Los principales riesgos no han desaparecido aún. Las gestoras coinciden en que el control de la pandemia y los puntuales rebrotes conviven con las estrategias de reapertura de las economías, que se van desarrollando con cierta satisfacción. Los mercados parecen haber tomado ritmo y comenzado a recuperarse, incluso algunas firmas de inversión hablan de un rebrote “espectacular”. La pregunta ahora es si puede durar y qué forma está empezando a tomar esa recuperación.
“Sin prejuzgar el futuro curso de la epidemia, la segunda parte del 2020 no parece ni optimista ni preocupante. La abundante liquidez debería compensar un escenario fundamentalmente gris. En este contexto, tiene sentido que las carteras mantengan perfiles de riesgo equilibrados. La liquidez de los bancos centrales ha sido un poderoso motor del mercado durante los dos últimos años, pero sus efectos no han sido debidamente aprovechados, ni siquiera por los propios bancos centrales. Y, sin embargo, esta liquidez ha sostenido los precios de los activos hoy en día”, señalan desde Edmond de Rothschild.
En opinión de Bruno Cavalier, economista jefe de ODDO BHF, el ciclo económico nunca ha invertido su curso dos veces, hacia abajo primero y luego hacia arriba, en el espacio de unas semanas. Sin embargo, considera que esto es lo que ha sucedido durante la «crisis del coronavirus», que realmente debería llamarse ahora la «crisis del cierre». Según su valoración, la peor recesión en la memoria reciente de los economistas se ha desarrollado en este corto espacio de tiempo.
“La brevedad de esta crisis puede crear confusión al evaluar los datos económicos. Los indicadores cíclicos habituales, disponibles con una frecuencia mensual o trimestral, proporcionan una imagen de la economía real con algo de retraso. Todavía muestran el desplome sin precedentes de la actividad, el consumo, la inversión y el comercio internacional. La severidad del shock implica que sus efectos adversos en la actividad económica no son totalmente reversibles. La pandemia del coronavirus no ha terminado y no se han levantado todas las medidas de confinamiento, pero podemos aventurarnos a decir que la causa inicial de la recesión casi ha desaparecido. No obstante, el sistema económico no volverá a su posición inicial (efecto de histéresis), ya que el choque tiene efectos retrasados y persistentes”, argumenta Cavlier.
¿Una mejora sostenible?
A corto plazo, algunas gestoras como Natixis IM consideran que aún es pronto para pensar que todo ha pasado. Según Esty Dwek, jefa de estrategia global de mercados de Natixis IM, analizando los recientes reportes de datos económico, pareciera que lo peor de la crisis ha quedado atrás. “La actividad se reinició en mayo y se ha recuperado desde entonces con la reapertura gradual de las economías. Sin embargo, la recuperación será escalonada y lenta, y llevará un largo tiempo retornar a los niveles pre-crisis. El repunte inicial a partir de los confinamientos es sólido, pero los datos siguen siendo por debajo de los niveles de principios del 2020 y todavía necesitamos confirmación de que no disminuirá después de la «emoción posterior al parto» inicial”, explica Dwek.
Desde Capital Group se muestran optimistas y señalan que “se ve la recuperación en el horizonte”. Según sus perspectivas de mitad de año, los mercados y la economía mundial comienzan a recuperarse. “Aunque se prevén retos importantes a corto plazo, hay motivos para el optimismo en lo que se refiere a la recuperación económica. No obstante el camino hacia la recuperación no estará exento de altibajos”, advierte en el documento.
En este sentido, puede que las expectativas sean más o menos positivas, pero desde Allianz GI lanza una reflexión relevante: ¿hasta qué punto la recuperación que vemos ahora es sostenible? “Los nuevos casos de COVID-19 durante el pasado fin de semana volvieron a aumentar de nuevo a escala mundial, sobre todo en Estados Unidos, mientras que se volvieron a ordenar algunos confinamientos locales. No obstante, el arranque de la semana en los mercados de capitales internacionales estuvo lleno de esperanza: el índice de valores tecnológicos estadounidense, el Nasdaq, alcanzó un nuevo máximo histórico, mientras que en Asia, el mercado bursátil chino ascendió a un nivel récord desde febrero de 2018. China es, además, el primer gran mercado de renta variable que cotiza en positivo desde principios de año”, advierte Stefan Scheurer, director global de mercado de capitales y análisis temático de Allianz Global Investors.