La intervención de los bancos centrales y los gobiernos con agresivas medidas monetarias y fiscales ha proporcionado cierta estabilidad a unos mercados azotados por la pandemia del coronavirus. Según State Street Global Advisors, la crisis de liquidez ha quedado atrás y hemos pasado a una fase de cautela. Por ello, en esta entrevista con Funds Society, el jefe de la estrategia SPDR ETF EMEA, Antoine Lesné, anima a invertir a corto plazo en bonos soberanos o crédito investment grade de EE.UU. y Europa para prepararse ante la eventual recuperación.
Pese a los estímulos fiscales y monetarios, la gestora considera que la economía continuará deteriorándose mientras se mantenga la cuarentena global. Su informe Bond Compass publicado la semana pasada refleja que la respuesta de los inversores de renta fija a la caída de rendimientos en el primer trimestre del año ha sido vender la duración. De ahí que los flujos en bonos soberanos alcanzaran su decil más bajo tanto en los mercados desarrollados como en los emergentes. Mientras, el crédito se ha visto afectado por los diferenciales y el cierre de la actividad primaria, sufriendo ventas tanto en grado de inversión como en high yield.
Sin embargo, según Lesné, parece que esta fase ha terminado gracias a las medidas del BCE y la Fed, que han incrementado en cerca de tres billones de dólares los balances, “una cifra muy superior a lo que se haya hecho antes en cualquier otra crisis”. Ante unas perspectivas muy negativas para el crecimiento -con el FMI pronosticando una caída del 9% en la Eurozona-, recomienda mantener la cautela en las carteras hasta que arranque la recuperación de la actividad económica.
“Seguramente veamos números muy negativos hasta junio, con algo de recuperación a partir del tercer trimestre, aunque esta podría retrasarse hasta 2021. Una vez regresemos a la normalidad, se producirá un incremento exponencial del crecimiento global, de cerca del 8,9% según pronostica el FMI: algo nunca visto en el pasado”, destaca.
Oportunidades de inversión
Mientras transitan la etapa actual de cautela, los inversores deben prepararse para cuando se produzca la recuperación. En ese sentido, se está viendo una mayor confianza en el corto plazo, especialmente por los bonos del Tesoro estadounidense y los bonos europeos a corto plazo. “La probabilidad de que se produzca un default tras las medidas de los bancos centrales es prácticamente nula”, destaca Lesné. Por ello, anima a invertir en el SPDR Bloomberg Barclays 1–3 Month T-Bill UCITS ETF (Acc) y el SPDR Bloomberg Barclays 1–3 Year Euro Government Bond UCITS ETF (Dist).
Asimismo, teniendo en cuenta los programas de estímulo de los bancos centrales que están apoyando a los mercados, considera que es un buen momento para comenzar a buscar rendimiento. Para ello, se inclina por asumir algo de riesgo en deuda corporativa con grado de inversión tanto en Europa como en Estados Unidos mediante el SPDR Bloomberg Barclays 0–3 Year U.S. Corporate Bond UCITS ETF, el SPDR Bloomberg Barclays 0–3 Year Euro Corporate Bond UCITS ETF e incluso el SPDR Bloomberg Barclays 1–10 Year U.S. Corporate Bond UCITS ETF.
Qué hacer en emergentes
En cuanto al universo emergente, Lesné apunta que se han producido muchos flujos de salida desde el comienzo de la crisis, pero, tras la mejora de la situación con los anuncios de los bancos centrales, se ha comenzado a incrementar la compra de deuda, especialmente en Latinoamérica y la Europa emergente.
“Mantenemos la cautela hacia la deuda corporativa, ya que las empresas de mercados emergentes son muy dependientes de China y el sector petrolífero, pero sí nos inclinamos por la deuda soberana en divisa local”, revela. Además, apunta que las divisas de la región están especialmente infravaloradas y, conforme el dólar se debilite, se verá un rendimiento mucho más sólido.
En ese sentido, asegura que el SPDR Bloomberg Barclays Emerging Markets Local Bond UCITS ETF se beneficia de la amplia diversificación de su cartera, que ha conseguido amortiguar los shocks recientes en países individuales, manteniendo el potencial de rendimientos. En concreto, destaca la asignación a bonos chinos, que han actuado de refugio durante la crisis.
La gestora argumenta la solidez de construcción del vehículo y las perspectivas para la deuda emergente en un análisis reciente.