aunque en torno al 26% de los ingresos del índice S&P 500 proceden de otros países, esta cifra sigue siendo reducida en comparación con la mayoría de los demás mercados internacionales. Estas características defensivas y de calidad ofrecen un extremo de la estrategia dual de Columbia Threadneedle.
Asia: una mayor exposición al crecimiento mundial
En el otro extremo de su estrategia se encuentra Asia, que proporciona características cíclicas y de calidad. La economía asiática está relativamente más expuesta al crecimiento mundial, al haberse afianzado como el motor de la producción mundial en la era de la globalización de las cadenas de suministro. Aunque una rápida recuperación económica mundial en forma de “V” no representa la hipótesis central de Columbia Threadneedle, dados los elevados niveles de incertidumbre que rodean las previsiones, la gestora mantiene una exposición selectiva a los valores cíclicos de calidad, que Asia ofrece en sectores como la tecnología.
China está redoblando sus esfuerzos para limitar las cadenas de suministro tecnológicas en el ámbito regional, lo que debería favorecer a las compañías asiáticas. Además, la amenaza de un “rebrote” de las infecciones se ha gestionado con eficacia hasta la fecha, conforme los países relajan el confinamiento. De hecho, China, que fue el primer país afectado por la crisis, ha sido también la primera economía que está registrando unos niveles de actividad económica más normales, dado que la producción industrial está experimentando una normalización a medida que los trabajadores vuelven a las fábricas y el consumo repunta, aunque a un ritmo más pausado.
En Columbia Threadneedle anticipan una lenta recuperación a escala mundial, y prevén que tanto las compañías como las economías saldrán de la crisis con mayores niveles de endeudamiento. Así pues, el énfasis en el riesgo de elevada calidad ha representado un tema predominante en las carteras multiactivos.
En el universo de renta variable, las compañías con saneados balances, elevados flujos de caja libre y sólidas rentabilidades sobre el capital deberían ser capaces de exhibir un crecimiento de los beneficios en un océano de firmas abrumadas por el apalancamiento financiero. Como se ha señalado con anterioridad, muchas de esas compañías pueden encontrarse tanto en Estados Unidos como en los mercados emergentes de Asia, y Columbia Threadneedle se basa en la experiencia colectiva de su equipo de analistas de renta variable para identificarlas. Así pues, además de incrementar el riesgo de cartera en sus estrategias multiactivos sin restricciones desde finales de marzo, también ha aumentado la calidad de dicho riesgo, como refleja la evolución de determinados parámetros clave de calidad en el gráfico 1.
Relaciones entre Estados Unidos y China
Sin embargo, los riesgos persisten: como se mencionó al principio del artículo, es posible que las medidas de confinamiento vinculadas al coronavirus ganen el pulso a los responsables de política económica. Pero si se obvia esto, no cabe duda de que esta estrategia dual centrada en Estados Unidos y Asia sitúa a Columbia Threadneedle en la línea de fuego de las renovadas tensiones entre Estados Unidos y China, un riesgo que supervisan de cerca.
La confrontación se ha extendido del comercio a otros ámbitos, como la tecnología (restricciones a Huawei), las finanzas (por ejemplo, la reciente propuesta de ley del Senado destinada a la exclusión de cotización de certificados americanos de depósito de acciones extranjeras o ADR) y la geopolítica (el último foco de tensión ha sido la ley de seguridad nacional de Hong Kong). En cierto modo, una intensificación de las tensiones no sería sorprendente en un año de elecciones estadounidenses; además, dado que la postura hostil contra China es bipartidista, cabría esperar que las relaciones entre Estados Unidos y China sigan dando de qué hablar hasta la cita con las urnas.
No obstante, en Columbia Threadneedle les parece alentadora hasta la fecha la relativa calma con la que China ha encajado la última oleada de medidas contra Huawei, lo que deja entrever que el gigante asiático está adoptando un enfoque pragmático en el que otorga preferencia a su estabilidad económica. Asimismo, de la guerra comercial surgirán algunos ganadores. El énfasis que Columbia Threadneedle hace en la calidad en Asia engloba compañías como la firma coreana Samsung Electronics, que debería verse beneficiada conforme China se orienta hacia unas cadenas de suministro tecnológicas de carácter más regional.
Sin duda alguna, los dos últimos meses han sido extraordinarios, pero no es la primera vez que Columbia Threadneedle invierte en épocas de crisis, cada una con circunstancias propias que justifican su calificación como “tiempos sin precedentes”. El proceso de inversión de Columbia Threadneedle les ha permitido surcar con éxito 25 años de acontecimientos, y mantenerse fieles a ese proceso nunca ha sido tan importante.