La negociación de ETFs de renta fija se disparó durante el primer trimestre de 2020 conforme los participantes del mercado evaluaron el impacto de la pandemia del coronavirus en la economía global. Los ETFs de renta fija registraron un volumen de cotización de 1,3 billones de dólares (o 1,3 trillones, según nomenclatura de EE.UU.) en los tres primeros meses de este año, en comparación con los 2,6 billones de dólares (o 2,6 trillones) en todo 2019 (1). Durante el mismo periodo, los inversores inyectaron 11.800 millones de dólares (11,8 billones) en entradas en ETFs de deuda estadounidense (2).
Ahora la atención se ha tornado sobre las agencias de calificación crediticias de bonos, que evalúan la capacidad y la voluntad de los emisores corporativos para pagar su deuda. Las agencias de calificación durante este primer trimestre han emitido rebajas en la calificación de grado de inversión a empresas de diversas industrias, incluyendo energía y viajes.
Muchos inversores están vigilando lo que sucede con los “ángeles caídos”, bonos que fueron emitidos con calificación de grado de inversión pero que fueron posteriormente rebajados a grado “especulativo”, o bonos high yield. Las rebajas futuras afectarán la composición de los ETFs que replican un índice de referencia en renta fija ligados tanto a la deuda con grado de inversión como a los mercados de deuda high yield.
Los inversores de ETFs deberían saber que la mayoría de los gestores de los ETFs que replican un índice tienen un cierto grado de discreción al entrar y salir de una posición. Por lo general, no están obligados a vender en un momento específico tras la rebaja en la calificación crediticia.
A continuación, se resumen las tendencias el mercado de renta fija de grado de inversión y se describe cómo los ETFs de renta fija gestionan las rebajas en la calificación crediticia. En concreto, incluye un caso de estudio que demuestra los potenciales beneficios de diversificación de los índices de bonos corporativos.
El crecimiento del mercado de bonos con calificación BBB
El universo de bonos de inversión ha triplicado su tamaño en más de 7,5 billones de dólares (7,5 trillones en nomenclatura americana) desde la crisis global financiera de 2008 – 2009 (3). El mercado creció a medida que las empresas emitieron más deuda para lograr unos índices de apalancamiento eficientes, aplicar políticas favorables para los accionistas y satisfacer la demanda por activos de renta fija. A medida que las empresas emitieron más bonos, el segmento con calificación BBB de la deuda con grado de inversión -aquellos que se encuentran en el borde del grado de inversión y la deuda high yield- creció de forma significativa. Los bonos con una calificación BBB constituyeron cerca del 50% del mercado de bonos con grado de inversión -creciendo notablemente. Los bonos con calificación BBB constituían aproximadamente el 50% del total del universo de inversión a finales de febrero (4). Alrededor de un 12% del universo con grado de inversión tenía la peor calificación posible dentro de esta categoría (BBB /Baa3). Y en torno al 3% del mercado tenía esta baja calificación y estaba en “observación” por parte de al menos una agencia de calificación (5).
Los ángeles caídos incrementan conforme cambia el ciclo de crédito
Los ángeles caídos representaban entre un 3 – 4% del universo de inversión del mercado de deuda durante la crisis financiera global de 2008 -2009 (6). Suponiendo una tasa similar de rebajas en la recesión actual, en iShares estiman que podrían ocurrir entre 205.000 millones de dólares (205 billones en nomenclatura estadounidense) y 275.000 millones (275 billones) de rebajas antes de que acabe este año. En marzo de 2020, emisores como Ford Motor Company, Occidental Petroleum y Delta Airlines perdieron su grado de inversión y se convirtieron en high yield. El ritmo actual de las rebajas en calificación crediticia puede cambiar conforme las agencias de rating continúan evaluando distintos factores, incluyendo si las medidas de confinamiento tomadas en todo el mundo tienen un impacto económico temporal o duradero en la economía, y las implicaciones de un crudo barato para numerosas industrias. En este entorno incierto, los emisores de bonos pueden defender sus calificaciones crediticias recortando dividendos, reduciendo el gasto y deteniendo los programas de recompras de acciones.
¿Cómo gestionan los ETFs de renta fija las rebajas en las calificaciones crediticias?
Los inversores suelen creer que la gestión de fondos negociados en bolsa (ETFs) que replican un índice siguen un proceso puramente basado en las reglas que implica muy poca discreción humana. Este punto de vista oculta el matiz de cómo los gerentes de ETFs del índice pueden tratar de lograr rendimientos en sus índices de referencia al servicio del cumplimiento del objetivo del fondo. En particular, los gestores de fondos indexados, por lo general, no suelen estar obligados a vender emisiones de bonos en el momento en el que lo hace el índice, típicamente a final de mes. Esto se debe a que el prospecto de los ETFs suele permitir cierta flexibilidad para gestionar estos eventos. En concreto, los gestores de los ETFs de renta fija de iShares pueden invertir hasta un 10% en valores fuera del índice, lo que significa que los gestores pueden vender valores antes de que se produzca un rebalanceo en el índice o mantenerlos después de uno si al hacerlo se mantiene alineado con la estrategia de inversión del fondo. Como pioneros en el lanzamiento del primer ETF de renta fija en 2002, iShares tiene la ventaja de depender de la perspicacia de la negociación de bonos profundamente arraigada en BlackRock, con un análisis sofisticado de carteras que utilizan la plataforma patentada Aladdin®.
Las recalificaciones de la deuda: una secuencia de eventos
Tres acciones discrecionales precipitan que un bono con estatus de ángel caído abandone un ETF de renta fija con grado de inversión. Primero, una o más agencias de calificación rebajan la calificación de un bono o de un emisor de bonos. La mayoría de los proveedores de índices utilizan las contribuciones de organizaciones que emiten calificaciones estadísticas sobre las emisiones de deuda (conocidas como agencias de calificación), tales como Moody´s Investors Service, Standard & Poor’s y Fitch Ratings, para determinar si un bono tiene calificación de grado de inversión o de deuda high yield. A menudo, si un emisor ha sido calificado por más de una agencia, una rebaja por parte de al menos dos agencias es necesaria para considerar que el emisor tiene grado high yield. En segundo lugar, un proveedor de índices anuncia los cambios en la composición del índice en base a la actualización de las calificaciones crediticias y otros criterios de inclusión. Mientras que muchos índices de renta variable suelen experimentar un rebalanceo una vez al año o al trimestre, los índices de renta fija suelen por lo general ser restructurados mensualmente para tener en cuenta nuevas emisiones, cambios en los ratings (tanto recalificaciones al alza como a la baja), pagos de cupones, reembolsos de principal, y bonos con vencimientos que dejan de pertenecer a un índice de referencia específico. Tercero, un gestor de la cartera de un ETF revisa las posiciones del fondo y realiza ajustes para mantener el ETF en línea con el índice. Como recordatorio, el gestor de la cartera del ETF generalmente no necesita vender una emisión que ha sido rebajada en el momento exacto de la reestructuración del índice de referencia.
Implicaciones para los ángeles caídos en los índices de high yield y en los ETFs
Un repunte en los ángeles caídos en 2020 también alterará la composición de los índices que replican el mercado de deuda high yield, haciéndolo más amplio y probablemente extendiendo la duración promedio de los bonos tanto en el conjunto del mercado como en los índices. Los proveedores de índices de deuda high yield gestionan la inclusión de nuevas emisiones de manera diferente. Por ejemplo, bajo las reglas de inclusión del índice Markit iBoxx USD Liquid High Yield, un bono que deja de ser grado de inversión para convertirse en high yield debe conservar este estatus durante tres meses para que sea elegible para su inclusión. Sin embargo, esta regla no aplica a los índices Bloomberg Barclays U.S. Corporate High Yield o ICE BofA Merrill Lynch U.S. High Yield, por lo que estos índices pueden asumir ángeles caídos más rápidamente. También hay diferencias entre cómo los proveedores de índices filtran los componentes por madurez. Por ejemplo, los índices de renta fija high yield Markit iBoxx no incluyen bonos con vencimientos de más de 15 años en el momento de su emisión, lo que limitará la duración de este índice en relación con sus pares.
Dos casos de estudio: Kraft Heinz y Occidental Petroleum
Los participantes del mercado a menudo valoran la posibilidad de una rebaja de la calificación de los bonos con mucha anticipación, en ocasiones durante años. En otras ocasiones un evento exógeno puede afectar negativamente el riesgo de crédito de un emisor. En ambos escenarios, el impacto una rebaja en la calificación crediticia de los bonos en la cartera de un ETF puede mitigarse a través de la diversificación de sus posiciones en bonos, que en ocasiones ascienden a miles. Los ETFs de bonos se ven afectados por las rebajas en función de la ponderación de un bono en su cartera, sus precios de entrada y de salida y el momento en el entra y sale.
Examinemos el caso de Kraft Heinz Corp y Occidental Petroleum Corp, dos recientes ángeles caídos como ejemplos de hasta qué punto las rebajas pueden afectar el rendimiento de los bonos ETFs. Kraft Heinz fue rebajada a BB+ (high yield) por Standard & Poor’s y Fitch el 14 de febrero de 2020; mientras que la tercera mayor agencia de calificación, Moody’s mantuvo la emisión en Baa3 (grado de inversión). Dado que dos de las principales agencias de calificación consideraron que Kraft era una emisión high yield en lugar de grado de inversión, su mayor emisión, con vencimiento en 2046, fue eliminada de uno de los principales índices de renta fija con grado de inversión el 29 de febrero (7).
Los participantes del mercado habían demostrado durante mucho tiempo su preocupación sobre el potencial deterioro del crédito de Kraft Heinz. Esto se hizo evidente en los precios de los bonos de Kraft que estaban cotizando por debajo de su nominal en el momento de la rebaja. En iShares estiman que, con el tiempo, utilizando un precio promedio simple desde que se emitió el bono en julio de 2016, los ETFs que replican un índice de renta fija con grado de inversión habrían adquirido Heinz a un precio de aproximadamente 93,25 dólares. El 29 de febrero, el bono tenía un precio de 92,77 dólares aproximadamente un 0,5% por debajo del precio al que los ETFs podrían haber adquirido la posición. En perspectiva. Heinz representaba el 0,31% del ICE BAML US Corporate Bond en el momento de su eliminación del índice.
En consecuencia, el ETF que replica ese índice que adquirió incrementalmente ese bono desde su emisión habrá experimentado una pérdida relacionada con el crédito de la cartera de sólo alrededor del 0.0016% si mantuviera el mismo peso del índice.
Occidental Petroleum, un productor de energía, exhibió un mayor impacto en el precio a corto plazo que Kraft Heinz, después que el precio del crudo cayera un 67% en el primer trimestre de 2020. Moody´s Fitch y Standard & Poor’s rebajaron la calificación de Occidental a Ba1/ BB+ (high yield) el 18, 20 y 25 de marzo, respectivamente. La posición fue eliminada de los índices el 31 de marzo o el 30 de abril dependiendo del índice. La ponderación de Occidental en el índice ICE BAML US Corporate Bond era del 0,22% a finales de marzo (8). Debido a la incertidumbre sobre el mercado petrolero, el precio de los bonos cayó en más de 100 dólares a 55.83 dólares a finales de marzo. Dada su ponderación en el índice a finales de marzo, se estima una pérdida de alrededor de un 0,09% en el conjunto de la cartera de bonos del índice, aunque el impacto en un ETF podría depender del cambio en el precio y la ponderación de la posición, la cual puede variar dependiendo de la situación.
En resumen
Los inversores de ETFs deberían esperar unas mayores rebajas en las calificaciones de los bonos de grado de inversión en los próximos meses, aunque los posibles beneficios de diversificación de los índices de los bonos corporativos pueden ayudar a aislar a los inversores de las pérdidas crediticias relacionadas con cualquier emisor de bonos. A medida que cambia el ciclo de crédito, deben saber que los gestores de ETFs que replican un índice de deuda con grado de inversión tienen cierta flexibilidad para gestionar cada rebaja en su empeño por cumplir el objetivo de inversión del fondo. Los ETFs de bonos corporativos de iShares pueden confiar en la experiencia de la mesa de negociación de bonos de BlackRock para ayudar a garantizar una ejecución eficiente.
Anotaciones:
1. BlackRock, Bloomberg (Datos a abril de 2020).
2. BlackRock, Bloomberg (Datos a abril de 2020).
3. BlackRock, ICE BAML (Datos a 28 de febrero de 2020)
4. BlackRock, ICE BAML (Datos a 28 de febrero de 2020)
5. Bloomberg (Datos a 6 de abril de 2020).
6 . J.P. Morgan (Datos a 28 de febrero de 2020).
7 . Bloomberg (Datos a abril de 2020); el bono de Kraft, con vecimiento el 1 de junio de 2046 con un cupón de 4,375%. El índice ICE BAML US Corporate Bond es ampliamente utilizado en la industria y es representativo en los términos de ponderación que se examinan en esta nota.
8 . Bloomberg (Datos a abril de 2020). El impacto hipotético en la cartera asume que el ETF adquirió el bono a un precio medio a lo largo del tiempo y eliminó el bono a finales de mes al precio del índice.
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