El sector tecnológico tampoco ha salido indemne de la crisis del coronavirus. Hasta hace unos días, el índice tecnológico estadounidense Nasdaq 100 perdía más de un 7,5% desde el máximo histórico de 9.719 puntos que alcanzó a mediados de febrero. Aunque muchas acciones siguen estando sobrevaloradas, se pueden encontrar oportunidades de inversión interesantes. A largo plazo, esperamos que los valores tecnológicos superen el crecimiento de otros sectores a medida que la tecnología vaya rompiendo la barrera en todos los ámbitos y siga impulsando el cambio (tecnológico), aunque la situación actual sea de fuerte corrección del mercado.
Rentabilidad a largo plazo
El DNB Fund – Technology ha obtenido una rentabilidad anual del 12,91% desde su lanzamiento en Luxemburgo en agosto de 2007, con lo que ha superado a su índice de referencia en un 4,34% anual. De acuerdo con un estudio de Morningstar, en 2018, se situó a la cabeza de 48.000 fondos atendiendo a la rentabilidad a diez años. Eso demuestra claramente que el consolidado y experimentado equipo formado en torno al gestor principal del fondo, Anders Tandberg-Johansen, es capaz de afrontar y salir airoso de diferentes entornos de mercado.
El equipo gestiona actualmente un patrimonio de alrededor de 5.500 millones de euros en valores tecnológicos de todo el mundo y está avalado por una exitosa trayectoria de 19 años. Las megatendencias tecnológicas prometen un crecimiento superior a la media incluso en periodos de dificultades económicas. En esta coyuntura, 2020 probablemente sea un año repleto de acontecimientos en el sector.
Megatendencia nº 1: las redes del futuro
Las redes 5G, por ejemplo, abren la puerta a una nueva era en el mercado de las comunicaciones móviles que no pone límites a la creatividad de las empresas y plataformas participantes. Por primera vez, las empresas también quieren utilizar esta tecnología, lo que da lugar a servicios y sectores completamente nuevos. Las nuevas redes van a convertirse en el sistema nervioso central de las fábricas del futuro.
Megatendencia nº 2: la inteligencia artificial
La inteligencia artificial también tiene muchas papeletas para convertirse en megatendencia. El número de algoritmos inteligentes está creciendo rápidamente debido al crecimiento exponencial de los volúmenes de datos que tienen que procesarse y canalizarse en la dirección adecuada. Los macrodatos o big data son el nuevo petróleo de la economía y todo aquel que los utilice correctamente se situará a la vanguardia.
Megatendencia nº 3: el negocio de la nube
El negocio de la nube también está viviendo un gran auge: cada vez más empresas están empezando a externalizar sus datos para ahorrar costes a largo plazo. De acuerdo con las previsiones de los analistas, los ingresos mundiales por servicios en la nube van a pasar de los 200.000 millones de dólares actuales a 500.000 millones en 2026.
Megatendencia nº 4: los juegos electrónicos
Los juegos electrónicos también se han convertido en un mercado valorado en miles de millones. Los cambios en el comportamiento de los usuarios y las innovaciones tecnológicas están propiciando profundas transformaciones. Los gigantes del comercio electrónico como Amazon llevan algún tiempo dedicando grandes esfuerzos para hacerse un hueco en esta área. Los pronósticos son prometedores: según un estudio de PwC, se prevé que solo el subsector de los eSports duplique su tamaño hasta los 1.600 millones de dólares durante los próximos cuatro años. En cuanto a las consolas de videojuegos, la transición hacia el nuevo ciclo parece prometedora, ya que debería ser más armoniosa que en momentos anteriores.
Perspectivas
La creciente importancia del sector tecnológico ha hecho que la política tenga una influencia cada vez mayor en esta área. Las empresas estadounidenses esperan con impaciencia al ganador de las elecciones presidenciales. Sin embargo, una posible disgregación de grandes grupos tecnológicos como Facebook, Amazon y Alphabet durante el proceso regulador no tendría que ser necesariamente negativa. Waymo, una filial de Google que desarrolla tecnologías para vehículos autónomos, sería más valiosa si se dan pasos en esta dirección.
Las ventajas del fondo, de un vistazo
– Equipo de gestión experimentado con una trayectoria de 19 años
– Estabilidad de la cartera, incluso en fases de dificultades en los mercados
– Rentabilidad neta superior a la del índice de referencia durante 19 años
– Oportunidades de inversión de la mano de la disrupción y las nuevas tendencias
Tribuna de Mikko Ripatti, gestor senior de carteras de clientes en DNB Asset Management