Esta nueva década no ha empezado bien; si tan solo pudiéramos pasar directamente al 2021. En medio del abrumador impacto de la pandemia del COVID-19 en la salud pública y en la economía, encuentra eco el mensaje de que “esto también pasará”.
Las acciones de Estados Unidos, que sirven de guía para la economía mundial, superaron los máximos históricos de volatilidad. El VIX , también conocido como el “medidor del miedo” no había alcanzado máximos similares desde la crisis financiera global de 2008.
Cuanto mayor es la incertidumbre, mayores son los precios de las opciones que se utilizan para calcular el VIX. La caída precipitada de los precios del petróleo tras una guerra de precios entre Rusia y Arabia Saudita amenazó con un colapso del sector energético, lo que se sumó a la incertidumbre en EE. UU. y a nivel mundial.
El desempleo en EE. UU. continuó aumentando: en las últimas dos semanas del trimestre, cerca de 10 millones de estadounidenses solicitaron beneficios de desempleo tras el cierre de miles de empresas. Se espera que este número sea solamente una señal de más pérdidas de trabajo por venir y que las solicitudes de seguro de desempleo se dupliquen en las próximas semanas. Muchos de los negocios afectados se encuentran en las industrias de viajes, entretenimiento, restaurantes, venta al por menor y bienes raíces.
¿Qué hay de América Latina?
Como un tsunami que comenzó en Asia y luego asoló Europa, el COVID-19 y sus efectos están ahora inundando las Américas. A pesar del cierre de las fronteras y las cuarentenas, la pandemia sigue arrasando el continente. Los gobiernos han comenzado a instituir políticas para reducir al mínimo las repercusiones en la salud pública y en la economía.
Al igual que EE. UU., que aprobó un paquete de estímulo económico de 2 billones de dólares para ayudar a mitigar los efectos de la pandemia, Brasil aprobó un monto cercano a los 30 mil millones de dólares. Perú también está evaluando un paquete similar. En Chile, el presidente aprobó un paquete de 12 mil millones de dólares. En el caso de Argentina, el Banco Mundial prestará a este país 300 millones de dólares en fondos de emergencia. Colombia y México aún no han anunciado ninguna medida económica importante.
La pregunta que muchos se hacen es ¿será todo esto suficiente? En medio de la incertidumbre, la respuesta dependerá de la rapidez con que la pandemia retroceda y la vida vuelva a la normalidad.
Según los analistas de calificación de S&P Global, se espera que el brote empuje a América Latina hacia una recesión en 2020, lo que significaría el crecimiento más débil de la región desde la crisis global de 2008. También han pronosticado que el PIB se contraerá en un 1,3% en 2020, antes de recuperarse para alcanzar una tasa de crecimiento de 2,7% en 2021. Por último, la duración de la recesión (aunque posiblemente peor en algunos países) podría ser mucho más corta: solo se proyectan dos trimestres en comparación con los seis trimestres que duró la crisis de 2008.
Los mercados latinoamericanos tuvieron un rendimiento inferior a los mercados globales durante el primer trimestre. Todas las ganancias de los años anteriores fueron completamente eliminadas. El S&P Latin America 40 registró el peor trimestre de su historia, cerrando en -46% en términos de dólares. En comparación, el S&P 500 , que también tuvo su peor trimestre desde 2008, retrocedió 20%.
Ningún sector económico se libró del rápido derrumbe y empresas de industrias importantes como energía, minería y finanzas se vieron duramente afectadas. La caída promedio del precio de las acciones para miembros del S&P América Latina 40 fue de aproximadamente -45% en el trimestre. El sector de Energía del S&P Latin America BMI tuvo el peor desempeño entre los 11 sectores de GICS (-61%). El sector Salud tuvo un trimestre difícil (-45%), pero gracias a su fuerte desempeño pasado, mostró pérdidas mucho menores en los períodos de mediano plazo.
Analizando los mercados individuales en términos de moneda local, el S&P MERVAL de Argentina cayó 41,5% en el trimestre. Brasil y Colombia le siguieron con rendimientos respectivos de -36% y -32%, según las mediciones del S&P Brazil BMI y el S&P Colombia Select Index.
En medio de un mar de números rojos durante el trimestre, algunos índices mexicanos lograron mantenerse en terreno positivo. El S&P/BMV Diario Inverso, que busca seguir el rendimiento inverso (reajustado diariamente) del S&P/BMV IPC, tuvo un alza de 23%. Los siguientes tres índices también tuvieron un buen desempeño: S&P/BMV MXN-USD, (26%) S&P/BMV China SX20 (9.4%) y S&P/BMV Ingenius Index (9.4%). Estos dos últimos índices están diseñados para medir las operaciones de acciones internacionales en la Bolsa Mexicana de Valores y su desempeño sólido se debe principalmente a la depreciación de casi 20% del peso mexicano frente al dólar en el primer trimestre.
El primer trimestre de 2020 ya terminó y el segundo trimestre se ve sombrío. Amplios esfuerzos de ayuda ya están en marcha para ayudar a los ciudadanos y apoyar nuestras economías. Solo nos queda esperar que todo resulte bien mientras procedemos con mucha cautela.