Después de la crisis de 2008, el mercado de high yield comenzó la recuperación en 2009 antes que otras clases de activos, pero la velocidad de la recuperación del mercado depende en cada crisis del factor que la causó. En un ciclo de crédito normal, las empresas tratan de salir de una crisis reparando su balance, haciendo operaciones que benefician primero a los bonistas y luego a los accionistas. Esta crisis podría ser diferente, ya que está causada por un factor exógeno, por lo que la forma en la que los mercados saldrán de ella dependerá de la intensidad de los efectos sobre las empresas, de si necesitarán una reparación o si podrán reanudar pronto sus actividades sin haber sufrido grandes trastornos. En el caso de una recuperación en forma de V, la recuperación de las clases de activos también podría ser coincidente. Dependerá también de lo que haga el Banco Central Europeo en el mercado de bonos corporativos.
En esta situación, dado el apoyo monetario y fiscal ya existente, para una recuperación completa del mercado necesitamos seguir la evolución de la propagación del COVID-19 en todo el mundo y su impacto en las actividades económicas, el PIB de los países involucrados y los balances de las empresas.
No obstante, aunque es muy importante que las empresas den señales de querer reparar su balance, en este contexto será mucho más importante entender cuánto tiempo durará la paralización del negocio debido a la emergencia sanitaria para evaluar el daño real en los diferenciales de las empresas. Actualmente, se trata más una cuestión de liquidez, que de endeudamiento. Por eso, muchas están redefiniendo sus líneas de crédito. La recuperación de la actividad será más importante ahora que la voluntad de las empresas de mantener la calificación o reducir el endeudamiento.
El apoyo de los bancos centrales, clave
Asimismo, el apoyo de los bancos centrales es claramente positivo para esta clase de activos. En el mercado estadounidense, la Reserva Federal reabrió la facilidad de crédito comercial y la financiación para los MBS, y el crédito estructurado como CLO, CMBS y CDO. También anunciaron que comprará bonos IG en los mercados primario y secundario, incluyendo ETF.
En Europa, el BCE lanzó y amplió el QE y la creación del Programa de Compras de Emergencia para Pandemias (PEPP). Aunque estas iniciativas no implican directamente al mercado high yield, claramente crearán un beneficio indirecto para los bonos es este segmento, especialmente para los de alta calificación BB, ya que los inversores investment grade tendrán que buscar más abajo en el espectro de la calificación para aumentar el rendimiento. El apoyo de los bancos centrales, además, aumentará la estabilidad del mercado con una reducción de la volatilidad que beneficiará a todos los activos de riesgo, incluidos los bonos high yield.
El balance de quién se beneficiará más dependerá del tamaño de las medidas y cuán amplio será el rango de activos que los bancos centrales comprarán. Hasta ahora, el mercado de EE.UU. parece ser el favorito por la magnitud de las medidas de la Fed. En particular, la compra de ETFs, aunque está en el mercado investment grade, es un arma totalmente nueva que tendrá un efecto amplio y directo en el mercado y un efecto indirecto en los mercados high yield. Ampliar la adquisición a activos high yield supondría sin duda un cambio de juego, pero no está sobre la mesa, por el momento. La ampliación de los activos adquiridos por el BCE sería un gran paso para el mercado.
Estabilización en Estados Unidos
Actualmente, podemos decir que vemos, al menos señales de estabilización, en los bonos high yield de EE.UU. tras las medidas anunciadas. Las señales que los inversores esperan para una mayor recuperación vendrán de las cifras de contagio del virus. Si las medidas adoptadas para contener la propagación funcionan, los inversores podrían evaluar mejor el impacto del bloqueo en la actividad económica y la forma y la velocidad de la recuperación.
El mercado de EE.UU. es más agresivo en términos de endeudamiento por lo que el peso de los bonos B y CCC y de menor calificación es mayor que en el mercado del euro. También el sector de la energía y el sector minorista no alimentario, que son muy vulnerables, pesan mucho más en el mercado de high yield de EE.UU. que en el del euro. Los sectores más grandes para el mercado del Euro son en cambio las telecomunicaciones y los medios, naturalmente los más resistentes en esta crisis. Todas estas observaciones sugieren que la asignación más prudente sería al mercado de la zona euro, ya que no es posible medir por ahora la profundidad del efecto que la crisis tendrá en la economía real. Por otro lado, Estados Unidos han puesto en marcha un paquete sin precedentes de ayuda a la economía, tanto por parte de la Fed como por parte del gasto fiscal, de modo que el high yield estadounidense puede tener un mejor rendimiento si la crisis termina a tiempo para no arrastrar a la economía a una profunda recesión. EE.UU. es una apuesta beta más alta para la recuperación de la economía.
Tribuna de Raffaella Tommaselli y Elena Musumeci, gestoras de Eurizon Fund Bond High Yield